CRÓNICAS DE LECTURAS – 94
Neil DeGrasse Tyson: Ocho Libros para Gente Inteligente
I
Neil DeGrasse Tyson
Estaba por disparar otra Crónica,
cuando me llegó esto: Un usuario de REddit.com
le preguntó al eminente astrofísico, divulgador científico y Director del
Planetario Hayden, Neil DeGrasse Tyson
(Nueva York, 1958) cuáles libros debería leer toda persona inteligente de nuestro planeta.
Y aquí debo confesar ingenuamente mi entusiasta admiración por Tyson, porque aparte su carisma en el
rol de sucesor de Carl Sagan y narrador
de la serie Cosmos Dos (recientemente
emitida entre aplausos y vítores en el extranjero, e ignorada por la insípida y
estúpida TV comercial de nuestros países), Tyson
logra que haga algo que a algunos les gustaría lograr de mí: Que cierre la boca
y abra las orejas. Porque no solamente sabe de lo que habla, sino que cae bien
y no solamente no tiene pajaritos en la azotea, sino que ataca a los que hacen de
la creencia en ellos cuestión ideológica, como los creacionistas y
reaccionarios de todo calibre. La confianza y admiración que despierta procede
del convencimiento de que si se equivoca y se entera de ello, se corregirá como
Dios manda. Rarísimo en los medios de comunicación es hallar una persona que no
te mienta, que no trata de engañarte y que además es profundamente crítico, en
los medios de comunicación de hoy tal integridad y credibilidad son
inexistentes. En resumen, Neil DeGrasse
Tyson es uno de los nuestros, y entre las muchas formas de ser inteligente
que puede haber (Howard Gardner
enumera ocho) la de Tyson es con
seguridad un prototipo, e incluye un aspecto ético-moral de importancia: Para
aceptar y aplicar plenamente el método científico se necesita una integridad y
una escala de valores sólida, que privilegie la verdad y la honradez. Por eso
sabemos que si Tyson entrega a
requerimiento una lista de Ocho Libros Imprescindibles para una persona
inteligente en el siglo XXI, es seguro que se referirá a libros que él mismo conozca
y considere importantes al efecto.
No quiere esto decir que debemos
pensar como Tyson a no ser en el
método, que es cosa de raciocinio. Los hombres y mujeres que ejercemos nuestra
libertad en un mundo de siervos axiológicos e indiferentes cognitivos no
podemos menos que celebrar esta libertad. Neil
Tyson es más que su carisma divulgador, y se mide su calibre moral en la
anécdota de la desclasificación de Plutón como planeta, de la que es en parte
responsable. Como personas y docentes sabemos de la inercia cognitiva: Le
hacemos caso a textos, inscripciones en paredes o monumentos así digan falsedades, aún
involuntarias. Se definió tradicionalmente como planeta a Plutón sin plantear
formalmente una definición, y cuando esta falta de definición resultó inconveniente
y/o inútil, y hubo tantos objetos que clasificarían como planetas si a Plutón
se le considerara así, que ya era necesario cambiar los nombres y asignarlos a
los objetos correspondientes respetando la vieja definición aristotélica de la
Verdad (Decir de lo que es, que es; y de
lo que no es, que no es). Dada la poca trascendencia del “planeta” Plutón
para la marcha general de los negocios es bastante obvio que cualquier
resistencia a cambiar su status estaba
dictada puramente por la inercia cognitiva. Y si esto es así en un caso así,
tratemos de imaginarnos cómo son las cosas cuando hay reales intereses
económicos de por medio. En este punto cabe preguntarse también por qué toda
persona “inteligente” debería leer estos libros que Tyson propone. Y además, en qué consiste esa “inteligencia”. Pero
esta segunda pregunta me la reservaré por ahora, tengo en marcha una Crónica
sobre Howard Gardner y las
Inteligencias Múltiples, así que sólo diremos a modo de definición
completamente informal y provisional que una persona inteligente es aquella que
no es caída del palto ni tiene pajaritos circulándole por la azotea (vulgo por
“cabeza”). Y para volver a la primera pregunta, precisamente Tyson propone un
motivo o razón para leerlo, entre los muchos motivos o razones que puede tener.
