martes, 13 de octubre de 2009

EDUCACIÓN MEMORÍSTICA Y SISTEMA EDUCATIVO

Aunque supuestamente estemos de vuelta de la educación memorística hace decenios, siempre hay algunas consideraciones que hacer al respecto. 

La memoria es una de las funciones intelectuales más importantes y no puede desecharse así como así. La evocación es una de las primeras habilidades en cualquier taxonomía bien estructurada. Si se opera con ideas desde una memoria mecánica y repetitiva entonces no se ha aprendido función intelectual alguna, sólo a repetir. 


Esto pasa en nuestro sistema educativo y en muchos otros. A esta Educación se le ha llamado erradamente “educación tradicional”. 

Antes y Ahora

Por mor de la claridad unamos por un momento los contenidos a repetir y la función repetitiva:

“Antes” la sociedad sólo requería de la memoria para hacer muchas cosas. Una educación elitista no necesita que la gente piense sino que repita. Los cuadros sociales imprescindibles para el funcionamiento de la sociedad provenían de escuelas privadas o públicas de élite. La gran mayoría de las gentes en el contexto obrero fabril sólo necesita comprender instrucciones sencillas, y repetir movimientos "a lo Taylor".


El problema fue que no desarrollamos una estructura económica industrial-fabril, sino un capitalismo dependiente y exangüe. En una sociedad estructurada  en diferencias sociales precapitalistas, nos limitamos a añadir problemas nuevos a los viejos ya existentes.

La educación memorística apunta a lo "necesario": Formar obreros obedientes y reclutas obedientes para sostener el orden social. Tal esquema, en una republiqueta feudal como la nuestra, 
funciona con altibajos. 

Memoria y Disciplina

Algunos nostálgicos recuerdan de la llamada "educación tradicional" lo que llaman "disciplina". Es obvio que dicha añorada "disciplina" se asocia a la didáctica memorística: Repetir al unísono no es otra cosa que un cognitivo marcar el paso.

El requerimiento del Estado que se expresa en la currícula académica responde a ello: Contenidos mínimos correctamente introyectados vía repetición se introducen en la mente de los niños en la Primaria. Para la Secundaria se construye sobre los tales contenidos mínimos y se viste al maniquí con ciertas habilidades intelectuales, cuya expresión máxima fue el famoso cuadro sinóptico. 

Esta situación es más marcada en Historia y Educación Cívica, donde dentro del Pacto Social el Estado manejaba sus propios objetivos.

En consecuencia maestros y padres de familia aprecian positivamente los desbordes de erudición en los alumnos, que lo único que demuestran es capacidad para la retención, reforzada por la exposición temprana en el hogar a contenidos intelectuales por hábito de lectura. 


Aún hoy el concurso escolar más conocido en nuestra patria se llama "Los que más saben", cuya estructura se basa en preguntas y respuestas que se responden de memoria. Los catecismos también se estructuran de la misma manera. 

Memoria y redes cognitivas

Los esquemas más modernos - modernos desde el siglo XIX, por si acaso - no solamente no rechazan la memoria, sino que la precisan como función intelectual producida por la sucesiva construcción de redes cognitivas. La llamada "educación en libertad" se plantea desde hace muchísimo tiempo: Summerhill, Montessori, la Escuela Abierta, la Nueva Escuela, las experiencias de José Antonio Encinas en Puno a principios del siglo XX.


Impartir la educación en libertad adelantándose al medio ambiente produce algo a lo que las estructuras sociales no estaban preparadas: Alumnos que utilizan sus cerebros, y por ende preguntan. Por eso la lucha de Encinas por una educación decente se hacía contra los propietarios latifundistas y la iglesia católica (frase de entonces: indio educado, indio alzado). Por supuesto, a Encinas se le acusó de comunista, de recibir el famoso "oro de Moscú" y demás monsergas que algunos hoy día todavía repiten, con lo que  podemos observar en vivo y en directo el éxito del esquema repetitivo.

Adoctrinamiento

Desviémonos un poco de la ruta de la memoria: Cuando alguien sólo puede repetir una respuesta es porque la pregunta es blindada. Es decir, la respuesta está controlada por la pregunta. Un ejemplo: Si pregunto cuáles son las virtudes teologales es porque presupongo que éstas existen. El desarrollo intelectual más alto de mis alumnos es la repetición, y por ello no hacen preguntas incómodas sobre la existencia metafísica de las dichas virtudes y todo su soporte ideológico. El objetivo básico de la educación repetitiva no es el aprehendizaje sino el adoctrinamiento.
Tampoco deberíamos caer en el fundamentalismo de la antimemoria. La memoria no es negativa per se sino en la medida que sea el único elemento de estructuración / recuperación de conocimientos y único soporte de las funciones intelectivas. La evocación está en nuestra genética como instrumento esencial, debe ser por algo.

