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miércoles, 23 de julio de 2014

CRÓNICAS DE LECTURAS 89 - WINSTON CHURCHILL Y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


CRÓNICAS DE LECTURAS – 89
Winston Churchill y La Segunda Guerra Mundial

I have nothing to offer but blood, toil, tears and sweat. ("No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor")
Winston Spencer Churchill

I

La Segunda Guerra Mundial, y yo

Cuando yo era chico había los “tíos de cariño”, que para variar hoy se llaman igual. Óscar Chávez Tafur, papá de mis casi hermanos Cilette, Kuno y Óscar Felipe, calificaba como tío y poseedor de una tentadora biblioteca en la que no podía leer mucho porque cuando íbamos de visita no se suponía ello habiendo tres primos de mi tonelaje prestos a cuanto juego había en el cielo y en la tierra. Mi buen tío Óscar era celoso de sus libros, así que seguro los leía, y tenía una colección que historiaba completita la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), escrita por Winston Spencer Churchill (1874 – 1965), fallecido el mismo año que mi abuelo. La colección constaba de seis gruesos tomos encuadernados en color rojo, era la Historia de la Segunda Guerra Mundial, de la que yo escuchaba mucho por la familia de mi madre, descendiente de croatas venidos al Perú como súbditos austrohúngaros. La seguridad de los parientes que quedaron en Dubrovnik preocupaba dado que la región era tan inestable entonces como ahora: Al viejo régimen monárquico de Yugoslavia le siguió la invasión nazi y el  desmembramiento sobre bases étnicas, luego vino una feroz guerra de resistencia y el régimen comunista de Josip Broz (a) Tito. Sentía curiosidad al respecto, se trataba de la familia, sin embargo nadie hablaba de ello y no los culpo. Por suerte yo estaba habituado a leer con rapidez y devorar libros, y tras gestiones de alto nivel mi tío Óscar accedió a prestarme sus volúmenes uno por uno, de modo que yo devolvía lo leído y sólo entonces mi tío soltaba otro. Recuerdo poco lo leído (aunque la disfruté mucho) porque fue una lectura apremiada, si bien la agilicé no leyendo notas ni pies de página.

Años después mi conocimiento de las Guerras Mundiales aumentó mucho, en la adolescencia uno es excitable y quiere saber todo sobre la Guerra, parece un rasgo que define ese período. Leía colecciones de Historia y me gustaba entrar en el detalle. La parte militar la sentí más o menos superada gracias a los fascículos de Así Fue la Segunda Guerra Mundial de Anesa Noguer Rízzoli. Pero a Churchill no lo volví a leer hasta que heredé la colección de mi padrastro: Allí estaba, misma encuadernación y color, misma cantidad de tomos, mismo acabado, la diferencia era que estaba en inglés, así que me propuse leerlo en sus originales seis tomos y 6000 páginas. Como mis trabajos me obligaban a moverme, el tiempo no abundaba y leía en los sitios más inverosímiles. Leía libracos de 900 páginas en transportes públicos, restaurantes, parques, paraderos; y más de uno preguntó sobre ello. Además consultaba el Diccionario, imagínense cómo estaba de lleno el portafolio o lo abultado de la mochila de aquellos días. Cuando lees en inglés debes usar el diccionario bilingüe si y sólo si las circunstancias son desesperadas, es decir si no entiendes realmente ni papa. Porque si aprendes inglés de veras tienes que sumergirte y ahí no hay tu tía: Inmersión significa exactly what its mean: No more, no less. Y eso implica un masivo uso del diccionario monolingüe cada vez que es necesario, lo que puede ser entre 2-3 y 8-10 veces por página. Parece pesado porque casi lo es, pero uno se acostumbra. El diccionario monolingüe que mejores servicios me presto fue el Oxford Advance Learner´s Dictionary, cuyas sucesivas ediciones lo mejoran más, si eso es posible. Aclaro que todas las traducciones del inglés en esta Crónica son mías de mí, incluyendo por supuesto los eventuales errores.