Podríamos conformarnos con esto, pero Tyson
y Sagan nos han enseñado bien que no
hay que atracar con lo que nos digan por que nos lo dicen.
II
Libros en los lugares Octavo, Séptimo y Sexto
Para aprender que la gente que no está en el poder hará todo lo posible
para adquirirlo y que la gente que sí está en el poder hará todo lo que esté a
su alcance para mantenerlo es bueno leer El Príncipe de Niccoló
Maquiavelo (1469 – 1527), que Tyson
ubica en el número Ocho. Tanto Carl Sagan
como Neil DeGrasse Tyson son
científicos con reflejos ciudadanos. Vale decir, no aprovechan de su condición
para esconderse como avestruces tras una neutralidad que por un tiempo
demasiado largo ha estado de moda entre los científicos, en especial los
dedicados a las ciencias hard. Hay un
hecho simple a constatar: Dos terceras partes de los científicos del mundo prepararon
una eventual Guerra Termonuclear, que no por que afortunadamente no se produjo los
exime de culpa. Ni la Ciencia ni los científicos son neutrales, esconderse es
cobardía, y los científicos como corporación tienen una penosísima
responsabilidad ante la sociedad global y la humanidad de la que aún no se han
descargado. Y no sólo por la carrera armamentista, hay que incluir aquí la
manipulación genética y los transgénicos, la medicina y la investigación del
genoma humano, la contaminación ambiental y las tecnologías de la información y
comunicación (TIC), entre otras cosas. Afortunadamente, los hombres y mujeres
del calibre de Sagan y Tyson no se callan. El científico es
antes que nada ser humano, y está en la obligación de no escudarse tras lo
“técnico” y no abdicar de lo “político”. Pero no comentaré El Príncipe, ya lo hice en mi Crónica de Lecturas Número 57: http://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2013/09/cronicas-de-lecturas-57-lecturas.html.
Para aprender que el acto de asesinar a nuestros semejantes, los
humanos, puede convertirse en un arte es que una persona inteligente debe
leer El arte de la guerra, de Sun Tzu (544 – 496 aC), ubicado en el
número Siete. Tengo en cartera este libro como Crónica, pero de todos modos no
veo razón alguna para no adelantarme, cuando menos en entregarlo a mis lectores:
http://www.dominiopublico.es/libros/T/Sun_Tzu/Sun%20Tzu%20-%20El%20Arte%20de%20la%20Guerra.pdf.
En Crónica posterior lo diseccionaré, por ahora créanme, es bueno leerlo para
lograr el objetivo que Tyson propone.
Para aprender que el capitalismo es la economía de la codicia y una
fuerza de la naturaleza en sí misma, conviene leerse La riqueza de las naciones, de Adam
Smith (1723 – 1790), en el número Seis de la lista. Ahora bien, muchachos,
no soy yo el que dice esto, por si acaso. Que los sistemas políticos y
económicos son eso y nada más, y por ende perfectibles, es que hay que conocer
su doble naturaleza, programa que Tyson
plantea en su frase: No se lucha contra una fuerza de la naturaleza, se la
conoce y se toman las debidas precauciones contra el desmadre de las fuerzas peligrosas.
A la vez hay implícita una crítica ético-moral en la mención de la codicia
elevada a la categoría de elemento de toma de decisiones económicas. Habría
mucho más qué decir, pero lo dejaremos para momento más oportuno. Entretanto,
véanse esta edición facsimilar de La
riqueza de las naciones, que demuestra no solamente que Manuel de Godoy (1767 - 1851), ministro, valido y amante de la
reina María Luisa de Parma, era un
buen lector de los best-sellers de la
época; sino además un perfecto sonsonazo, pues leer no basta si no se aplica lo
aprendido. Y, por cierto, les paso el tomo I, y si quieren más espérense que me
haga la Crónica: http://www.marxists.org/espanol/smith_adam/1776/riqueza/smith-tomo1.pdf.
