A diferencia de otros procesos electorales, los Partidos Políticos en esta ocasión han debido presentar obligatoriamente sus Planes de Gobierno. Ya sabemos que muchas veces los Planes de Gobierno son, básicamente, trampas para cazar pajaritos, elaborados en Gabinetes cerrados, como cosa de técnicos y especialistas lejos del mundanal ruido. Ello no nos parece, pues al margen del necesario aporte de los especialistas, el gobierno no es cosa necesariamente de especialistas, como demuestran nuestros vecinos Lula, Evo Morales y otros, que han hecho gobiernos bastante solventes sin títulos académicos. Ya basta de suponer que un título sin solvencia moral sirve de algo. Por ello creemos que los Planes de Gobierno debieran ser foros abiertos y permanentes, donde los ciudadanos, expertos o no, puedan exponer sus ideas, confrontarlas con las realidades y participar, lo que ya es un valor en sí mismo. Además ello da lugar a un control y compromiso al mismo partido político, que no podría deslizar con la misma impunidad las diversas bombas de tiempo que por lo general nos endilgan. El hecho de tener que presentar las propuestas de gobierno al JNE permitiría, tal vez, algún nivel de control por parte de la ciudadanía, lo que siempre es positivo.
Sin embargo, los Planes de Gobierno, aún los realizados con la mejor intención, por lo general, están en general mal diseñados por el apuro electoral, y pésimamente coordinados en sus propuestas. Poseen muchas veces contradicciones internas graves, vacíos estructurales y elementos de coyuntura que oscurecen el debate. Y es que poca gente se fija en ellos y no son un elemento importante a la hora de decidir el voto para la mayoría de los peruanos, motivo por el que los partidos raramente les dan la importancia debida. Sin embargo, poseen dos usos prácticos importantes: Por una parte dan origen a los slogans de campaña, y por otra reflejan en parte las negociaciones e intencionalidades de los grupos instalados al interior de los partidos políticos.
Basamos el presente artículo en la información del INIDEN - Instituto para el Desarrollo y la Defensa Nacional – en su somero aunque sustancioso estudio de las propuestas políticas presentadas en materia educativa. También empleamos a mansalva la elaboración del Blog de Inversión en la Infancia sobre las propuestas en Infancia planteadas por los principales partidos. Los errores, interpretaciones y sesgos políticos, por supuesto, son de mi completa autoría, y de ellos me hago responsable.
Planes de Gobierno sesgados
Una constatación importante es que el planteamiento lógico de los planes de gobierno parece estar sesgado por “sectores” del Estado. No hay, por ende, y con una excepción, una política general establecida sobre Infancia. Vale decir, se ha seguido la ruta más fácil, que es tomar los sectores en los que el estado se divide y hacer la lista de lo que se supone el partido en liza aspira en los dichos. Ello, a más de hacer el debate aburridísimo y sesgarlo hacia compartimientos estancos – y estancados - referidos a cada sector, terminan en generalidades o en cifras más o menos efectistas, que en ocasiones tienen algún asidero real, y que parece cosa de especialistas y alejada de nuestras preocupaciones inmediatas. Naturalmente no se nos dice nada acerca de la mayor o menor relevancia de un sector respecto del otro. Esto por lo general queda como parte de la labor de los candidatos en la propaganda de sus propuestas, lo que permite adecuarlas al auditorio en el que se esté, así como medir el grado de populismo y clientelismo político a emplear.
El problema de fondo entonces resulta ser que los Planes de Gobierno rara vez son serios, es decir carecen de musculatura y convocatoria dado que su objetivo se orienta principalmente tanto a reforzar las redes clientelistas de los partidos en vez de reflejar las reales necesidades de las gentes, como a crear efectistas slogans de campaña que proporcionen la ilusión de que se poseen planes estructurados. Por otra parte, un elemento que casi nunca se plantea, y debería plantearse, es cómo se van a lograr los objetivos, en los aspectos financiero, estructural, legal y de personal. Recordemos que uno de los partidos que presentó planes más estructurados y amplios fue el Partido Aprista en el período 1985 – 1990. Y ya sabemos en qué resultó el asuntito.
