lunes, 28 de octubre de 2013

CRÓNICAS DE LECTURAS 62 - TRAGEDIAS GRIEGAS

CRÓNICAS DE LECTURAS – 62
Tragedias Griegas

I
La Tragedia y el pathos

Cuando decimos Tragedia griega hay a la vez un sinónimo y una metáfora sobre circunstancias dramáticas y patetismos extremos elevados a la enésima potencia. Pero no existe nada bajo el Sol como la Tragedia Griega y el pathos que expresa. Por supuesto que es mi apreciación, perdónenme, pues sé de muchos y valerosos jóvenes efebos y guerreros ilustres que se encomendaron a las musas y trataron de leer los clásicos de la Tragedia Griega con resolución, coraje, honestidad, intrepidez y extremado arrojo. Y sin embargo, oh esquivo Destino, quisieron los Dioses que cayeran derrotados en toda la línea por esas muchas oraciones de enrevesados, complicados e interminables períodos que los y las traductores y traductoras de rosados dedos suelen endilgarnos, los dioses sabrán por qué. Vedlo si podéis y lamentaos, oh hijos de las castellanas letras, por el cómo os queda el ojo cuando recibís sin anestesia algo así como esto: ¡Ay, ay! ¡Ay, ay! Prole de la fecunda Tetis, hijas del Padre océano, que con su curso insomne gris en torno a toda tierra, mirad, contemplad con qué cadenas clavado en la cima rocosa de este precipicio monto una guardia no envidiable. (Prometeo encadenado, de Esquilo). O como esto: ¡Oh luz amable de este día justiciero! Ya podría decir ahora qué dioses vengadores de los mortales contemplan desde arriba los sufrimientos de la tierra, puesto que veo en un manto tejido por las Erinias, a ese hombre que yace de manera grata para mí, pagando las maquinaciones de la mano paterna (Agamenón, de Esquilo). Complicado de entender hasta para el más pintado y clásicamente culto de los actores, no digo ya los lectores, que cuando menos pueden quedarse quietecitos frente al texto decodificándolo, y no pasando de él hasta por lo menos identificar los núcleos de sujeto y predicado, hasta ahora el mejor truco que se me ocurre para entender estas oraciones. En griego debe haber sido más fácil, o los gustos de entonces eran muy diferentes a los de hoy. Yo tuve la suerte de empezar a leerlo desde muy jovencito, y no me presentan dificultad extrema; así que aprendan papis y mamis, es la función la que hace al órgano.

Dícese de la Tragedia griega que es patética, es decir inficionada de pathos hasta el extremo. Como sé que mis lectores son inteligentes pero no necesariamente informados, les comentaré que el pathos en la retórica clásica es uno de los tres modos de persuadir a alguien de algo. Los otros son el ethos y el logos. La idea es que tú le crees algo a alguien por tres posibles motivos: Uno, porque te convence racionalmente a través de argumentos (logos). Dos, porque respetas a la persona y le crees pues posee buenas cualidades y trayectoria que hacen difícil que te mienta (ethos). Y Tres, porque compartes o te inducen a compartir los mismos o parecidos sentimientos (pathos) que mueven al expositor. Esta disquisición es, nada más y nada menos, que del Aristóteles por si acaso, no es tan difícil de leer ese gallo. La estética, parte de la Filosofía que trata de la belleza, entiende el pathos como los íntimos estados del alma y emociones que se viven al contemplar algo bello o hermoso. Por alguna razón que no entiendo del todo, el Pathos se contrapone al Eros, en una díada gozo-sufrimiento que los griegos veían al modo dialéctico, nunca separados uno del otro. La idea perduró, recuerdo un poema de Schiller sobre el corazón, que los médicos dicen se divide en cuatro cavidades, pero que el poeta sabe son dos: El lugar del dolor y el de la felicidad: Oh, felicidad, habla bajo para no despertar al dolor … . Bueno, que no se escape el pathos, esto es la sensación o sentimiento que poseemos de lo inevitable de sufrir en esta vida. De ahí que la Tragedia Griega sea patética, pues si algo enseña es lo (agárrense que viene palabra difícil) ineluctable del destino, esto es lo inevitable de que te vaya como la mona en algún momento, hagas lo que hagas.  

Los Trágicos de la Atenas del Siglo de Pericles son Esquilo, Sófocles y Eurípides, que presentan los primeros intentos para explicarse en la escena cómo es que opera el Destino que nos rebasa como un huracán, y nos arrebata (rara vez nos da) los afectos humanos y las cosas materiales. Ha pasado un par de milenios y medio y sus obras se siguen montando con pocos cambios de escenografía, vestuario y nombres. Pagamos tributo aún a los dioses de la tragedia y la comedia humanas. 


II
Esquilo

El primer nombre ilustre en la Tragedia ateniense es el de Esquilo (525 – 456 a.C.), sucesor de Tespis, Frínico, Quérilo y Prátinas, de los que se sabe poco, pero que parece tuvieron roles importantes en la estructuración del teatro griego. Dícese que fue Esquilo quien metió en la representación un segundo actor, a más de máscaras y coturnos; y también era abierto a las innovaciones a su peculiar modo, como en Agamenón, donde los dos actores (Egisto y Clitemnestra) recitan sus parlamentos en compañía de Casandra, bien calladita ella. El tercer actor lo introdujo el joven rival Sófocles, así que Esquilo, como quien dice tampoco lo iba a atracar así como así, por más que con seguridad le notó sus posibles ventajas. En fin, Esquilo era un veterano de Maratón, Salamina y Platea, es decir ciudadano ateniense y excombatiente políticamente conservador, que se sentía con derecho a plantear las cosas a su modo. Parece que escribió unas ochenta a noventa tragedias, perdidas la mayoría en las invasiones y el general retroceso a la barbarie de la edad media. Se conservan la trilogía La Orestíada (Agamenón, Las Coéforas y Las Euménides); Los Persas; Los Siete contra Tebas;  Las Suplicantes y Prometeo encadenado, aunque hay alguna duda en la autoría de esta última. El gran tema de Esquilo es lo inevitable de sufrir, tal vez por eso ha pervivido tanto. Pero no es sólo sufrir lo que cuenta, sino aquello que se aprende al sufrir: Que no es gratuito, que la desgracia empieza con los hechos humanos, aunque no sean conscientes e inclusive si corresponde a los descendientes pagar las culpas de los padres, como pasa con Orestes, que se debe someter a la persecución de las coéforas por asesinar a su madre Clitemnestra y a Egisto, crímenes que está obligado a cometer atrapado por su deber filial, que le obliga a vengar a su padre asesinado. Así, al cumplir con su deber, se convierte en matricida.

Extraño como es esto a nuestra moral heredada de Kant, hecha de imperativos categóricos y de ética de intención, representa una realidad actual, tal vez eterna, de la condición humana: Justos e inocentes pagan por pecadores y culpables. Los dioses son implacables al servir a la justicia, las leyes divinas son prisión de los hombres, no saben de atenuantes ni de conflictos. En la Roma de mármol y pedernal incluso se dice Dura lex, sed lex (La ley es dura, pero es ley). Pero el genio de Esquilo consigue desentrampar el asunto y liberar a Orestes transformando a los mismos dioses, y las furiosas Coéforas devendrán en Euménides amigas de la Justicia. Aunque estamos bien lejos aún de Shakespeare y de Porcia abogando por la misericordia en el tribunal de Venecia, sentimos cuando leemos esto que el hombre tiene alguna esperanza, lo que no es poco. Porque cuando la tragedia trae el pathos no es porque sí, sino para lograr del lector y/o espectador que haga katarsis, es decir se purifique por el fuego (otra vez nos tropezamos con el Viejo Aristóteles), que encontramos viviendo los sucesos que el Destino nos impone, tratando de no cometer los errores de Eteocles, Polinice, Jerjes, Agamenón, Egisto o Clitemnestra que hemos visto allá en el Teatro o en el Cinematógrafo. Y porque el arte no es impermeable, es que podemos ver esta versión en youtube de algunos monólogos de la Orestíada, en particular el Agamenón, con música de Carl Orff, Carmina Burana:


Segunda Parte: http://www.youtube.com/watch?v=EB5QxNQOwOo       

En este link encontrarás una regular traducción de la Orestíada: https://n-1.cc/file/download/1319188