III
Libros en los lugares Quinto, Cuarto y Tercero
Para aprender cómo el poder del pensamiento racional es la fuente
primaria de la libertad en el mundo conviene leer La edad de la razón, de Thomas
Paine (1737 – 1809), en el puesto número Cinco. Quizá aquí nosotros podríamos
empezar a discrepar un tanto, aunque esto podría atribuirse a que provenimos de
otra tradición cultural y política, diferente aunque igualmente respetable. Y no
digo esto porque el libro recomendado sea precisamente malo, inadecuado,
incompleto o negativo; por el contrario, es de lo más ideológicamente avanzado
de la Tradición Política anglosajona, tan avanzado que incluso en estos días
han tratado - y tratan - de acallarlo lo más posible. Es que siempre hay gente
que incomoda, y Paine era una
especie de Incómodo Profesional, tan incómodo que en los mismísimos Estados
Unidos ni monumento tiene. Lo que ocurre es que ataca las creencias cristianas
en sus mismísimas raíces, y eso es difícil de perdonar por parte de muchas
personas e instituciones, que es evidente ponen en juego su poder para tratar
de acallar a un hombre muerto hace dos siglos. Por algo será, ya eso lo
predispone a nuestro favor. De hecho, hoy en día es bastante complicado obtener
un libro de Paine o inclusive hallarlo
en la world wide web, debido a que
toca fibras particularmente sensibles en las personas religiosas. Se puede leer
una parte, on-line, acá: http://lineaalterna.com/2009/11/24/la-edad-de-la-razon-thomas-paine-parte-i/.
Ahora hagan uso de su libertad y juzguen por ustedes mismos.
Para aprender, entre otras tantas lecciones satíricas, que la mayoría
de los seres humanos son Yahoos la mayor parte del tiempo. Es que
conviene leer Los viajes de Gulliver,
de Jonathan Swift (1667 – 1745). Esta propuesta es algo desencantada incluso
en medio del mediano optimismo racionalista que Tyson, como Sagan,
hereda de Comte y Bertrand Russell, porque eso de ser yahoos la mayor parte del tiempo no nos
hace ningún honor. Pero ello es, por desgracia, incontestablemente cierto. Aunque
he tratado de este libro algo tangencialmente en mi Crónica de Lecturas Número 6,
siempre conviene volver a decir lo que está bien dicho, y si no sabes qué es
eso de yahoos (y obviamente NO es en
este caso un dominio web), te mando
al libro: http://www.portaluchile.uchile.cl/revistas/autor/swift/gulliver.pdf.
En la última parte encontrarás a los dichos yahoos.
Provecho.
Para aprender sobre nuestro parentesco con todas las otras formas de
vida en la Tierra resulta de gran efectividad leerse El origen de las especies, de Charles
Darwin (1809 – 1882). Y no, no es un libro pasado de moda, aunque es mucha
verdad que muchísimas de sus afirmaciones están completamente desfasadas, y que
el avance en el conocimiento de la Evolución es incomparablemente mayor que lo
que muestra un libro escrito al principio de la segunda mitad del siglo XIX.
Así que relativizo esta afirmación de Tyson,
que de seguro hay más y mejores libros que el de Darwin para aprender sobre nuestro verdadero lugar en el árbol de
la vida. Por cierto, yo ya traté de este libro antes, en mi Crónica
de Lecturas Número 86, a la que remito a mis amables lectores: http://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2014/07/cronicas-de-lecturas-86-ciencia-y.html
IV
Los Libros en el Segundo y Primer Lugar
Para aprender que el universo es un lugar cognoscible ubica Neil Tyson a El sistema del mundo, de Isaac
Newton (1643 – 1727). Reconozco que acá me atraparon. De este libro no
tenía ni idea que existía hasta que me lo contaron, pero es que no parecía el Principia Mathematica, Así que seguí el link, y me encontré con que sorprendentemente
no está en spanish, just in english,
y así os lo mando. Y al hacerlo, me encontré con que lo que hay es esto:
"Newton's Principia : the mathematical
principles of natural philosophy"
Y adentro: http://www.archive.org/stream/newtonspmathema00newtrich/newtonspmathema00newtrich_djvu.txt.
