85 A 89 - CRÓNICAS DE LECTURAS

CRÓNICAS DE LECTURAS – 85
Carteles

I
Historia para Diseñadores Gráficos

En la práctica educativa te sueles encontrar con retos que hacen el oficio más interesante. He dictado tantas clases en tantas partes, sobre todo lo que hay en el Cielo y en la Tierra, a veces pagado con alguna decencia, a veces mal pagado o sin pago. He educado en el rol de promotor, de asalariado de terceros, como voluntario y por la libre… ¿por qué? porque eso es lo que hago, es el oficio que elegí y del que vivo, y por ello no soy tan malo en eso como seguramente lo soy en otras cosas. Un amigo bienintencionado me dijo una vez que desde que opté por la Educación me vine abajo, pero no se lo puedo creer pues siempre quise hacer lo que hago, y los bienes y males que el Karma arrojó sobre mi cabeza han sido entre bienvenidos y tolerados como parte del contenido que viene en el dichoso paquete. Así que por todo puedo pasar mientras enseñe. En alguna ocasión caí en un Instituto de Diseño Gráfico donde viví la intensa y estresante oportunidad pedagógica de enseñar un curso de Historia Contemporánea para estudiantes de Diseño Gráfico. Ya tenía yo amplia experiencia en trabajar por competencias para las carreras de Traducción e Interpretación, como para las de Turismo y la Hotelería. Pero yo me sé mis idiomas y también soy Administrador Hotelero, en cambio de Diseño Gráfico no sabía por entonces ni michi. Claro que sí me sé mi Historia Contemporánea, y como mi experiencia me la tengo, mi primera pregunta fue qué demontres necesitan saber de Historia Contemporánea los Diseñadores Gráficos. No un tema de “cultura general” por cierto, aunque así me lo plantearon los bienintencionados pero algo despistados promotores. A veces he dado clases y conferencias a grupos motivados por la curiosidad de enterarse de algo más sin aparente necesidad de ello. El asunto este de la Historia Contemporánea tiene sus fans y hay hasta canales de TV dedicados al tema. Pero era otro cantar ver el asunto por la académica, pues las preocupaciones culturosas de los Diseñadores Gráficos me eran desconocidas, y un Instituto Superior Tecnológico no es una Universidad.

Se me ocurrió que podría hacer una Historia del Diseño Gráfico, pero eso me volvía a la dificultad original de no saber ni michi de Diseño. Además sólo pateaba el problema más allá: Para qué le puede servir a un Diseñador Grafico saberse la Historia del Diseño Gráfico, pues. Intuía la necesidad de abrir la cancha y no de cerrarla. La Historia es importante en sí misma, hay buenos motivos para que los Diseñadores conozcan el devenir histórico universal, en cuanto personas y en cuanto Diseñadores. Pero no podía abordar el asunto a la clásica, tendría que innovar si quería hacer algo que realmente cubriera una verdadera necesidad. Porque siempre hay restricciones, y si no entiendes eso profe es que andas perdido. El Tiempo disponible es la principal restricción, y la Historia y demás disciplinas poseen un montononón de contenidos. Además a los estudiantes de hoy no les gusta leer, y menos a los de Instituto, que por eso están en el Instituto y no en la Universidad.  No hago juicio moral alguno, entiendo que estos chicos quieren diseñar y no estar leyendo más de lo que se puede considerar necesario. Sin embargo, yo no puedo con mi genio y sí me interesa que mis alumnos lean, probablemente por personal prurito intelectual, porque a la fecha no he visto jamás que a alguien le haga daño leer. Pero qué lío, Dios de Israel, para combinar las habilidades de la lectura con las necesidades de los diseñadores. Y así, piensa que te piensa, me crucé de repente con el afiche que preside esta Crónica, y vi la Luz. Hacer un Curso de Historia Contemporánea para Diseñadores Gráficos requiere – oh, by Jove, qué obvio - de gráficos y diseños. Porque algo que tanto los Diseñadores como los profes de Historia Contemporánea pueden hacer es leer imágenes. Las habilidades para “leer” alfabetos y para “leer” otras imágenes no están en conjuntos de intersección vacía. Con ese punto de partida consulté el perfil de salida del Diseñador Gráfico, instrumento de gestión educativa básico, constituido por el conjunto de conocimientos, habilidades y valores que el Diseñador Gráfico ha de tener, y que por lo general es elaborado por los Directores y Promotores de la Institución Educativa; y sobre estas bases construí ese primer curso.

II
Lectura de Imágenes

Hay buenas, muy buenas razones, por las que muchos estudiantes no quieran ir a las Universidades. Sin pretender agotar el tema digamos que de lo que se trata es de adquirir rápidamente las competencias básicas de un determinado oficio o profesión y lanzarse con rapidez al mundo del trabajo. Estos estudiantes tratan de evitar los costos universitarios en tiempo y dinero, y hay oficios que no requieren para su ejercicio de demasiada formación académica, en especial si entendemos que la formación académica en general consiste en la sistematización de la experiencia pasada, y muchas veces puede sustituirse por la experiencia directa. La perversión de esta idea, expresada por ejemplo en la inflamación de la certificación por lucro, suele redirigir a las Universidades a sus defectos en vez de a sus virtudes. Creo que no es momento ahorita de hablar de ello, pero la tremenda tendencia a los MOOC (MASSIVE OPEN ONLINE COURSE, o Cursos en línea masivos y abiertos) está derrotando la contra tendencia de ciertas argollas universitarias a la exclusión, y el futuro pertenece a los que abran la cancha y no a los que la cierren. Pero no nos perdamos. Para mis alumnos, yo debía desbrozar la cancha y no poblarla, no podía imponer muchas lecturas, y las que impusiera debían ser más bien propedéuticas y/o referidas a lo historiográfico más que a la información histórica, pues esta la plantearía en términos de imágenes gráficas. Un ejemplo de lo que las imágenes – mejor aún si están ordenadas para ser pasadas sucesivamente, y acompañadas de música, lo que a veces denominamos Cine – pueden hacer está en esta película alemana de propaganda de guerra, producida en 1940, Deutsche Panzer, de Walter Ruttmanhttp://www.youtube.com/watch?v=VtjdSYsf8V4 . Verla nos da una idea de lo que podemos hacer con las imágenes. En aquellas épocas, claro está, no teníamos el YouTube a la mano, pero podíamos pensar en emplear imágenes estáticas, en leer Posters o Afiches o Carteles. Hoy ya no es así, la ampliación de la www y la creciente potencia de los medios y procedimientos permite que vayamos directamente a las fuentes, lo que hace las cosas mucho más fáciles, pero a la vez necesita ser sabiamente dosificada, porque si no se reduce el pensamiento previo, la necesaria reflexión, la capacidad de establecer regularidades. Si hay algo en lo que se necesitaba poner refuerzo pedagógico era en los procesos y procedimientos mentales que se deberían trabajar en clase.

Había que tratar a los carteles como las fuentes históricas que son al margen de su intención original. Recurrí a los que se emplearon en diferentes momentos y etapas históricas y fueran fáciles de obtener: Los posters dirigidos al Frente Interno de hechura estadounidense, británica, rusa (o soviética) y alemana durante la Primera y Segunda Guerras Mundiales (1914-1918 y 1939-1945) permitían comparar como los diversos sistemas afrontaban el contemporáneo fenómeno de la propaganda, cuya comprensión resulta de enorme importancia para los Diseñadores Gráficos. Los posters soviéticos de la Revolución Rusa, la Gran Guerra Patria y la época  estalinista contribuían a comprender el tema propagandístico y expresaban acontecimientos como el culto a la personalidad. Carteles nacionales y republicanos de la guerra Civil Española (1936-1939) nos hacen ver lo que significa el choque ideológico. Los Afiches oficiales de la China de Mao Ze Dong evidenciaban los caracteres de etapas históricas fundamentales y poco comprendidas como la Revolución Cultural o El Gran Salto Adelante. Afiches de personajes íconos de los años ´50 como Marilyn MonroeJames DeanMarlon Brando y Elvis Presley introducen el muy actual concepto de los íconos representativos. Así fue que encontramos que la lectura de imágenes es una magnífica manera de enseñar historia. Y aunque mi conocimiento de los posters cuando emprendí este trabajo era simplemente inexistente, pues así es como uno aprende, y hoy me sé algo más.

III
Breve Historia de los Carteles

Las claves de la lectura de imágenes no son muy diferentes de las de la decodificación lectora. Son apenas más abiertas. Afiche es un galicismo que proviene de la palabra affiche y antes del latín affictum -fijado o pegado a-. Es decir, es lo mismo a lo que habitualmente llamamos en castellano cartel, aunque el significado de afiche / poster rápidamente se ha independizado un poco. La historia del affiche comienza en el París de la Belle Epoque. El pintor Jules Chèret quería crear formas agradables a la vista, pero a la vez le parecía muy importante que todos los que observaran dichas formas entendieran el mensaje impartido. En suma, trataba de crear un lenguaje, y fue el primero en emplear técnicas litográficas para ello. El postimpresionista Henri de Toulouse-Lautrec (1864 – 1901) le añadió el arte al asunto y le modificó así hasta cierto punto el tema del lenguaje, difuminándolo hacia lo propiamente artístico. La Belle Epoque debió ser una maravilla vital, muchos le viven una nostalgia hecha de recuerdos de recuerdos. Podemos decir que una parte sustancial de dichos recuerdos está en los posters que Toulouse-Lautrec hacía para ganarse unos francos. Los cabarets de Montmartre (Moulin RougeLe MirlitonLe Chat Noir) se peleaban los posters del pequeño pintor, de originales colores y encuadres, en los que aparecía su amiguita Jane Avril. El bohemio (natural de Bohemia) Alfons Mucha (1860 – 1939), metido hasta el tuétano en el Art Nouveau, hace carteles para la actriz Sarah Bernhardt, el joyero Fouquet y la actriz Leslie Carter, y terminaría de cartelista político para su gobierno. Todo esto nos conduce al cartelismo político, inventado en apariencia en la por entonces reciente Unión Soviética, en los ROSTA de Mikhail Ceremnyikh, inspirado tanto en el cartelismo francés y centroeuropeo, como por los cómics de la época. El cartelismo es sumamente efectivo en sociedades aún no alfabetizadas, y en consecuencia se diseminó por todo el mundo con facilidad. Las ideologías tienen en el cartel poderosa expresión y los estados lo pueden usar para propaganda: El nazismo alemán, el fascismo italiano, los dos bandos de la guerra civil española, e incluso el Perú indigenista que contratará al pintor José Sabogal para hacer carteles. Los carteles se emplearán incluso en los anuncios de corridas de toros.

El Cinematógrafo parecería quitarle preponderancia propagandística al cartel, aunque en la práctica coexisten, dadas sus diferentes características, y los carteles para publicitar películas son en sí mismos una forma de poster que conocerá sus buenos momentos. Los discos fonográficos también necesitan carátulas, así que el futuro del cartel parece continuar asegurado. Y la teoría también avanza, la publicidad se convierte en una ciencia y ve en el cartel enormes posibilidades, probablemente por la razón más simple del mundo: No hay negocio tan pequeño que no necesite un cartel para publicitarse y que no pueda pagarlo, dado su costo relativamente bajo. Los Estados Unidos, país cuyo negocio son los negocios, desarrollarán la práctica y la teoría de la publicidad en pósters hasta niveles insospechados, incorporando además los avances en la fotografía. Y así como el Cinematógrafo redujo de alguna manera las opciones del Cartel, la introducción de la Televisión produjo una cierta y relativa retracción del cartel, que pasa a un segundo plano. En esto tuvo que ver mucho el avance tecnológico que abarata y sustituye la vieja técnica litográfica (que favoreció la reproducción de carteles) por la más eficiente fotomecánica. En los años ‘50 Suiza revalora y formaliza esta industria con el empleo del llamado estilo tipográfico internacional, pero con la postmodernidad llega el desorden por reacción, con el resultado de carteles más desordenados y complejos. Esto en el arte, porque el cartelismo en la publicidad sigue otros parámetros y toma la ruta de menor resistencia.

IV
Las imágenes: Arte y Ciencia de lo Manifiesto y lo Latente

A diferencia del arte, el diseño gráfico no es una disciplina libre. Esto quiere decir que lo primero que se le puede analizar desde la perspectiva histórica es su intención: Los contenidos de la imagen de un conjunto “cartel” nos dan como mínimo dos cosas: Lo que existe y se presenta en la imagen, y lo que se sugiere por la vía de dichas imágenes. Es decir, el mensaje de un poster tiene facetas manifiestas y latentes que aprovechan de las características psicológicas de los seres humanos para su decodificación. Tanto los periódicos como la publicidad se leen en Z, lo que nos recuerda el formato de Lectura en F que se presenta en la Lectura en pantalla y sugiere ciertos parentescos. Y este rasgo - y otros - de la “lectura publicitaria” se aprovechan para llegar más rápido y mejor al público objetivo. Y ello aunque sea común que el arte invada la publicidad: En fotografía se sigue la regla de los tercios, la descentración y otras técnicas como una suerte de marca de fábrica del fotógrafo, al margen muchas veces del requerimiento publicitario. Pero como de lo que se trata al final es de vender, el cartel que anuncia es en verdad una herramienta de comunicación, cuyo objetivo es transmitir eficazmente un mensaje, es decir que sea comprendido y asimilado, y pueda por ende ser evocado exitosamente cuando se vuelva a presentar un  estímulo específico. Una obra de arte puede no relatar nada y sólo transmitir emoción y sensibilidad. Incluso puede no decir nada a nadie excepto su propio creador. En cambio, un anuncio tiene que conducir al espectador hasta el objetivo que el anunciante desea, llevando de la nariz al espectador en un orden dirigido a la “lectura” de un mensaje que muestre producto y marca.

Naturalmente hay reglas y hay creatividad para aplicarlas, o no. Los anuncios en los carteles o posters se pueden componer según ciertas ideas sugeridas por los estudios de psicología de la percepción. En comunicación publicitaria, la visión se condiciona a grupos de elementos presentes: encabezado y subencabezado, imagen central, texto explicativo y logotipo. Entre las reglas de composición hay planteamientos como estos: La recta da sensación de rigidez y rectitud, y asociaciones con la dureza y solidez e incluso con la rectitud moral y la masculinidad, de donde a su vez avanzas al orden y la seguridad; mientras que lo curvo te remite a lo femenino, delicado y estéticamente bello. Lo Horizontal es tranquilo y estable mientras que lo inclinado es agresivo y fuerte. Lo cuadrado habla de unidad y formalidad mientras el círculo es menos formal y más móvil. Sorprende en cierto modo el cómo a estos parámetros se les somete un tanto artificialmente a la univocidad lógica y el tercio excluido, comprensibles en la Lógica, como los principios axiomáticos, pero algo sorprendentes en lo estético. Otra de las reglas básicas se deduce del patrón que sigue la vista humana en la observación de una página impresa, denominado “la Z” o el “Zigzag”, que si se sigue en la elaboración del cartel normalmente significará el ordenamiento del contenido en una estructura Mensaje – Explicación – Cierre, y aunque no es una regla fija se observa incluso en los leads de la redacción periodística clásica.        