La obra de Winston Churchill posee continuidad excepcional, él la consideraba lo último de su narrativa sobre la otra Guerra de los Treinta Años que marcó a Europa y el Mundo. Winston se reconoce en el Daniel Defoe de Memorias de un Caballero, que narra los hechos tejiéndolos en la vida de una persona, en este caso él mismo, y con buenas razones: Soy tal vez el único hombre que ha atravesado los dos más supremos cataclismos de la Historia registrada en altos cargos en el Gabinete. Claro que en la Segunda Guerra él fue Primer Ministro (Y Ministro de Defensa) de una de las naciones involucradas, vencedora a un costo terrible en esta Guerra como en la otra. La fuente principal que utiliza – incompleta pero valiosísima – son los documentos generados por el Gobierno de Su Majestad Británica, y por ello no reclama su obra como Historia – ello pertenece a otra generación - sino que confía en que esta contribución a la Historia de su época será útil en el futuro. Churchill es intelectualmente honrado, cosa rara en un político más aún si está en el Poder o cerca de él por casi medio siglo y dos conflictos globales, la tentación de "adornar" la verdad debe haber sido casi invencible. La obra le valió el Premio Nobel de Literatura, en 1953, y en ella motejó a la Segunda Guerra Mundial como la Guerra Innecesaria: Nunca hubo una guerra más fácil de detener (…) La tragedia humana alcanza su clímax en el hecho que después de todos los esfuerzos y sacrificios de cientos de millones de personas y de las victorias de la Justa Causa, no hemos aún encontrado Paz o Seguridad, (…) estamos en el aprieto de incluso peores peligros que aquellos que hemos remontado. Qué falta hacen hombres de este temple y lucidez, conservadores sin anteojeras. La Segunda Guerra Mundial posee seis volúmenes, cada uno de ellos dividido en dos Libros, lo que hace en total doce, todo con notas, minutas, tablas y otros documentos integrados en los apéndices, en los que basa sus apreciaciones. Leerlos es fundamental para entender el texto y la participación de Churchill, alguna editorial trató de aligerar la lectura eliminando esas partes – eso hice en mi primera lectura – y si bien ello se consigue, la pérdida no justifica la ganancia. 

Moral del Libro: 
En la Guerra, Resolución. En la Derrota, Desafío.
En la Victoria, Magnanimidad. En la Paz, Buena voluntad.


II

The Gathering Storm y Their Finest Hour

(Volumen Uno: Se cierne la tormenta y Volumen Dos: Su hora más gloriosa)

Tema del Volumen 1 Se cierne la Tormenta: De cómo los pueblos de habla Inglesa por su imprudencia, descuido y buen natural permitieron rearmarse a los malvados. Churchill inicia el Primer Volumen con este título, que preside a su vez dos Libros: el Uno, From war to war 1919- 1939 (De una Guerra a la Otra, 1919 - 1939), y el Dos, The Twilight War (La Guerra Crepuscular), que da cuenta del período del 3 de setiembre de 1939 al 10 de mayo de 1940. El Primer Libro trata de los prolegómenos, causas y antecedentes de la Segunda Guerra Mundial, en la medida que fueron consecuencias de la Primera (1914 – 1918), donde Churchill participó como Primer Lord del Almirantazgo. La narración abarca algunas cuestiones económicas basadas en el libro de la época Las consecuencias económicas de la paz, del joven y talentoso John Maynard Keynes; pero se centra en realidad en lo Político: Los Tratados de Versalles, Saint Germain y Trianón y sus consecuencias; las Reparaciones; la desmembración del Imperio Austro – Húngaro; la República de Weimar; el aislacionismo norteamericano; el desarme; el fin de la hegemonía naval  británica; el fascismo y el Mein Kampf de Adolf Hitler, tratado de Filosofía Política: nuevo Corán de Fe y Guerra. Las circunstancias de Winston hacen parte de la obra entera: Se sabía de veinte mil alemanes organizados en Inglaterra al tiempo (…) No tenía protección oficial (…) ni deseos de solicitarla; pero me creía suficientemente prominente para tomar precauciones. (…) Hitler me reconocía como enemigo. El Segundo Libro empieza con la Invasión a Polonia y termina con la Invasión de Francia y la crisis política que coloca al propio Churchill como jefe de un Gobierno Conservador de Unidad Nacional, junto a Laboristas y Liberales: Durante los (…) últimos días de la crisis política, mi pulso no se aceleró en ningún momento. Tomé todo como venía. Pero no puedo ocultar al lector (…) que cuando fui a dormir (…) era consciente de una profunda sensación de alivio. Al fin tenía la autoridad de dar directivas sobre la escena entera. Sentí como si estuviera caminando con el Destino, que toda mi vida pasada no había sido sino una preparación para esta hora y esta prueba. (…) Creía que sabía mucho sobre todo esto, y estaba seguro que no fallaría. Y así, aunque impaciente porque llegara la mañana, dormí profundamente sin necesidad de sueños animosos. Las realidades son mejores que los sueños (Facts are better than dreams).   

