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lunes, 11 de julio de 2011

ALEXIS, o el Tratado del Inútil Combate


“El descuido es un sucedáneo de la mentira.” (Marguerite Yourcenar)

Si algo me molesta en general de los floreteos y sablazos políticos de coyuntura es cuando estos contienen un mucho de paja y una poquita de trigo. Es aquí cuando se me da por aplicar cierto análisis más allá de los juicios apurados, y por lo tanto examinar con atención lo ocurrido y por ocurrir, a la búsqueda de algo consistente y claro, porque esta consistencia y claridad serán muy necesarias a tenor de los acontecimientos políticos presentes y previsibles a futuro.

El título de este artículo salió de mi mente dado que es el de la opera prima de la inmensa novelista francesa Marguerite Yourcenar, por la que tengo camote. La condición de obra primera, a más del entrampamiento moral y emocional que el protagonista exhibe en una larga carta – larga para carta, corta para novela – dan, me parece, un marco interesante como analogía a lo que ocurre en la actualidad con el llamado caso Alexis.

El contexto de la cuestión

Entender lo que pasa implica ver el contexto que le da paisaje a la cuestión. Esto debería ayudarnos a superar la confusión calculada que se muestra desde los medios de descomunicación, y que aprovecha las falencias de la cultura política nacional. Veamos algunos de estos aspectos. GANA Perú se ha comprometido como cuestión central de campaña a una Lucha contra la Corrupción frontal y sin atenuantes. La lucha contra el nepotismo, mal consuetudinario, es una parte importante y esencial de esta lucha. De hecho, no solamente es un tema de moralidad pública sino de sentido común el cerrar flancos a posibles ataques, sobre todo considerando que, como le ocurre hoy día a Susana Villarán, entrar a gobernar sin trafas bajo la mesa con el anterior ocupante del cargo - sin el famoso “borrón y cuenta nueva” - lo pone a uno en la mira de los grandes intereses económicos vulnerados. La Corrupción Previamente Instalada e Institucionalizada emplea sus armas mediáticas a mansalva para fabricar problemas artificiales, presionar y tratar de influir o atolondrar a los nuevos inquilinos de los diversos Palacios. Esto no dejó de hacerse en ningún momento. Los muchos años de silencio alrededor de estos temas y la súbita cruzada moralista emprendida por los mismos que actuaron en componendas, o acallaron interesadamente todo lo ocurrido antes puede que les quite derecho moral al piteo, pero también es cierto que se ha tocado un punto muy sensible.

La tregua política que se acuerda por tradición a los funcionarios electos duró para Susana Villarán aproximadamente ocho minutos y 20 segundos, lo que se tarda un rayo de luz en llegar del Sol a la Tierra. Para el caso de Ollanta Humala y GANA Perú la tregua se mide en números negativos. La lección que nos dan las presiones de los grupos de poder en su lucha contra el gobierno de Susana Villarán en este momento, debería ser analizada seriamente. La conclusión parece obvia: Sin una estrategia inteligente de comunicación se corren serios riesgos políticos.

La oposición de los grupos de poder – sectores de los cuales están o han estado metidos hasta el hueso en la corrupción del gobierno saliente y los anteriores – a las izquierdas en la Municipalidad de Lima y el Gobierno Nacional es mucho más sólida que la oposición política, y se expresa en los medios de descomunicación. Su objetivo es limitar al máximo la capacidad de maniobra del Gobierno entrante, tanto para diluir la posibilidad de investigación como para obtener mayores márgenes de negociación y componenda. Los métodos son bastante conocidos y no sorprende verlos en acción, pues todo esto ya le pasó a Toledo, y recordemos que su parentela le hizo bien flacos favores. En este contexto, la desaparición del único programa político de TV con ciertos pespuntes de objetividad – Prensa Libre – denota el cierre por ahora de la posibilidad de humanización del ejercicio del poder, es decir, volvemos al concierto de medias verdades, confusión entre hechos y posiciones, y camanchaca informativa que caracterizó los últimos años. Lo que están haciendo los poderes fácticos no es ningún misterio: Están dominando la agenda política lo más posible, con lo que proporcionan magníficas cortinas de humo, con la involuntaria ayuda de la confusión al interior del naciente oficialismo.