V
Colofón

Tratamos de abrir horizontes y hacer espacio en el tema de la Lectura, tratando que no se quede simplemente en la decodificación de alfabetos. Desde que abordamos la Comprensión Lectora como parte indisoluble del acto de leer no queda otra que replantearnos las cosas, lo que es una ruta arriesgada, porque entonces los límites se difuminan y corremos riesgos conceptuales y académicos. Pero se abre a la vez un campo de inmensa riqueza, pues nos enteramos que leer no es solamente leer, y que no son sólo libros lo que se lee. Hasta la próxima.

CRÓNICAS DE LECTURAS – 86
Ciencia y Tecnología (III)

I
Ciencia, Burguesía y Liberalismo

No hace mucho encontré una lista de esas que está de moda, en este caso los Libros de Divulgación Científica que se dice cambiaron el Mundo, elaborada por la revista inglesa New Scientist; que representa la opinión autorizada de sus editores, evidentemente duchos en el tema. Aunque divulgar suena a algo más pequeño, menor o inferior a aprender, algunos lo entienden como poner algo de conocimiento al alcance de estos indios brutos para que se lo culturicen y se lo aprendan a trabajar y a no chistar ni hacer huelgas. Sin embargo y por el lado opuesto y desde tiempos inmemoriales el conocimiento se ha considerado como arma fundamental en manos de los oprimidos, produciendo hombres y mujeres sin vocación de ratones o gusanos. Por ello es que secularmente se ha tratado de mantenerlo aparte, no vaya a ser que obreros, mujeres, negros, indígenas, homosexuales, etcétera, aprendan que tienen derechos y armen el tole tole de la revolución social, siempre tan incómoda. Y esto desde Hipatia de Alejandría hasta Frederick Douglas, por lo menos. En algún compartimiento mental reptiliano de la Derecha Bruta y Achorada (DBA) está instalado que la indiada no puede ser más que los que semos la aristocracia, y si se le concede el privilegio de ejercer sus derechos es satisfaciendo el costo de mercado más intereses, que curiosamente esta DBA no ha pagado nunca. Y le llaman así resentimiento a la rebelión e igualación al esfuerzo por superarse. Este estamento político no ha alcanzado la modernidad, y en América Latina y últimamente en España tiemblan frente al fantasma bolivariano, que representa su fantasía de masas despojadas – las bajas por fuego amigo del crecimiento económico – haciéndose con el poder dirigidas por caudillos iluminados en dioramas revolucionarios calcados de La Libertad guiando al Pueblo de Eugene Delacroix. Es que puedes usar computadoras y a la vez estar emocionalmente estacionado en el temor de fines del siglo XVIII. Me pregunto qué libros se hubieran escrito Hegel y Marx de haber sido psicólogos. Desde una perspectiva histórica y descriptiva hay un clásico al respecto: El Burgués, contribución a la historia espiritual del homo economicus moderno del controvertido Werner Sombart (1863 – 1941), editado en 1913, donde se encuentra interesantes conceptos al respecto. 

Sin caer en juicio moral y tratando puramente de ser descriptivos, se podría decir que una Burguesía se define a sí misma por una serie de valores que sostiene, y por ello está en su naturaleza abrir la cancha y poner la Ciencia en tantas manos como le sea posible – cuando menos en ciertas etapas - porque necesita que las gentes se sumen a su proyecto libertario económico y político. Dicho proyecto libertario - liberal constituye un relato generador de un sustrato racional y emocional necesario para el desarrollo capitalista, útil en sus inicios heroicos. El reclamo constante de los liberales de hoy es que las cosas no son como deberían, y que no siguen el manual de instrucciones liberal. Lástima que la tirana realidad y el mercantilismo feudal y estamentario deformen el capitalismo de Libre Mercado hacia el oligopolio recalcitrante y los estamentos aupados en concentraciones acaparadoras del capital, como pasa hoy en España y América Latina. Los liberales de hoy olvidan su pasado y que las revoluciones se inventaron para desbrozar y sacar de la ruta esos estorbos, pero los de hoy no son del mismo temple que sus antecesores, y creen que se puede hacer tortilla sin sacar del huevo ni la clara ni la yema. El desarrollo capitalista no es cuestión de voluntades sino de condiciones y necesidades que enmarcan la libertad, y no al revés, léanse a Hegel, muchachos. Por ello les es complicadísimo entender, por ejemplo, que la Burguesía China se forma al compás de un desarrollo social dirigido por los cuadros del Partido Comunista Chino, cuya concepción del desarrollo se ha filtrado al resto de Asia. Como ellos utilizan la ideología y no se someten a ella, conocen mejor el significado del pragmatismo, que no es como acá un pretexto para hacer lo que me venga en gana o para justificar mis carencias intelectuales. Y esto necesita ser estudiado para ser comprendido y adaptado. Hoy Asia maneja conceptos abiertos de desarrollo del capital humano (expresión que detesto, pero que puede usarse para que la DBA entienda) que no podrían ser dejadas al mercado sin que éste le pase factura a la sociedad. El conocimiento desde la perspectiva liberal y desarrollista es un bien libre y no una mercancía. Ver entonces Escuelas y Universidades con fines de lucro, control de los mercados del libro, la expansión más o menos adrede de la ignorancia y la estupidez, es el programa más antiliberal que existe, comparable solamente a los períodos en los que latifundistas y gamonales quemaban escuelas y expulsaban profesores de las comunidades campesinas. Es bastante obvio que la DBA no profesa el Liberalismo, sino que lo utiliza. Por ello fomenta y apoya toda limitación y rechaza todo avance, aún el más mínimo, no vaya a ser que la Indiada  aprenda sus derechos y quieran cosas como educación sin fines de lucro, fomento de la Investigación y Desarrollo, matrimonio igualitario, equidad ciudadana, seguridad contra los delincuentes, ponerle el alto a la corrupción, cambiar la matriz productiva. Objetivamente enemigos de la Ciencia y la Cultura, se les oye rebuznar desde sus posiciones de poder, aireando sus prejuicios como verdad evangélica. En esta Crónica me propongo presentar tres libros – entre muchos – cuya lectura contribuiría al des-asnamiento de la sociedad. 

II
El Origen de las Especies – Charles Darwin (1809 -1882)

Este es uno de los primeros libros científicos de intención divulgadora, de intención ideológica y no exclusivamente científica. Como Charles Darwin no se chupaba el dedo y conocía bien la estructura eclesiástica – que no en vano había estudiado para ser D. D. (Doctor in Divinity) - sabía que levantaría la oposición de la Iglesia Anglicana. El mismo Darwin lo explica así: Cuando estaba como naturalista a bordo del Beagle, buque de la marina real, me impresionaron mucho ciertos hechos que se presentan en la distribución geográfica de los seres orgánicos que viven en América del Sur y en las relaciones geológicas entre los habitantes actuales y los pasados de aquel continente. Estos hechos, como se verá en los últimos capítulos de este libro, parecían dar alguna luz sobre el origen de las especies, este misterio de los misterios, (…). A mi regreso al hogar ocurrióseme en 1837 que acaso se podría llegar a descifrar algo de esta cuestión acumulando pacientemente y reflexionando sobre toda clase de hechos que pudiesen tener quizá alguna relación con ella. Después de cinco años de trabajo me permití discurrir especulativamente sobre esta materia y redacté unas breves notas; éstas las amplié en 1844, formando un bosquejo de las conclusiones que entonces me parecían probables. Desde este período hasta el día de hoy me he dedicado invariablemente al mismo asunto; espero que se me puede excusar el que entre en estos detalles personales, que los doy para mostrar que no me he precipitado al decidirme. La teoría que mostraría al mundo comportaba cuestionar las creencias religiosas en un giro copernicano que se le daba a la Biología y las Ciencias de lo Vivo, comparable al ocurrido en las Ciencias Físicas ciento cincuenta años atrás. Por eso se reservó El Origen de las Especies por buen tiempo, pulsando incluso la posibilidad de la publicación póstuma, y sólo lo sacó a luz cuando hubo riesgo concreto de que Alfred Russell Wallace le pusiera la mano encima. De 1859 que se publicó el libro al día de hoy no hay una teoría más confirmada que la de la Evolución, y cuando los creacionistas fuerzan el concepto de “teoría” para ajustarlo a la estrechez de su mente y usarlo como arma arrojadiza contra la ciencia en general, suelen hacen el ridículo. Se constata un fenómeno: Conforme la educación universal se expande a fines del siglo XIX y principios del XX, la Teoría de la Evolución es más aceptada y entra en el sentido común. En la segunda mitad del siglo XIX hay recalcitrantes creacionistas que oponen los cálculos del Obispo Usher a las proposiciones científicas, pero con las generaciones masivamente pasadas por los sistemas públicos de educación, el auditorio de estas gentes se va reduciendo hasta que hacia la década de 1930 la Teoría de la Evolución es aceptada universalmente y la derrota creacionista parece absoluta. Así la Teoría de la Selección Natural se convirtió en la base de la Biología Evolutiva moderna, vigorizada con los descubrimientos de Gregor Mendel y el desarrollo científico posterior.

El Origen de las Especies se gestó en la década de 1830, en el largo viaje de cinco años en que Darwin se embarcó a bordo del H.M.S. Beagle, al mando el Capitán Fitz-Roy. Un libro surgió de este periplo, Viaje de un Naturalista alrededor del mundo (http://www.dominiopublico.es/libros/D/Charles_Darwin/Charles%20Darwin%20-%20Viaje%20de%20un%20Naturalista%20alrededor%20del%20Mundo.pdf), que hemos glosado ya en nuestra Crónica sobre Libros de Viajes. En esta vuelta al mundo dedicada a levantar cartas geográficas y hacer investigación científica Darwin reunió la información que luego estudiaría y sistematizaría en gabinete durante largos años. Según parece la larga estadía del Beagle en las ecuatorianas Islas Galápagos resultó decisiva para el joven naturalista, que encontraba más y más notables diferencias dentro de las semejanzas, combinadas de una peculiar manera que Darwin infirió tenía vínculo con los medios ambientes. Los pajaritos pinzones eran todos pajaritos pinzones, pero la forma de sus picos cambiaba según lo que comían, y esto no se le pasó por alto al acucioso observador. Esta observación en particular, como la de la manzana de Newton, fue decisiva en la génesis de la Teoría: Cada población de una especie la forman individuos ligeramente diferentes unos de otros, tales variantes son importantes para la supervivencia, pues en la lucha por la vida (struggle for life – concepto que parece extraído de Thomas Malthus), el mejor dotado tiene más posibilidades de alcanzar la edad reproductiva y efectivamente reproducirse, con lo que los caracteres físicos que les permiten vivir más tiempo en este mundo pasan a la generación siguiente, y se perfeccionan sucesivamente generación tras generación, siempre y cuando el medio ambiente no registre cambios fundamentales. Por la semejanza con la Selección Artificial realizada por agricultores y ganaderos desde hace miles de años Darwin denominó a este proceso la Selección Natural. Estas constataciones y otras más explican la diversidad de los seres vivos, rompiendo el paradigma de la permanencia de las especies, e incorporando los conceptos de la Lucha por la Vida, la adaptación al medio, la idea de los antepasados comunes y la diversificación de las especies, la constatación de enormes períodos de tiempo para que esto ocurra (Idea que extraería del geólogo Charles Lyell), y sobre todo el atisbo de la profunda injerencia del azar en la existencia de los seres vivos, lo que dará mucho qué hacer a los filósofos de los siglos XX y XXI. Otras obras de Darwin son El Origen del Hombre (1871) y numerosos libros y artículos referidos a la Selección Natural. Por cierto que ni la eugenesia ni el darwinismo social se derivan necesariamente de las ideas de Darwin, aunque puedan ser hipótesis a demostrar deducibles de la teoría de  la selección natural. Una excelente página web dedicada a Charles Darwin es http://darwin-online.org.ukEl Origen de las Especies en buen castellano puede encontrarse en el siguiente enlace:  http://www.rebelion.org/docs/81666.pdf

III
El Mono Desnudo – Desmond Morris (Wiltshire, UK, 1928)

Presentar un hecho conocido - y hasta aburrido - de una manera diferente suele ser tan o más importante que el contenido mismo de lo divulgado. El Mono Desnudo es un perfecto ejemplo. Es un best seller publicado en 1967, y llegó a mi casa hacia 1969 o 1970, y probablemente fue mi primer libro de divulgación científica, leído a los doce añitos, me parece, y por supuesto sin supervisión, que no estaba de moda in illo témpore. Le debo casi todo mi inicial conocimiento teórico sobre el sexo, por cierto. A diferencia de otros libros, la aureola científica otorgaba veracidad a las conclusiones y daban un punto sólido de apoyo a un púber con ganas de saber más, la pedantería seguro proviene de estos datos sin operar y no es de más supervisar lo que nuestros críos leen. La cosa es que tras una educación que presenta al ser humano como “rey de la creación” leer este libro es devastador: El ser humano es tratado como lo que es, una especie animal cercana a los póngidos (gorila, chimpancé, orangután) y caracterizada por carecer de pelo, de donde El Mono Desnudo. Por supuesto, es evolucionista como todo libro moderno de Biología, y a la vez parece dio impulso a un grupo de científicos especializados en la ciencia de la conducta de las especies animales - la etología -,  que empezaron a destacar y publicar: Karl von FrischNiko TinbergenIrenäus Eibl-EibesfeldtDian FosseyDavid AttenboroughKonrad LorenzRichard DavenportManuel SolerJane Goodall, etcétera. El estilo del libro es divulgativo y no está recargado de citas. La estructura sigue más o menos la inversa de la investigación científica de nivel descriptivo, empezando por plantear los rasgos del mono desnudo (el ser humano) en sus conductas más notables, las mismas que se observan en nuestros parientes con pelo: La conducta sexual y de búsqueda de pareja, la alimentación, la crianza de los hijos, las relaciones de jerarquía en el grupo social, etcétera. Estas observaciones demuestran que las conductas humanas están predeterminadas por la herencia genética de nuestros ancestros primates, y de cómo el medio ambiente natural y social las ha modificado hasta convertirlas en conductas “naturales”.     