Tema del Volumen 2 Su Hora más Gloriosa: De cómo el pueblo británico sostuvo el fuerte POR SÍ SOLO hasta que aquellos que hasta allí habían estado medio ciegos estuvieron medio preparados. Por supuesto, Churchill se refiere al obvio objetivo de su estrategia política: Atraer a los Estados Unidos a la Guerra. Todas sus acciones se orientaron a ello, y parece fue la única esperanza de vencer en la confrontación con Alemania y sus aliados. Entre el 10 de mayo de 1940 y el 21 de junio de 1941, el Reino Unido y sus aliados indios, canadienses, neozelandeses y australianos lucharon solos contra Alemania e Italia. El Libro Uno, The Fall of France (La Caída de Francia), detalla la derrota y ocupación de Francia y sus consecuencias para la Gran Bretaña, destaca la épica evacuación de la Fuerza Expedicionaria Británica de Dunkerque, en la que participaron 861 buques y se rescataron 338,226 soldados. En su discurso al Parlamento Churchill al respecto dijo ser imperativo explicar (…) a nuestro propio pueblo (y) al mundo que nuestra resolución de combatir se fundaba en sólidas bases y no era un mero esfuerzo desesperado. La parte final de este Discurso es un clásico de la oratoria: Aunque (…) muchos antiguos y afamados estados han caído o pueden caer en las garras de la Gestapo y el odioso aparato del régimen nazi, no nos rendiremos ni desmayaremos. Iremos hasta el fin, combatiremos en Francia, combatiremos (…) en el aire, defenderemos nuestra isla a cualquier costo; combatiremos en las playas, combatiremos en las pistas de aterrizaje, combatiremos en los campos y en las calles, combatiremos en las colinas; nunca nos rendiremos, e incluso si (…) esta isla o buena parte de ella fuera subyugada y pereciera de hambre, entonces nuestro Imperio más allá de los mares, armado y guardado por la flota británica, continuará la lucha, hasta que en el buen tiempo de Dios, el Nuevo Mundo, con todo su poder y fuerza, se levante a rescatar y liberar al Viejo. Claro que el discurso es una cosa y la realidad otra. En el Libro Dos Alone (Solos), se desarrolla la Batalla de Inglaterra, ocasión para que Churchill escriba sus mejores páginas y algunas de sus frases más afortunadas (Nunca, en el transcurso de los acontecimientos humanos, tantos le debieron tanto a tan pocos). Pero aunque Inglaterra resiste, se debilita y retrocede en los frentes de guerra del Mar Mediterráneo (donde enfrenta a la poderosa flota italiana); en los territorios controlados por la colaboracionista Francia de Vichy; en el norte de África, donde con escasos medios alcanza grandes victorias sobre los italianos; en Grecia y Yugoslavia, invadidas y ocupadas; y por sobre todo en la defensa de su “línea de la vida”, las rutas del Atlántico donde los convoyes de abastecimientos se enzarzan con U-Boots y los acorazados de bolsillo germanos en corso: La Batalla de Francia estaba perdida. La Batalla de Inglaterra estaba ganada. La Batalla del Atlántico se debía combatir ahora.   
  
