MEMORIAS DE ORFEO
Orfeo es el dios civilizador, que además de músico, poeta y loco, se metió hasta el mismísimo Infierno para rescatar a su mujer, lo que por cierto denota lo loco e impaciente que debía estar.
De mucho no valió, al final la vida le envió a unas docenas de mujeres que literalmente terminaron por partirlo en diversos pedazos, en furiosa ansia de repartija. Entiendo que la metáfora es un espanto, sobre todo para el políticamente correcto feminismo. Ahora, el porqué la misoginia no es "políticamente correcta" es para mí un misterio. Total, serlo no debería molestar más que a aquellos que les sea insoportable que se viva prescindiendo de sus neurosis. Allá ellos, allá ellas.
En todo caso he aquí estas memorias, para ser armadas con el devenir de los días, con la colaboración de todos los que quieran, puedan y sientan la necesidad.
Orfeo
Tan sólo aquel que levantó la lira,
incluso entre las sombras,
puede expresar, entre presentimientos,
la alabanza infinita.
Tan sólo aquel que comió con los muertos
la adormidera, la de ellos,
no volverá a perder el más leve sonido.
Aunque el reflejo del estanque
se difumine muchas veces:
sabe la imagen.
Sólo en el reino doble
se volverán las voces
eternas y suaves.
Sonetos a Orfeo IX, Rainer Maria Rilke.
incluso entre las sombras,
puede expresar, entre presentimientos,
la alabanza infinita.
Tan sólo aquel que comió con los muertos
la adormidera, la de ellos,
no volverá a perder el más leve sonido.
Aunque el reflejo del estanque
se difumine muchas veces:
sabe la imagen.
Sólo en el reino doble
se volverán las voces
eternas y suaves.
Sonetos a Orfeo IX, Rainer Maria Rilke.
Dejad, no levantéis ninguna estela,
que la rosa florezca por ella cada año:
esto es Orfeo. Su metamorfosis
en esto y en aquello. No busquemos
nombres distintos. Una vez por todas
todo canto es Orfeo. Llega y sale,
¿No es mucho ya que sobreviva a veces
por unos días al cuenco de rosas?
¿No lo entendéis? Debe desvanecerse.
Aunque el desvanecerse a él mismo le dé miedo.
Trasponiendo el aquí con su palabra,
ya está él allí, no le podéis seguir.
La reja de la lira no aprisiona
sus manos. Y obedece superando.
Sonetos a Orfeo V, Rainer Maria Rilke.
(Edición y traducción de Eustaquio Barjau, Catedra Letras Universales)
Vamos, entonces, a crear unas Memorias dignas de Orfeo: Sobre Educación, sobre Cultura, sobre Lectura, sobre Política, sobre Todo lo que se pueda.
Que los Dioses estén con nosotros.
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