El libro empieza con esta declaración de principios: Hay ciento noventa y tres especies vivientes de simios y monos. Ciento noventa y dos de ellas están cubiertas de pelo. La excepción la constituye un mono desnudo que se ha puesto a sí mismo el nombre de Homo sapiens. Esta rara y floreciente especie pasa una gran parte de su tiempo estudiando sus más altas motivaciones, y una cantidad de tiempo igual ignorando concienzudamente las fundamentales. Se muestra orgulloso de poseer el mayor cerebro de todos los primates, pero procura ocultar la circunstancia de que tiene también el mayor pene, y prefiere atribuir injustamente este honor al vigoroso gorila. (…) ya es hora de que estudiemos su comportamiento básico. Como se ve, no es que Morris sienta que somos muy especiales por nuestro cerebro, parece que dado que los zoólogos deconstruyen al detalle los rasgos humanos, entienden que mostramos un inmerecido orgullo que alimenta nuestra vanidad de seres “superiores” y justifica a nuestros ojos la depredación a que sometemos nuestro planeta y sus otras formas de vida. Algo que aprendí en mis trabajos en diversos ecosistemas – en particular la selva peruana -  es que un árbol, un caracol, un pez tilapia, una ranita o un bacilo de Koch están exactamente igual de vivos que nosotros, los petulantes seres humanos, y que cuando nos morimos nos pasa a todos exactamente lo mismo. En fin, las hipótesis que Morris enuncia para explicar la presión evolutiva de la alopecia o calvicie generalizada del Mono Desnudo son interesantes e imaginativas aunque no necesariamente aceptables hoy en día que contamos con más datos: Por ejemplo, el evolucionado cazador primate que residía en cuevas y que por mutación nació sin pelo podría haber tenido una ventaja comparativa sobre sus primos con pelo al no albergar tantas pulgas y parásitos transmisores de enfermedades. O el primate carnívoro carroñero es más proclive a infecciones al devorar animales por tener pelo, y hay ventaja en perderlo de modo análogo a la evolución del cuello pelado en los buitres. El descubrimiento del fuego y su uso para proporcionar calor habría hecho inútil la cubierta pilosa. Incluso se baraja una posible etapa de vida acuática, basada en la dirección hidrodinámica de los pelos de la espalda del mono desnudo.       

El libro se explaya en muchos otros aspectos, como la importancia de la sonrisa y la risa de los bebés en la transmisión de información y la formación de los vínculos sexuales y familiares. Esta sería la base de las investigaciones de la antropóloga Helen Fischer, con una importante orientación de género. En la disputa y controversia constante entre la Genética y el Aprendizaje como determinantes de las conductas pareciera que Desmond Morris toma claro partido por la Genética, que encuentra causa de comportamiento tan diversos y complejos como la estructura de clases sociales, el lenguaje, las creencias que sostenemos, la religión, etcétera. Probablemente en esta discusión pase como en muchas otras, que la solución del dilema termine por reconfigurar el doblete y desaparecer el dilema como conjunto doble de proposiciones contrarias o contradictorias. Por lo demás es un libro notablemente bien escrito, humorístico por momentos e irónico en algunas partes, lo que determinó que fuera criticado por carencia de rigor científico. Tuvo una continuación, El zoológico humano, en el que Morris continúa su investigación desde la perspectiva urbana, analizando el comportamiento de grupo en comparación con la conducta de los otros animales en el zoológico. Pasaré por alto completamente a propósito la notable, interesante y reveladora parte dedicada al Sexo, la que por cierto estoy seguro le aseguró al libro su categoría best-seller. Como buen mono desnudo, sé que ello servirá de acicate para que mis lectores emprendan la lectura de este libro, que no les defraudará pese a los años que han pasado desde su publicación. Por cierto, qué casualidad, acá está: http://ctinobar.webs.ull.es/1docencia/Cambio%20Social/DESMOND.pdf

IV
Breve Historia del Tiempo – Desde el Big Bang hasta los Agujeros Negros
 – Stephen Hawking (Oxford, UK, 1942)

Este libro del reconocidísimo Stephen Hawking ha alcanzado el no sé qué tan honroso título de ser el Libro de Divulgación más vendido en la Historia, con más de diez millones de ejemplares y quién sabe cuántos más por la vía filibustera y piratesca de los editores bamba. Es  un best-seller inmediato o repentino, montado sobre el inmenso prestigio de este genio en silla de ruedas, cuya enfermedad degenerativa (esclerosis lateral amiotrófica), como su vida privada y sus declaraciones en Ciencia, Filosofía y Religión revisten gran importancia para la Prensa. Que un libro de divulgación científica alcance esta cifra de ventas es sumamente raro, y más aún el estar 237 semanas seguidas en la lista de best-sellers de The Sunday Times, lo que ya es decir. Francamente no entiendo exactamente por qué es tan popular, aunque seguro tiene que ver el estilo simple de redacción y la ausencia de las matemáticas superiores necesarias para entender estos asuntos. Claro que las mates son insustituibles, y Hawking posee el don de explicarlas igualmente bien y sin demasiados muertos y heridos en el camino  (Alguien me dijo que cada ecuación que incluyera en el libro reduciría las ventas a la mitad. Por consiguiente, decidí no poner ninguna en absoluto. Al final, sin embargo, sí que incluí una ecuación, la famosa ecuación de Einstein, E=mc2. Espero que esto no asuste a la mitad de mis potenciales lectores). En la primera edición del libro había una introducción de Carl Sagan, que se retiró en las demás por problemas de copyright. Cuando se publicó Breve Historia del Tiempo en 1988 se daba en el terreno de la Física Teórica y Experimental una Revolución Copernicana con desarrollos de los que en América Latina no estamos advertidos, en particular alrededor de las llamadas GTU, o Grandes Teorías Unificadas, que tratan de explicar el Universo (el Cosmos, si se quiere, a tono del Segundo Documental de Ann Druyan y Neil DeGrasse Tyson - herederos de Carl Sagan - que se presentó este año 2014) a través de la unificación física y/o matemática de las fuerzas que definen la existencia del dicho Cosmos. Las Cuatro Fuerzas Clásicas a Unificar son la Gravedad, el Electromagnetismo (Unión de electricidad y magnetismo, vistas aparte hasta que William Faraday demostró que eran una y la misma), la Fuerza Fuerte (junta los protones del núcleo atómico entre sí a través de una partícula al efecto, el Neutrón) y la Fuerza Débil (que une la nube electrónica con el núcleo del átomo). Según tengo entendido estas Cuatro Fuerzas Clásicas están ya reducidas a Tres, aunque la verdad soy muy ignorante de estos temas y estoy seguro que otros saben de esto inconmensurablemente más sobre el estado actual de la Física Teórica y Experimental.        

Stephen Hawking y el Físico Matemático Roger Penrose (autor de El Camino a la Realidad, libro extraordinario, si bien extremadamente extenso) han trabajado juntos por décadas en el terreno científico y además han planteado ciertas ideas filosóficas controversiales, particularmente acerca de la existencia de Dios, lo que siempre asegura titulares periodísticos. Ambos mostraron ya en 1965 que las singularidades (nombre genérico de lo que hoy conocemos como Agujeros Negros) se podían formar a partir del colapso sobre sí mismas de masivas estrellas moribundas, por este motivo se les considera descubridores de los Agujeros Negros, si bien nunca “observaron” uno en el acto de serlo. Imaginemos que observamos desde hace milenios el cielo, lo que por cierto es verdad, hay registros muy antiguos de observaciones que los astrofísicos de hoy consultan. La observación en detalle de los fenómenos estelares genera hipótesis que los explican, y dichas hipótesis se basan en modelos teóricos matemáticos, que al explicar los fenómenos observados terminan además por predecir otros. Ello permite orientar la observación a través de telescopios, radiotelescopios, espectrógrafos y demás parafernalia tecnológica. El modelo Hawking-Penrose explica los fenómenos observados en el cielo en relación con la vida de las estrellas, cuyas diversas fases son fáciles de ver en nuestro inmenso Cosmos; por ello puede predecir otros fenómenos. Esto en Ciencia se llama un modelo consistente. Por supuesto, es posible que aparezca un modelo matemático más completo, que explique mejor los fenómenos y abra la perspectiva de la observación astrofísica, pero mientras esto no suceda se sostendrá el anterior. Así opera la Ciencia.       

En Breve Historia del Tiempo – Desde el Big Bang hasta los Agujeros NegrosStephen Hawking trata a éste – el tiempo – como la realidad relativista que es, desplegando temas de gran complejidad cosmológica como la Gran Explosión (Big Bang), la Teoría de las Supercuerdas (Strings) y los mismos Agujeros Negros (Black Holes). Parece inevitable que cuando un científico trata de explicar y divulgar conceptos científicos llegue al público desde la Historia, posiblemente porque ésta es una disciplina con la que el público está más familiarizado. La evolución de los conocimientos científicos a través de las edades suele resolverse en las biografías. Carl Sagan veía el origen del método científico en la Grecia insular, en el  Egeo del siglo VI a.C.; otros lo llevan a los siglos XVI y XVII, con el estudio de las biografías de Nicolás CopérnicoJohann KeplerTycho Brahe y Galileo Galilei; y en especial con los trabajos del inglés Isaac Newton (1642 – 1727). Hawking empieza desde acá hasta el Siglo XX y el desarrollo de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein y la Teoría Cuántica de Max Planck. Así explora cómo se ha entendido la naturaleza del Tiempo llegando a la determinación de las Flechas del Tiempo, un conjunto de partículas elementales que estarían en relación con el devenir unidireccional del tiempo. La Ciencia Ficción, por cierto, persigue a la Física y ha especulado grandemente con partículas elementales llamadas Taquiones que, se dice, gobernarían el tiempo. Pero acá paro la explicación, o tendría que escribir muchísimo más. Mejor léanse el libro, no sean flojos. En 2005 se sacó al fresco la Brevísima Historia del Tiempo, resumen de la que comentamos hoy. Pero por si acaso, y para que no digan que los dejo con lo chiquito en vez de lo grande, acá está el original:  http://antroposmoderno.com/word/Stephen_Hawking_Historia_del_Tiempo.pdf

V
Colofón

Que las fuerzas retardatarias en nuestras sociedades tienen éxito en su labor estupidizante de las masas es patente en el hecho que estos libros, que pueden bajarse de las redes y que son básicamente gratuitos o por lo menos extremadamente baratos, estoy casi seguro que no están en ningún Plan Lector de mi país. No son ni muy difíciles de leer ni muy largos, pero son muy buenos. La medida de nuestra ignorancia está en que siendo best-sellers, acá no son ni siquiera conocidos. Que el que tenga oídos, que lea.   

Crónicas de Lecturas - 87
Thomas Piketty – El Capital en el Siglo XXI

(Esta Crónica está dedicada a mi amigo y colega Miguel Miní)

“¿Podemos estar seguros de que una economía basada en el "libre mercado" y la propiedad privada siempre y en todas partes conduce a una división óptima, como por arte de magia? En una sociedad ideal, ¿cómo se organiza la división entre capital y trabajo? ¿Cómo se debe pensar el problema?”
(Thomas Piketty)

“Lo realmente llamativo sobre el debate hasta ahora es que la derecha parece incapaz de montar cualquier tipo de contraataque sustantivo a la tesis del Señor Piketty. En cambio, las respuestas han sido sobre todo los insultos. En particular afirman que el Señor Piketty es un marxista, y también lo es cualquier persona que considere la desigualdad de la renta y de la riqueza una cuestión importante”.
(Paul Krugman)

I
Marxismo, Historia e Intenciones

El revuelo causado por el economista francés Thomas Piketty (Clichy, 1971) con El Capital en el Siglo XXI (Le Capital au XXIe Siécle, París, 2013) llegó al Perú, y el fantasma del Comunismo volvió a quitarle el sueño a muchos que lo creían muerto y enterrado, pues creían que Comunismo y Unión Soviética eran la misma vaina, y no, pues. Guste o no, la participación en la Historia de Charly Marx Fico Engels – más sucesores y continuadores - ha sido decisiva y sus enemigos los han matado unas trescientas veces, y los tipos en cuestión no sólo se resisten a morirse, sino que sus ideas se han formateado para autorreplicarse generación tras generación. Esto debería preocupar a tirios y troyanos, la autorreplicación no es tanto racional como religiosa, y sabemos cuán peligroso es eso. Aunque la Unión de las repúblicas soviéticas se murió bien muerta y sin atenuante alguno, las ideas siguen allí y cambian sin desaparecer, en una dialéctica de desarrollo análoga a la de la religión. A mediados del siglo XX la mitad del mundo se montaba al marxismo de uno u otro modo, en los ´20 los socialistas y comunistas eran poderosos y alcanzaron un pico internacionalista con la Gran Huelga de los Docks de 1926. Nunca estuvo tan cerca el sueño de la Revolución Mundial y sabe Dios como hubiera sido la cosa. José Stalin trató de convertir el Socialismo en producto estandarizado ruso, y dedicó sus energías al frente interno hasta que Hitler le reajustó algunas ideas. Los teóricos se ahogaron en bizantinismos y divisionismos, que podemos llamar Herejías. La historia de las ideas del siglo XX d.C. se parecería a la Historia de las Ideas del siglo II d.C., con un pequeño cambio en el prefijo del –ismo.  

Mantener la unidad de pensamiento es problemático para organizaciones que se pretenden racionales. José Carlos Mariátegui en su moqueguana genialidad intuyó el mito en el Socialismo, probablemente por eso fue uno de sus profetas y mesías. Las Izquierdas devinieron en Iglesias y Capillas que reclamaban para sí la pureza ideológica y la ortodoxia. El monolitismo del Partido Comunista, cuco de tantos, parece haber estado sólo en las mentes de los temían que ganara, lo que pudo pasar a mediados de los ´60, cuando la economía soviética crecía más rápido que la de Estados Unidos. El Capitalismo occidental trató a lo bestia de responder al reto y remontar la marea, el Complejo Industrial – Militar que denunció Dwight Eisenhower en 1961 controlaba, como hoy, los resortes del poder político, económico, financiero y mediático a través de un Combinado Empresarial – Tecnocrático – Gubernamental. Las crisis se superaron de modo pragmático y creativo haciendo lo necesario, fuera keynesiano, socialdemócrata o francamente comunista. El colapso soviético no fue la victoria de un sistema sobre otro sino la del Complejo Militar – Industrial de Occidente sobre el Partido Comunista Soviético. Pero volvamos a Piketty, no se nos vaya a escapar. La victoria contra los Soviets dejó espinas sin resolver: Cuba, Corea del Norte, la República Popular China, Vietnam, el Socialismo del Siglo XXI, los nacionalismos izquierdosos árabes, los partidos Socialistas, los eurocomunistas y terceras vías, los verdes y demás izquierdas de todo tipo, asuntitos que aún están pendientes. Vale decir, la historia no se terminó, como los profetas tipo Fukuyama predijeron después y fallando encima.