III
Sófocles

Sófocles (496 – 406 a.C.) era treinta años menor que Esquilo, con quien compitió en los concursos anuales, y precisamente para ganarle al viejo maestro es que introdujo al tercer actor, aumentó a quince los integrantes del coro e introdujo la escenografía. Aquí se le acabaron las ínfulas innovadoras y se aposentó en ellas conservándolas tal cual hasta su vejez, que total ya estaban probadas, oleadas, sacramentadas y convertidas en la avant garde del teatro ateniense. Y se estacionó en su éxito con tanto ídem que Eurípides, de genio cuando menos comparable, no le hizo ni cosquillas al mimado de la elite y la academia ateniense. Es que Sófocles, como muchos hoy en día, sabía venderse y entre sus amigos estaban Pericles, Herodoto y otros famosos. Estuvo activo en la vida política de la democracia ateniense: Fue tesorero de la Liga de Delos nada menos, e incluso fue general estratego, aunque parece que como militar era un buen autor de tragedias, de las que escribió entre 110 y 130, conservándose en la actualidad unas treinta, entre ellas la serie de Edipo: Edipo Rey, Edipo en Colona y Antígona; así como Áyax, Las Traquinias, Electra y Filoctetes. De los treinta Concursos Dionisios en los que participó ganó dieciocho, performance nada deleznable, y análogamente a nuestro contemporáneo Director de Cine Martin Scorsese parece que lo tenían que premiar sí o sí, pues tras un éxito venía otro. Encima, su fama moderna actual quedó asegurada con la adopción por Sigmund Freud y la escuela del Psicoanálisis de su personaje Edipo para definir un complejo instintivo-conductual del inconsciente de las personas.

El complejo de Edipo se basa en el ineluctable (creo esta palabra ya la usé arriba) destino que sufrió el personaje Edipo, que tuvo al santo de espaldas de modo permanente. Nace el pobre, y ni bien nace le encajan que matará a Layo su padre, y cometerá incesto con su madre. El padre trata de burlar al Destino, le entrega a un pastor que le abandone para que muera, pero el tal pastor se compadece y le protege - varios cuentos en la literatura universal tienen este escenario, lo que hace que me pregunte por qué. Edipo alcanza la juventud, y en el camino a Tebas encuentra a Layo y lo mata. Acto seguido enfrenta al monstruo Esfinge que martiriza a Tebas, resuelve su célebre acertijo, y el agradecido pueblo le hace rey y le otorga la mano de la reina viuda Yocasta, de hecho su madre aunque todos lo ignoran. Edipo se pregunta por qué la peste asola a Tebas, de la que es justo Rey, tratando de dilucidar en qué han metido la pata precisamente para sacarla, y así llama al ciego adivino Tiresias, que está al tanto de todo: ¡Qué cosa tan funesta es saber algo cuando ya no puede aprovecharnos! Yo lo sabía y lo olvidé. De otro modo no me hubiera presentado aquí. Ya dijo Sherlock Holmes que a veces es odioso tener razón: y qué necesario es no meneallo, decían Lope y Calderón. Pero lo terrible es que meneallo es inevitable y no hay cómo no destapar el wikileak. Uno tras otro hablan los testigos, uno tras otro surgen los hechos, la verdad se descubre: Edipo es parricida e incestuoso. Yocasta no soporta y se quita la vida. Edipo se revienta los ojos para no ver tanta miseria: Perezca aquel que en el monte desierto las duras amarras quitó de mis pies y salvó mi vida sin hacerme un bien. Si la muerte entonces me hubiera alcanzado, mis amigos se hubieran ahorrado estas penas y yo me vería libre de dolores (…) No hubiera venido a matar a mi padre ni me apellidaran esposo de la que me dio la vida. Hoy me abandonan los dioses (…) Y si alguna desgracia hay peor que la misma desgracia ¡la he sufrido yo, Edipo!          

El Destino no se detiene aquí, sin embargo: La estirpe de Edipo y Yocasta está maldita. Esquilo retoma el tema en Los Siete contra Tebas con la guerra y mutuo fratricidio entre los hermanos Eteocles y Polinice; y el mismo Sófocles mostrará el destino de las hijas Antígona e Ismene en Antígona. Edipo huye de Tebas hacia Atenas, única entre todas las ciudades de Grecia que honrará su carácter demócrata otorgando asilo al desventurado (Edipo en Colona).

Las imágenes suelen hablar, así que acá podemos ver algunas escenas de la película Antígona, de 1961, con Irene Pappas:   http://www.youtube.com/watch?v=RBXrIBCb8w8

La escena culmen de Edipo Rey puede verse en versión de Televisión Española: http://www.youtube.com/watch?v=XhY6zK9tFa4


IV
Eurípides

Un maverick es, además del nombre de una serie de TV de los años ´60, un toro salvaje que no se hace a vivir en el rebaño, y por extensión dícese del hombre cuyas ideas son demasiado de avanzada y no es comprendido por sus coetáneos, aunque sea ciertamente superior a ellos. A Eurípides (480 – 406 a.C.) nos parece le tocó esta suerte, triste en cierta medida, pues vivió al mismo tiempo que Sófocles, y parece le tocó hacer la del líder innovador, aunque los honores y homenajes se los llevó Sófocles. Bueno, dejándonos de vainas Sófocles no era un mediocre precisamente y se merecía los homenajes, pero estaba con su tiempo y no se pasaba de la raya en eso de innovar, midiendo lo que hacía más que Eurípides, que seguramente estaba más tocado por sus demonios y andaba demasiado claramente por delante de su época. De seguro escandalizaba a muchos con eso de poner mujeres como personajes principales de sus tragedias, o con llevar la estructura del diálogo a su término lógico iniciado por Esquilo y Sófocles; o hacer de Hércules un matón de esquina, de Alcestes una heroína en forma y de Admeto un perfecto imbécil. Lo complicado de la innovación es que aunque como líder estés diez codos por encima del promedio de las gentes, éstos ni te comprenden ni te siguen. Los atenienses preferían a Sófocles, más potable y menos exigente con el espectador. Qué mala pata tener que competir con él. De las 92 Tragedias que escribió se conservan unas 18. En sus títulos corroboramos lo recurrente del tema femenino, casi obsesivo. Aparte de Medea y Alcestes, escribe Las Suplicantes, Hécuba, Andrómaca, Electra, Las Troyanas, la muy celebrada y representada Las Bacantes, Ifigenia en Áulide, Ifigenia en Táuride.   

Eurípides presenta notables diferencias con sus antecesores: Siente un afecto mayor por los hombres en su realidad real que por los Dioses y Héroes superhumanos que Esquilo adora, o por los seres ideales que Sófocles presenta y que en alguna medida desearía que fuéramos. En el conflicto entre el destino y los seres humanos, Eurípides toma decidido partido por los seres humanos, que en sus pasiones y sentimientos le merecen la conmiseración y solidaridad de la que en verdad carecen sus colegas. Probablemente por ello es que intenta mostrar los motivos y causas de las acciones humanas en actitud cercana a la de su contemporáneo Sócrates. Sus tragedias son de desarrollo intimista, sicológico y personal, incluso en ocasiones acercándose a la comedia, o más bien encontrándose con ella, como no puede sino pasarle al que trata de retratar las cosas como son. En la realidad real de los seres humanos se mezcla la gracia con la tragedia en dosis imprevisibles, tratar de separarlas es fútil, nos parece eso diferencia a Eurípides de los otros. La profundidad de sus caracteres femeninos dio escándalo, por más que fueran varones quienes representaban. Medea, por ejemplo, no es sólo un monstruo de celos, es una mujer abatida por el dolor y la miseria, que a pesar de toda su inteligencia y maquiavélico discurso sólo atina en volcarlo al odio y  la destrucción, como cualquier pobre mujer abandonada de nuestros días, que repodrida por la miseria y diciéndose Por todas partes me cercan las desdichas, administra insecticida a sus hijos antes de bebérselo ella misma: Yo, sola, sin patria, soy abandonada del hombre que me arrebató a mi extranjera tierra, sin madre, sin hermano, sin parientes que me den abrigo contra estos infortunios. Es probable que otros mejor enterados me digan que no, que Medea es malvada, una bruja asesina que se merecía lo peor. Que Medea se revuelca en su crueldad al castigar a Jasón en sus inocentes hijos es incuestionable: Todavía no te lamentes: aguarda la vejez. No hay ningún arrepentimiento liberador que nos licúe el asunto. Menos mal Eurípides escribe también sobre la dulce Alcestes, contraparte de la feroz Medea, pero no puede evitar presentarla como víctima de un Dios indiferente y de un marido idiota. Las mujeres eran víctimas objetivas del orden social, Aristófanes lo mostraría en clave cómica en Lisystrata, a pesar que por política ridiculiza a Eurípides llamándolo hijo de una verdulera. Que el escándalo no se detenía en el tema de género se demuestra en que Eurípides remece el orden social ateniense presentando en sus obras esclavos inteligentes, en lamisma época en que Aristóteles definía al ser humano como “animal racional” y por ende negaba a los esclavos tal condición, lo que demuestra que se puede ser inteligente y ciego a la vez.    

