Son muchas las preguntas que uno se hace. Un ciudadano está en el deber de hacérselas. Eso no es muy popular. Se me ha dicho en círculos muy cercanos que soy demasiado “negativo”. No lo creo. Cuando la realidad posee elementos criticables pues hay que criticar y ya. Por principio de realidad. Por la salud de la sociedad. Porque nunca, nunca, nunca, debemos dar la oportunidad, a nadie, de controlar nuestras vidas. Porque así también se educa. Porque votar es demasiado trascendente. Porque la cosa pública es demasiado importante para dejarla en las manos de los políticos.
Así que aquí están mis preguntas. Sintámonos libres de añadir las que queramos. A veces lo importante no son las respuestas, sino la calidad de las preguntas que uno se hace.
Preguntas incómodas sobre los medios de comunicación:
¿Los medios de comunicación son empresas destinadas a ganar dinero? ¿Viven los medios de su audiencia y de su publicidad? ¿Se puede ignorar que los medios de comunicación manipulan la opinión pública? ¿Se puede ignorar que su escala de precios depende de su audiencia? ¿Se puede ignorar que los medios gozan de la extraordinaria facultad, que nadie más tiene, de comentar acerca de lo que les afecta sin la intervención de terceros, que pueden ser, y son, acallados? ¿Es que acaso no son los medios los que plantean la agenda política como les parece? ¿Tienen los medios relaciones empresariales con grupos de poder? ¿Son ellos parte de grupos de poder? ¿No está en el interés de los medios dirigir la opinión pública?
Preguntas incómodas sobre las empresas de opinión pública:
¿Son las empresas de opinión pública empresas destinadas a ganar dinero? ¿Es o no es cierto que la gran mayoría de las encuestas e informes cualitativos no solamente jamás se publican sino que existe el compromiso de no publicarlas? ¿No es el negocio de las empresas de opinión el recabar y vender información? ¿No trabajan las empresas de opinión sobre la base de que la “información es poder”? ¿Se puede suponer por un momento que las encuestadoras no ganan dinero con su trabajo? ¿Por qué los resultados “privados” en las encuestas políticas son más exactos – y más caros – que los resultados “publicados”?
Preguntas incómodas sobre la relación de las encuestadoras con los medios de comunicación:
¿Por qué los medios contratan empresas de opinión para hacer encuestas políticas? ¿Por qué los resultados de una encuesta son publicados en primera plana? ¿Se puede imaginar que no haya intencionalidad política en la publicación de encuestas? ¿Por qué los medios han llamado a la disposición del JNE la “Ley Mordaza”? ¿Apoyan los medios de comunicación a las encuestadoras? ¿Por qué?
Preguntas incómodas sobre la disposición del JNE:
¿Por qué la ley electoral simplemente no prohíbe, como se hace en otros países, la publicación de encuestas políticas? ¿Por qué el JNE se centra en una disposición de procedimiento en vez de simplemente prohibir las encuestas?
Preguntas incómodas sobre los Partidos Políticos:
¿Por qué PERÚ POSIBLE se opone a esta disposición hasta el extremo de la movilización? ¿Por qué SOLIDARIDAD NACIONAL no solamente no se opone, sino que la aplaude? ¿Por qué FUERZA 2011 se coloca en el medio, aunque disimuladamente le guste? ¿Por qué GANA PERÚ no se pronuncia ni en un sentido ni en el otro? ¿Por qué PPK señala que muchas encuestas se hacen sobre el escritorio? ¿Por qué los medios dicen que esto es muy conveniente para la Presidencia de la República y el PARTIDO APRISTA? ¿No es cierto que el PPC trató de manipular desde el escritorio las cifras de encuestas a publicar en la pasada elección municipal en Lima? ¿No es la pelea a favor o en contra de la publicación de encuestas una lucha por la capacidad de manipular el voto?
Preguntas incómodas sobre los votantes:
¿Son nuestros votantes en su mayoría alfabetos funcionales? ¿Influye la publicación de encuestas en los votantes? ¿Funciona el efecto anchoring (“ancla”) cuando se publican encuestas de manera constante y sostenida? ¿Funciona el efecto del “voto perdido”? ¿Se manipula y focaliza el voto empleando, entre otros medios, la publicación constante de encuestas? ¿Una democracia operada a base de encuestas con fines manipulatorios puede ser definida como una “encuestocracia”? ¿Será éste el único mecanismo empleado para manipular la voluntad popular?
Preguntas incómodas sobre la Democracia en el Perú:
¿Está basada la Democracia en el consentimiento libre e informado de los votantes? ¿Incluye la libertad de prensa la libertad de manipulación? ¿La disposición del JNE golpea el mecanismo de manipulación de los votantes? ¿Será ese el motivo por el que la prensa y las empresas de opinión y algunos partidos se oponen a ella? ¿Por qué en otros países las encuestas están simplemente prohibidas, o reguladas hasta el extremo? ¿La regulación, fiscalización y control son mecanismos anti-democráticos? ¿El voto obligatorio hace más manipulable la opinión pública? ¿Por qué nunca se aprueba el voto facultativo, a pesar que se presentan proyectos a cada instante? ¿Está diseñado el sistema para la manipulación de los votantes a fin de perpetuar el dominio de determinados grupos de poder?
Preguntas incómodas sobre el proceso político
¿Es o no es cierto que Apoyo se “equivocó” por casi 20 puntos en la votación de Evo Morales en las elecciones bolivianas en las que venció? ¿Es o no es cierto que la “popularidad” del expresidente Alejandro Toledo “fue llevada” al nivel de un dígito durante su gobierno? ¿Es o no es cierto que la publicación constante de tales cifras de “popularidad” contribuyó a reducir su capacidad de maniobra? ¿Es o no es cierto que durante cinco años se ha empleado el “efecto anchoring” contra Ollanta Humala? ¿Es o no cierto que el experto en guerra sucia JJ Rendón – confesión propia – fue contratado en el 2006 no a favor de un candidato, sino “contra” Ollanta Humala? ¿Es o no cierto que el nivel de “popularidad” alcanzado por el actual Presidente de la República es un instrumento de “gobernabilidad”? ¿Puede una Democracia sostenerse con estos métodos y procedimientos?
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