Hoy en día los que nada tienen que perder excepto las cadenas (Manifiesto Comunista) se percatan con lentitud que la cosa no ha cambiado, y se están disgustando, otra vez. No se requirió Unión Soviética para las revoluciones de 1789, 1830, 1848, 1870, 1905, 1911 y 1917, eso sin contar las jacqueries o revueltas de hambre y las rebeliones post-soviéticas, cuestión menor que nuestra Derecha Bruta aún no capta. Y no es que Thomas Piketty tenga todo esto en la cabeza, pero tampoco es un pajarito inocente. Escribir un libro de título explosivo, referido a El Capital de Marx no es secundario ni lateral. El Capital en el Siglo XXI es un libro de Economía que trata de explicar la estructura y funcionalidad del Capital y el porqué de la Creciente Desigualdad. No es Política excepto para la Política Económica, no hay en él Programa Revolucionario alguno ni espeluznantes declaraciones ideológicas que levanten los pelos. Ello molesta aún más pues Piketty rechaza el Comunismo explícitamente, lo considera uno de los dos polos (Simon Kuznets y su optimismo desaforado es el otro) a rebatir y de los que hay que alejarse. Cualquier idiota puede agitar el cotarro, fabricar munición ideológica sólida es muy diferente. Ya que Piketty es tan explícita y conscientemente a-revolucionario, es raro que le acusen de criptomarxista. El Premio Nobel de Economía Paul Krugman lo dice bien claro en el epígrafe que hemos escogido: Para la Derecha marxista es quien considere la desigualdad de la renta y de la riqueza una cuestión importante. Piketty dice esto: Pertenezco a una generación que cumplió los dieciocho en 1989, (…) no sólo (…) bicentenario de la Revolución Francesa, sino (…) el año en que el Muro de Berlín cayó. (…) a una generación que alcanzó la mayoría de edad (con) la caída de las dictaduras comunistas y nunca sentí el más mínimo afecto o nostalgia por (…) la Unión Soviética. Fui vacunado de por vida contra la floja retórica convencional anti capitalista, (que) simplemente ignora el fracaso histórico del comunismo (…). No tengo ningún interés en la denuncia de la desigualdad o el capitalismo per se (…) desde que las desigualdades sociales no son en sí mismas un problema, siempre y cuando estén justificadas, es decir, "se funden únicamente en la utilidad común" (…). De qué se asustará entonces la Derecha, me pregunto. Tratemos de encontrarlo en esta Crónica.

II
Confesión de Parte, Lectura en Z, Traducción, Autor y Cómo se Reparte una Torta

No me alargaré innecesariamente: Recibí El Capital en el Siglo XXI tres meses ha, de mi amigo y colega Miguel Miní (que otorga amable e inmerecida atención a estas Crónicas), en su traducción del original francés al inglés por Arthur Goldhamnmer para Harvard University Press, Cambridge, UK. Mi inglés es bueno y mi francés presenta brechas, así que agradecí el alcance y decidí escribir la Crónica. La primera revisión produjo mi artículo EFECTOS PIKETTY: Ideología y Política sobre la Creciente Desigualdad, y hace cinco semanas me llegó la traducción al castellano de la traducción del inglés del original francés, y ello, tan malo en plan literario, en Ciencia y Economía no lo es tanto. El texto es francamente infame, por el uso del Traductor semiautomatizado on line de Google, y requiere correcciones que se reflejarán en las citas. El best-seller se publica en castellano en Octubre, y no es impertinente reseñarlo en Julio, todo será provisional hasta disponer de una adecuada traducción. Si hay errores ahora los reivindico, dados mis límites científicos e idiomáticos, y que Orfeo me proteja. La obra tiene casi mil páginas, de las que mucho es fuentes, cuadros, citas y bibliografía. Es lectura grande, pero sin especiales dificultades de comprensión lectora, que puede mejorarse sabiendo más matemáticas, incluso hay partes que Piketty reconoce pasibles de eventualmente ser pasadas por alto. A pesar del Traductor On-Line se reconoce una redacción correcta e incluso elegante, centrada en el lector, entre coloquial y científica. Hay un gran despliegue de información empleada para demostrar sus Tesis centrales, lo que justificaría matricularse en un seminario sobre el libro, pero el tiempo me obligó a una lectura en Z de las diversas secciones, deteniéndome acá y allá donde me parecía más interesante y novedoso y tratando de evitar prolijidades. Como toda lectura se justifica en su objetivo, y el mío no es la erudición –que me gustaría – no tengo pretensiones sino de resumir el texto para encajarlo en una Crónica del carácter que mis lectores conocen. 

Thomas Piketty es un profesor francés especializado en Distribución de la Renta y Desigualdad Económica. Desde el 2000 es Director de Estudios de EHESS (École des Hautes Études en Sciences Sociales), y en la actualidad es profesor asociado de la Escuela de Economía de París. En su Currículum Vitae no dice en qué Universidad estudió, pero terminó el Bachillerato en Matemáticas Superiores en 1987, y en 1993 se doctoró en Ulm (Programas  Doctorales Europeos). Posee respetable cantidad de Premios, Distinciones Académicas y cargos de enseñanza e investigación en sus áreas de desarrollo. El Capital en el Siglo XXI se basa explícitamente en muchos trabajos anteriores, donde se recabó una cantidad monumental de data. Su padrino en estas lides intelectuales es Paul Krugman (Albany, 1953), Premio Nobel de Economía 2008. Resuelto así Quién es el Autor y sus Pergaminos, veamos de qué va la obra que combina tres ciencias: Economía, Historia y Estadística. Como todo trabajo científico, posee un corpus de Datos y su interpretación respectiva, que en este libro se entrelazan con elegancia, dando una imagen mental de la evolución del Capital en la Historia. Decir Estadística es decir números o cifras, y para entender el tema del libro hay que entender el gran problema de la Política Económica: El Reparto de la Torta (la renta nacional) y sus dos encontradas posiciones: Reparto equitativo o inequitativo basado en el Crecimiento, a fin que a cada cual le toque una parte sustancial aunque no equitativa. Esta Torta se divide en tres a cuatro porciones desiguales según los Factores de la Producción: la Renta del Trabajo (Salarios, sueldos, emolumentos, etc.), la Renta de la Tierra (Alquileres, se subsume en el Capital), la Renta del Capital (Utilidades) y la Renta del Estado (Impuestos, Tasas, Tributos). Tras los Factores están las familias, las empresas y el Estado. El Estado es un Igualador que previene estallidos sociales y mantiene estable el sistema, extrayendo parte de las Utilidades para redistribuir ingreso a las Familias. Piketty distingue del “Capital” el llamado Capital Humano, concepto que considera errado. El Capital en el Siglo XXI demuestra que el porcentaje de la Torta asignado al Capital crece progresivamente a lo largo de los últimos dos siglos y medio, y se lleva cada vez más la parte del León, propiciando una Creciente Desigualdad, pese a períodos contrarios. Aquí el Contenido del libro:
Renta y Patrimonio
1. Ingresos y Egresos
2 Crecimiento: Ilusiones y realidades
Dinámica de la relación capital / ingresos
3. Las metamorfosis de capital
4. Desde la vieja Europa al Nuevo Mundo
5. La relación capital / ingresos sobre el largo plazo
6. La división entre capital y trabajo en el siglo XXI
Estructura de la Desigualdad
7 La desigualdad y la concentración: Preliminar Rodamientos
8. Dos Mundos
9. La desigualdad de los ingresos laborales
10. Desigualdad del Capital Ownership
11. Mérito y Herencia en el largo plazo
12. La desigualdad de la riqueza mundial en el siglo XXI
Cuarta parte: La regulación de capital en el siglo XXI
13. Un Estado Social para el Siglo XXI
14. Repensando el impuesto sobre la renta progresivo
15. Un impuesto global sobre el Capital
16. La cuestión de la Deuda Pública
        
Thomas Piketty señala el carácter de El Capital en el Siglo XXIMi objetivo al escribir era hacer este libro accesible a personas sin ninguna formación técnica especial, mientras que el libro junto con el anexo técnico deberá satisfacer las demandas de los especialistas en el campo. Este procedimiento también me permitirá publicar versiones y actualizaciones en línea de las tablas, gráficas y (demás) aparato técnico. Doy la bienvenida a los aportes de los lectores del libro o página web, que pueden enviar sus comentarios y críticas a piketty@ens.fr. El link de acceso al libro en scribd es este: http://es.scribd.com/doc/227491704/Thomas-Piketty-Capital-en-El-Vigesimo-Primer-Siglo-Espanol#download

III
Tesis Fundamentales, y la Primera Parte

Las preguntas que este libro trata de responder están ya en la Introducción: La distribución de la riqueza es uno de los temas más discutidos y controversiales de la actualidad. (…) ¿Qué es lo que realmente sabemos acerca de su evolución en el largo plazo? ¿La dinámica de la acumulación de capital privado conduce inevitablemente a la concentración de la riqueza en cada vez menos manos, como Karl Marx creía en el siglo XIX? ¿O es que las fuerzas de equilibrio de crecimiento, la competencia y el progreso tecnológico en las etapas posteriores del desarrollo llevan a la reducción de la desigualdad y a una mayor armonía entre las clases, como Simon Kuznets pensaba en el siglo XX? ¿Qué sabemos realmente acerca de cómo la riqueza y los ingresos han evolucionado desde el siglo XVIII, y qué lecciones podemos obtener de ese conocimiento para este siglo? Dentro de las varias tesis está la provocadora Cuando la tasa de rendimiento del capital supera la tasa de crecimiento de la producción y los ingresos, como lo hizo en el siglo XIX y parece muy probable que lo haga de nuevo en el siglo XXI, el capitalismo genera automáticamente las desigualdades arbitrarias e insostenibles que socavan radicalmente los valores meritocráticos en que se basan las sociedades democráticasSi esto es posible de ser demostrado – parece que este libro tiene éxito en demostrar lo que se propone - el Capitalismo y la Democracia serían incompatibles. El automatismo determinista del capitalismo suena tanto a Marx que no sorprende que haya quienes se lleven el susto de sus vidas, pero Piketty no tiene nada de marxista ni de “bolivariano”, más bien parece un neokeynesiano tibiecito, partidario de la Democracia y sus Controles y Regulaciones: la distribución de la riqueza es una cuestión demasiado importante para dejarla en manos de los economistas, sociólogos, historiadores y filósofos. Es de interés para todos, y eso es una buena cosa. En todo caso, sus pertinentes disquisiciones sobre Thomas MalthusArthur YoungDavid Ricardo (teoría de la Escasez), Marx y Engels orientan el problema de los datos en la dirección que quiere. No duda el autor en usar datos cualitativos históricos y literarios de entre 1790 y 1830, en particular Dickens, Jane Austen, Balzac y Zolá, y Los Miserables de Víctor Hugo; así como las leyes de la época que investiga. Ni le hace ascos a la data cuantitativa: Balzac muestra la renta de la tierra en Francia en el 5 %. Plantea el autor dos polos de los que desea igualmente alejarse: El catastrofismo apocalíptico de los marxistas, y el ”cuento de hadas” del crecimiento, que personifica en Simon Kuznets (1901 – 1985), según el cual la desigualdad de ingresos se reduciría automáticamente en las fases avanzadas de desarrollo capitalista, independientemente de las opciones de política económica u otras diferencias entre los países. Queda claro que Piketty no cree en “pilotos automáticos”.

Estas disquisiciones se apoyan en sólidos instrumentos matemáticos e ingente data sistematizada por un internacional equipo de investigación. Su ámbito es el mundo y el espacio cronológico desde fines del Siglo XVIII. Metodológicamente recurre a los métodos de la estadística y los modelos matemáticos como a los de la Historia y otras disciplinas sociales. En ello Piketty es algo iconoclasta: la (…) economía aún tiene que superar su pasión infantil por las matemáticas y para la especulación puramente teórica y a menudo altamente ideológica, a expensas de la investigación histórica y la colaboración con las otras ciencias sociales. Los datos son más abundantes y precisos para Europa Occidental – Inglaterra y Francia – y Estados Unidos, es posible que ello influya en el sesgo de lo que llama Fuerzas de Divergencia (Creciente Desigualdad) y Convergencia (Decreciente Desigualdad). Los conceptos de Divergencia y Convergencia son centrales y aluden a la creciente / decreciente relación del Delta de la Tasa de Crecimiento Económico con el Delta de la Tasa de Rendimiento del Capital, que tienden a concentrar y difuminar los casos particulares. Es una dificultad menor para las grandes tendencias. Parece compartir un sesgo con Marx en la percepción del conflicto, enfrentamiento o división entre capital y trabajo, pero no trata de relacionarla con una explicación tipo Lucha de Clases, por ejemplo, que en capítulo posterior se pregunta si no será más bien Lucha de Deciles o Centiles. Parece que cada vez que se cruza con un concepto en potencia peligroso, por el que pudiera tildársele de marxista o izquierdoso, da un conceptual paso atrás y define heurísticamente, es decir para no hacerse problemas. Es posible  que allá esté la razón subyacente de lo cripto de la acusación de criptocomunista. Porque en la otra no carece de claridades: Si la división entre capital y trabajo da lugar a tantos conflictos, se debe ante todo a la extrema concentración de la propiedad del capital. La desigualdad de la riqueza y de la consiguiente renta del capital de hecho es siempre mucho mayor que la desigualdad de los ingresos del trabajo.

La Primera Parte de la obra se considera puede pasarse por alto si se tiene ya la información. Presenta y desarrolla ciertos conceptos macroeconómicos y los procesos históricos que llevaron a la situación actual, con algunas, pocas, proyecciones al resto del siglo XXI. En el capítulo 1, Ingresos y Egresos, presenta los conceptos de renta nacional y capital, y examina la relación capital / ingresos. Luego describe con amplias pinceladas la evolución de la distribución mundial de los ingresos y la producción, con énfasis en la tendencia a separarse del ratio de ingresos del Capital en referencia a los del Trabajo. En el capítulo 2 (Crecimiento: Ilusiones y realidades) presenta un detallado análisis del Crecimiento Demográfico y sus proyecciones, en relación a la tasa de crecimiento de la producción desde la Revolución Industrial e incluso antes. En esta primera parte del libro no hay declaraciones especialmente espectaculares, pero siempre conviene recordar que el Crecimiento Económico per cápita – es decir la mejora específica de los niveles de vida – está siempre en relación con la tasa de Crecimiento Demográfico. Esta verdad conviene recordarse por que el Reparto de la Torta per cápita está en relación directa con el número de personas con las que se comparte. Esta sencilla verdad la pasan por alto los entusiastas ministros de economía al hablar del crecimiento económico. 