Para darnos una idea del poder de la Tragedia, un trozo pequeño del final de la Medea de Pier Paolo Pasolini: http://www.youtube.com/watch?v=yxdAztlGDUA

Una versión de Medea para leer la hallaremos en:


V
Colofón


Hay muchas adaptaciones modernas de la Tragedia Griega, aparecen con cierta recurrencia cosas sumamente interesantes, tales como La Orestíada, Medea, Antígona o Las Bacantes, trata de que no se te escapen. Como dije al principio, nada hay bajo el sol como la Tragedia Griega. Anda a verla o por lo menos trata de leerla. He dicho. 



jueves, 24 de octubre de 2013

BILL GATES Y LA UTOPÍA


Peru Blogs



BILL GATES Y LA UTOPÍA



No hace muchos días la Fundación GATES redescubrió la pólvora:



Dijo que el sistema de contratación de trabajadores que emplea papeles que "certifican" la posesión de ciertas habilidades no es funcional, implica un desperdicio de recursos y es necesario ir directamente a buscar las habilidades requeridas a fin de encontrar el mejor candidato para el puesto a llenar en las instituciones.  



¿Podemos hacerlo en el Perú?

Es posible que haya países donde esto se pueda hacer. ¿Pero en el Perú? Eso es extremadamente difícil porque el criterio que prima en el Perú NO es colocar el mejor hombre (o mujer) en el mejor puesto.

Hagamos un somerísimo análisis:
  ¿Cuál es la habilidad natural de los que mandan en las instituciones privadas y públicas del Perú, desde APDAYC y la Federación Peruana de Fútbol hasta el Poder Legislativo y el Poder Judicial, pasando por empresas, unidades ejecutoras, gobiernos regionales, municipalidades y medios de comunicación?

Fácil:
Es ser familia de…, ser amigo de…., pertenecer a la argolla "X", "Y" o "Z"….,


Es decir, habilidades que no se adquieren por el conocimiento, el talento o el esfuerzo, sino que son:

  • Heredadas, es decir porque naciste en el sitio adecuado en el momento oportuno, dentro del reducido número de familias interrelacionadas entre sí que corta el jamón y aparece en Ellos & Ellas. Por analogía con el Tahuantinsuyo, los podríamos llamar La Nobleza de Sangre.
  • Adquiridas por relación con los miembros de las familias del punto anterior, y manejadas a través de una estructura social que en el Perú se llama argolla, que valora la obsecuencia, el clientelaje y el amiguismo. Por analogía con el Tahuantinsuyo, los podríamos llamar La Nobleza de Privilegio.

Esto quiere decir que los que reclutan personal en las Instituciones no se pueden basar en las habilidades del candidato. En primer lugar porque ellos mismos no han sido seleccionados de ese modo.

El papel donde consta el título, como se sabe, se compra en establecimientos al efecto denominados en nuestro país Universidades, y son accesibles básicamente a la Nobleza de Sangre mencionada arriba, que es la que posee el Dinero:y a la Nobleza de Privilegio, que es la que tiene las relaciones..

El talento, las habilidades y las competencias para un puesto son consideradas innatas a los apellidos que se lucen y/o a la pertenencia a determinadas argollas. El que toma las decisiones de reclutamiento está en ese puesto porque es quién es y no por lo que sabe hacer. El papel donde consta el título se emplea como condición necesaria; y según el candidato y sus vínculos sociales, suficiente.


Lo utópico del asunto
Como la mayoría de los que están en determinados puestos están en ellos no por sus habilidades sino por sus privilegios, es una utopía creer que serán ellos los que cambien esta política por otra que considere las habilidades reales. Ellos ven en el candidato talentoso un enemigo en potencia y un peligro real para su estatus. El objetivo dorado de enquistarse se dificultaría, no se podría armar un organigrama a la medida con los amigos de confianza.
Examínese si no el organigrama político del Perú y la red de contrataciones basada en las dos o tres leyes fundamentales que las rigen, y que se han generado a lo largo de varios lustros como resultado de las negociaciones y enquistamientos producidos a lo largo de los diversos gobiernos, en especial los dos gobiernos apristas, constituidos fundamentalmente en agencias de empleo donde se intercambian sueldos del estado por impunidades; y donde se diseñan los procedimientos y protocolos no para servir al interés público, sino para hacer crecer y multiplicar la propia argolla a todo costo.

Lo que las argollas necesitan no es gente con habilidades ni capacidades, excepto las necesarias para siervos y yanaconas con la ductilidad necesaria para ser manejables, no conflictivos, conocer su lugar y ser funcionales a la necesidad de la argolla.


Colofón
Para que la propuesta de Bill Gates funcionara en el Perú se requeriría que la sociedad en su conjunto se regenere. Eso es algo que no pasa por el amor de Dios ni sentándose a lamentarse porque no ocurre. Se necesita una voluntad clara de conformar organización política que dé guerra y combata el fuego con fuego. Que no es imposible puede observarse en dos factores: El impulso de la juventud que hoy NI trabaja Ni estudia, pero que podría eventualmente asumir el ideario de los estudiantes de Chile (el terror que le quita el sueño a los privatizadores de la educación peruana) que dan el ejemplo; y lo que pasa con los emigrantes peruanos, los más talentosos y audaces de nuestros compatriotas (Son Tres millones en el extranjero) que escaparon de las argollas e hicieron sus vidas en sociedades donde sí hay espacio para las habilidades. 

La utopía es posible.

Nota .- La caricatura, de Carlín.

lunes, 21 de octubre de 2013

CRÓNICAS DE LECTURAS 61 - CIENCIA FICCIÓN CLÁSICA - PARTE DOS

CRÓNICAS DE LECTURAS – 61
Ciencia Ficción Clásica 
(Parte Dos)

I
El main stream en la Ciencia Ficción

Yo no les quito un ápice a los clásicos. En otra Crónica presenté a tres autores clásicos de la Ciencia Ficción: Clifford Simak, Ray Bradbury y la pareja Larry Niven – Jerry Pournelle. Pero un género tan expandido y popularizado como la Ciencia Ficción tiene muchísimos más héroes que se merecen absolutamente ser cronicados. Así empiezo a quitarme el sambenito con Asimov, Heinlein y Clarke, y reservándome a Sturgeon, Ballard, Lem, Silverberg, Dick, Farmer, Anderson y demás para otra ocasión. Y aún así el subgénero da para muchísimo más, quién me mandó meterme en esto de las Crónicas de Lecturas, pero creo que ya es algo tarde para quejarse. Empecemos por la corriente principal de la Ciencia Ficción (Science Fiction Main Stream en english), un circuito de escritores norteamericanos o británicos, o por lo menos de lengua inglesa, que se criaron en las décadas de los ´20 a los ´40, y la mayoría estudió en la Universidad Ciencias Duras (Física, Química, Geología, Ingeniería, etcétera). El porqué no hallaron chamba en lo suyo es un misterio que tal vez sea mejor no remover, no nos encontremos el cadáver de Jimmy Hoffa. Muchos de estos escritores son muy sinceros con las dificultades de sus comienzos y sus finales, hasta el extremo del chisme, como Isaac Asimov mismo, que hace casi autobiografías en sus compilaciones, como también Arthur Clarke, Harlan Ellison y otros. De resultas de esto hay más información disponible sobre ellos de la que necesitamos, y por ese mundano y ocioso motivo no me concentraré demasiado en biografías que ya sus autores hicieron de dominio público.

He tratado de no elegir necesariamente las grandes obras de todos conocidas, aquellas que están precisamente en el mainstream. Tratamos de dejar aparte el Universo de Asimov, Heinlein o Clarke. Nos acercamos en lo posible a obras menos “representativas”, y así no nos metemos en las larguísimas series de las Fundaciones y los Robots de Asimov; ni en las principales obras de Heinlein, ni en el grupo de Rama o de las Odiseas del Espacio de Clarke. Es posible que las tratemos como grupo en otras Crónicas o no, ya veré. Los libros que escojo, aunque premiados y populares no formaron parte de series o universos muy desarrollados. Es decir se publicó una sola de estas obras, su trama y personajes empiezan y terminan con ella. Las elegimos porque nos gustaron, interesaron o consideramos que de una u otra manera pueden ser importantes para entender la bibliografía general del autor. Seguramente nuestra elección puede ser relativamente equivocada, porque de verdad tanto, tanto, no sabemos. Pero igual lo intentaremos y esperamos que no nos vaya del todo mal. Y por eso afrontaremos este asunto con El Hombre Bicentenario, Tropas del Espacio y Las Fuentes del Paraíso.

