sábado, 30 de abril de 2011

ALGUNAS IDEAS SOBRE DROGAS Y SEXO

ALGUNAS IDEAS SOBRE DROGAS Y SEXO


Para mi amigo Ángel,
que quemó cerebro.


Las drogas destruyen tu memoria y tu propio respeto, no son buenas, pero las drogas son parte de mi vida y son tan fuertes como el diablo
(Kurt Cobain)

niños que se ponen como motos / con goma para pegar 
(Miguel Ríos)

El problema con las drogas no es que sean malas, es que son buenísimas (Ernesto Blume)


No soy un experto en el tema, pero me parece que todo educador debería tener ideas claras sobre el problema. Estas son algunas de las mías.

Una generación de convivientes con las drogas

Desde que tengo memoria me han prevenido contra las drogas. Como mi niñez empieza a perderse en la oscuridad de lo antediluviano, eso es desde hace mucho tiempo. No es que supiera muy bien qué cosa era eso de drogas, pero sí que eran malas, muy malas, y que los padres responsables se preocupaban de ello, lo suficiente para sentarse con uno a hablar sobre el tema en una época donde no se estilaba que los padres hablaran con sus hijos. Naturalmente no era consciente de lo que pasaba, eso de las drogas a los 9, 10 u 11 años no es algo que a un chico de clase media en realidad le preocupe demasiado. Yo miraba más bien a las chicas.

Sin embargo, otro recuerdo me viene a la mente, tan marcado en ella como a veces ciertos sueños muy vívidos lo están. Estaba en la cancha de fútbol de mi cole, sentado en medio de un corro de chicos de mi tonelaje, tendríamos unos 9 o 10 años de edad. Uno de estos compañeros hablaba directa y frontalmente de lo rico que era el “asio”. Por supuesto, quería decir “ácido”, que se refiere a un tipo de droga alucinógena. No sé si en verdad este chico de diez años la usara, pero hablaba con tal convencimiento y con tanto gusto de los efectos que producía, que los que lo escuchábamos sentíamos esa especie de combinación de envidia, fascinación y celos que mostraría un chico virgen oyendo hablar de la primera experiencia sexual de alguien. La conversación, en la que yo intervine en absoluto silencio, derivó en cómo obtener el “asio” y otras drogas menores, aunque bacanes, como la marihuana. La cocaína aún no estaba muy de moda. No dudo que la mayoría de aquellos compañeros hicieron la experiencia, de manera inmediata o tardía. Algunos de ellos, como se decía entonces y ahora, “quemaron cerebro”, y fueron concomitantemente condenados a una suerte de ostracismo social, sea por condena moral, sea porque era más probable que en su compañía los consumidores no tan torpes terminaran por ser detectados. Alguno que otro de aquellos muchachos se especializó en el narcotráfico. Les va muy bien económicamente.

Durante décadas hemos convivido con las drogas. Muy poca gente hablaba con claridad de ellas. Se ponía por delante la condena moral. Quiso la suerte que mi humilde persona fuera elegida en algún momento para hablar en un evento escolar masivo sobre el tema de las drogas, de donde muy tempranamente me alisté en el bando de los no consumidores. Sin embargo, ello no me libró de las otras drogas, esas que no sabíamos que lo eran, y cuyo consumo era socialmente permitido y alentado, como el tabaco y el alcohol. Es más, su empleo se asociaba a los ritos de adolescencia. No se salía de la niñez sin el empleo de dichas sustancias. La condena no las alcanzaba, eran legales. Y claro, quien toca guitarra quiere cajón, y la gran mayoría de los jóvenes de clase media de mi época adolescente fueron consumidores de drogas ilegales en diferentes medidas. Hasta hoy muchas personas de mi generación se reúnen a puerta cerrada para fumarse su porrito, y conforman un mercado interesante por su capacidad de gasto. No haré al respecto fáciles juicios morales. Los adultos supuestamente sabemos qué hacer y qué no. Sin embargo, divierte ver gente hecha y derecha tomar infantiles precauciones propias de niños malcriados que hacen su travesura, para fumarse el tronchito.