III

The Grand Alliance y The Hinge of Fate

(Volumen Tres: La Gran Alianza y Volumen Cuatro: El Gozne del Destino)

Tema del Volumen 3 La Gran Alianza: De cómo los británicos combatieron con dificultad hasta que la Rusia Soviética y los Estados Unidos se vieron envueltos en el Gran Conflicto. En el prefacio del volumen Churchill advierte que la Guerra a estas alturas es tan amplia que no puede narrar las operaciones soviéticas y estadounidenses en la misma extensión que las británicas, tarea que deja a sus historiadores. Apenas menciona campañas y operaciones si no es en relación con las acciones británicas. En el Libro Uno, Germany Drives East (Alemania se dirige a Oriente), no detalla las campañas alemanas y soviéticas en oriente, aunque lista al detalle la ayuda británica a los soviéticos acá y en el capítulo 5 del Libro Dos. Detalla el Blitz sobre Inglaterra y la guerra en sus teatros de operaciones: el Mediterráneo; África Oriental y del Norte; Grecia, Creta y los Balcanes; Siria e Irak; y en especial el Atlántico (tres de 20 capítulos). En política es fundamental el doble juego británico con la Francia de Vichy y la Francia Libre de Charles De Gaulle; así como en los Balcanes, obsesión de Churchill, donde prevé el posterior dominio comunista. El capítulo 20 (El Némesis Soviético) – y el 1 del Libro Dos – trata de justificar las medias tintas británicas con comunistas y nazis antes del Pacto Molotov-Ribbentrop y la Operación Barbarroja. Es cierto que Churchill convence de su apoyo sin reservas a la URSS: ¿Pero puede alguien dudar de cuál podrá ser nuestra política? (…) Todo hombre o estado que marche contra Hitler tendrá nuestra ayuda. Todo hombre o estado que marche con Hitler es nuestro enemigo. (…) daremos toda la ayuda que podamos a Rusia y al pueblo ruso. En el Libro Dos, War comes to America (La Guerra va a América), Churchill en cierto modo se regodea con justicia por la victoria política que obtiene del Presidente de USA, Franklin Délano Roosevelt, en especial la Carta del Atlántico, en la práctica una Alianza USA - Reino Unido. Como siempre, lo político predomina sobre lo militar, aunque Tobruk, Persia y Pearl Harbour tienen su espacio. Se produce el ataque japonés: “Señor Presidente, ¿Qué es esto sobre Japón?” “Es cierto” – replicó (Roosevelt) – “Hemos sido atacados en Pearl Harbour. Estamos todos en el mismo bote ahora” (…) Ningún americano pensará mal de mí si proclamo que tener a los Estados Unidos de nuestro lado fue para mí la más grande alegría. (…) sabía que (…) estaban en la guerra hasta el cuello y hasta la muerte (up to the neck and in to the death). El detallado recuento del viaje de Churchill a Estados Unidos y Canadá completa el Libro.