II
Isaac Asimov y El Hombre Bicentenario

Hay tanto publicado sobre Isaac Asimov (1920 – 1992), incluso por él mismo, que en realidad es ocioso hablar de él. Si quieren ustedes realmente saber más léanse cualquier introducción a cualquier antología manejada por él. O mejor aún, gugléenlo, encontrarán ustedes información ad náuseam. Elegí la novela corta El Hombre Bicentenario (También traducible como El Hombre del Bicentenario) a pesar que se le hizo película en 1999, porque el filme está muy distante de la novela, tan distante que podemos hablar de dos obras distintas aunque con ciertos aspectos en común. Toma también como base El hombre positrónico, obra de Asimov y Robert Silverberg al alimón, posiblemente para darle parte a Silverberg en las ganancias de la película. Por poco que la veamos la notaremos adaptada a una audiencia estereotipada. No desmerezco las soberbias actuaciones de Robin Williams y Sam Neill, pero sí el guión archisimplificado, pseudo-políticamente correcto y mercantilistamente adaptado de esa película llamada El Hombre Bicentenario. Señalemos de pasada que los guionistas fueron precisamente Asimov y Silverberg, tengo la sensación que trataron de hacer unos dólares más, lo que no es en definitiva incorrecto. Si ellos no son puristas no veo por qué nosotros tendríamos que serlo. Pero no se filmó la novela El Hombre del Bicentenario, sino otra cosa que pagó peaje a los estereotipos de un segmento del mercado y a la expresión cinematográfica. Así, vemos un robot que se enamora, quiere casarse y le gusta el sexo – exploración que Asimov y autores como Bradbury han llevado a cabo en relatos más verosímiles – y así se roba el show, aunque para mí eso no llega ni a anteproyecto de parodia del Bender de Futurama. No se hace ni la finta de explicar las Tres Leyes de la Robótica, centro de la narrativa asimoviana de robots. En la novela el sexo es tema tangencial, el Robot NDR Andrew Martin inventa prótesis que eventualmente incluirían genitales si se adecúan a mis planes. Mi cuerpo es una tela sobre la que me propongo dibujar…  (un hombre), y las Tres Leyes se mencionan un párrafo sí y el otro también. Es central el deseo del robot  Andrew Martin de ser declarado humano legalmente, lo que se relaciona con una importante discusión política y jurídica sobre las leyes y el sentido de la Libertad. La argumentación viene a cuento por la ocasión en que se escribe: 1976, Bicentenario de la Revolución Americana y de la Independencia de los Estados Unidos. Además, El Hombre Bicentenario (O El Hombre del Bicentenario) es en realidad el relato principal de un total de once, más un jocoso poema dedicado a los que no creían que existía el viejo Asimov: La primavera de la vida.

Estos relatos cortos – el más largo da nombre al libro y es precisamente El hombre del bicentenario – ganaron un Premio Hugo en 1977 y un Nébula el año siguiente, que es como ganarse el Nobel y el Oscar de la Ciencia Ficción. La mayor parte de estos cuentos son de primerísimo nivel: Tengo especial gusto por Intuición Femenina, la historia de un robot femenino, y el último saludo en el escenario de la roboticista estrella de Asimov, Susan Calvin, horriblemente mal representada en el bodrio peliculero Yo, robot. Qué es el hombre resulta en una inquietante profecía, una variante pesimista de un universo alterno al universo oficial de Asimov en sus series de Robots y las Fundaciones, que deja ahí y no desarrolla aunque es realmente inquietante: (Dice el robot George Diez) nos consideramos seres humanos incluidos en el contenido de las Tres Leyes y, además, unos seres humanos que deben gozar de prioridad frente a todos los otros. La Criba denuncia la hipocresía de los políticos frente a los problemas globales, y delinea el deber moral del científico de no permitir ser utilizado por el poder político. Los demás relatos son algo desiguales, aunque dentro de la impronta asimoviana. Indudablemente el más conmovedor es El Hombre Bicentenario: Andrew es un talentoso robot capaz de crear arte y ganar dinero con ello, gracias a un casual diseño generalista de su cerebro positrónico. Por ello, y por órdenes más o menos contradictorias que recibe, compulsivas para él – consecuencia de las Tres Leyes – de una manera inimaginable para los seres humanos (Asimov no lo evidencia, supongo que espera que el lector atento lo note), aspira a ser libre: ¿Qué más podrías hacer si fueses libre? – Tal vez no más de lo que hago ahora, señoría, pero lo haría con mayor satisfacción. En este tribunal se ha dicho que sólo un ser humano puede ser libre. Yo diría que sólo quien desee la libertad puede ser libre. Yo deseo la libertad. Y el relato continuará a lo largo de dos siglos, con la evolución de la actitud del robot libre que busca más y más se le reconozca su Humanidad: Lo cierto es que quiero ser un hombre. Lo he deseado durante seis generaciones de seres humanos. Por supuesto, si quieren conocer el final, ya saben, lean el relato. Se le puede encontrar aquí:
http://bdigital.binal.ac.pa/VALENZANI%20POR%20ORGANIZAR/ORDENADO../1OTROS%20DOCUMENTOS/ASIMOV,%20Isaac%20[Biblioteca]/6%20-%20ISAAC%20ASIMOV-PDF/Isaac%20Asimov%20-%20(varios%20cuentos)%20Varias%20Historias.pdf

III
Robert Heinlein y Tropas del Espacio

Robert Heinlein (1907 – 1988) es un escritor que levanta polémica por principio, pues se zurra en lo políticamente correcto y a veces parece más fascista que Mussolini. En cualquier caso es un individualista nato. Su novela Tropas del Espacio gana el Premio Hugo en 1960 y además resultó extremada y hasta violentamente polémica, y ambas cosas sorprendieron al mismo Heinlein, que no era particularmente autoritario ni militarista en sus ideas, sino que construye un sistema así a modo de ficción verosímil. En cualquier caso cualquiera que haya prestado servicio militar reconocerá fácilmente el sistema norteamericano de la Infantería de Marina. Y si además, como Heinlein, se es Infante de Marina veterano, pues que no es para menos, la Infantería Móvil (IM) de la ficción tiene las mismas iniciales, es obviamente lo mismo y seguramente trata de rendirle un homenaje. Es 1960 además, otra época. Pero se ha dicho de todo de esta obra: Que es una novela simplista, sin profundidad psicológica, que Johnny Rico – el protagonista – es un imbécil cognitivo y moral, que se olvidó Heinlein de narrar una historia, que todo el mensaje es lo bonito que es ser soldado, que demasiados flash-backs, que hay una irreal ausencia de sexualidad, una mínima reflexión moral, y quizá las críticas más mordaces e incisivas se refieren a la descarada propaganda del militarismo y el fascismo. Escritores veteranos de Vietnam han acusado a la novela de glorificar e idealizar la guerra y las fuerzas armadas, y que la ficcional Federación Terrena es fascista, entre otras cosas por la machacona insistencia en que la ciudadanía solo es para el veterano. La idea, por cierto, no la saca Heinlein de Alemania, Italia o Japón sino de Suiza.  En las tres películas que Paul Verhoeven filmó con el trasfondo de la novela, a la que es bastante fiel en lo posible, emplea uniformes que recuerdan los de la Wehrmacht, la Kriegsmarine y la Luftwaffe; así como presenta claras estrategias propagandísticas fascistas de control de los medios de comunicación.