La solvencia moral de los partidos políticos en cuanto instituciones cuenta mucho también. Es decir, la capacidad del partido político de llevar a cabo realmente el programa que sustenta. La corrupción es aquí el principal tema. Si el partido político es conocido por la corrupción que muestra o ha mostrado tanto en su manejo interno como en el ejercicio del poder es obvio que la ejecución de las propuestas de gobierno se verá entorpecida por prioridades mucho más importantes. Por ejemplo llenarse los propios bolsillos de manera individual o institucional. Y no nos llamemos a engaño, la famosa frase “Robó, pero hizo obra” es un pobre consuelo, y ya no es más admisible en una democracia participativa y moderna. El tema de la corrupción trae nombres y apellidos, pertenencias y relaciones. Constituye estructuras establecidas de poder en la sombra, y no es de ningún modo tema de excepción, sino de estructura. Si el partido político que aspira al gobierno “carece” de ideas coherentes respecto a la lucha contra la corrupción, pues entonces ya sabemos de qué pie cojea, y qué va a pasar con su plan de gobierno.
Políticas sobre Infancia
Pero basta de generalidades y vamos a las propuestas de gobierno sobre Infancia. Creemos que nadie puede sostener seriamente que las políticas sobre Infancia no merezcan un adecuado tratamiento por parte de los Partidos Políticos. Y esto es más importante considerando que los bebés no votan, aunque sí lo hagan sus familiares adultos. Por la importancia que le den los partidos y por la coherencia de las propuestas podemos darnos una idea de la real seriedad de las campañas.
Así, constatamos graves falencias en la mayoría de las propuestas sobre Infancia, empezando por la misma existencia de Políticas sobre Infancia. Si no las hay se implica que no se sabe, para empezar, cuánta plata se va a gastar en la Infancia, y, quizá, para ser más exacto, cuánta plata se va a gastar en cada sector de la población. Se pregunta uno entonces cuáles serán los objetivos de gobierno de cada partido.
Se necesitan políticas sobre Infancia por la importancia de este sector, y por el simple hecho que los problemas de la Infancia están vinculados entre sí, y vinculados con el manejo general del Estado. No es Educación sola, es también Salud, para empezar. La Desnutrición afecta a millones de niños. La morbilidad es demasiado alta. No hay manera de mejorar la educación con niños enfermos, macilentos y anémicos. Y la desnutrición y la morbilidad nos llevaría al tema de los Programas Sociales, y en última instancia a cuánto necesitamos para eliminar la Desnutrición. Y en ultimísima instancia de donde sacamos la plata para hacerlo. Y en última ultimísima instancia si estamos dispuestos a permitir que la desnutrición infantil continúe en función de un modelo primario-exportador que no cobra impuestos a la extracción minera que cobran Chile, Bolivia, el Reino Unido y los Estados Unidos. Y de cómo nos libramos de ese modelo en función de otro mejor, si es que existe. Todo está vinculado. Un Plan de Gobierno segmentado termina por fomentar la dispersión de los esfuerzos, que no se enfocan a un tema determinado. Y denota las reales intenciones políticas del partido y el candidato.
Dado que, a diferencia de otros muchos períodos, el escenario económico es alentador, también se observa la necesidad de los partidos de determinar el rol y la competencia del estado frente a este crecimiento económico: ¿Será un eficiente redistribuidor de recursos? ¿Es importante que lo sea? La plata cuenta. Sin ella todo se queda en buenas intenciones y, a veces, en mentiras descaradas. Hubo en Educación un presupuesto de 14,400 millones de soles el año 2010, que significó el 2,4 % del PBI, según el Ministerio de Economía. Muy lejos del famoso 6 % incumplidísimo por el gobierno aprista. Y demasiado cerca del 20 % del presupuesto ofrecido por el candidato Alejandro Toledo (el presupuesto actual bordea el 18 %). Claro que acá nos enfrentamos con el problema de las cifras. El 100 % de 10 soles no es lo mismo que el 1 % de un millón de dólares. El PBI debe previsiblemente crecer, y concomitantemente el presupuesto público, de manera que refleje el crecimiento económico nacional y las prioridades establecidas, de los que la Educación es una de las más importantes. El Consejo Nacional de Educación ha estimado que si el PBI crece a una tasa anual de 5.5%, y si el presupuesto de educación se ubica en un 3.2% del Producto, éste podría bordear los 21 mil millones de soles. Es decir un aumento muy sustancial, aún sin alcanzar las metas del Acuerdo Nacional, y sobre precisiones conservadoras. A no ser, claro, que hayan otras “prioridades”.