IV
El concepto de Capital, y la Segunda y Tercera Partes

Entre muchos otros importantes conceptos que Thomas Piketty explica, probablemente el más flojo – y con seguridad más criticado – es el muy central concepto de Capital. La definición de algo tan importante como un concepto incluido en el mismo título de la obra merecería a nuestro ver de todos los cuidados, y en vez vemos flojedad analítica (salvo error), probablemente por la razón antedicha de retroceso conceptual para disponer de un concepto manejable y a la vez evitar polémica. Pero la consecuencia de habitar el punto medio es la recepción indiscriminada de proyectiles de ambas direcciones. La Izquierda ve contradicción en la ahistoricidad del concepto Capital, en tanto que a la Derecha le parece conceptualmente limitado al no abarcar lo necesario. Piketty dice: El (…) "capital", incluye todas las formas de riqueza que los individuos (o grupos …) pueden poseer y que pueden ser transferidos o negociados a través del mercado de forma permanente. En la práctica, el capital puede ser propiedad de particulares (… "capital privado") o de los organismos gubernamentales (…) ( --- "capital público"). Por supuesto dice mucho más, pero ello parece más bien ser para acotar el concepto Capital junto a otros conceptos como Ingresos, Riqueza, Renta, lo Privado / Público, lo Nacional / Extranjero, el PBI, el PNB, etcétera. Acota pero no  amplía, y es posible que éste sea su talón más al descubierto. Me sorprende que la Derecha no lo haya usado más para atacarlo. Sin embargo el concepto de Capital crece a lo largo de toda la obra, aunque nunca escapa de su ahistoricidad, que más que ser una idea integrada es un carácter que se le añade. En la Segunda Parte (La dinámica de la relación Capital / Ingresos) de la obra se hace un recuento del desarrollo histórico de las perspectivas de la evolución a largo plazo de la relación entre el Capital y los Ingresos con la División Global del Ingreso Nacional entre Trabajo y Capital en el Siglo XX y de su proyección hacia el XXI, con todas las precauciones. En Las metamorfosis de capital (Capítulo 3) se analiza la evolución del capital en Inglaterra y Francia desde el Siglo XVIII, sobre los cuales posee buena cantidad de data. El capítulo 4 (Desde la Vieja Europa al Nuevo Mundo) reproduce el esquema del anterior, referido a Alemania y Estados Unidos. En los capítulos 5 (La relación Capital / Ingresos sobre el largo plazo) y 6 (La división entre Capital y Trabajo en el siglo XXI) el análisis se extiende a la totalidad del globo terráqueo, en la medida que las fuentes y data que posee se lo permiten, extrayéndose lecciones importantes al respecto, particularmente en la proyección al futuro.

 La Tercera Parte de la Obra (La estructura de la desigualdad) es la más larga, y dada la extensión que mi Crónica va alcanzando trataré de presentar temas sin tantos detalles. El Capítulo 7 (La desigualdad y la concentración: Preliminares) familiariza al lector con un concepto matemático fundamental en la Física y otras Ciencias Duras, que primera vez que veo aplicado a la Economía: Los órdenes de magnitud, aplicados a la Desigualdad. Un concepto intuitivo de éstos conduce al número de ceros o cifras significativas en posiciones anteriores y posteriores a la coma decimal, que se explicitan en potencias: La cifra 200 (2 x 102) es un orden de magnitud superior a 20 (2 x 101) y dos órdenes de magnitud inferiores a 20,000 (2 x 104). Distinguir entre órdenes de magnitud permite comprender el impacto de la Desigualdad, pues las diferencias de distribución de la renta del Trabajo (Sueldos y Salarios) con las rentas del Capital (Utilidades) registran en el tiempo diferencias de varios órdenes de magnitud diferentes, lo que impacta negativamente en la percepción de la desigualdad: No es lo mismo tener el doble de plata que tener diez o cien veces más plata, y a los coeficientes GINI nos remitimos. El capítulo 8 (Dos Mundos) compara a Francia con los Estados Unidos en cuanto a la dinámica histórica de la Desigualdad, mientras que los capítulos 9 (La desigualdad en los ingresos laborales) y 10 (La desigualdad en la Propiedad del  Capital) amplían el análisis a los países para los que cuenta con información sobre las desigualdades entre  Trabajo y Capital. El Capítulo 11 (Mérito y Herencia en el largo plazo) se dedica al acucioso estudio de las diferencias de Capital producidas por la Herencia en comparación a la Meritocracia en el largo plazo. Es este un tema liberal fundamental, en parte por ser donde se muestra en mayor proporción y con mayor sorpresa la contradicción entre Capitalismo y Democracia, e importante de entender en sociedades estamentarias como la nuestra. La riqueza heredada en el largo plazo – rasgo definido de nuestra sociedad - presenta determinantes de conflicto social agudo. Es interesante en esta parte el análisis del llamado Dilema de Rastignac. El Capítulo 12 (La desigualdad de la riqueza mundial en el siglo XXI) analiza las perspectivas para la distribución mundial de la riqueza en las primeras décadas del siglo XXI.
 
V
Cuarta Parte, Conclusiones y Críticas

La Cuarta y última parte del libro (La regulación de capital en el siglo XXI) trata de obtener de las tres anteriores, de la data y sus interpretaciones desplegadas hasta acá ciertas conclusiones prescriptivas, normativas y de política. Se distinguen aquí preocupaciones no exclusivamente economicistas en el autor. Es notable la visión globalizada y preocupaciones humanistas de este matemático y economista: Hoy, en la segunda década del siglo XXI, las desigualdades de riqueza que supuestamente habían desaparecido están cerca de recuperar o incluso superar sus máximos históricos. La nueva economía mundial ha traído consigo inmensas esperanzas (tales como la erradicación de la pobreza) e igualmente inmensas desigualdades (algunas personas ahora son tan ricos como países enteros). ¿Podemos imaginar un siglo XXI en el que el capitalismo va a ser superado en una forma más pacífica y más duradera, o debe simplemente esperar a la próxima crisis o la guerra siguiente (esta vez verdaderamente global)? En el capítulo 13 (Un Estado Social para el Siglo XXI) se examinan las condiciones actuales – en especial las tributarias - de un “estado social” tanto en los países ricos como en los pobres y emergentes, considerado importante para llegar a lo que podríamos llamar el maximalismo idealista de Piketty, en donde se concentran las iras de los economistas que se niegan a salir de sus acogedores modelos e indicadores: la política ideal para evitar una espiral sin fin y no igualitaria (…) sería un impuesto progresivo y global del capital. Tal impuesto tendría también otra virtud: sería exponer la riqueza a un control democrático, que es una condición necesaria para una regulación efectiva del sistema bancario y los flujos internacionales de capital. Un impuesto sobre el capital promoverá el interés general sobre los intereses privados, la preservación de la apertura económica y de la competencia. Lo mismo no puede decirse de las diversas formas de retirada a las identidades nacionales o de otro tipo, (…) alternativa a esta política ideal. Pero un impuesto (…) global sobre el capital es sin duda un ideal utópico. ¿Impuesto, dijiste? ¿Y además, Global? Anda, báñate. Y sin embargo, hay experiencias como las de la Unión Europea que abonan al respecto, y donde comunes políticas monetarias pueden conducir a comunes políticas fiscales, conforme al concepto de Ideal útil que Piketty maneja.   

Los Capítulos 14 (Repensando el impuesto sobre la renta progresivo) y 15 (Un impuesto global sobre el Capital) abundan en los rasgos de este impuesto a la renta progresivo, en especial en relación con el Estado Social mencionado arriba, asumido por el autor no como sinónimo del Estado de Bienestar, sino más bien con base en las actuales prerrogativas del estado, las que Piketty considera, no sé si con razón o no, como más amplias e importantes que nunca. Creo que me voy a releer esta parte con más ahínco después. Por cierto, es probable que statements como este - que me interesa como Educador - sean los que indisponen a Piketty con la Derecha: El gasto en educación y salud consume un 10 al 15 % de la renta nacional en todos los países desarrollados en la actualidad. Existen diferencias significativas entre los países (…). La educación primaria y secundaria son casi totalmente libres para todos en los países ricos, pero la educación superior puede ser bastante cara, especialmente en Estados Unidos y en menor medida en Gran Bretaña. El Seguro de salud pública es universal (…) en la mayoría de países de Europa (…). En Estados Unidos, sin embargo, está reservado a los pobres y ancianos (lo que no impide que sea muy costoso). (…) El objetivo es dar igualdad de acceso a estos bienes básicos: todos los niños deberían tener acceso a la educación, independientemente de los ingresos de sus padres, y todo el mundo debería tener acceso a la atención médica, (…) sobre todo cuando las circunstancias son difíciles. Se evidencia que la visión de Thomas Piketty corresponde a un Enfoque de Derechos y lo desarrolla con amplitud. El capítulo 16 (La cuestión de la Deuda Pública) toca el candente aspecto de las crisis periódicas del Capitalismo, en particular la del 2008, y desarrolla y explica los patrones que el autor considera más óptimos para acumular capital público que disminuya los efectos del Capitalismo Patrimonial.  
Destacan entre las Conclusiones las metodologías del autor de esta obra. Antes de leer nos parecía todo esto una suerte de mamotreto, nos daba una especie de terror abordarla, más aún como lectura en pantalla; pero leerla resulta agradable por el fondo y por el esquema lógico desplegado más que por la data o la belleza en la expresión. Es importante en esta obra la “lógica subyacente de las cosas”, el “realismo tipo things as they are” e incluso la sindéresis monda y lironda que combinar el respeto a los hechos y conceptos con la amplitud de los instrumentos para conceptuarlos y operarlos. Entiendo que este libro colma por ello la expectativa más exigente, y es posible que ello sea también pecado original para una Derecha que aspira a desentenderse de la realidad, que prefiere indicadores parciales. No hay una tremenda Innovación Metodológica (emplea los métodos conocidos, pero no se sesga a los modelos matemáticos) ni radicalismo político de nuevo o viejo cuño. El asunto es más simple: La Tasa de Acumulación de Capital en los últimos dos siglos y medio ha crecido, comiéndose la mayor parte de la remuneración de la Producción y dejando al Trabajo tirando cintura. Es decir una suerte de Plusvalía sin el nombre, que yo uso sólo para hacerme entender. Pero las críticas atacan poco lo metodológico. Semana Económica del Perú en Mayo de 2014 argumenta que el Perú demuestra lo contrario de la Tesis Central de Piketty, al disminuir a la vez la pobreza absoluta y la desigualdad relativa. La conclusión parece algo pedante sin pasar por las numerosas premisas que un libro como este presenta, suena a wishful thinking tratar de matar al mensajero. Por supuesto, Piketty no me necesita, allá está su página web, vayan a ella y discutan estos asuntos. Pero las falacias e inexactitudes indican que el tema no es nada neutral. Si Piketty atacara al Capitalismo per se se entiende la ortodoxia, pero el susodicho es un convencido del Libre Mercado, y señala períodos en que la desigualdad decrece, eso no lo descubre Semana Económica. También señala ser premisa moral que la Desigualdad se considere un problema, cuando el autor es explícito en lo contrario. Hay dos puntos más de interés: La determinación de la Pobreza y la Desigualdad, que en el Perú se basa en una artificial y sobredimensionada Línea de pobreza, y la existencia patente de una economía sumergida, de paraísos financieros, comercio ilegal de toda clase (metales preciosos, estupefacientes, armas, tráfico de personas, turismo sexual, etcétera), dinero de la corrupción masiva, trabajo no remunerado de amas de casa y niños, esclavitud escondida; que nunca son ejemplo de equidad. En suma, si Piketty equivoca sus cifras, es probable que sea más bien por defecto.
   
VI
Un Colofón algo extenso

No sorprende que a Piketty no le hayan dado bola en el Perú sino a regañadientes. Soy afortunado por reseñarlo, pues piensa y habla claro, y no se refugia tras metafísicos pilotos automáticos. La crítica no es por lo que piensa sino por cómo lo piensa, sin dejar rendija por donde se pueda uno escapar, como si el acto mismo de pensar fuera penalizable. Piketty no usa de su potencia metodológica por solidaridad de clase o algún tipo de ética social o política, su horizonte es el método científico. La solidaridad de clase se discute y la ética se relativiza ¿qué haces con una verdad científica, excepto aceptarla?: Para que quede claro, mi propósito aquí no es defender la causa de los trabajadores contra los propietarios, sino ganar una visión de la realidad lo más clara posible. (…), la desigualdad de la capital y el trabajo es un tema que suscita emociones fuertes. Esto choca con las ideas muy extendidas de lo que es y no es justo, y no es de extrañar si esto lleva a veces a la violencia física. En nuestro artículo anterior nos preguntábamos: ¿Habrá tratado Piketty de ser Karl Marx (…) o simplemente de vender su libro como pan caliente (…)? ¿Es éste el principio de un neomarxismo? A estas alturas podríamos cultivar la ambivalencia y decir que ni no ni sí, sino todo lo contrario. Pero somos enemigos de falacias y paradojas, aunque me parezca que Piketty juega con Marxma non troppo, y también vende libros como pan caliente en parte gracias a Marx, un poco como los polos con la figura del Che Guevara.

Un cierto neomarxismo puede parecer posible, a nivel metodológico más que ideológico, por el desapego frente a los modelos matemáticos positivistas (que Piketty no rechaza de plano) y la humanización de la economía desde las ciencias sociales. El Capitalismo es una realidad existente, no una entelequia, obsérvese al efecto su interesante ley fundamental del capitalismoLa fórmula α = r × β es una identidad de contabilidad pura. Puede ser aplicada a todas las sociedades en todas las épocas de la historia, por definición. Aunque tautológica, no obstante, debe ser considerada como la primera ley fundamental del capitalismo, ya que expresa una relación simple y transparente entre los tres conceptos más importantes para el análisis del sistema capitalista: la relación capital / ingresos, la participación del capital en el ingreso, y la tasa de rendimiento del capital. Pero lo que no se le perdona a Piketty es ser inteligentemente heterodoxo, en general más que sus críticos. Llegar a conclusiones análogas a las de Marx, sin ser él mismo marxista y sin siquiera haber leído El Capital, habla, inclusive de cierto desenfado que no nos es desagradable. Estaremos alerta para ver qué sigue después.    