Y ahora que le he dado un parrafote a las críticas, rompamos ahora una lanza a favor de esta novela, porque hay varios hechos para resaltar, cuando menos que a mí me gustó lo suficiente para releerla varias veces, considerando que tras medio siglo de escrita pues que parece gozar de magnífica salud, se le ha traducido a montones de idiomas y editado y leído profusamente; se recomienda inclusive como lectura para las fuerzas armadas de varios países. Por lo demás, muchas de las acusaciones parecen exageradas, lo narrado y descrito en el libro no plantea la Guerra como actividad noble y bacán al modo fascista, es más bien un mal necesario a tolerarse, no a fomentarse. La Federación Terrena es un estado estacionado en un difuso límite entre la Democracia y el Autoritarismo, pero así y todo es liberal e igualitario, y si en algo se diferencia de las democracias actuales es en la constante insistencia que la ciudadanía y el sufragio no son derechos sino privilegios acordados a los que han cumplido con el deber. Además me parece que es reivindicativa del hombre común del bajo pueblo, la Infantería de a pie, el hombre común que se recluta y arma para ir a la guerra, y que no son normalmente los universitarios ni los chicos bien, sino la carne de cañón. Para mí posee la virtud de ser profundamente plebeya. En la antigüedad sería la narración de la guerra y el conflicto mirados desde el punto de vista de los remeros de los trirremes y quinquerremes. Hay demasiada tendencia a olvidar a quienes se ensucian las manos cuando las papas queman, y en cierto modo en esta novela se les devuelve la dignidad de hombres libres que combaten y se ganan su ciudadanía a pulso. Porque el soldado que lucha en la amarga guerra contra las Chinches es voluntario, puede retirarse en cualquier momento, nadie lo obliga ni lo fuerza a quedarse, y si se acobarda y no quiere pelear, se le paga y deja ir y nunca puede votar. Porque el soldado que muere, aunque no haya votado nunca, votó cada vez que hizo “una bajada” (aterrizaje en un planeta, combinación entre Desembarco Anfibio y Lanzamiento en paracaídas). Otros aspectos interesantes son los exoesqueletos empleados así como los puntos de vista sobre la virtud civil, la guerra, la pena capital y los castigos corporales. La obra está en:

IV
Arthur C. Clarke y Las Fuentes del Paraíso

Esta novela está tan fuera del mainstream de Arthur C. Clarke (1917 - 2008) que no tiene antecedentes ni secuelas, aunque es una de las novelas más vendidas de este egregio autor. Pertenece a un conjunto curiosamente caracterizado por no haber sido tremendos exitazos de librería, pero a diferencia de Las Fuentes del Paraíso, varias de estas novelas, la mayoría en realidad, fueron muy pero que muy flojas, y si no alcanzaban la categoría de best-sellers era por méritos propios. Se nota que su objetivo al editarse era explotar un nicho de mercado conformado por gente que de todas maneras compraría la obra por más mediocre y hasta mala que fuera, porque Clarke es Clarke. Para ser justos pertenezco a ese grupo, y por eso tengo títulos que son bodrios relativos, como El león de Comarre, El Martillo de Dios y A la caída de la noche, relatos más o menos flojos, construidos a veces alrededor de anécdotas a las que Arthur les saca el máximo jugo posible, pero que no tienen mucho y como él es él se los publican y con eso paraba el presupuesto de uno o dos años. No se le puede culpar de balancear sus ingresos, pero Las Fuentes del Paraíso es tal vez una de sus novelas más geniales. Distínguese en el desenvolvimiento literario de Clarke tres etapas: Al principio es marcadamente humanista y centrado en un optimismo científico un tanto ingenuo, es el tiempo de sus grandes obras 2001: Odisea del Espacio y El fin de la Infancia. Luego aterrizará en el rigor científico, a tono con su formación científica hard, de este tiempo son Cita con Rama y Fuentes del Paraíso. Por último se echa sobre su nombre y vive de sus rentas, a veces de manera facilista presta su bien ganada fama, y la chamba en serio se la dará a otros como Gentry Lee, coautor de los siguientes títulos de la serie Rama (Rama II, El Jardín de Rama, Rama revelada); Stephen Baxter (Luz de Otros Tiempos, El Ojo del Tiempo); y Mike McQuay (Sismo Grado 10), entre otros.

Es curioso que Las Fuentes del Paraíso no tenga secuelas, aunque ganara el premio Nébula en 1979 y el Hugo en 1980. O si las tiene no son de Clarke. Es posible que tenga que ver con ello la muerte del protagonista, el Ingeniero Vannevar Morgan, al final de la novela, como Cervantes a Alonso Quijano El Bueno, y fallidamente Conan Doyle a Sherlock Holmes. O de repente la profesión de fe ateísta. Los personajes de Clarke son estereotipos, sus protagonistas se parecen mucho entre sí, calcados unos de otros: el Capitán Norton de la Nave Newton que llega a Rama se parece al Frank Poole de las Odiseas o al Capitán Robert Singh de El martillo de Dios. Los verdaderos protagonistas de Clarke no son los seres humanos sino los logros tecnológicos, las creaciones humanas que conquistan nuevas fronteras: La nave Discovery de 2001 y la Leonov de 2010; el casco de ingreso neural, la portentosa espacionave Rama, las ciudades de Diaspar y Lys, y posiblemente la más imponente de todas: El Ascensor Espacial de Las Fuentes del Paraíso, ambientada por cierto en el Siglo XXII. Y he aquí por qué funciona tan bien la novela: El conjunto que forman el personaje Vannevar Morgan y el Ascensor Espacial con que corona su carrera, extraordinaria desde el Puente sobre el Estrecho de Gibraltar. El notorio y algo ingenuo ateísmo de Clarke se junta a su proverbial optimismo de primer mundo y da por resultado que la humanidad abandone la religión por sucesos que la llevarán a ello, en la novela esto ocurre cuando la nave espacial extraterrestre Velero Estelar entre en órbita solar y converse con los terrícolas, reduciendo al absurdo toda la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino: (…) entre los incontables efectos que ocasionó sobre la cultura humana, el velero había llevado a su punto culminante un proceso que ya estaba en marcha. Acababa de poner fin a los billones de chácharas piadosas con que hombres de aparente inteligencia se habían aturdido por muchos siglos.  Interesante frase del hombre que escribió Los Nueve Mil Millones de Nombres de Dios. Me parece a estas alturas que he dado suficientes claves para provocar la salivación en mis lectores, pero allá va la última: Para rendir debido homenaje al Sri Lanka donde vivió la segunda mitad de su vida, Arthur Clarke la “movió” de lugar y la pone en la ficción cerca a la Línea Ecuatorial, para hacer verosímil la construcción de la gran Torre de Kalidasa y el Ascensor Espacial. Uno de los conflictos será con el Monasterio propietario de los terrenos para construir el Ascensor. Y para data ya me parece mucha. Lean la obra: 

V
Colofón


Hemos presentado tres grandes autores clásicos de la Ciencia Ficción. Habrá más Crónicas sobre más autores y libros de Ciencia Ficción, un subgénero que se difumina hoy en día y se combina y recombina con otros. Ya hablaremos de ellos. Por ahora, adieu

La Crónica de Lecturas 42 - Ciencia Ficción Clásica  - Parte Una está en: 

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domingo, 20 de octubre de 2013

LA GRAN HISTORIA: UN VIDEO TED: David Christian: Big history | Video on TED.com

LA GRAN HISTORIA: 
UN VIDEO TED

Me pregunto si alguna vez podremos enseñarles a nuestros Hijos que formamos parte de un Cosmos Total, más o menos del modo en el que se presenta en el siguiente Video:

David Christian: Big history | Video on TED.com

En 18 minutos se completa así una historia más grande de la que estamos acostumbrados a tratar, desde el Big Bang hasta Internet, tratando de explicarnos como conseguimos superar la entropía evidenciada desde la Segunda Ley de la Termodinámica. Toda perspectiva que nos aclare nuestra presencia en el Universo resulta valiosa, y espero que esta nos aproveche particularmente.