Lo que los Partidos dicen
Para observar todo esto recurriremos a una ligerísima contrastación de la relación entre las propuestas en Educación y Nutrición, que algo debería aclarar algo en cuanto a la coherencia interna y la real preocupación por la Infancia en los Planes de Gobierno. Observemos:
SOLIDARIDAD NACIONAL y su candidato LUIS CASTAÑEDA ofrecen en Educación, convertir los PRONOEI (Programa no Escolarizado de Educación Inicial) en Centros de Educación Inicial, desarrollando un Sistema de Educación Inicial “Solidaria”, con un subsidio directo del Estado por niño atendido, un sistema aplicado en Chile y otros países con desiguales resultados. Asimismo, ofrece fortalecer la descentralización educativa. En Nutrición ofrece bajar la desnutrición crónica del 24 % al 10 % en cinco años.
Comentario: Sorprende la oferta educativa pobrísima, sesgada, limitada y faltosa de ideas. Aunque es esencial lograr la cobertura máxima en Educación Inicial, y si bien se centra ahí el tema, lo cierto es que aparece como una propuesta desmigajada, muy acorde con el estilo de campaña populista del silencioso exalcalde. Además no entendemos de qué servirá ampliar la cobertura para cubrir niños en previsible estado de desnutrición crónica. Pareciera que no han pensado en que no se puede educar a un niño “mientras” sigue desnutrido. Creemos firmemente que en este aspecto deberíamos ser maximalistas. La permanencia de la desnutrición Infantil simplemente no debería ser tolerada en ningún plan de gobierno.
PERÚ POSIBLE y su candidato ALEJANDRO TOLEDO muestran mayor solvencia, quizá como producto de haber sido gobierno nacional. En Educación plantea el aumento del 18 al 20 % del Presupuesto Público al sector Educación. Ya hemos visto que debería pensarse en términos de que tanto PBI como presupuesto público no son cifras fijas – queremos ser amables con el candidato y pensar lo mejor. Ya se dijo que pretende duplicar sueldos a los maestros, pero añade el otorgamiento de un bono de 20 % extra para los maestros rurales. También se menciona ampliar la cobertura de la Inicial hasta el 90 % - la cobertura actual es del 73,3 %. Es importante mencionar que se piensa integrar la educación inicial con Alimentación y Salud, lo que ya es en sí valioso. Se plantea la eliminación total de la Desnutrición.
Comentario: Los objetivos planteados muestran mucho mayor solidez que los de Solidaridad Nacional, aunque el punto débil es la ausencia de plazos y medios para lograr tan deseadas metas. Por otra parte, ofrecer aumentar presupuesto de 18 a 20 % o la cobertura del 73 al 90 % parecen metas realistas, aunque las haya rodeado de un aura de espectacularidad que están lejos de tener.
FUERZA 2011 y KEIKO FUJIMORI no se quedan si de maximalismos se trata. Cobertura total en Inicial y Primaria, las que no diferencia. Aumento del presupuesto en educación al 6 % del PBI. Logro total en 3ero de primaria de las habilidades lectoras, en matemáticas y ciencias – se ve aquí la larga mano de PISA, y cómo escuece el que en el gobierno de A. Fujimori se renunciara a participar en dichas pruebas. Se ampliaría la cobertura de los Wawawasis. En Nutrición, lo mismo: Eliminación total de la Desnutrición en 5 años, para lo que se plantea una serie de medidas de cierto interés.
Comentario: Si no fuera porque en el anterior gobierno fujimorista se maquillaron cifras y se establecieron marcas mundiales de corrupción, podríamos tal vez creer en este programa. Por desgracia, el estilo populista de esta candidatura es aún más extremado que en el caso de Castañeda. Y su solvencia moral bastante menor.
