martes, 14 de mayo de 2013

CRÓNICAS DE LECTURAS 35 - MAPAS Y GRÁFICOS


Crónicas de Lecturas - 35
Mapas y Gráficos

I
Una habilidad curiosa

De niño me interesé sobremanera en los mapas. Digo mal, porque cualquiera se interesa. Yo me obsesioné con los mapas. Los miré, remiré, contemplé y los hice tratando de representar mis fantasías en ellos. Un marcado recuerdo de mi infancia es el Hermano Herminio ampayándome en clase haciendo mapas sobre una hoja de papel, una guerra naval de mi completa invención en un momento que el Hermano Herminio trataba de hacer clase. Digo en mi descargo que yo sigo en esto de los mapas, en cambio de la clase del Hermano Herminio no guardo el más mínimo recuerdo, ni de qué curso dictaba, ni en qué grado estaba cuando ocurrió el percance. Sí recuerdo la total sorpresa al serme arrebatado el lápiz con el que estaba dibujando el mapa, muy concentrado yo, y cómo el Hermano Herminio se burlaba de lo que yo dibujaba (Una versión libre de la Batalla de Trafalgar y cómo la hubieran ganado los franco-españoles). Hubo risa general entre mis compañeros de clase, lo que me produjo gran vergüenza y reforzó la autopercepción de mi persona como bicho raro. Pero no recarguemos las tintas: Eran peores las levantadas de patillas que el Hermano Dante propinaba, en especial porque las justificaba en el crimen de existir sin su permiso. Mi recuerdo de las intenciones pedagógicas de Herminio y Dante es tan difuso que no tengo ninguno, andan tras la vergüenza en un caso y el dolor físico en el otro. En otras palabras, y lo diremos bien claro, no existe justificación pedagógica para el bullying institucionalizado en la gloriosa frase La letra con sangre entra, en la que muchos aún creen, y que por desgracia era de común aceptación en las épocas en que yo padecía el sistema educativo de nuestra patria.

En todo caso, cabía hacerse mejores preguntas: Por qué un chico de nueve años de edad puede obsesionarse tanto con las representaciones bidimensionales, mapas, cartas y planos, hasta el extremo de dibujar su salón de clase estando en el salón de clase. Interesante pregunta que no responderé ahora, porque no tengo por qué ir regando por ahí mis intimidades cognitivo-emocionales, pero que fue parte de ese caro y complicado esfuerzo de desenredarse que constituye una terapia psicoanalítica. Hasta ahí llegará el nivel de mi confesión en tal aspecto, el que espere más se frustrará. Sin embargo, el tema tiene que hacer con la lectura, o por lo menos con ciertas habilidades cognitivas asociadas con las de la lectura, así que ahí voy. Esto de operar con mapas era considerado por mis mayores como una reverenda pelotudez, lo que me transmitían. Por ende nunca vi el asunto como una posibilidad sobre algo qué hacer o a lo qué dedicarme, era una pelotudez y punto. Pero se me aparecía reiteradamente que podría constituir algún tipo de futuro para mí, así que por algún tiempo me computé como futuro Cartógrafo. Tal elección de carrera me fue firmemente desalentada, aunque no recuerdo quiénes ni  cómo, ni sobre todo en nombre de qué. ¿Olvido Traumático? Probablemente. Cuando tuve firmemente en mis manos la conducción de mi propia vida, y quise eventualmente retomar el hilo de mi vocación cartográfica, estaba de moda la Ingeniería Geográfica, que uno o dos amigos emprendieron. Para mí era demasiado tarde, aunque hoy me arrepiento de no haberlo intentado, pero tenía que ganarme la vida y mantener con algún decoro a mis pequeños monstruos. Los años pasaron cada vez más rápidos, el tiempo corrió. (Paréntesis: Por cierto, siempre me hace gracia que “corría el año tal”, pues nadie ha visto nunca “correr un año”. Los años miden todos lo mismo, nosotros más bien corremos cada vez más rápido). Al final el destino me alcanzó. Como siempre sucede: ¿Es casual que yo terminara de profesor de Historia y GEOGRAFÍA? ¿Es casual que aunque soy bastante bueno enseñando Historia, soy muchísimo mejor enseñando Geografía, perdonen la inmodestia? ¿Es una casualidad que haya torturado a todos mis alumnos de primaria, secundaria y superior con la obligatoria elaboración de mapas temáticos y de varias otras clases? Como en la revocatoria, diré que NO, que nada es casual en esta cochina existencia.