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martes, 15 de octubre de 2013

CRÓNICAS DE LECTURAS 60 - LECTURAS INFAMES

Crónicas de Lecturas - 60
Lecturas Infames

I
De qué va la Infamia

Arranco esta Crónica de manera poco elegante, con una cita del artículo De qué va la lectura: algunas verdades políticamente incorrectas de alguien que no soy yo: El estudioso de la Lectura Juan Domingo Argüelles. Dice el caballero lo siguiente: Hay que liberar al arte y a la cultura de esas nociones fetichistas que ponen a La Obra por encima de las personas. Ningún libro es mejor que la vida (…) ninguna obra puede estar por encima de la ética. Las obras de arte que sobreviven a sus autores están vivas (…) por sus cualidades éticas: por lo que enseñan y siguen enseñando a las nuevas generaciones, (…). Sin la atrocidad del nazismo, el Diario de Ana Frank no existiría. (…) resulta obvio que un lector con ética mil veces preferiría que este extraordinario libro jamás se hubiera escrito y que la joven y bella Ana hubiera vivido feliz en el más hondo olvido. Ahora bien, ¿por qué recurro a una auctoritas en franca y repudiable renuncia a mi propia capacidad de argumentación? Simple, mi conjunta me armó un lío de polendas cuando le dije que andaba en esta Crónica de Lecturas Infames. Ella no cree que haya tales lecturas, las rinde a la intención del que lee. No carece de razón en algún aspecto, pero no consigo controlar su tendencia al comisariato político confrontando los conceptos libro y lectura; o planteando la imposible objetividad de la relación entre autores y lectores; o diferenciando los poemas de la oficina de Benedetti del Baldor de Trigonometría; ni alejando el escribir del arte por hacer uso de palabras. Claro que la discusión entre un neorrealista y una postmodernista es parte de nuestras intimidades y las cuento para hacerme el interesante y meter contenido a esta Crónica de Lecturas Infames. Al final sí sirvió: Tras el lío, mi costilla conchabóse con nuestra hija (suelen hacer eso) para aprovecharse ladinamente de mi cumpleaños y obsequiarme con afán reconciliatorio un libro de la Alice Munro que acaba de ganar el Nobel. Ese es un obsequió perfecto para este humilde servidor, ese par de sinvergüenzas saben qué me gusta. Pero no se crea que se compra así mi silencio o mi honestidad intelectual, para eso cuando menos las Obras Completas…

Hasta el siglo XIX se usó el término Libros infames para estigmatizar a los que dinamitaban la religión, la moral y las buenas costumbres del Ancient Regime. Para la presente Crónica acepto el criterio de Argüelles: ningún libro puede estar por sobre la ética ni la moral, y usaré de este criterio para discernir reglas éticas objetivas; la primera de ellas contra prohibiciones y censuras: leer un libro - aún el más infame - no puede prohibirse. Nada más penoso y francamente idiota que “proteger” de los libros a niños y jóvenes, mientras se les deja a merced de la TV Basura y el periodismo fascista: Los que se rasgan las vestiduras por la “infiltración marxista” en los textos escolares hacen el ridículo con vista al mar. A la vez no podemos dejar solos a niños y adolescentes, hay que ser claro en la valoración moral y ética. Por ende lo que sí cambia y debe cambiar es la intención de la Lectura: Un libro no es malo o bueno en sí mismo, sino por el uso que se le dé: La Biblia, el Corán, el Tao-Te-King pueden usarse para justificar cualquier cosa adentrándose en sus contradicciones y agarrándose de su aura de sacralidad. Acorde al Diccionario Manual de la Lengua Española de la Editorial Larousse, Infamia es la Ofensa Pública que sufre la fama, el honor o la dignidad de una persona; como una Acción mala y despreciable. Para definir las Lecturas Infames es útil unir la segunda acepción de la definición Larousse con la ética de Argüelles: Una Lectura Infame es la que provoca acciones malas y despreciables. Por supuesto hay gradaciones y considerandos, eso de decir provoca sé que es un terreno complejo, pero estamos para dilucidar. Hay libros que nadie confiesa leer, les da vergüenza o descaro ideológico, como Veladas de San Petersburgo de Joseph De Maistre, Camino de José María Escrivá de Balaguer o los textos de Mussolini, Abimael Guzmán o Pol Pot, que evidencian cercanías non sanctas. Por otro lado, se puede leer Los 120 Días de Sodoma del Marqués de Sade para contar los pronombres personales, y digo Sade porque se le condenó por su obra “infame” según la vieja acepción. Si estoy en política, me conviene leer el Mein Kampf (Mi Lucha) de Adolfo Hitler, lo que no me hará miembro del partido Nazi (no a mí cuando menos), y conoceré mejor lo que combato, porque las consecuencias del Nazismo son tan claras como las de Sendero Luminoso. Esta es una decisión política, y quien dice política en este contexto dice ética y moral. Y no hay tu tía.

II
Mi Lucha, de Adolfo Hitler

Se justifica leer Mi Lucha no porque tenga valor ético, Hitler no le concedía a la vida ajena ningún valor, no vamos a buscar ejemplos morales en él. Lo podemos emplear para dilucidar la verdad más allá de fáciles condenas, y saber qué había en la cabeza del asesino serial más exitoso de la Historia. La historia oficiosa actual de la derrota de Adolfo Hitler y los Nazis silencia todo aporte de la Izquierda, cosa difícil, pues no se oculta fácil con un dedo 20 millones de cadáveres soviéticos acumulados antes de la Victoria de 1945, ni se pueden eliminar los testimonios escritos y gráficos, apenas relegarlos. Es más sencillo ocultar que la Izquierda germana – particularmente los antecesores del actual SPD – fue la principal víctima de la barbarie nazi junto con judíos, gitanos y personas con discapacidad; los infames Campos de Concentración se inventaron para ellos. La Izquierda fue el verdadero enemigo de los nazis, la Derecha se dejó absorber por el nazismo con más o menos lasitud, y no defendió la República de Weimar. Los socialistas lucharon solos por una democracia en la que sólo ellos creían, el comunismo alemán estaba en la línea revolucionaria y espartaquista. Hace poco se produjo la serie Hitler, The rise of evil, poco fiel y muy sesgada, según ellos no había izquierda en Alemania, y el Mariscal Hindenburg era un paladín de la democracia, nada más falso. Se rescata la soberbia actuación de Robert Carlyle como el Führer, y la lección de que suprimir segmentos de verdad para crear un mundito propio es tan letal como nombrar Canciller a Hitler.      

En Mi Lucha Adolf Hitler (1889 - 1945) trata de combinar su autobiografía con la exposición de las ideas del nacionalsocialismo, basadas en el odio al comunismo y al judaísmo puestos en el mismo saco. Emplea fuentes panfletarias como El judío internacional, de Henry Ford; y los Protocolos de los Sabios de Sión, de la Policía Secreta Zarista, que reseñamos después. El surgimiento del nacionalsocialismo alemán y su captura del poder en Alemania reconoce muchos factores como el descrédito de la democracia liberal, la derrota germana en la Primera Guerra Mundial, la tesis falsa de la “puñalada por la espalda”, la crisis de valores del racionalismo, el auge del fascismo italiano, el culto de la guerra y la violencia, el Führerprinzip, la popularidad del racismo y el darwinismo social, el tradicional autoritarismo prusiano, entre otros. Hitler no explica bien las cosas en el libro, lo intelectual no es su fuerte, más bien lo altisonante de una propaganda que da la sensación de sinceridad, pero no nos engañemos: La mentira es esencial al nazismo: Hitler no escribió Mi Lucha por sí solo en su cárcel dorada tipo Diroes, buena parte la redactó el número dos del Partido, Rudolf Hess. Al revés de lo que se dijo, las ventas fueron erráticas entre la primera edición de 1925 hasta 1933 que los nazis tomaron el poder y las ventas dispararon a un millón al año hasta 1945. Así hizo plata Hitler pues se obsequiaba por cuenta del estado un ejemplar del libro a los recién casados y a los estudiantes graduados, y se tradujo a 16 idiomas, aunque las versiones se diferencian mucho entre sí.

Hoy en día los derechos sobre el Mein Kampf pertenecen legalmente al Estado de Baviera y expiran en 2015. Ni el gobierno bávaro ni el federal alemán permiten imprimir, vender o poseer el libro. Lo tienen algunas Bibliotecas pero no se le hallará en las librerías alemanas. Hay variantes nacionales, los Países Bajos no lo permiten en nada y para nada, en otros está más o menos tolerado. Las versiones en internet son casi todas hechizas, hay muy poco respeto por la verdad, lo que es, por cierto, consistente con el carácter moral del autor. El franquismo español conchabado con editoriales y distribuidoras españolas y latinoamericanas infiltró ediciones más o menos clandestinas de Mi Lucha hacia la Argentina y Chile, de ahí rebotaron al resto de América Latina. Se puede decir a estas alturas que la obra de marras alcanza solamente a ser más o menos útil como testimonio de la deformación ideológica que arrasó con toda una época. Los más de 60 millones de muertos de la Segunda Guerra Mundial, los niveles de barbarie y salvajismo que se alcanzaron en esas desgraciadas épocas son argumento de condena más que suficiente. No nos ayudará demasiado este libro a conocer al monstruo, que se presenta a sí mismo como el superhombre de Nietszche. Para conocer mejor a Hitler podemos acudir a sus mejores biógrafos, los británicos Ian Kershaw y Alan Bullock. En cuanto al régimen nazi y sus características fundamentales, son recomendables entre otros El Tercer Reich, ascensión y caída del régimen nazi, del alemán H. S. Hegner; y La Alemania Nazi, de Enzo Collotti
 