Tema del Volumen 4 El Gozne del Destino: De cómo prevaleció el poder de la Gran Alianza. El Libro Uno The Onslaught of Japan (El Ataque de Japón) empieza con la vuelta de Churchill a Gran Bretaña, y el inicio del período más oscuro de su gobierno. Aunque el relato pretenda reducir el impacto de esos terribles días, no disimula la depresión que produjo la caída de Tobruk en el norte de África en manos alemanas, ni el trauma de la caída de Singapur frente a inferiores fuerzas japonesas en febrero de 1942, que se toca en el capítulo 6: Juzgué imposible sostener una investigación (… sobre …) las circunstancias de la caída de Singapur mientras la guerra estuviera en su apogeo. (…) El parlamento aceptó este punto de vista; pero ciertamente pienso que en justicia para los hombres y oficiales concernidos debía hacerse una investigación una vez las hostilidades terminaran. La investigación no fue de interés para el posterior gobierno laborista, y Churchill no insistió en ella en su segundo gobierno (1951 – 1955). Probablemente hubiera removido muchos conchos, pues al tiempo que los norteamericanos levantaban dos fuerzas armadas para Europa y el Pacífico, y equipaban a británicos, rusos, chinos y resistentes de una docena más de países, el Eje contraatacaba en Rusia y el Atlántico, mientras Japón llegaba a las mismas puertas de la India. Sólo los americanos obtenían triunfos (Mar del Coral, Midway), y los rusos reclamaban cada vez más agriamente un Segundo Frente que aliviara la presión del rodillo alemán. Para remate, la larga sucesión de desventuras militares produjo una Moción de Censura contra Churchill y su Gobierno de Coalición Nacional. En junio 25 de 1942 la moción presentada por algunos conservadores recalcitrantes (John Wardlaw-Milne, Roger Keyes, Leslie Hore-Belisha) arguía que Esta Cámara, mientras rinde tributo al heroísmo y resistencia de las Fuerzas Armadas de la Corona en circunstancias de excepcional dificultad, no confía más en la dirección central de la guerra. Sin embargo, la alternativa de un Duque para Generalísimo de las Fuerzas Armadas y Primer Ministro no agradó al Parlamento y la votación la ganó Churchill por 475 a 25. El Libro Dos, Africa Redeemed (África Redimida) muestra más logros, mostrando efectivamente que el gozne de la puerta giró y se salía del túnel oscuro: La operación Torch vincula a británicos y norteamericanos en la invasión del Norte de África, mientras el 8vo Ejército de Montgomery derrota a los alemanes en El-Alamein. A la vez los rusos detienen la progresión alemana en Stalingrado y empieza la contraofensiva. Churchill viaja por segunda vez a América y por primera a El Cairo y Rusia para reunirse con Roosevelt, Stalin, Chiang-Kai-Shek, De Gaulle, porque entiende que es necesario ponerse de acuerdo cuando se inician las victorias. Además, Stalin está molesto, siente que los anglonorteamericanos forman bloque y contemplan a rusos y alemanes matarse y debilitarse entre sí, y exige un Segundo Frente, pero ya. Churchill apacigua con dificultad al líder soviético, y en su tercera visita a Washington, y con la victoria aliada en Túnez, empuja un Pequeño Segundo Frente contra el eslabón más débil de la cadena del Eje: La Italia de Mussolini.   

IV

Closing the Ring y Triumph and Tragedy

(Volumen Cinco: El Círculo se cierra y Volumen Seis: Triunfo y Tragedia)