     CRÓNICAS DE LECTURAS - 88
AJEDREZ

“Dios mueve al jugador / y este a la pieza / ¿Qué Dios detrás de Dios, / la trama empieza?”
(Jorge Luis Borges)

I
Contra el Ajedrez

Qué extraño sonará a los que me conocen (en especial a Fito) que dispare contra los trebejos y los 64 escaques, cuando soy ajedrecista desde  décadas atrás. Más extraño aún sonará a los que compartieron ese tiempo feliz en que nos reuníamos los sábados por la tarde y noche a organizar no apoteósicas francachelas (esas vendrían después), sino campeonatos de Ajedrez con Sistema Suizo y todo, y reuníamos jóvenes de diversas generaciones con adultos de diversos tonelajes. El amor a los Gambitos, las Aperturas y los Fianchettos unía este conjunto, aunque no todos asistían siempre, lo que hacía que uno tentara la posibilidad de alzarse con la “chanchita” (las cuotas de inscripción) hechas mediante una pequeña erogación de cada jugador al inicio de cada match. Fueron buenas épocas que colapsaron por rudas y sucesivas crisis económicas, políticas y sociales, y pasó cada cosa que a estas alturas mejor no meneallo. A los jóvenes de hoy el Ajedrez no los convoca como antes, puede que les resulte demasiado difícil, aunque ello no es consistente con la complejidad y dificultad de los juegos de computadora o de naipes que están de moda, por ahí no va la cosa. Yo lo atribuyo a que el Ajedrez ha perdido su aureola de brillantez intelectual desde que el campeón mundial Garry Kasparov cometió el horrible desatino de perder ante una Computadora Deep Blue especial de IBM por 3,5 – 2,5 en 1997. En definitiva, el Ajedrez ni era tan intelectual ni los ajedrecistas tan genios como se pensaba. Si las reglas del Ajedrez y un número suficientemente grande de partidas y jugadas podían programarse en computadoras, y éstas vencer a Campeones Mundiales (el dicho Kasparov y Vladimir Krámnik en 2006), las funciones intelectivas del Ajedrez se ponían en cuestión, y no era descaminado pensar en abandonar la práctica del Ajedrez y expectar campeonatos que enfrentaran a las computadoras y sus soportes de silicio. Y esto es por una razón de enorme peso relativo a la naturaleza misma del juego del Ajedrez, que a diferencia de muchos otros- por ejemplo las Cartas o el Backgammon - es puramente racional y no permite al azar entrar por ninguna parte.

Claro que en nuestro país y en América Latina en general, salvo en círculos muy reducidos, creemos que los chanchos vuelan y consideramos la inteligencia con temor reverencial, la asociamos con la memoria y los despliegues eruditos, y nos parece que el Ajedrez es muy importante. Sabemos por experiencia que la inteligencia cuesta plata – tantos siglos de desigualdad de oportunidades se cobran peaje – y que para tener la opción de poseerla hay que tener apellido. Hoy ello desaparece, menos mal, aunque la exclusión económica se ejerza con inconsciente ferocidad pero con menor tolerancia social. De todos modos el Ajedrez ha perdido vigencia y si bien se continúa jugando, ya no es lo que solía ser en tiempos de LaskerAlekhineCapablancaTalPetrosianSpassky y Bobby Fischer. Dediqué muchísimas horas al Ajedrez, que practicaba diariamente y traté de aprender lo más posible, y me convertí en un jugador regular, con los amigos incluso jugábamos ajedrez a ciegas, sin tablero y usando la notación clásica. Me gustaba el Ajedrez, y no creía en lo que Miguel de Unamuno opinaba sobre éste en Contra esto y aquello. Pero conviene detenernos un tanto en el porqué  Unamuno escribió contra el Ajedrez: Comentaba una carta que el presidente del Club Argentino de Ajedrez le remitía al Rector de un colegio para incorporar la enseñanza y la práctica del Ajedrez a los planes de estudio. El artículo tiene algo menos de un siglo, pero la aspiración de integrar el Ajedrez en la Currícula escolar es vieja y siempre pondera las muchas ventajas que la práctica del Ajedrez poseería para la formación de los jóvenes, ya vimos lo vacío de estas afirmaciones. Lo real de esta solicitud, como otras análogas, está no en hacer de nuestros muchachos eximios practicantes del juego-ciencia, cuanto dar trabajo a los profesores de Ajedrez más o menos vinculados a la argolla de turno. Claro que la plata está más en el Fútbol, y a no ser que seas Atahualpa y te aprendas el juego de memoria, el Deporte Ciencia en el Perú dependerá no del inexistente interés estatal y/o privado, sino del esfuerzo de las familias de los jóvenes ajedrecistas. ¿Qué queda del Ajedrez tras todo esto? Pues lo que siempre ha habido: Un hermoso juego, en cuya práctica se puede encontrar alegría, que suele permitir el despliegue de la concentración, el cálculo y el análisis; además de enseñarte el valor del respeto a las reglas de juego.  

II
Aperturas

Una partida cualquiera de ajedrez suele dividirse en tres etapas diferenciadas: El Principio, el Medio Juego y el Final. Y la Literatura ajedrecística al respecto es ingente. Yo aprendí de mi tío Lucho de los Heros los primeros rudimentos del juego, y cuando a principios de los ´70 el Ajedrez se puso repentinamente de moda con motivo del Match del Siglo entre el estadounidense Bobby Fischer y el soviético Boris Spassky, empecé a jugar con mis amigos y llegamos a los matches de los sábados que he mencionado líneas arriba.  En el aprendizaje y práctica del Ajedrez se evoluciona de la Táctica a la Estrategia: Los aprendices se inician con juegos que son sólo una sucesión de episodios tácticos, y van adquiriendo con el entrenamiento la percepción de la partida como un todo estratégico. Cayó en mis manos – no recuerdo cómo - el Ajedrez del Gran Maestro argentino Ricardo Grau, y ese fue mi primer manual, por donde andará ese libro. Desde allí en adelante me compré más libros, empezando por Conocimientos Básicos del Ajedrez, de Julio Ganzo, que igual que Grau, empezaba por el final, es decir por los llamados Mates Elementales, método y práctica que yo también empleo cuando enseño Ajedrez: Matar con Rey y Dama, con dos Torres, con Torre y Rey, con dos Alfiles y Rey, y con Alfil, Caballo y Rey. Así se adquiere un sentido algo más estratégico del juego, eso de empezar por el principio no funciona cuando el objetivo final es capturar o matar al Rey adversario, no desplegar las piezas ni comerse los peones. En Ajedrez se comete fácilmente el error de sobredimensionar la importancia de las Aperturas, claro que es verdad que pocas partidas superan el Medio Juego, los Finales aparecen poco a no ser que seas buen ajedrecista y tu oponente también lo sea, en la mayoría de los casos se gana la partida si la apertura permitió un mejor desarrollo de las piezas y una adecuada ocupación del centro. En ABC de las aperturas, del ruso V. N. Panov, se dice: La partida de ajedrez viene a ser una batalla, por cuanto en ella, como en la guerra, combaten dos ejércitos. Y como en cada batalla, primero se movilizan las fuerzas, lo que en ajedrez se llama indistintamente evolución o desarrollo de las piezas. En todos los libros, eso sí, se hace hincapié metodológico en la importancia de analizar partidas de los grandes maestros, así como en la de realizar ejercicios. Y hacerlo así de verdad que enseña mucho.

Pero por otra parte, como no se es computadora, se necesita jugar muchísimo y con diferentes tipos de jugadores para poder conocer y controlar un número suficiente de aperturas y sus muchísimas variantes. Del autor Máximo Borrell adquirí todos sus libros de Aperturas de la Editorial Bruguera, pues era el compendio de éstas que estaba por entonces más a la mano, y porque parecía terriblemente importante disponer de ellas: Aperturas AbiertasAperturas SemiabiertasAperturas CerradasAperturas Semicerradas y Aperturas de Flanco. Pocas compras como ésta resultaron tan inútiles, lo que necesitas acá no es compendios de aperturas, es muchos jugadores con los que jugar y practicarlas. Y más funcionales me resultaron los tratados de variantes, como La apertura española de Max Euwe; La estructura de peones centrales, de Boris Persits; How to win in the chess openings (Cómo ganar en las Aperturas), de I. A. Horowitz. Si me lo preguntaran (nadie lo ha hecho, pero igual meto cuchara), yo limitaría el estudio de las aperturas a las variantes de movimiento de apertura de peones de AR – R – D – AD y su influencia en la ocupación de las casillas del centro del Tablero. O para seguir la nomenclatura, las aperturas conocidas bajo los nombres de Giuoco Piano, la Apertura Española – conocida también como Ruy López, y diferente del Giuoco solo en una casilla de movimiento del Alfil del Rey -, la Defensa Francesa y sus variantes Winawer y Tarrasch, la muy conocida y jugada Defensa Siciliana, la Apertura Inglesa, la Apertura Réti, la Defensa Alekhine – con su elegante y desconcertante movimiento del Caballo de la Dama – y los diversos Gambitos (entrega de una pieza a cambio de ganar posición).  Como dice con gran acierto Ricardo Aguilera en El espíritu de la apertura – Estudio simple y lógico de la teoría en Ajedrez: Nada sería tan engañoso para el aficionado como tratar de retener en la memoria las incontables líneas de juego en las aperturas y considerar este caudal teórico como infalible arma de victoria. El memorismo y paporreteo es tan mortal en Ajedrez como en otras áreas del conocimiento. 
   
III
El Medio Juego

Como casi todo en la vida, empezar bien es importante, pero es en la cancha donde se ve el asunto. Decía Napoleón (buen ajedrecista él mismo) que en el amor y la guerra, para acabar hay que verse de cerca. Una vez que culmina el desarrollo de las piezas – cosa más difícil de lo que parece, recordemos que a un movimiento de las blancas viene uno de las negras, excepto en la poco conocida variante del Ajedrez de Marsella, de dos movimientos por bando – culmina la apertura, y si todo va bien estás ubicado en la posición donde la sucesión de los lances tácticos deberían llevarte a capturar el Rey adversario. Pero si las aperturas pueden eventualmente aprenderse – o programarse, si el jugador es cibernético -, el medio juego es poco previsible, las maniobras posibles a partir de cualquier posición en un tablero con 64 casillas y dieciséis piezas por bando son muy grandes en número, y se reducen únicamente por la lógica de las posiciones. He aquí en lo que sí resultan útiles las Aperturas, en prever posibles desarrollos, y sin embargo no necesitaríamos utilizarlas como las muletas que son si empleáramos mejor nuestras cabezas, esto se distingue maravillosamente bien en el libro del campeón Emanuel LaskerCommon Sense in Chess (Sentido Común en Ajedrez). Lasker fue el ajedrecista que retuvo el título más tiempo, de 1894 a 1921, aunque es posible que Alexander Alekhine hubiera durado más de no fallecer en posesión del título mundial en 1948.  La cosa es que Lasker era, además de ajedrecista, un buen matemático y filósofo, y cuidaba además muchísimo de las cuestiones psicológicas, empleando todos los recursos para vencer. En cuanto al juego mismo, sostenía la enorme importancia de la estructura formal de peones, y no le importaba demasiado la fase de apertura, la cosa era llegar al Medio Juego en una buena posición. De hecho es cierto que una sólida estructura de peones permite un sólido control de las propias líneas y buenas proyecciones en el Medio Juego.

Una ligera reflexión al respecto debería ayudar. Piénsese en una estructura de Peones atrancada, donde los dos jugadores no han intercambiado capturas, y más bien han llenado con sus Peones el centro y los flancos del tablero. Ello hace a los Caballos sumamente fuertes, dado que pueden saltar por encima de las demás piezas, en tanto que condena a Torres y Alfiles por lo general a una triste inmovilidad. El juego se vuelve posicional, de estructuras, donde las diagonales y columnas adquieren importancia y se preparan minuciosamente los ataques tratando de abrir espacios de control propio negándoselo al adversario, y colar las propias piezas en las líneas adversarias para dar el mate. Pero lo posicional no es lo único que existe en el desarrollo del Juego. Hay lances muy específicos del Medio Juego, un teórico que los conoce bien es Fred Reinfeld, que en uno de sus libros más populares, How to be a Winner in Chess (Cómo ser un Ganador en Ajedrez) desarrolla algunos de estos lances: El variable valor relativo de las piezas, que depende mucho de las posiciones, aunque en general la seguidilla vaya, de mayor a menor, más o menos así: Dama (O Reina) – Torre – Alfil – Rey (En cuanto a poder) – Caballo – Peón; es esencial para entender las ventajas y desventajas de intercambiar piezas. En general se defiende a la Dama pues perderla es casi siempre indicio de que la Partida se perderá, pero esto no es tan cierto. En posiciones abiertas conviene cambiar los propios Caballos por los Alfiles adversarios o “ganar calidad” cambiando Alfiles / Caballos por Torres adversarias. Los jaques descubiertos o dobles suelen ser mortales o cuando menos poner en serios aprietos a quien lo sufre. El Medio Juego casi siempre acaba en una Masacre de piezas, preparada poco a poco y desatada repentinamente, donde el jugador más hábil suele ganar una ventaja que le servirá para ganar el juego posteriormente.     

IV
Final (y un poco de Historia y Matemáticas)

De la masacre del Medio Juego emerge por lo general el Final, en el que pocas piezas han sobrevivido, y donde casi siempre hay alguna igualdad en el material o la posición. Pero no se produce siempre, pues cuando los jugadores son disparejos, el mejor a estas alturas ya ha vencido al menos dotado, aprovechándose de sus errores en la Apertura y el Medio Juego, y puede medirse la diferencia entre ambos notando en cuantos movimientos se demora uno en vencer al otro. Los Mates de comienzo de juego en ese sentido son casi siempre Mates Ayudados, es decir, uno ha hecho los movimientos precisos y necesarios para que el otro le dé mate. El Mate del Pastor es de cuatro jugadas, el Mate Loco es de dos, y el Mate Legal de Siete, y solamente podrían obtenerse de ser ayudados, a sabiendas o no, por el otro jugador. De modo que al Final tenemos caracteres de la Partida más o menos estereotipados: Pocas piezas, partidas abiertas, algunos Peones más o menos estructurados aquí y allá, aproximada igualdad en el material (Torre contra Torre, Alfil contra Caballo, o algo así). La eventual promoción de los peones a Dama u otra pieza es una constante espada de Damocles, suele premiar el esfuerzo de haber alcanzado la octava fila, y es normalmente un subproducto del Final, es extremadamente raro en el Medio Juego. La amenaza de coronar un peón es uno de los aspectos que suele decidir una Partida, y por ello en el Final suelen escenificarse feroces cacerías de los Peones que sobrevivieron al Medio Juego. Un jugador cuyos Finales pueden estudiarse con provecho es Bobby Fischer (1943 – 2008), campeón entre 1972 y 1975,  en su libro Bobby Fischer teaches Chess (Bobby Fischer enseña Ajedrez) donde se percibe su predilección por los Finales abiertos. Otro libro que consulté mucho tiempo fue The Art of Checkmate (El Arte del Jaque Mate) de Georges Renaud y Victor Kahn. El problema del jugador que podríamos considerar normal – y mi problema también – es que a no ser que pertenezcas a un grupo constante de ajedrecistas es difícil encontrar jugadores del mismo nivel. Los clubes tratan de juntarlos y por ello se hacen torneos constantes que permiten ubicarlos en un ranking, de donde emergen los realmente buenos jugadores. Pero lo que verdaderamente ha liquidado el Ajedrez es el hecho simple que las computadoras nos ganan a los seres humanos, y no hay ser humano que se respete al que le guste eso.