Todo esto es una pena, porque significa que en alguna parte tenemos una
confusión: ¿Recomienda Tyson leer
los Principia Mathematica de Isaac Newton? Parece que sí, no estoy seguro, no sé. Pero ocurre que
tanto el lenguaje como el nivel de la ciencia en las últimas décadas de los
1600 se nos escapan y el fruto que se puede recoger de una lectura de este tipo
me parece bien relativo. Como recomendación vale tanto como tratar de leer los
libros de los contemporáneos o muy cercanos Copérnico, Galileo o Kepler en un área del conocimiento
donde “lo último” se desfasa con gran rapidez. ¿Será que de repente Neil Tyson comete el error clásico de
muchos científicos hard de suponer
que porque la mayoría de los habitantes de este mundo no manya las matemáticas
hay que mandarlos a los textos históricos? Ya lo vimos con Darwin hace un rato. La pregunta de fondo es si necesitamos
realmente a Newton para entender que
el Universo es un lugar cognoscible. Yo no encuentro problemas en honrar al
hombre, pero un libro es un libro y los lectores son lectores, así que en este
Segundo Lugar y en el Primero tengo la sensación que Tyson no la achunta como podría.
Para aprender lo fácil que es que otros nos digan cómo y qué pensar y
nosotros creamos que estamos pensando por nosotros mismos se supone que
conviene leerse la Biblia. Y aquí
estoy en grande y completo desacuerdo, no por motivos ideológicos cuanto propedéuticos.
No veo de qué manera una lectura atenta de la Biblia permite alcanzar el
objetivo planteado por Tyson. Sé
decir que un objetivo de este tipo no se alcanza con facilidad, ni la ruta para
alcanzarlo pasa solamente por la lectura de un libro. Estoy casi seguro que cuando
Tyson enfrentó el problema de
encontrar los Ocho, buscó lemas o mottos
que expresaran lo que pretendía conseguir, lo que resulta en una estrategia
cognitiva adecuada, pero cuando llegó la hora de escoger los libros… bueno, trató
de encajar esferas en cubos, y por supuesto, esto no le funcionó. En fin, no
todo tiene que salir bien, y en todo caso concuerdo que es necesario tener un conocimiento
más que superficial de la Biblia y otros
libros religiosos, esto si se es una persona inteligente, pues entre los rasgos
que definen la inteligencia no puede estar la de negar la existencia de lo que
se rechaza, y eso incluye la Religión y los libros sagrados.
Y no comentaré más, el que quiera
puede leer mis Crónicas de Lecturas Números 18, 21, 22, 23, 24 y 25, donde me
extiendo – quizá demasiado – en una lectura personal de la Biblia. Acá los
links: http://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2013/03/cronicas-de-lecturas-18-leer-la-biblia-i.html,
http://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2013/03/cronicas-de-lecturas-21-leer-la-bibliaii.html,
http://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2013/03/cronicas-de-lecturas-22-leer-la-biblia.html,
http://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2013/03/cronica-de-lecturas-23-leer-la-biblia-iv.html,
http://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2013/03/cronicas-de-lecturas-24-leer-la-biblia.html,
http://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2013/03/cronicas-de-lecturas-25-leer-la-biblia.html
V
Colofones de Neil Tyson, y mío
Thanks for this
ongoing interest in my book suggestions. From some of your reflections, it
looks like the intent of the list was not as clear as I thought. The one-line
comment after each book is not a review but a statement about how the book’s
content influenced the behavior of people who shaped the western world. So, for
example, it does no good to say what the Bible “really” meant, if its actual
influence on human behavior is something else. Again, thanks for your
collective interest.
Para nuestros amigos en
castellano mi traducción un tanto libre: Agradezco
este interés en curso por mis libros sugeridos. De algunas reflexiones parece
que la intención de la lista no quedó tan clara como creía. El comentario de
una línea tras cada libro no es una crítica, sino una declaración sobre cómo el
contenido del libro influyó en la conducta de la gente que dio forma al mundo
occidental. Así, por ejemplo, no es bueno decir lo que la Biblia
"realmente" significó, si su influencia real en el comportamiento
humano es algo más. Una vez más, gracias por su interés colectivo.
Y ahora, este cronista culmina su
Crónica: Reconocer errores y misunderstandings
honra al que los reconoce, y enseña sobre la profunda humildad que los seres
humanos, todos, debiéramos cultivar como valor deseable. Y ya saben: Lean,
escapen de la ignorancia, piensen por sí mismos, no me crean a mí, pues como
dice Bertold Brecht: Apunta con tu dedo, y pregunta ¿de qué? Estás llamado a ser un dirigente.
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