Las cuestiones de fondo

Sorprendió la tardía y tibia reacción de GANA Perú, así como los dos o tres discursos paralelos que han surgido a partir del caso Alexis. Desde una perspectiva amplia del ejercicio político, es solamente natural que los miembros de un partido Político que gana las elecciones conversen con diversos actores nacionales e internacionales. Es, de hecho, lo que el Presidente Electo ha estado haciendo desde antes de las Elecciones. El problema parece haber surgido en función de tres cosas: El hecho mismo de las conversaciones entre Alexis y los rusos, donde se cuestiona tanto la oportunidad como la autorización para dichas conversaciones; el hecho que estas conversaciones se hayan publicitado desde fuentes rusas; y el hecho de que GANA Perú no haya tenido reflejos políticos para presentar una sola voz, definitiva y fulminante, que la mayoría entendió debería haber venido desde el mismo Presidente Electo.

Conversar no es pactar

Que Alexis Humala y los rusos, chinos o albaneses conversen no tiene en sí mismo nada de curioso. Eso del “tráfico de influencias” es una gansada, si uno tiene una idea de todo lo que se conversa en esas ocasiones. Nadie es tan tonto de creer que estos temas no pasarán por la criba gubernamental en su momento. Las conversaciones informales son informales precisamente por eso. Son los temas conversados lo que ha levantado polvareda, la pesca, el gas y el turismo después de todo son sectores económicos importantes. Si hubieran hablado de Educación, Cultura o Ciencia y Tecnología nada hubiera pasado, porque en esos asuntos no hay mucha plata. Meter candados en gas, pesca y turismo favorece a ciertos grupos, en especial cuando según parece, las consignas de Alexis al tratar con los rusos no eran suficientemente claras. Es decir, qué puedes hablar, qué no puedes hablar, qué decisiones puedes tomar y cuáles no. Y ese es un serio error político de GANA Perú: Dar ciertas cosas por supuestas.

Lenguaje oficial

Los rusos, o quizá la agencia noticiosa EFE, le metieron candela al asunto, al poner en bandeja los temas económicos y usar un vocabulario que solamente puede emplearse cuando hay conversaciones oficiales. Esto le dio un fuerte componente de componenda al asunto. Ya no se podía decir que eran conversaciones informales, porque se presentaron términos como “acuerdos”, por ejemplo. Y aquí se armó la gorda, pues apareció de un momento a otro el fantasma del nepotismo, y lo que podía aparecer como oficioso se tiñó de una oficialidad extraña, pues GANA Perú aún no es gobierno. Ahora sí hay una camanchaca brava, porque tras estos indicios se puede, como el periodismo sabe perfectamente, construir un caso así no haya nada detrás. Lo que, por otra parte, está por verse.

Respuesta política limitada

Y, por último, el sorprendentemente poco afiatado mecanismo de respuesta política de GANA Perú. Según parece, no se midieron adecuadamente la intensidad y el nivel de la respuesta. Que las instancias partidarias hayan reaccionado con cierta rapidez no quita que la respuesta haya sido inadecuada. Si se hubiera tratado de Perico de los Palotes esto hubiera bastado, pero tratándose del hermano del Presidente Electo la cosa se deriva a un tema político-familiar, que vincula el tema del nepotismo y las intenciones del Presidente Electo al respecto. Como en las empresas donde la familia tiene cargos directivos – viene a la mente, risueñamente, el Directorio de El Comercio -, siempre hay una tensión que surge de los avatares familiares anteriores o presentes. Eso todo el mundo lo sabe y todo el mundo lo mira. Por eso se esperaba que, dada la principal promesa de campaña - Lucha contra la Corrupción -, el Presidente Electo saliera al fresco y pusiera orden en el asunto. A mí personalmente, me parece magnífico que el Presidente Electo se cuide y no pise palitos, así como que se tome todo el tiempo que necesite para tomar decisiones. No va a bailar el huayno que la oposición le toque. Pero en este caso creo que debió obedecer a sus instintos. A estas alturas el asunto se ha escapado de las manos con la intervención del hermano Ulises y la entrevista al mismo Alexis, con un exceso de datos que no explican nada, porque no vienen del que verdaderamente importa, que es el Presidente Electo; ni en lo que verdaderamente importa, que es el tema del Nepotismo. El asunto ha descendido de rango, que si fulano, mengano o perencejo dijo lo que dijo cuando no lo dijo que dijo lo que el otro dice. Y todos meten la cuchara, haciendo hermenéutica barata con líos de comadres incorporados, en el que los medios de descomunicación se solazan. Y el desgaste empieza desde antes de gobernar.