II
Atlas Geográficos

En la actualidad, que tengo que viajar mucho por razones de trabajo y por muchas y diversas zonas del territorio nacional, me resulta difícil hacerme la composición del lugar a donde voy a no ser que pueda observar con detenimiento una representación gráfica del lugar, léase carta, mapa o plano. Y dicho sea de paso, el Google Maps constituye un aporte de maravilla a esto, por lo que aprovecho la ocasión para rendirle mi más sentido homenaje tanto al programa como a sus creadores. Viajo siempre con el mapa correspondiente y de su interpretación saco la mayor parte de las características del territorio que visito, y por supuesto disfruto muchísimo al encontrarlas en la realidad, en especial si los mapas son fieles. Jamás me aburro al viajar, ni siquiera en los trilladísimos senderos de mi propio barrio. Hay algo en esto de representarse el mundo y trato de hacerlo todo el tiempo, conmigo en él. Si puedo elegir cómo viajar lo hago por tierra y de día, y no me pierdo nada de lo que me rodea, no hay nada más aburrido en el universo que un largo viaje nocturno (útil para echar la pestaña correspondiente), incómodo aún en las mejores condiciones. Así y todo el destino me hizo recorrer por tierra, agua y aire una sección sustancial del planeta donde he nacido, lo he disfrutado enormemente y seguiré en lo que Marguerite Yourcenar da en llamar Una vuelta por mi cárcel. Establecido el punto, miremos un poco de Atlas geográficos, y otro poco del cielo estrellado, porque hay relación entre unos y otros. No hace mucho pasé por Talara, extremo occidental del territorio peruano y sudamericano, y me sorprende que no se emplee para asegurar un par de docenas de visitas turísticas y un par de puestos de trabajo que podría crear, porque está precisamente en el extremo occidental del territorio sudamericano. Si son inteligentes, me harán caso.

En el transcurrir de los años he coleccionado mapas. Tengo preferencia por los que muestran detalles y rasgos que así nomás no encuentras. Algunos nos muestran realidades francamente espeluznantes, como es el caso de los mapas batimétricos de los fondos marinos. Fascinan y son extremadamente útiles si sabes qué hacer con ellos. En todo caso de chibolo mi atención se dirigía a los Atlas Geográficos, y por supuesto los primeros de los que tengo memoria son los Atlas escolares. No había Internet en aquellos días, y por ende mi idea del mundo era lo que se veía en el dibujito. Esas cosas marcan más de lo que uno cree. Recuerdo muchísimo que los mapas políticos eran los más importantes, lo que si uno lo piensa cuatro segundos es contrabando ideológico de la peor especie. Los Atlas del profesor Rubén Romero Méndez no estaban mal, pero uno no aprendía de ellos nada útil fuera de los puntos cardinales. Los mapas políticos calatos no te dejan hacerte la composición del lugar, porque los límites políticos en el Perú no tienen lógica económica racional, provienen de visiones del territorio basadas en la mejor manera de explotar a los indios, o de la manera como el estado puede esquilmar eficientemente a sus habitantes. Del primer rasgo vinieron los corregimientos, base de nuestras actuales provincias; y del segundo las Intendencias, base de nuestros actuales e híbridos Departamentos / Regiones. En las muchas provincias que he trabajado me sorprende encontrar tan poquísimo conocimiento de la realidad geográfica de la propia circunscripción política. El saber se detiene casi siempre en la propia quebrada y en la ruta hacia la cabeza de distrito o provincia. Sin haber estudiado Ingeniería Geográfica digo que necesitamos en nuestras representaciones geográficas amarrarnos a las cuencas, a la distribución de las tierras, a la estructura de nuestros pisos altitudinales, a la anfractuosidad del territorio, a la periodicidad de las lluvias. A pesar de haber recorrido muchas provincias y distritos del Perú, haber trabajado con sus municipalidades y autoridades educativas, son contadas aquellas con una autorrepresentación geográfica clara, lo que conspira contra una visión adecuada de la gestión del territorio y desarrollo sostenible, atribución que tienen nuestras municipalidades en la actualidad.