Tema del Volumen 5 El Círculo se cierra: De cómo la Alemania Nazi fue aislada y asaltada desde todas partes. El volumen relata los hechos de junio de 1943 a junio de 1944, justo antes del Día D. El Libro Uno, Italy Won (Italia Ganada), narra la historia de las campañas militares en Italia y su complicada situación política, así como los problemas con la Francia Libre por la ocupación de los territorios de África del Norte. El objetivo de la invasión de Italia era provocar la caída del gobierno fascista del Duce Benito Mussolini, débil como toda autocracia en retirada. La derecha italiana no fascista, con el Rey y el Ejército, se unieron con fascistas disidentes para poner fin a la dictadura de 21 años del Duce en julio de 1943, y nombra Primer Ministro a Pietro Badoglio, que mantiene una desmayada alianza con Alemania. La visión de Churchill es simpática hacia el gobernante caído: Así terminaron veintiún años de dictadura en Italia, durante los que levantó al pueblo italiano desde el Bolchevismo en que se hundía en 1919 a una posición en Europa que Italia nunca había gozado. (…) La alternativa a su régimen bien pudo haber sido una Italia Comunista, la que hubiera traído peligros y desventuras de diferente carácter sobre Italia y Europa. El error de alinearse con Alemania y el Eje terminó cuando en Setiembre de 1943 Italia se vuelca a los Aliados, Hitler ordena así la ocupación del país y envía comandos a rescatar a su compinche y llevarlo a fundar la esperpéntica República Social Italiana (RSI). Otros temas tocados en el Libro son la Conferencia de Quebec, las armas secretas de Hitler (La V1 y V2), los avances tecnológicos y la preparación de la Conferencia de los Tres Grandes en Teherán, narrada en detalle en el Libro 2, Teheran to Rome (De Teherán a Roma). La importancia de esta Conferencia se ve en que abarca casi cinco capítulos de los 18 del libro, que además abunda en las Conferencias de El Cairo; la durísima campaña italiana (en particular la Batalla de Monte Cassino); la situación de Grecia y Yugoslavia, y el rol jugado por Draza Mihailovic, el Rey Pedro y el mariscal Tito en la muy compleja trama política balcánica, a la que Churchill siempre prestó atención y que explica al detalle, si bien con un sesgo a favor del Real Gobierno Provisional de Yugoslavia en El Cairo, y contra el Gobierno Antifascista de los partisanos, establecidos incuestionablemente como los elementos dirigentes de la Resistencia en Yugoslavia, particularmente desde la rendición italiana. (…) era importante que ninguna decisión política irrevocable fuera tomada acerca del futuro régimen en Yugoslavia en la atmósfera de la ocupación, la guerra civil y la política de los émigré. Otros temas son la creciente ofensiva aérea sobre Alemania; la estrategia contra Japón y la campaña de Birmania y los preparativos de la Operación Overlord, el Día D. Culmina el Libro y el Volumen con la ocupación de la primera capital del Eje: Roma.  

Tema del Volumen 6 Triunfo y Tragedia: De cómo las Grandes Democracias triunfaron, y así fueron capaces de reanudar las tonterías que estuvieron tan cerca de costarles la vida. El Volumen abarca desde el Día D (Desembarcos canadiense, británico y estadounidense en Normandía) hasta la rendición de todos nuestros enemigos catorce meses más tarde. El Libro Uno, The Tide of Victory (La Marea de la Victoria), se abre con los Desembarcos Aliados, el avance sobre París y el ataque de las V1 y V2 sobre Londres, que rememoraba los peores días del Blitz de 1940. Con Normandía, los desembarcos en el sur de Francia (a los que Churchill se oponía pues prefería una operación sobre los Balcanes que nunca se produjo), y las Ofensivas en Italia y el Frente Ruso, la suerte de la Alemania Nazi estaba echada, y Churchill abunda en el papel de Gran Bretaña en Birmania contra los nipones y en Grecia contra los alemanes y el gobierno comunista. Se perfilan aquí las líneas de lo que será el enfrentamiento entre los Aliados occidentales y el coloso soviético, preludio de la Guerra Fría posterior. Esto se evidencia en el capítulo 9, El martirio de Varsovia, donde Churchill protesta contra la calculada inmovilidad soviética durante la rebelión de dicha ciudad. Inglaterra entró en la guerra en 1939 por las garantías acordadas a Polonia, y el prestigio británico se hundiría si libraban a Polonia de los nazis para regalarla a los comunistas. En político, el conflicto se agudizaba entre el gobierno polaco pro-occidental de Londres y el gobierno pro-soviético de Lublin, por el tema de las fronteras ruso-germanas negociadas en el Pacto Molotov-Ribbentrop. Churchill trató de mejorar su posición reforzando su alianza con USA influyendo en Roosevelt, a la vez que trata de ser interlocutor entre los soviets y Stalin y los norteamericanos. En el Libro Dos, The Iron Curtain (La Cortina de Hierro), se describe la situación escapada de las manos de la diplomacia británica, y se distingue cierta amargura y desilusión por los resultados de la Conferencia de Yalta, con un Roosevelt enfermo y cansado, que moriría poco después, y un Churchill solo frente a los agresivos Soviets, mientras Harry Truman se preocupa más del Pacífico y es más bien suspicaz frente a sus aliados. Los Soviets ocupan toda la Europa Oriental y se asientan de modo que parece no se irán en el corto plazo (Y no se fueron hasta 1989), Alemania se rinde y se deshace la Gran Alianza URSS – USA – Reino Unido. La combinación USA – URSS se une contra Japón, aún no se sabe que el arma atómica será suficiente, y deja de lado al León Británico. Tras el fin de la guerra en Europa los laboristas se apartan del gobierno, y se convoca a elecciones generales para julio de 1945, que Churchill y los conservadores pierden frente a los laboristas. Su digno mensaje a la Nación pone fin al relato: He rendido el cargo que fue colocado sobre mis hombros en tiempos más oscuros. Lamento no se me permita terminar la tarea contra Japón. Sin embrago, los planes y preparativos para ello ya se hicieron, y los resultados pueden llegar mucho más rápido (…). Inmensas responsabilidades en el extranjero y en casa caerán sobre el nuevo Gobierno, todos debemos esperar que tenga éxito en abordarlas. Sólo me queda expresar al pueblo británico mi profunda gratitud por el apoyo sin desvíos ni titubeos que me fue dado durante mi tarea.