La Historia del Ajedrez sin embargo, es en sí gloriosa, y solo mandaré algunas pinceladas, si quieres saber más, busca en Internet. Las leyendas que rodean su invención tienen  lugar en India y Persia (Shah Mat en persa se traduce Check Mate en inglés y Jaque Mate en castellano) son muy hermosas, entre ellas la de los granos de trigo (sumatoria de potencias de 2 acumuladas) que denotan el misterioso poder del infinito de los grandes números metido en un Tablero limitado a 8 x 8 = 64 escaques. Hay antiguos juegos de mesa análogos al ajedrez de hoy y posibles parientes y/o antepasados: Ajedrez japonés, birmano, chino, persa (el shatranj), indio (el chaturanga), e incluso una versión denominada Ajedrez de Tamerlán, con un Tablero de 132 casillas y muchísimas y exóticas piezas y reglas de juego. Dícese, sin embargo, que el mejor Ajedrez en cuanto a capacidad es el actual, evolucionado en España e Italia de la mano de sus primeros campeones, entre ellos Ruy López de Segura, conocido a través de la compilación del Sabio Rey Alfonso XEl Libro de los Juegos. Los campeonatos oficiales mundiales son de fines del siglo XIX y van hasta la actualidad, con el hiato cibernético mencionado, que hace que nos preguntemos si el Campeón Mundial de Ajedrez es un jugador de Ajedrez o un Diseñador de Software. En todo caso, después que Fischer hizo puré la larga era del dominio soviético, los campeones mundiales fueron Anatoly Karpov (URSS, 1975 – 1985) y Garry Kasparov (URSS, 1985 – 1991; Rusia 1991 – 1993). Entre 1993 y 2006 la Federation International de´s Echecs (FIDE) se dividió, y Kasparov organizó la PCA (Asociación de Ajedrecistas Profesionales) con su propio campeonato, ganado por el propio Kasparov hasta el 2000 y luego por Vladimir Krámnik (Rusia, 2000 – 2006). En el mismo lapso, la FIDE tuvo varios campeones:  Anatoly Karpov (Rusia, 1993 – 1999), Alesandr Jálifman (Rusia, 1999 – 2000), Viswanathan Anand (India, 2000 – 2002), Ruslán Ponomariov (Ucrania, 2002 – 2004), Rustam Khazimdzhanov (Uzbekistán, 2004 – 2005) y Veselin Topalov (Bulgaria, 2005 – 2006).  En 2006 el Match entre Topalov y Krámnik permitió reunificar el Título, que quedó en manos del segundo hasta 2007, en que  Viswanathan Anand lo gana hasta el 2013, en que el noruego Magnus Carlsen lo gana hasta hoy.          

V
Colofón

Dudo mucho que el Ajedrez vuelva a ser lo que fue. Además, la verdad es que mi computadora me gana a veces, y eso que siempre le salgo con mi Apertura Ruy López y siempre me responde lo mismo (A3A), y no sé cómo hacer para que me juegue distinto. Asimismo, la notación geométrica de ahora es bastante mejor que la antigua pero, qué quieren, uno está acostumbrado al buen y viejo P4R. El Ajedrez fue una parte sustancial y muy agradable de mi vida y de todos modos es un juego bonito. Veo además que no he mencionado la intervención del Ajedrez en la Literatura, lo que tal vez justifique otra Crónica. Y a otra cosa, mariposa.

CRÓNICAS DE LECTURAS – 89
Winston Churchill y La Segunda Guerra Mundial
 I have nothing to offer but blood, toil, tears and sweat. 
("No tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor")
Winston Spencer Churchill

I
La Segunda Guerra Mundial, y yo

Cuando yo era chico habían los “tíos de cariño”, que para variar hoy se llaman igual. Óscar Chávez Tafur, papá de mis casi hermanos CiletteKuno y Óscar Felipe, calificaba como tío poseedor de una tentadora biblioteca en la que no podía leer mucho porque cuando íbamos de visita no se suponía ello habiendo tres primos de mi tonelaje prestos a cuanto juego había en el cielo y en la tierra. Mi buen tío Óscar era celoso de sus libros, así que seguro los leía. Tenía una colección que historiaba completita la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), escrita por Winston Spencer Churchill (1874 – 1965), fallecido el mismo año que mi abuelo. La colección constaba de seis gruesos tomos encuadernados en color rojo y se llamaba Historia de la Segunda Guerra Mundial. Yo escuchaba mucho de la Guerra por la familia de mi madre, descendiente de croatas venidos al Perú como súbditos austrohúngaros. La seguridad de los tíos que quedaron en Dubrovnik preocupaba a mis parientes pues la región era tan inestable entonces como ahora: Al viejo régimen monárquico de Yugoslavia le siguió la invasión nazi y el  desmembramiento sobre bases étnicas, luego vino una feroz guerra de resistencia y el régimen comunista de Josip Broz (a) Tito. Tratar de saber algo al se imponía, después de todo se trataba de la familia, pero nadie hablaba de ello y no se les puede culpar. Como yo estaba habituado a leer con rapidez y devorar libros, tras gestiones de alto nivel entre padres de familia, mi tío Óscar accedió a prestarme sus volúmenes uno por uno, de modo que yo leía uno, lo devolvía y sólo entonces mi tío soltaba el otro. Recuerdo poco lo leído, aunque sí lo disfruté mucho, en especial porque fue una lectura apremiada si bien la agilicé no leyendo notas ni pies de página.

Años después mi conocimiento de las Guerras Mundiales aumentó mucho. En la adolescencia uno es excitable y quiere saber todo sobre la Guerra, parece un rasgo que define ese período. Leía colecciones de Historia y me gustaba entrar en el detalle. La parte militar la sentí más o menos superada gracias a los fascículos – en particular Así Fue la Segunda Guerra Mundial de Anesa Noguer Rízzoli. Pero a Churchill no lo volví a leer hasta que heredé dichos libros de mi padrastro: Allí estaba, misma encuadernación y color, misma cantidad de tomos, mismo acabado, pero en inglés. Me propuse leerlo en sus originales seis tomos y 6000 páginas. Como mis trabajos me obligaban a moverme, el tiempo no era abundante, así que leía en os sitios más inverosímiles. Leía libracos de 900 páginas en transportes públicos, restaurantes, parques, paraderos; y más de uno preguntó. Además llevaba y consultaba el Diccionario, imagínense lo lleno que iba el portafolio o lo abultado de la mochila de aquellos días. Cuando lees en inglés debes usar el diccionario bilingüe si y sólo si las circunstancias son desesperadas, es decir si no entiendes ni papa. Porque si aprendes inglés de veras tienes que sumergirte y ahí no hay tu tía: Inmersión significa exactly what its mean: No more, no less. Y eso significa un masivo uso del diccionario monolingüe cada vez que es necesario, lo que puede ser entre 2-3 y 8-10 veces por página. Parece pesado pero uno se acostumbra. El mejor diccionario monolingüe para mí es el Oxford Advance Learner´s Dictionary, cuyas sucesivas ediciones lo mejoran más, si eso es posible. Aclaro que todas las traducciones del inglés en esta Crónica son mías de mí, con todos los errores propios de mi condición humana.

La obra de Winston Churchill posee continuidad excepcional, él la consideraba lo último de su narrativa sobre la otra Guerra de los Treinta Años que marcó a Europa y el Mundo. Winston se reconoce en el Daniel Defoe de Memorias de un Caballero, que narra intrincados hechos tejiéndolos en la vida de una persona, en este caso él mismo: Soy tal vez el único hombre que ha atravesado los dos más supremos cataclismos de la Historia registrada en altos cargos en el Gabinete. Claro que en la Segunda Guerra él fue Primer Ministro (Y Ministro de Defensa) de una de las naciones involucradas, vencedora a un costo terrible en esta Guerra como en la otra. La fuente principal que utiliza – incompleta pero valiosísima – son los documentos generados por el Gobierno de Su Majestad Británica, y por ello no reclama su obra como Historia – ello pertenece a otra generación - sino que confía en que esta contribución a la Historia de su época será útil en el futuroChurchill es intelectualmente honrado, cosa rara en un político, más aún estando en el Poder o cerca de él por casi medio siglo y dos conflictos globales, la tentación de adornar la verdad desnuda debe haber sido casi invencible. La obra le valió el Premio Nobel de Literatura, en 1953, y en ella motejó a la Segunda Guerra Mundial como la Guerra InnecesariaNunca hubo una guerra más fácil de detener (…) La tragedia humana alcanza su clímax en el hecho que después de todos los esfuerzos y sacrificios de cientos de millones de personas y de las victorias de la Justa Causa, no hemos aún encontrado Paz o Seguridad, (…) estamos en el aprieto de incluso peores peligros que aquellos que hemos remontado. Qué falta hacen hombres de tal temple y lucidez, conservadores  sin anteojeras. La Segunda Guerra Mundial posee seis volúmenes, cada uno de ellos dividido en dos Libros, lo que hace doce Libros, todo con notas, minutas, tablas y otros documentos en los que basa sus apreciaciones integrados en los apéndices. Leerlos es fundamental para entender el periodo y la participación de Churchill, alguna editorial trató de aligerar la lectura eliminando esas partes – eso hice en mi primera lectura – y si bien se aligera leer, la pérdida no justifica la ganancia. 

Moral del Libro: En la Guerra, Resolución. En la Derrota, Desafío. En la Victoria, Magnanimidad. En la Paz, Buena voluntad.

II
The Gathering Storm y Their Finest Hour
(Volumen Uno: Se cierne la tormenta y Volumen Dos: Su hora más gloriosa)

Tema del Volumen 1 Se cierne la TormentaDe cómo los pueblos de habla Inglesa por su imprudencia, descuido y buen natural permitieron rearmarse a los malvados. Churchill inicia el Primer Volumen con este título, que preside a su vez dos Libros: el Uno, From war to war 1919- 1939 (De una Guerra a la Otra, 1919 - 1939), y el Dos, The Twilight War (La Guerra Crepuscular), que da cuenta del período del 3 de setiembre de 1939 al 10 de mayo de 1940. El Primer Libro trata de los prolegómenos, causas, antecedentes y previos a la Segunda Guerra Mundial en la medida que fueron consecuencias de la Primera (1914 – 1918), en la que Churchill fue Primer Lord del Almirantazgo. La narración abarca aspectos económicos basados en el libro de la época Las consecuencias económicas de la paz, del joven y talentoso John Maynard Keynes; pero se centra en lo Político: Los Tratados de Versalles, Saint Germain y Trianón y sus consecuencias; las Reparaciones; la desmembración del Imperio Austro – Húngaro; la República de Weimar; el aislacionismo norteamericano; el desarme; el fin de la hegemonía naval  británica; el fascismo y el Mein Kampf de Adolf Hitler, tratado de Filosofía Política: nuevo Corán de Fe y Guerra. Las circunstancias de Winston hacen parte de la trama de la obra entera: Se sabía de veinte mil alemanes organizados en Inglaterra al tiempo (…) No tenía protección oficial (…) ni deseos de solicitarla; pero me creía suficientemente prominente para tomar precauciones. (…) Hitler me reconocía como enemigo. El Segundo Libro empieza con la Invasión a Polonia y termina con la Invasión de Francia por los nazis y la crisis política que coloca al propio Churchill de jefe de un Gobierno Conservador de Unidad Nacional, con Laboristas y Liberales: Durante los (…) últimos días de la crisis política, mi pulso no se aceleró en ningún momento. Tomé todo como venía. Pero no puedo ocultar al lector (…) que cuando fui a dormir (…) era consciente de una profunda sensación de alivio. Al fin tenía la autoridad de dar directivas sobre la escena entera. Sentí como si estuviera caminando con el Destino, que toda mi vida pasada no había sido sino una preparación para esta hora y esta prueba. (…) Creía que sabía mucho sobre todo esto, y estaba seguro que no fallaría. Y así, aunque impaciente porque llegara la mañana, dormí profundamente sin necesidad de sueños animosos. Las realidades son mejores que los sueños (Facts are better than dreams).   

Tema del Volumen 2 Su Hora más GloriosaDe cómo el pueblo británico sostuvo el fuerte POR SÍ SOLO hasta que aquellos que hasta allí habían estado medio ciegos estuvieron medio preparados. Por supuesto, Churchill se refiere al obvio objetivo de su estrategia política: Atraer a los Estados Unidos a la Guerra. Todas sus acciones se orientaron a ello, y parece fue la única esperanza de vencer en la confrontación con Alemania y sus aliados. Entre el 10 de mayo de 1940 y el 21 de junio de 1941, el Reino Unido y sus aliados de Australia, Nueva Zelandia y Canadá lucharon solos contra Alemania e Italia. El Libro Uno, The Fall of France (La Caída de Francia), detalla la derrota y ocupación de Francia y sus consecuencias para Gran Bretaña, destacando la épica evacuación de la Fuerza Expedicionaria Británica de Dunkerque, en la que participaron 861 buques y se salvaron 338,226 soldados. En su discurso al Parlamento Churchill al respecto dijo ser imperativo explicar (…) a nuestro propio pueblo (y) al mundo que nuestra resolución de combatir se fundaba en sólidas bases y no era un mero esfuerzo desesperado. La parte final de este Discurso es un clásico de la oratoria: Aunque (…) muchos antiguos y afamados estados han caído o pueden caer en las garras de la Gestapo y el odioso aparato del régimen nazi, no nos rendiremos ni desmayaremos. Iremos hasta el fin, combatiremos en Francia, combatiremos (…) en el aire, defenderemos nuestra isla a cualquier costo; combatiremos en las playas, combatiremos en las pistas de aterrizaje, combatiremos en los campos y en las calles, combatiremos en las colinas; nunca nos rendiremos, e incluso si (…) esta isla o buena parte de ella fuera subyugada y pereciera de hambre, entonces nuestro Imperio más allá de los mares, armado y guardado por la flota británica, continuará la lucha, hasta que en el buen tiempo de Dios, el Nuevo Mundo, con todo su poder y fuerza, se levante a rescatar y liberar al Viejo. Claro que el discurso es una cosa y la realidad otra. En el Libro Dos Alone (Solos), se despliega la Batalla de Inglaterra, ocasión para que Churchill escriba sus mejores páginas y algunas de sus frases más afortunadas (Nunca, en el transcurso de los acontecimientos humanos, tantos le debieron tanto a tan pocos). Pero Inglaterra se debilita al resistir y retroceder en los frentes en los que combate: El Mar Mediterráneo, donde enfrenta a la poderosa flota italiana; en los territorios controlados por la colaboracionista Francia de Vichy; en el norte de África, donde con escasos medios alcanza grandes victorias sobre los italianos; en Grecia y Yugoslavia, invadidas y ocupadas; y por sobre todo en la defensa de su “línea de la vida”, las rutas del Atlántico donde los convoyes de abastecimientos se enzarzan con U-Boots y acorazados de bolsillo corsarios germanos: La Batalla de Francia estaba perdida. La Batalla de Inglaterra estaba ganada. La Batalla del Atlántico se debía combatir ahora.   
  