Algunos conceptos de Cartografía, en:
http://www.ign.es/ign/resources/cartografiaEnsenanza/conceptosCarto/descargas/Conceptos_Cartograficos_def.pdf

   
III
Más sobre Atlas, Geografía y Programas

Aunado a mis gustos geográficos – tal vez inconsciente necesidad infantil de conocer cuál era mi lugar en el mundo – estaba incorporado mi gusto por la Historia, que por cierto compartíamos con algunos amigos del cole. Podríase decir que así como un Atlas Geográfico te da una idea de tu lugar en el mundo, un Atlas Histórico le añade a la cosa la dimensión temporal, y tal vez puedes encontrar así tu lugar en el tiempo, tal como lo hallaste en el espacio. Si pienso en el hecho que mi familia proviene de diversos lugares del planeta, puedo seguir la peripecia vital de mis antecesores, aunque se necesita cierto concepto de identidad que no es tan común como se cree. La verdad es que así nomás uno no capta a la primera qué significa tener ancestros provenientes de otras partes. Pero aún así para poder hacer el click necesario necesité que apareciera en el colegio un vendedor de libros que colocó un libro de Cartografía. No recuerdo el autor, pero el libro era muy bueno y todos los adquirieron. Y yo aprendí de ahí la base de la Cartografía que hasta ahora sé. Pero fui afortunado, pues continué mi aprendizaje cartográfico con la Introducción a la Astronomía de Cecilia Payne-Gaposchkin, los mapas y revistas de National Geographic, y los Almanaques Mundiales, cuya primera edición adquirí en 1969, y la última el 2006. A partir de ahí la Internet proporciona mucho mayor cantidad y calidad de información cartográfica, y así suspendí mi compra de Almanaques Mundiales y/o Universales. La Internet proporciona la mayor parte de Información necesaria y suficiente para efectos cartográficos. Uno de los últimos libros que compré para el efecto, ya a guisa de compendio, fue la Geografía Cartográfica de Walter Alva.   

La Geografía ha evolucionado, y hoy son los programas de software lo que cuenta tanto para mapas geográficos y estelares, como para otros efectos. La investigación de la distribución de las estrellas, planetas y demás cuerpos en la bóveda celeste constituyen eventos previsibles gracias a Kepler y Newton. En lo personal sigo amarrado a mi Stellarium, programa que me permite chequear la posición de los cuerpos del cielo, a pesar que hay mucho mejores programas hoy en día. Además los textos sobre Cartografía y Geografía se han centrado en aspectos más diversificados, particularmente los nuevos conceptos de la ciencia geográfica en vigencia. Aprecio en particular a Javier Pulgar Vidal y su Geografía del Perú, libro de Geografía hoy clásico, que presenta las famosas Ocho Regiones Naturales transversales al territorio peruano, la propuesta de regionalización transversal y la microregionalización. Antonio Brack y Cecilia Mendiola escriben Ecología del Perú, imprescindible hoy en día, así como Perú: Diez Mil Años de Domesticación, en este caso solamente de Antonio Brack. No dejaré de mencionar la Iniciación a la meteorología de Mariano Medina, de la Editorial Salvat, en referencia a los mapas meteorológicos, fascinantes con sus frentes frío y caliente que muestran las diferencias de presión y temperatura. Como parte del curso de Geografía debo decir que siempre disfruto de explicar esta parte a mis alumnos.