GANA PERU y su candidato, el gallo de tapada OLLANTA HUMALA plantean una política global de Infancia. De hecho son los únicos que lo hacen entre los candidatos con opción, lo que suena positivo e indica voluntad política de atacar el problema. Se plantea relanzar un Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia (PNAIA). En Educación, erradicar el analfabetismo, que es actualmente del 7 %, con programas de alfabetización intercultural. Elevar presupuesto al 6 % del PBI, revalorar el Proyecto Educativo Nacional, mejorar la calidad educativa, enfatizando la Inicial y los primeros grados de primaria. En Nutrición, no establece objetivos concretos para la erradicación de la desnutrición infantil, aunque parece vincularla con el tema de la Seguridad Alimentaria.
Comentario: Parece ser el Plan más coherente, aunque como hemos dicho, debiera plantearse la eliminación total de la desnutrición, tal como se plantea la del analfabetismo. La aplicación es una incógnita, pues a diferencia de Castañeda, Toledo y Fuerza 2011, no cuenta con ejecutoria en el aparato del estado, aunque sí muchos de sus colaboradores. Por otra parte, la gran importancia que se le da a la lucha contra la corrupción nos da qué pensar.
La ALIANZA POR EL GRAN CAMBIO y su candidato PEDRO PABLO KUCZYNSKI, que no despegan en las encuestas, plantean en Educación incrementar la inversión del sector al 7 % del PBI, con especial énfasis a las zonas rurales más desfavorecidas. También mejorar la infraestructura educativa y la calidad de la educación primaria y secundaria, aunque no hace referencia a la educación inicial. En Nutrición no se queda, ofreciendo eliminar la desnutrición infantil, aunque sin metas ni acciones específicas.
Comentario: El ligero sesgo populista de aumentar al 7 % del PBI la inversión en Educación no alcanza a esconder la improvisación del esquema, lo que en PPK nos suena realmente extraño. Al revés de Castañeda, pareciera sentir temor de mandarse demasiado con promesas que no pueda cumplir, pero ello lo coloca en una nebulosa al respecto, que no le dará puntos en los sectores B, C y D, que son la bran masa de los votantes
Mirando las cosas de modo más general
Mirando ahora las cosas de manera más general, me pregunto con INIDE: ¿Hay capacidad para diseñar proyectos de manifiesto impacto y que demuestren una alta rentabilidad social y económica de la inversión? ¿Hay capacidad de gestión de las diversas instancias de la administración educativa, en salud, nutrición, programas sociales, Infancia? Un tema esencial es el de la ejecución de los presupuestos. Para noviembre del año 2010, tan solo una tercera parte del presupuesto en Educación se había ejecutado, y eso implica una suerte de incapacidad para el gasto por parte de la administración del estado. La pregunta es si los partidos políticos están proponiendo alternativas para este problema, y no hemos encontrado nada, en ninguno.
Es preciso evitar que los incrementos de recursos que los candidatos ofrecen en el sector Educación y en otros sectores terminen en otros sectores que estén en capacidad de plantear mejores iniciativas. Hay una gran carencia de ideas, las que ameritarían sentarse a reflexionar, ya, y desde las bases. ¿Qué nos plantean los candidatos al respecto? ¿Qué sinergias plantean deberían existir entre sectores? ¿Cómo realizarlas?
Y no hay que olvidar que este tema no es solamente de “políticas sociales”. El problema con las “políticas sociales” es que separan del resto de políticas lo que no debería separarse, el tema del desarrollo y la modernidad. Pensemos por ejemplo en el tema del desarrollo de la Ciencia y Tecnología, en el que ocupamos, para variar, el último puesto en inversión en América Latina, si no fuera por Haití. ¿No depende el desarrollo científico y tecnológico de la educación, tal como la educación depende de la nutrición, por ejemplo? ¿No necesitamos visiones más sistémicas?
Mejoremos el debate, exijamos precisiones a los candidatos, para eso debieran ser las redes sociales y todas las posibilidades alternativas que la virtualidad ofrece, ya que el periodismo en nuestro país sigue la lógica del publirreportaje. La agenda política está sesgada a lo espectacular y lo farandulesco. La Unión Gay es importante por supuesto, y campo de batalla entre tendencias modernas y arcaicas, pero ¿a cuánta gente afecta? ¿Más que a la afectada por la existencia o no de políticas sobre Infancia? ¿Más que la afectada por la Corrupción?
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