DEMOCRACIA Y CENSURA
“ … la patria son dos hombres que en una esquina maldicen a un tirano …”
(Borges)
Mirando y mirando los últimos
acontecimientos me encuentro con ciertos temas que ameritan opinar. Y como opinar
es precisamente la última trinchera contra la censura, el mero hecho de hacerlo
implica estar en la ruta del patriotismo y la democracia. Nuestras patrias americanas
se fundaron no solamente por la voluntad general de la independencia, sino por
la de la libertad. Hasta Don José de San Martín, conservadorón como era, no
pudo escapar al requerimiento de la hora, asociando en su celebérrima proclama
la Voluntad General, la Patria, la Libertad y la Independencia del Perú.
Es que tales conceptos son
inseparables. Si quieres ser autónomo e independiente, pues debes ejercer la
Libertad. Si no puedes, tu independencia es un mito. Y ejercer la Libertad,
según dicen los que saben, consiste en hacer y decir lo que debes hacer y
decir, en elegir conscientemente cumplir con lo que consideras tu obligación. Esta
elección personal, que se forma en el transcurso de los primeros decenios de la
vida, se complementa con los límites que el cuerpo social acuerda. La Libertad
garantiza la Independencia, y la Independencia a la Libertad. Si hay falla en
el sistema educativo y en la organización política y social, pues entonces obtenemos
lo que tenemos. Pues la “Libertad” hoy en día aún está en veremos tras toda una
generación criada en épocas de dictadura, con instituciones nacionales dominadas
y genuflexas, y con una educación diseñada para mantener intacta la
segmentación social.
Sin embargo, la realidad enseña
más que la escuela. Esta es una verdad que los partidarios de la Dictadura y el
Negacionismo – son lo mismo - tratan desesperadamente de tapar con el Dedo
Medio. Necesitamos urgentemente Derechas e Izquierdas Ilustradas, pero resulta
siempre más fácil negar que afirmar, y en muchos no llegan a formarse las
sinapsis con las neuronas que Dios, en su infinita sabiduría, distribuyó en
nuestros cerebros. Se piensa que metiendo la cabeza en el carapacho la cosa que
no nos gusta deja de existir, y aunque la autodefensa emocional es necesaria,
lo cierto es que ejercer como seres humanos pasa por el uso de la razón, con
sus críticas a ésta y todo. Y eso significa enfrentar la realidad como es, no
como nos gustaría que fuera. Por ello fue que los sectores más sanos o menos
corrompidos de la sociedad peruana combatieron y derrotaron a Sendero Luminoso,
y a la vez se cepillaron a la Dictadura de Fujimori. Sin embargo, la sociedad
peruana abarca amplios sectores Brutos y Achorados, Incendiarios y Congelados. La
educación “en dictadura” o en “falsa democracia” dejó huella, hay quienes no
quieren confrontar las realidades y así ni llama la atención ni deberíamos
quejarnos porque Sendero sobreviviera a punta de cupos en el VRAEM y llegara a
constituir partido político, mientras el fujimorismo redivivo trata por todos
los medios de tener candidato liberado para el 2016. No es más que natural que
así sea en una sociedad habituada a engañarse a sí misma.
Cosechamos así lo que sembramos. La
pregunta pertinente es entonces qué hacer. Los que sostienen que la cosa dejará
de existir si la ocultamos son poderosos y tienen a su disposición muchos
medios. Como escuché alguna vez: “Todo hombre tiene su precio, y el sistema
mucha plata”. ¿Dije Sistema? Sí, dije Sistema. Los intereses en juego son tan
amplios, hay tanta plata permanentemente en juego que resulta ingenuo no verlo.
Y cuentan con trucos malévolos, pues la mala conciencia no les permite hacer
otra cosa. Y así se concentrarán en la delincuencia o en Antauro, pero no leerán
el informe de la Comisión de la Verdad – pero sí querrán revisarlo. Ni querrán que
las gentes ejerzan su libertad de elegir ver o no una determinada exposición,
preferirán cerrarla, no vaya a ser que nosotros, menores de edad, pensemos. Quieren
que MOVADEF no exista – y en eso concuerdo – pero creen que lo lograrán prohibiendo
hablar de ellos. Aspiran a negarle a las Universidades la posibilidad de
ejercer el pensamiento. Emplean falacias y mentiras a discreción basados en el
hecho que la educación peruana está diseñada para el fracaso o para la
emigración. Promueven el achoramiento a lo bestia, y con insultos tratan de
tapar las ideas o al menos convencer a la mayoría que no debe participar. Como los
niños que se tapan los ojos cuando algo les molesta, no quieren resolver problemas,
quieren exorcizarlos con fórmulas mágicas.
Y se esconden tras la “Libertad
de Expresión” que manipulan a su antojo, pues cuentan con los medios para diseminar
su pensamiento mágico. Una Libertad que tratan de dinamitar hablando ellos
solos. Porque censura es ni más ni menos callar al que dice, opina o muestra lo
que a mí no me conviene o no me gusta. Porque la tolerancia que el resto les
acuerda es un valor que ellos niegan frontalmente, pero que utilizan. Tienen
miedo de la polémica, porque la polémica les haría cambiar, y ellos quieren quedarse
congelados. Si fueran más inteligentes, capaces y brillantes que el resto, tal
vez se les podría escuchar, pero lo único que nos sirven es su Intolerancia y
su agresividad, hace rato que los mejores entre ellos se mudaron a la Derecha
Inteligente. Defienden a viva voz o con murmullos el racismo, la intolerancia y
el odio. Piensan para sus adentros, parafraseando a la mala a Castoriadis, lo
linda que sería la civilización sin el 99 % de los peruanos. Lo intelectual les
huele feo, no vaya a ser que convenzan a la indiada, y así si no pueden censurarte
por las leyes, lo harán a grito pelado.
¿Qué quieren? Indudablemente quieren
borregos que los sigan, quieren un país formado por menores de edad, donde
ellos sean los encomenderos de esta indiada de todos los colores que es nuestra
Patria. Quieren estar solos, que solamente ellos opinen, que solamente ellos
manden. Eso de la Democracia es muy bonito, pero siempre que sea aristocrática.
Sería maravilloso poder cumplir con la primera parte de su deseo y dejarlos
solitos, a que se cocinen en su propio jugo, pero por desgracia son
artificialmente levantados por una prensa permanentemente inclinada ante el
poder. Y no queda más que continuar la brega, porque la manera de detenerlos no
será poniendo entre paréntesis la realidad, sino mostrándola en su completa
crudeza, fomentando el pensamiento, educando y enfrentando la ignorancia y el
achoramiento. Sería interesante desplegar como lema nacional “A más Hígado, más
Neuronas”. Es lo mínimo que le debemos a esta Patria fundada sobre la Libertad.
Y punto.
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