Podemos bajar la Iniciación a la Meteorología de Mariano Medina desde acá:
http://www.freelibros.com/libros/iniciacion-a-la-meteorologia-mariano-medina.html   


IV
Diagramas y Esquemas

Hay un resultado lateral de mi histórica obsesión con mapas, cartas y planos, la adquisición de la habilidad de operar con los diversos tipos de esquemas que se pueden utilizar para expresar conjuntos de ideas. Es algo relativamente nuevo, apenas me enteré de esto hace unos 20 años, de eso a lo que hoy en día llamamos “organizadores visuales”, y aprovecho de la ocasión para mencionar el que quizá sea el mejor libro de compilación de éstos que he visto, que fue escrito por mi buen amigo y colega Bladimiro Soto Medrano: Organizadores del Conocimiento y su importancia para el aprendizaje – estrategias y técnicas visuales aplicables a educación inicial, primaria, secundaria y superior, en donde propone 64 tipos diferentes de Organizadores Visuales para empleo de los colegas de la Primaria, la Secundaria y la Superior. Hoy, por cierto, esto de los Organizadores Visuales no sorprende a nadie, ya se afincó. Pero cuando yo estudiaba en la Universidad había empezado a hacer algunos de estos dibujitos de manera espontánea, pues era una manera de operar que me venía bien para fijar los principales conceptos de los muchos textos que debía enfrentar. Claro que, para mis adentros, me parecía un tanto tonto y bastante infantil recurrir a “dibujitos”, motivo por el que trataba de ocultarlos de otras personas. Sin embargo, tuve buena suerte: una persona mayor que respetaba por sus conocimientos, observó por encima de mi hombro casualmente este proceso de leer y a la vez elaborar un diagrama relacionando los principales conceptos del texto que trataba de aprenderme, y que por cierto en aquella ocasión era para un curso de microeconomía – y aprobarlo reflexivamente. Qué diferencia con el hermano Herminio que he mencionado líneas arriba. Cuando se es niño y joven la aprobación de las personas mayores – las que uno respeta – es invalorable. Temo que no encontré mucho de eso en mi propia familia, aunque a estas alturas supongo que es algo tarde para quejarse.    

La base cognitiva y la validez del empleo de Diagramas y Esquemas para Organizar Ideas está en la misma naturaleza de la mente humana, instrumento multiuso que cuenta con diversas estrategias para establecer los criterios para el almacenaje de información, así como para atesorarla en sus celdillas de memoria. No significa que para todo el mundo serán igual de útiles los Organizadores Visuales, pero sí que pueden resultar esenciales como un modo de guardar información, por lo menos en la medida que la visión siga siendo el principal canal de aprendizaje. Por otra parte, cuando la sociedad tiene modos de aprender propios – en el caso nuestro caracterizado por el masivo empleo del bullying emocional y cognitivo expresado en el aprecio a la memoria eidética – establecidos por la inercia de decenios o de siglos, romperlo siempre es complicado. Vale decir encontramos diversas respuestas sociales a la innovación en estos casos, pero la principal es aceptar la moda y aplicarla en contexto reducido y autoritario. Trabajar con ideas en un contexto autoritario solamente significa una cosa: Que existe una auctoritas que aspira a seguir siéndolo. Y no basta con tener esquemas y diagramas, hay que saber qué poner en ellos. Y ese es un tema que no arregla solamente cambiando las formas. Pero en todo caso es preferible conocer que no conocer diversos modos de relacionarse con los diversos planteamientos sobre el tema, y en ese sentido siempre me ayudan dos compendios que recomiendo con calor a mis colegas: El Diseño Instruccional de Aprendizaje por Competencias de Liliana Galván y Jonathan Golergant, editado por la UPC;  y el Manual para Talleres de Capacitación Con la Salud sí se juega, de Kallpa; que aunque le gusta cambiarle los nombres a las cosas, sin embargo es un compendio muy completo.

Algo sobre Organizadores Visuales lo puedes encontrar acá:
http://educakids.bligoo.com/media/users/20/1023686/files/250818/ORGANIZADORES_GR_FICOS_O_DEL_CONOCIMIENTO.pdf    

V
Colofón

Leer no es solamente decodificar / comprender letras, palabras, oraciones, párrafos, capítulos y libros. No se puede hoy en día limitar la lectura al alfabeto. El ejercicio de la lectura es más amplio y abarca más sistemas de expresión. Pienso en este momento por ejemplo en las notas musicales, en las matemáticas y la lógica formal, en el cine, el teatro y la televisión, y me he preguntado qué papel pueden jugar los organizadores visuales en este tema de la lectura, a lo que llegué desde los mapas. Como siempre, lee lo que quieras, como quieras, donde quieras.    

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