III
Los Protocolos de los Sabios de Sión

Probablemente una de las obras más infames que hayan sido malparidas, los Protocolos de los Sabios de Sión se suponen ser un programa de dominio mundial elaborado por una sociedad secreta judía que usaba de fachada al Sionismo de Theodor Herzl. Dícese que el panfleto se elaboró en Basilea en paralelo al Primer Congreso Sionista de 1897. Sabemos hoy que es un libelo antisemita diseñado para justificar los pogromos y la persecución que la Rusia zarista le propinaba a su minoría judía, por ser nido de revolucionarios. Se fabricó a pedido de la Okhrana, Policía Secreta de los Zares, para difamar en la etnia a los revolucionarios rusos, en especial a los judíos Trotsky y Kerensky. No se publicitó mucho antes de la revolución bolchevique, pero entre 1917 y 1933 los contrarrevolucionarios editaron millones de ejemplares en todas las lenguas europeas (33 ediciones en alemán, eso antes de Hitler) y en árabe. Resulta difícil creer que esto fuera espontáneo, y si lo fue, muestra el cómo “esto que le gusta a la gente” puede pasar por alto cualquier categoría moral. Los que no creemos en pajaritos sabemos que traducciones, impresiones y difusión no se financiaron desde la nube 47, sino desde las arcas del millonario filo-fascista estadounidense Henry Ford, a quien se admira y endiosa por ciertos logros visionarios, lo que prueba que los seres humanos somos a la vez luz y sombra. Entre los que desenmascararon la farsa están el periodista inglés Philip Graves, que en varios artículos en el Times de Londres en 1921 dejó claro que los protocolos (…) son sólo un torpe fraude escrito por un plagiario inconsciente que parafraseó un libro publicado en Bruselas en 1865. En enero de 1938, el sacerdote católico francés Pierre Charlés publica en la revista Nouvelle Revue Théologique, a la letra: … los Protocolos [...] son sólo (…) divagaciones sin importancia, que delatan a cada momento la incoherencia del redactor y su ignorancia de las nociones más elementales. Nadie podría jamás llevar a ejecución ese programa, porque hormiguea de contradicciones y de visible insania. Está comprobado que estos Protocolos son una falsificación, plagiada torpemente a partir de la obra satírica de Maurice Jolý y compuesta con el fin de hacer odiosos a los judíos.

Que no se pretenda darle coartada a la falacia y la mentira reaccionaria, la denuncia no puede mediatizarse: Entre otros crímenes atribuibles a los autores mediatos e inmediatos de este panfleto están la histeria en la Rusia Blanca de 1917 y la consiguiente masacre de 60,000 judíos, el empleo de los protocolos como propaganda nazi de cobertura a la persecución antisemita, su uso como lectura obligatoria para envenenar las mentes de dos generaciones de jóvenes alemanes y para justificar el genocidio de seis millones de seres humanos, más el engaño y manipulación de las mentes de millones de jóvenes árabes y de otras etnias y culturas esparcidas en todo el mundo, con el fin de esparcir falsedades y fomentar el odio a los judíos. Dos cosas sabemos de cierto sobre los tales protocolos: No tienen justificación moral, y son completamente falsos. Ahora bien, ¿qué dicen los protocolos? Presentan a los malvados conspiradores judíos hablando sin caretas de cómo van a conquistar el mundo. Es gracioso que los que pretenden conquistar el mundo tiendan siempre a acusar a otros de querer conquistar el mundo, como Adolfo Hitler y su muchachada nazi. Otro rasgo de estos libelos es que usan cierto manual de estilo muy característico, que se reconoce en los psicosociales y manipulaciones fujimontesinistas de la prensa manejada por la Derecha Bruta y Achorada. Siempre están al servicio de grupos dominantes para lograr objetivos de control político de masas, y por eso los encontramos en los extremismos de derecha, los supremacistas, los racistas de toda calaña, las dictaduras y/o autocracias de Oriente Medio, ciertos grupos fundamentalistas cristianos y musulmanes, y en general en la mollera de gente estúpida o engañada, que se cree que lo escrito es verdad por que está escrito. Estos panfletos infames son adecuados para influir en las gentes acríticas, así mantenidas para explotarlos mejor. La Rusia de los Zares y su 90 % o más de analfabetismo fueron presa fácil; sorprende que los alemanes pisaran el palito, eso nos obliga a revisar nuestro concepto de “ser culto”, o asignarle a la propaganda más poder del que creíamos. Es un hecho vergonzoso que se puedan encontrar los protocolos con tanta facilidad en internet, pero esperemos que eso sea porque los que viven de eso necesitan justificar los pingües sueldos que les sacan a sus amos.

IV
Malleus Maleficarum, de Heinrich Kramer y Jacobus Sprenger

Una de las características de las Edades Media y Moderna europea fue su desaforada religiosidad, desaforada para el bien y desaforada para el mal. La búsqueda constante y obsesiva de Dios sólo cedía a la búsqueda aún más obsesa y constante de espíritus malignos vinculados al diablo, demonio, Lucifer, Satanás, etcétera – que con estos nombres y más se le conoce. La obsesión de las gentes por el castigo eterno en los Infiernos y la secular efectividad del control por el miedo venía de entender la vida como un tránsito, un paso del casi-no-ser de esta vida cochina y malvada al ser-pleno que se produciría en el Otro Mundo, todos esperaban que en el Paraíso, pero a muchos les tocaría en el Infierno, que ancha es la senda que lleva a la perdición. La Divina Comedia del inmenso Dante Alighieri, que comentamos en otra Crónica, no era alegoría ni símbolo, describía la realidad del Universo. Es decir, las gentes de la Edad Media sabían en positivo que el Paraíso está en el mismo plano de realidad que el mundo cotidiano; pero allá arriba, encima de todas las esferas que giran alrededor del Mundo. El infierno por supuesto está abajo, en el centro de la tierra, se llega a él por los volcanes. Arthur Koestler en Los Sonámbulos constata que para el Pedro Nadie de entonces el cosmos no era geocéntrico sino diablocéntrico: Las erupciones volcánicas mostraban los tormentos del infierno, y sus espantosos ruidos los lamentos de los condenados. En un mundo así estar del lado del diablo es terrible, en especial si ya no tienes remedio, si ya pecaste tanto que no te perdona ni tu madre. Pero en ese caso…  puede haber salida en hacerse obsecuente servidor de Su Majestad Infernal, las posibilidades de un razonable buen pasar para la eternidad mejoran. En todo caso con intentar no se pierde nada.

Así hay espacio para brujos y brujas, ritos y creencias asociados a la Magia, la Hechicería y la Brujería, tres ideas que no dilucidaremos acá, nos interesa la última por su vínculo con el Culto al Diablo. Como la misma Iglesia sostenía la realidad del Diablo, estar de su lado podía ser casi ortodoxo, aunque parece que los fieles de entonces no captaban muy bien eso del Monoteísmo. Las Iglesias por supuesto no toleraban este culto que afecta de raíz el control por el miedo, y tomaron serias medidas contra él: El dominico catalán Nicholas Eymeric escribe en 1376 un popular manual para inquisidores, el Directorium Inquisitorium, donde tipifica la brujería y distingue a los que controlan al Diablo de aquellos que se someten a él, más pecadores todavía. Hacia el siglo XV la histeria colectiva aumenta, producto de la espantosa inseguridad que se vivía entre guerras, epidemias y hambrunas; en 1431 se acusó de Brujería y se ejecutó en la hoguera a Juana de Arco. Las apariciones de brujas y los procesos legales al respecto se hacen tan comunes que en 1484 el Papa Inocencio VIII emite la Bula Summis Desiderantis Affectibus que reconoce la existencia de la Brujería:  (…)en los últimos tiempos llegó a Nuestros oídos (…) la noticia de que (…) muchas personas de uno y otro sexo, despreocupadas de su salvación y apartadas de la Fe Católica, se abandonaron a demonios, íncubos y súcubos, y con sus encantamientos, hechizos, conjuraciones y otros execrables embrujos y artificios, enormidades y horrendas ofensas. En 1486 se edita el más famoso de los libros sobre brujería, el que marcó la pauta para los demás: Malleus Maleficarum (El martillo de los brujos), escrito por dos monjes dominicos. Califica como lectura infame pues a lo largo de los tres siglos siguientes se convirtió en el manual indispensable y la autoridad final para todos los jueces, inquisidores, magistrados y sacerdotes, tanto católicos como reformados, en la lucha contra la brujería en Europa.  

