CRÓNICAS DE LECTURAS MÍNIMAS 3: EL FENÓMENO DEL EBOOK - 1
Todo lo sólido se desvanece en el aire.
La aparición de los libros electrónicos y las prestaciones asociadas a los mismos a través de sus aplicaciones no son extrañas a este proceso. Primero hubo que digitalizar todo el acervo humano, el escrito como el gráfico, proceso que parecía se terminaría tras ímprobos trabajos que durarían siglos. Bueno, se hizo en décadas. La velocidad de procesamiento de información ya se mide en teraflops, mientras la capacidad de las plataformas electrónicas para atesorar y poner a disposición tanta data ha crecido y se ha desarrollado hasta lo increíble pocas décadas atrás.
No pasa esto sin muertos y heridos. Toda revolución los genera. Los rasgos y definiciones canónicas de la Lectura asociada al libro tradicional se ven desafiadas por el Cambio en las pautas y hábitos de lectura fomentados desde la inmaterialidad de los nuevos formatos. El temor se centra en que las innúmeras posibilidades que se le abren a la lectura se sienten como amenazas en el peor de los casos, y retos en el mejor, que deberemos enfrentar sí o sí, nosotros y nuestra descendencia. Nos hemos visto obligados, en el transcurso de nuestra breve vida, a cambiar nuestros paradigmas de lo analógico a lo digital, del telegrama y la epístola al whatsapp y el Zoom, de la calculadora mecánica al Excel, de la fotocopia y el esténcil al monitor y el celular, a descentrarnos del hardware para manejar el software, del pensamiento repetitivo congelado a la Inteligencia Artificial.
La digitalidad impacta la creación, comunicación, decodificación, comprensión y medición de impacto ya no sólo de la lectura, sino también de sus procesos previos, como la investigación. La digitalidad implica nuevos paradigmas en la socialización, la apertura, la difusión y la mezcla de contenidos, paradigmas bastante ausentes en lo analógico. Las Tecnologías de Información y Comunicación se vuelven disruptivas, o sea se constituyen como innovaciones que obligan a desaparecer o reconfigurar productos y servicios cuyas estrategias se vuelven insostenibles frente a las nuevas tecnologías, que se consolidan en el mercado.
La Inteligencia Artificial también invade nuestros viejos dominios, y lo que creímos sólido hace no demasiado tiempo, se vuelve líquido, toma la forma del envase tecnológico y social que lo contiene, y nos plantea nuevos retos. ¿Estaremos a la altura de ellos? Difícil saberlo. Trataremos en próximas Crónicas de avizorar ese futuro.