Entrampamiento moral y comunicacional

Lo realmente fastidioso de esta situación es que ha dado pie para dudar de la buena fe del gobierno entrante en el tema de la Lucha contra la Corrupción. La culpa o no culpa de Alexis ha pasado totalmente a segundo plano, desde que ni siquiera está claro de qué se le acusa. Para los grupos de poder el tema no importa, lo que cuenta es la cortina de humo y el desgaste adelantado; en tanto que para GANA Perú y la población del Perú los temas son el Nepotismo y la Credibilidad, el resto es neblina mediática. Los grupos de poder se han anotado un tanto en la Copa de la Limitación del espacio de maniobra política. Han hecho lo lógico, presionar sobre el flanco débil presentado. Lo que sorprende es, uno, que este flanco se haya presentado, y dos, que las respuestas hayan mostrado fisuras y contradicciones, que son obviamente producto de la desinformación interna, es decir, el bloqueo informativo interno alrededor de los decisores políticos en GANA Perú, que en esta ocasión ha jugado en contra.

El tema del nepotismo obliga al presidente Electo a poner a su hermano, que es político por propio derecho, en un destierro siberiano mientras se investiga qué diablos ha pasado realmente. Y ello, que puede funcionar como la acción concreta y coherente que demuestra lo que se predica, no ha sido adecuadamente comunicado ni en oportunidad, ni en intensidad ni en nivel. Peor, ahora es carne para buitres de todo plumaje. Faltan a la fecha diecisiete días para la Toma de Posesión, y ese tiempo, corto para una transferencia, es inmenso en función de las consecuencias políticas del comadreo sobre este tema. Ya el hecho de mostrar flancos no es nada inteligente en un aspecto donde menudearon compromisos serios de campaña. El no ser gobierno hasta 28 de Julio, determina que se carece de los medios para poder hacer ciertas cosas al respecto. El espacio mediático que no se puede llenar queda entonces reservado para la Opinión Pública. La única estrategia mediática visibilizada ha sido la de poner colchones amortiguadores para proteger al Presidente Electo. Pero los escuetos comunicados de GANA Perú no fueron suficientes.

El fondo de la cuestión

GANA Perú tendrá que entender que no es posible gobernar con una estrategia informativa análoga a la empleada durante la campaña. Y menos podrá gobernar sin estrategia de medios, como se puede ver en el caso de Susana Villarán, que paga injustamente pato y es hecha carnaza por los secuaces de Comunicore. Hay que mirarse en ese espejo. Llegó la hora de emplear estrategias adecuadas en comunicación que intermedien eficazmente al Gobierno y al Presidente de la República con la Opinión Pública. A su vez, GANA Perú debería dejar – por un ratito nomás - las paranoias, sean o no saludables, y abrirse un poco para evitar el autobloqueo informativo. Trabarse en combates inútiles con tanto en juego no es positivo ni ayuda en nada, más bien dispersa energías necesarias en la transferencia y la asunción del mando, que son cuestiones muy reales. Aunque ahorita por desgracia este ya no es el tema de agenda, que se resbaló entre los lacónicos dedos de los decisores políticos. Ahora se trata de lograr un efectivo Control de Daños, bajar la temperatura de la papa caliente, y establecer una agenda política propia proactiva, no reactiva. Es decir, retomar la iniciativa, hablar claro frente al tema del Nepotismo y reafirmar la Lucha contra la Corrupción.

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