En él encontrábanse las justificaciones legales para declarar a una persona o grupo como sujetos de Brujería, lo que a veces se hizo en grupos de mil o más; se describía con todo detalle las relaciones con el demonio, sus prácticas y poderes; y en lo esencial funcionaba como manual de instrucción para el maltrato y tortura mental y física de los sospechosos, a fin de arrancarles sus confesiones; detallando cuándo y cómo debía quebrantarse huesos, y cuándo y cómo condenar a muerte, e incluso las instrucciones para elaborar la Hoguera y ejecutar a la Bruja. Hay pocas cifras realmente confiables para la época, pero se ha hablado de decenas de millones de mujeres quemadas vivas bajo acusación de brujería. Lo cierto es que la suma de sufrimiento humano que este Libro hizo posible hace que no se le pueda leer ni tocar sino con tiento y algo de aprensión. No se distingue qué se le pueda extraer a esta lectura de positivo, fuera de información sobre el fanatismo de esos siglos. Leerlo puede servir para una investigación, pero luego habrá que tomarse un tranquilizante y aprender a qué puede llevar la ignorancia y el fanatismo.   

V
Colofón


Recapitulemos:  Las Lecturas Infames no hay que confundirlas con lecturas desagradables o chocantes por su forma: los Libros Negros de los crímenes nazis editados en la Segunda Guerra Mundial, o ciertas partes del Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación son chocantes más no Infames, se limitan a narrar hechos que deben conocerse. Por otra parte, las actas de la Conferencia de Wannsee que planeaban la Solución Final, o los Manuales para Torturadores empleados en las dictaduras chilena, argentina y uruguaya son un modelo de detalle y pulcritud verbal, pero Infames por definición. Ningún libro es mejor que la vida (…) ninguna obra puede estar por encima de la ética.  

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lunes, 14 de octubre de 2013

¿CAMPAÑA CONTRA EL BULLYING?: DIEZ PREGUNTAS MALOSAS

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¿CAMPAÑA CONTRA EL BULLYING?: 
DIEZ PREGUNTAS MALOSAS

Antes de hacer unas cuantas y malosas preguntas, por favor vean este jingle correspondiente a una campaña llamada ERES ÚNICO, organizada por una ONGERESÚNICO, que se supone combatir el Bullying y "que busca llevar unión, autoestima e información a todos los niños y adultos para bajar los niveles extremos a los que ha llegado el Bullying. Este trabajo tiene el apoyo del Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura." :

http://www.youtube.com/watch?v=F76Z6tZQE00#t=286

Tengo algunas preguntas malosas al respecto, y sin anestesia, acá van:

1. LA PRIMERA PREGUNTA ES LA MÁS IMPORTANTE: ¿Quién financia el video? Porque si son los colegios particulares de Lima, se explica y lo entiendo. Si son el Ministerio de Educación y el de Cultura, como se sugiere, pues estas instituciones deben exigir que les devuelvan el dinero y su buen nombre; y que para la versión que hagan en serio de este video, no tercericen y contraten educadores y psicólogos a trabajar en los contenidos de éste, porque por desgracia lo único que se muestra con claridad acá es la inmensa distancia que separa a los perpetradores del video de la realidad educativa nacional. O de la realidad nacional a secas.

2. Es de extraordinaria importancia saber a quién se está dirigiendo el video, porque de acuerdo a lo que se ve solamente se dirige a los niños y niñas urbanos, blancos, de entre 10 y 13 años de edad, de clase media o alta, que van a colegios particulares. No se ve a ningún otro tipo humano. O extraterrestre.

3. ¿La mayoría de los colegios del Perú tienen carpetas unipersonales? O puestos a complicarnos la vida: ¿Tienen carpetas? ¿Cuántos colegios en el Perú tienen casilleros, salones para almorzar, menús de cualquier tipo y patios tan inmensos e instalaciones tan adecuadas como se presenta en el video? ¿O es que se ha copiado un video estadounidense parte de un programa estadounidense dirigido a un público estadounidense? Lo dudamos, ellos tiene leyes que prohíben discriminar por la activa o por la pasiva a grupos étnicos y comunidades completas. 

4. ¿Cuántos alumnos del Perú poseen Iphones de último modelo? ¿Cuántos saben qué son? El video sugiere que es un hecho aproximadamente común, como para ameritar darle un espacio particular. Tal vez en Singapur.

5. ¿Cuántos alumnos del Perú tienen cuenta de Facebook, o para el caso computadora en casa, o por lo menos acceso a computadora? Según el video, parece que la gran mayoría. ¿Será verdad? ¿El cyberbullying está tan pero tan extendido en el Perú que se merece esta mención en un Video Oficial referido a la problemática del bullying? ¿No se supone que para tener cuenta en Facebook necesitas tener 13 años de edad por lo menos? Entonces, una vez más, ¿a quién se dirige el video?

6. ¿Todos los niños y niñas del Perú son étnicamente tan parejos...? ¿No hay bullying por motivos étnico-raciales, no hay modelos sociales de los que se imita la conducta de acoso? De repente somos italianos y no vemos "La Paisana Jacinta" ni los programas mal llamados cómicos.

7. ¿Todos los profesores en los colegios están tan ausentes que no se percatan de lo que ocurre en sus mismas narices? ¿Tampoco hay padres y madres de familia? ¿La sociedad está´formada por niños y niñas como en el clásico de William Golding  Señor de las Moscas? O será que los perpetradores del video más bien se leyeron la de Verne: Dos años de vacaciones ...

8. ¿Están las Instituciones educativas en el Perú tan absolutamente pintadas en la pared que según parece sólo se dedican a construir altas y bien pintadas paredes para hacer guardería de los chicos? Eso se sugiere en el video, unas escuelas que no pasan de ser "el espacio físico donde se ejerce el Bullying". Algo de repente sacado del orfanato de David Copperfield, porque no llega ni a los talones del The Wall de Pink Floyd

9. Parece que la canción se dirige a lograr que el acosado / objeto del bullying o matonería tome conciencia de su situación ... y la verdad no entiendo el mensaje que se le dirige: ¿Eres valioso así te rompan el alma a palos? ¿Compensará la cancioncita la autoestima devaluada del acosado? Supongamos que el acosado de una vez hace conciencia del asunto ... ¿Qué puede hacer? ¿contrabullying? ¿O cantar la cancioncita por los parques?

10. ¿El Bullying / Acoso / Matonería solamente se realiza entre alumnos pares? ¿No se realiza entre alumnos de diferentes grados? ¿Los profesores no hacen bullying? ¿Y los alumnos a los profesores? En el mundo real, cuando un profesor viola a un alumno ¿no califica como Bullying / Acoso / Matonería? ¿De dónde sacaron los perpetradores la teoría educativa aplicada en el videíto de marras: De Edmundo D´Amicis y Corazón? No creo, Corazón reflejaba una realidad educativa, la italiana del risorgimento, este video solo refleja las increíbles limitaciones cognitivas y axiológicas de sus perpetradores. 

COLOFÓN

No creemos que los perpetradores de este video hayan tenido intención de discriminar o ejercer un bullying como el que supuestamente combaten. Les reconozco la buena intención, como el hecho que el camino al infierno las emplea para empedrarse. Sí me parece que están más perdidos que Adán el Día de la Madre y más enredados en sus conceptos que tentáculos en trompeadera de pulpos. Probablemente tenían la plata y los auspicios, se la gastaron y qué bacán que nos salió esto. Qué desperdicio de buena voluntad y de buenos artistas. Qué tal retroceso, porque publicitar una cosa como esta nos hace retroceder a épocas de inconsciencia y pérdida de contacto con la realidad. Qué manera de por omisión convertirse en discriminadores, racistas y clasistas. El único lugar donde de repente funcione este sainete es en la República NeoLiberal de Ninguna Parte, que es en definitiva donde parecen habitar sus perpetradores.

Si a esto se referirán mañana o más tarde para decir que se han tomado medidas para combatir el bullying, devuélvanme la plata de mis impuestos. Yo espero que si van a hacer algo al respecto, traten por lo menos de hacerlo medianamente regular. Cuando quiera que me pinten pajaritos y que me engañen o me hagan la finta, puedo con toda libertad ver la TV nacional o leer cualquier periódico, que dicen lo mismo y se estacionan en la misma irrealidad que el video de marras. Que no nos tomen por idiotas, no somos como ellos. Que el que tenga Ojos, los abra.