V

Colofón

Es toda una experiencia recorrer la Segunda Guerra Mundial guiado por uno de sus principales protagonistas, a la vez Escritor, Historiador e Historiógrafo de sí mismo, genial autodidacta gracias a sus insaciables lecturas de Macaulay, Clarendon, Mommsen y Gibbon. Churchill se veía a sí mismo como Escritor y casualmente también M.P. (Miembro del Parlamento), escribía por placer tanto como por la más plebeya razón de la falta de plata, de la que no heredó gran cosa pese a ser aristócrata, y su conservadurismo no era pantalla para justificar la explotación del hombre común, al que dirigió y sirvió en la guerra y en la paz. A pesar de su educación victoriana y sus ideas anacrónicas sobre el Destino Manifiesto de la Gran Bretaña y los Pueblos de Lengua Inglesa, como servidor público su desempeño fue excepcional. Parece que en aquel entonces se fabricaban hombres de una aleación hoy día perdida, al margen del acuerdo o desacuerdo que se pueda tener con las ideas que inspiraron su obra política y literaria. Pecó de subjetivismo, quién no lo hace, pero pecó con carácter, incluso con elegancia y buen gusto. Fuera de la obra reseñada, destacan sus biografías (Vida de Lord Randolph Churchill; Marlborough, Vida y Tiempos), sus obras autobiográficas (La Guerra del Río; De Londres a Ladysmith por Pretoria; etcétera) y las narrativas (La Crisis Mundial, La Segunda Guerra Mundial y la Historia de los Pueblos de Habla Inglesa). Y aunque el desacuerdo con Winston Spencer Churchill pueda darse en muchos aspectos, indudablemente es de admirar su condición humana y su británico humor. Terminemos este colofón con una historieta: El Parlamento Británico como sede de picantes discusiones y ataques se ve en un debate durante el cual una diputada laborista espeta a Churchill: Si usted fuera mi marido, le pondría veneno en el café. Churchill interrumpe y retruca: Señora, si usted fuera mi mujer… me lo tomaba.   


Puede uno encontrar La Historia de la Segunda Guerra Mundial, por lo menos por ahora, en: http://es.scribd.com/doc/228271929/La-Segunda-Guerra-Mundial-PDF. Hasta otro día.

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