Efecto en el sistema

Hoy en día hay escuelas privadas y públicas que trabajan habilidades y capacidades intelectuales no-memorísticas, por llamarlas de algún modo. Para los alumnos es más complicado, pero como resultado se interesan más en los temas y contenidos, y operan con mayor solvencia intelectual en el ambiente universitario. Sin embargo nuestro sistema universitario es obsoleto y rígido, los exámenes de ingreso privilegian el empleo de la memoria.  Como el sistema educativo dirige a todo mundo a la Universidad, por principio de realidad muchas escuelas privadas establecen 
exámenes "tipo ingreso", fuera del desarrollo de competencias. Hay escuelas que se publicitan como "preuniversitarias" desde la Primaria.

Los profesores universitarios están más retrasados que los escolares en cuanto a metodologías y didáctica, provienen ellos mismos en su mayoría de canteras memorísticas. De ahí que en la Universidad los alumnos padecen los mismos problemas que en la escuela, agravados. El síndrome del copy and paste (plagio), es secuela de un problema con aristas intelectivas y ético-morales, consecuencia de la ausencia de un proceso de enseñanza-aprendizaje que privilegie  habilidades cognitivas, no sólo la memoria.

(Un Paréntesis: Como profesor de educación superior me he encontrado con este problema, y agarré rápido fama de "profesor difícil". ¿Por qué? Porque en mis exámenes los alumnos podían ir con libros y apuntes, y porque los reactivos que proporcionaba implicaban operaciones intelectivas en algunos casos muy primarias. Por  desgracia, muchos de mis alumnos tenían problemas.)

Élite

La Universidad peruana tiene interesantes elementos elitescos: Las tasas de egreso son muy bajas, por situaciones extra-académicas (la capacidad económica). Las tasas de ingreso más bien son muy altas por motivos de ganancia económica y sostenibilidad institucional. Entre el ingreso y la salida el alumno "aprehende" y/o refuerza que de lo que se trata es de aprobar los cursos, no de adquirir conocimientos y habilidades, y se contrae a ello como objetivo primario. Tiene lógica, aprende exactamente lo que le enseñamos: Que el fin justifica los medios, y en ese sentido la educación peruana logra sus objetivos de currículum oculto.

Los profesores universitarios ganan más que los escolares, están mejor considerados socialmente y disponen de una institucionalidad más sólida. Aunque esto ha cambiado en las últimas décadas con la aparición de universidades que continúan sin cambios con los mismos criterios escolares de memoria, funcionales para una gran mayoría de alumnos que no será muy capaz de leer, pero sí de pagar. El resultado es previsible: Profesionales muy mediocres, cargados de papeles que acreditan que pasaron por el aro. Se puede decir que casi lo único que acreditan dichos papeles es que se pagó por ellos.

Las escuelas de la modalidad pública de jóvenes-adultos (la antigua vespertina-nocturna) muestran de modo directo los criterios a que nos referimos: En abril y diciembre (matrícula y notas finales), las clases se abarrotan de alumnos, en el intermedio están casi vacías. Los alumnos son ciudadanos con DNI que han "aprehendido" que de lo que se trata es de aprobar y tener el papel, y ya está. No pierden tiempo en clases, lo rentabilizan trabajando o estudiando lo que sí les va a servir, idiomas y computación,  habilidades que sí necesitan.

Comercialización

En situaciones como ésta podemos descubrir el origen, correa de transmisión social y desarrollo de esa conducta social anómica que llamamos "viveza criolla".

Añadamos a esto un diseño de evaluación cuya única justificación está en facilitar la rentabilización de la nota. Como es bien sabido y callado, en ciertos lugares del Perú este hecho está tan institucionalizado - con tarifarios explícitos inclusive - que la correlación entre la evaluación y las capacidades es inexistente. Ello refuerza el memorismo, que hace más fácil cobrar por la nota aprobatoria, y así se mantiene el vetustísimo sistema vigesimal, hueso que se arroja a los docentes más "conflictivos".

Hacer la Finta

Si se mejorara la nutrición de los niños, la infraestructura de los colegios, los ingresos y capacitación de nuestros docentes, habría resultados mensurables que permitirían  salir de la situación de emergencia educativa que arrastramos hace decenios, y cuyas consecuencias vemos cada día en muchas áreas. Si los gobiernos consiguieran salir de su marasmo y distraerse un cuarto de hora de otras ocupaciones, eliminar de una buena vez el analfabetismo se ganaría mis felicitaciones más extremas.


Pero aún si hiciéramos todo ello, no resolveremos el problema de la educación peruana. El presente y el futuro requieren de personas con habilidades morales, sociales e intelectuales diversificadas, educadas en el real sentido de la palabra. La pregunta central es qué debemos, en la situación actual, hacer para que la situación de "eterna emergencia" pueda revertirse, y preguntarse si para eso basta con hacer la Finta modificando algunos aspectos de la realidad. Si alguien tiene la receta, que me la pase.

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