III
The Grand Alliance y The Hinge of Fate
(Volumen Tres: La Gran Alianza y Volumen Cuatro: El Gozne del Destino)

Tema del Volumen 3 La Gran AlianzaDe cómo los británicos combatieron con dificultad hasta que la Rusia Soviética y los Estados Unidos se vieron envueltos en el Gran Conflicto. En el prefacio del volumen Churchill advierte que la Guerra a estas alturas es tan amplia que no puede narrar las operaciones soviéticas y estadounidenses en la misma extensión que las británicas, tarea que deja a sus propios historiadores. Apenas menciona campañas y operaciones si no es en relación con las acciones británicas. En el Libro Uno, Germany Drives East (Alemania se dirige a Oriente), no detalla las campañas alemanas y soviéticas en oriente, aunque lista al detalle la ayuda británica a los soviéticos acá y en el capítulo 5 del Libro Dos. Detalla el Blitz sobre Inglaterra y la guerra en sus teatros de operaciones: el Mediterráneo; África Oriental y del Norte; Grecia, Creta y los Balcanes; Siria e Irak; y en especial el Atlántico (tres de 20 capítulos). La política es fundamental con el doble juego entre la Francia de Vichy y la Francia Libre de Charles De Gaulle; y en los Balcanes, obsesión de Churchill, donde prevé el posterior dominio comunista. El capítulo 20 (El Némesis Soviético) – y el 1 del Libro Dos – trata de justificar las medias tintas británicas con comunistas y nazis antes del Pacto Molotov-Ribbentrop y la Operación Barbarroja. Es cierto que Churchill apoya a la URSS aparentemente sin reservas: ¿Pero puede alguien dudar de cuál podrá ser nuestra política? (…) Todo hombre o estado que marche contra Hitler tendrá nuestra ayuda. Todo hombre o estado que marche con Hitler es nuestro enemigo. (…) daremos toda la ayuda que podamos a Rusia y al pueblo ruso. En el Libro Dos, War comes to America (La Guerra va a América), Churchill en cierto modo se regodea con justicia por la victoria política que obtiene del Presidente de USA, Franklin Délano Roosevelt, en especial la Carta del Atlántico, en la práctica una Alianza USA - Reino Unido. Lo político predomina sobre lo militar acá, aunque Tobruk, Persia y Pearl Harbour tienen su espacio. Se produce el ataque japonés: “Señor Presidente, ¿Qué es esto sobre Japón?” “Es cierto” – replicó (Roosevelt) – “Hemos sido atacados en Pearl Harbour. Estamos todos en el mismo bote ahora” (…) Ningún americano pensará mal de mí si proclamo que tener a los Estados Unidos de nuestro lado fue para mí la más grande alegría. (…) sabía que (…) estaban en la guerra hasta el cuello y hasta la muerte (up to the neck and in to the death). El detallado recuento del viaje de Churchill a Estados Unidos y Canadá completa el Libro.

Tema del Volumen 4 El Gozne del Destino: De cómo prevaleció el poder de la Gran AlianzaEl Libro Uno The Onslaught of Japan (El Ataque de Japón) empieza con la vuelta de Churchill a Gran Bretaña, y el inicio del período más oscuro de su gobierno. Aunque el relato pretenda reducir el impacto de esos terribles días, no disimula la depresión que produjo la caída de Tobruk en el norte de África en manos alemanas, ni el trauma de la caída de Singapur en manos japonesas en febrero de 1942, que se toca en el capítulo 6: Juzgué imposible sostener una investigación (… sobre …) las circunstancias de la caída de Singapur mientras la guerra estuviera en su apogeo. (…) El parlamento aceptó este punto de vista; pero ciertamente pienso que en justicia para los hombres y oficiales concernidos debía hacerse una investigación una vez las hostilidades terminaran. La investigación no fue de interés para el posterior gobierno laborista, y Churchill no insistió en ella en su segundo gobierno (1951 – 1955). Probablemente hubiera removido muchos conchos, pues al tiempo que los norteamericanos levantaban dos fuerzas armadas (Europa y el Pacífico), y equipaban a británicos, rusos, chinos y resistentes de una docena más de países, el Eje contraatacó en Rusia y en el Atlántico, a la vez que el Japón llegaba a las puertas mismas de la India. Sólo los americanos obtenían triunfos (Mar del Coral, Midway), y los rusos reclamaban cada vez más un Segundo Frente que les aliviara. Para remate, la larga sucesión de desventuras militares desembocó en una Moción de Censura contra Churchill y su Gobierno de Coalición Nacional. En junio 25 de 1942 la moción presentada por conservadores recalcitrantes (John Wardlaw-MilneRoger KeyesLeslie Hore-Belisha) señalaba que Esta Cámara, mientras rinde tributo al heroísmo y resistencia de las Fuerzas Armadas de la Corona en circunstancias de excepcional dificultad, no confía más en la dirección central de la guerra. Sin embargo, la alternativa propuesta de un Duque como Generalísimo de las Fuerzas Armadas y a la vez Primer Ministro no agradó al Parlamento y la votación la ganó Churchill por 475 a 25. El Libro Dos, Africa Redeemed (África Redimida) muestra más logros, mostrando efectivamente que el gozne de la puerta giró y se salía del túnel oscuro: La operación Torch vincula a británicos y norteamericanos en la invasión del Norte de África, mientras el 8vo Ejército de Montgomery derrota a los alemanes en El-Alamein. A la vez los rusos detienen la progresión alemana en Stalingrado, y la contraofensiva empieza. Churchill viaja por segunda vez a América y por primera a El Cairo y Rusia, se reúne con RooseveltStalinChiang-Kai-ShekDe Gaulle, porque entiende que es necesario ponerse de acuerdo cuando se inician las victorias. Además, Stalin está molesto, siente que los anglonorteamericanos forman bloque y dejan a rusos y alemanes matarse y debilitarse entre sí mientras ellos miran, y exige un Segundo Frente ya. Churchill apacigua al soviético, y en su tercera visita a Washington, y con la victoria aliada en Túnez, empuja un Pequeño Segundo Frente contra el eslabón más débil de la cadena del Eje: La Italia de Mussolini.   

IV
Closing the Ring y Triumph and Tragedy
(Volumen Cinco: El Círculo se cierra y Volumen Seis: Triunfo y Tragedia)

Tema del Volumen 5 El Círculo se cierraDe cómo la Alemania Nazi fue aislada y asaltada desde todas partes. El volumen relata los hechos de junio de 1943 a junio de 1944 antes del Día D. El Libro Uno, Italy Won (Italia Ganada), cuenta la historia de las campañas militares en Italia (Sicilia, Salerno, Roma, Línea Gustav) como los problemas políticos con la Francia Libre por la ocupación de los territorios de África del Norte, así como la complicada situación política italiana. El objetivo de la invasión de Italia era provocar la caída del gobierno fascista del Duce Benito Mussolini, débil como toda autocracia en retirada. La derecha no fascista, con el Rey, el Ejército y el Gran Consejo Fascista a su cabeza, puso fin a la dictadura de 21 años del Duce en julio de 1943 y nombró Primer Ministro a Badoglio, y mantuvo la alianza con Alemania luchando contra los aliados sin entusiasmo. La visión de Churchill presenta simpatía hacia el gobernante caído: Así terminaron veintiún años de dictadura en Italia, durante los que levantó al pueblo italiano desde el Bolchevismo en que se hundía en 1919 a una posición en Europa que Italia nunca había gozado. (…) La alternativa a su régimen bien pudo haber sido una Italia Comunista, la que hubiera traído peligros y desventuras de diferente carácter sobre Italia y Europa. El error habría estado en alinearse con Alemania en vez de con los Aliados, pero la Historia no acaba aquí: En Setiembre de 1943 Italia repudia al Eje y se vuelca a los Aliados, Hitler ordena la ocupación del país y envía comandos a rescatar a su compinche y llevarlo a sitio seguro para fundar la esperpéntica República Social Italiana (RSA). Otros temas tocados en el Libro son la Conferencia de Quebec, las armas secretas de Hitler (La V1 y V2), los avances tecnológicos y la preparación de la Conferencia de los Tres Grandes en Teherán, narrada en detalle en el Libro 2, Teheran to Rome (De Teherán a Roma). La importancia de esta Conferencia se ve en que abarca casi cinco capítulos de los 18 del libro, que además abunda en las Conferencias de El Cairo; la durísima campaña italiana (en particular la Batalla de Monte Cassino); la situación de Grecia y Yugoslavia, y el rol jugado por Mihailovic, el Rey Pedro y el mariscal Tito en la sumamente compleja trama política balcánica, a la que Churchill siempre prestó atención y que explica al detalle, si bien con un claro sesgo a favor del Real Gobierno Provisional de Yugoslavia en El Cairo, y contra el Gobierno Antifascista de los partisanos, establecidos incuestionablemente como los elementos dirigentes de la Resistencia en Yugoslavia, particularmente desde la rendición italiana. (…) era importante que ninguna decisión política irrevocable fuera tomada acerca del futuro régimen en Yugoslavia en la atmósfera de la ocupación, la guerra civil y la política de los émigré. Otros temas son la creciente ofensiva aérea sobre Alemania; la estrategia contra Japón y la campaña de Birmania y los preparativos de la Operación Overlord, el Día D. Culmina el Libro y el Volumen con la ocupación de Roma, primera capital del Eje ocupada.  

Tema del Volumen 6 Triunfo y TragediaDe cómo las Grandes Democracias triunfaron, y así fueron capaces de reanudar las tonterías que estuvieron tan cerca de costarles la vida. El Volumen abarca desde el Día D (Desembarcos canadiense, británico y estadounidense en Normandía) hasta la rendición de todos nuestros enemigos catorce meses más tarde. El Libro Uno, The Tide of Victory (La Marea de la Victoria), se abre con los Desembarcos Aliados, el avance sobre París y el ataque de las V1 y V2 sobre Londres, que rememoraba los peores días del Blitz de 1940. Con Normandía, los desembarcos en el sur de Francia (a los que Churchill se oponía pues prefería una operación sobre los Balcanes que nunca se produjo), y las Ofensivas en Italia y el Frente Ruso, la suerte de la Alemania Nazi estaba echada, y Churchill abunda en el papel de Gran Bretaña en Birmania contra los nipones y en Grecia contra los alemanes y el gobierno comunista. Se perfilan aquí las líneas de lo que será el enfrentamiento entre los Aliados occidentales y el coloso soviético, preludio de la Guerra Fría posterior. Esto se evidencia en el capítulo 9, El martirio de Varsovia, donde Churchill protesta contra la calculada inmovilidad soviética durante la rebelión de Varsovia. Inglaterra entró en la guerra en 1939 por las garantías acordadas a Polonia, y el prestigio británico se hundiría si libraban a Polonia de los nazis para darla a los comunistas. En político, el conflicto era entre el gobierno polaco pro-occidental de Londres y el gobierno pro-soviético de Lublin, e involucraba las fronteras entre la URSS y Alemania del Pacto Molotov-RibbentropChurchill trata de mejorar su posición reforzando su alianza con USA a través de Roosevelt, a la vez que busca ser interlocutor de los soviets y Stalin, y así mediar entre las dos previsibles superpotencias. En el Libro Dos, The Iron Curtain (La Cortina de Hierro), se narra como la situación se le escapa de las manos a Winston, y no puede menos que notarse cierta amargura y desilusión, porque la Conferencia de Yalta muestra a un Roosevelt enfermo y cansado, que moriría poco después, dejando a Churchill solo entre los Soviets en expansión y un Harry Truman más preocupado del frente del Pacífico y suspicaz respecto a sus intenciones. Los Soviets ocupan toda la Europa Oriental y se asientan de modo que parece no se irán en el corto plazo (Y no se fueron hasta 1989), Alemania se rinde y se deshace la Gran Alianza URSS – USA – Reino Unido. Una combinación USA – URSS (USA necesita a la URSS contra el Japón, aún no sabe que el arma atómica será suficiente) deja de lado al León Británico, lo que se evidencia en el reparto del mundo en la Conferencia de Potsdam. Tras el fin de la guerra en Europa los laboristas se apartaron del gobierno inglés, se convoca a elecciones generales en julio de 1945, que Churchill y los conservadores pierden frente a los laboristas. Su digno mensaje a la Nación pone fin al relato: He rendido el cargo que fue colocado sobre mis hombros en tiempos más oscuros. Lamento no se me permita terminar la tarea contra Japón. Sin embrago, los planes y preparativos para ello ya se hicieron, y los resultados pueden llegar mucho más rápido (…) Inmensas responsabilidades en el extranjero y en casa caerán sobre el nuevo Gobierno, todos debemos esperar que tenga éxito en abordarlas. Sólo me queda expresar al pueblo británico mi profunda gratitud por el apoyo sin desvíos ni titubeos que me fue dado durante mi tarea. 

V
Colofón

Es toda una experiencia recorrer la Segunda Guerra Mundial guiado por uno de sus principales protagonistas, a la vez Escritor, Historiador e Historiógrafo de sí mismo, genial autodidacta gracias a sus insaciables lecturas de MacaulayClarendonMommsen GibbonChurchill se veía a sí mismo como Escritor y casualmente también M.P. (Miembro del Parlamento), escribía por placer tanto como por la más plebeya razón de la falta de plata, de la que no heredó gran cosa pese a ser aristócrata, y su conservadurismo no era pantalla para justificar la explotación del hombre común, al que dirigió y sirvió en la guerra y en la paz. A pesar de su educación victoriana y sus ideas anacrónicas sobre el Destino Manifiesto de la Gran Bretaña y los Pueblos de Lengua Inglesa, como servidor público fue excepcional. Parece que en aquel entonces se fabricaban hombres de una aleación que hoy día se ha perdido, al margen del acuerdo o desacuerdo con sus ideas, que inspiraron su obra política y literaria. Pecó de subjetivismo, quién no lo hace, pero pecó con carácter, hasta incluso con elegancia y buen gusto. Fuera de la obra reseñada, destacan sus biografías (Vida de Lord Randolph ChurchillMarlborough, Vida y Tiempos), sus obras autobiográficas (La Guerra del RíoDe Londres a Ladysmith por Pretoria; etcétera) y las narrativas (La Crisis MundialLa Segunda Guerra Mundial y la Historia de los Pueblos de Habla Inglesa). Y efectivamente puede uno estar en desacuerdo con Winston Churchill en muchísimos aspectos, pero indudablemente tiene que admirarlo por su condición humana. Terminemos este colofón contando una historieta: El Parlamento Británico es sede de picantes discusiones y ataques personales, y en un debate parlamentario una diputada laborista dijo a ChurchillSi usted fuera mi marido, le pondría veneno en el caféChurchill la interrumpió y retrucó: Señora, si usted fuera mi mujer… me lo tomaba. Y punto.  
Puede uno encontrar La Historia de la Segunda Guerra Mundial, por lo menos por ahora, en: http://es.scribd.com/doc/228271929/La-Segunda-Guerra-Mundial-PDF. Hasta otro día.


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