La ruptura generacional

Esta generación ahora tiene hijos adolescentes y jóvenes, y creció en medio de la aceptación soterrada e hipócrita de las drogas ilegales combinada con la aceptación abierta de las drogas legales. Muchos de ellos son en la actualidad indiferentes ante ellas, y traspasan esa indiferencia a sus hijos. Más importante resulta prevenir el embarazo adolescente, por ejemplo, cuyos efectos son más decisivos en la vida y la economía de las personas y familias. Otros son más militantes y enfrentan en sus hijos el consumo de drogas ilegales, aunque aceptan el consumo de las legales. Naturalmente esta confrontación es tanto más inútil cuanto que la nueva generación de adolescentes y jóvenes maneja sus propias reglas, como ha sido desde que el mundo es mundo. Otros padres y madres, situados en las puntas estadísticas, son consumidores de drogas, legales e ilegales; mientras que otros son no consumidores de drogas ni legales ni ilegales.

Los ritos de paso de la niñez a la juventud en nuestras culturas están profundamente asociados al consumo de drogas de varios tipos. El tabaco y el alcohol son los más conocidos, como aceitadores de relaciones sociales, tan complicadas para los adolescentes. Las profundas urgencias hormonales y los desajustes entre lo que el cuerpo exige y los límites sociales podrían estar en el origen del consumo. El cuerpo pide sexo, y los senderos químicos del cerebro estructurados desde la educación formal y no formal no son suficientes ni para obtenerlo ni para contenerlo. El celibato y la virginidad son, como dice la canción, cosa medieval en tiempos de fácil acceso a anticonceptivos y condones. Basta ver el estrepitoso fracaso de las iglesias en contener su empleo en la gran mayoría de los fieles. Lo máximo que pueden ofrecer es la sublimación de una tremenda urgencia hormonal, y, claro está, las reuniones parroquiales se convierten en oportunidades para que los chicos y las chicas se conozcan e intimen. La masturbación, por otra parte, ofrece alguna contención, aunque siempre ronda aquella antigua quisicosa de que mejor es el sexo, porque se conoce gente. Visto desde la química cerebral, el cerebro de un adolescente debe ser lo más parecido a una elaborada e inquietante trompeadera de pulpos. Se entremezclan urgencias y temores, y hormonas y neurotransmisores están en una revolución que hace de la Marcha de los Cuatro Suyos, por comparación, una reunión de monjes trapenses.

Naturalmente este enredo se expresa en contextos sociales determinados. La acelerada descomposición social de nuestra sociedad deja de proporcionar referentes utilizables efectivos. Domar, en el buen sentido del término, a los jóvenes y orientar sus energías hacia actividades “adecuadas”, como cualquier profesor y padre responsable de familia sabe, es una labor paciente que requiere de presencia física y emocional. Ningún contenido valorativo se instala sin referente concreto. La principal contención en los adolescentes es un juego de toma y daca, de tira y afloja, del que se espera emerja un ser humano capaz de contenerse a sí mismo y determinar un uso de su sexualidad libre y responsable. El problema es cuando los padres y educadores no estamos ahí, en esas situaciones que ellos deben resolver solos. Ese es nuestro terror y eso determina nuestra dificultad para dejarlos crecer autónomamente. Es un tema complejo, y me contento por ahora con dejar planteadas algunas de sus dificultades.

Drogas, sexo y envidia

Nadie como los Les Luthiers ha conseguido expresar la profunda ambivalencia y envidia de los padres frente a los hijos en su pequeño y maravilloso R.I.P al Rap. El enlace es

 http://www.youtube.com/watch?v=PULB4MjXCPg

Préstese especial atención a dos aspectos: La velada y graciosísima alusión al “éxtasis” y las drogas como las metanfetaminas, y la general y muy jocosa “denuncia” de la envidia de nosotros, “los mayorcitos”, sentimos frente a la libertad sexual que muchos jóvenes ejercen. Creo que la relación entre Consumo de Drogas y Libertad Sexual queda suficientemente explicitada, aunque no suficientemente demostrada.

Lo que entendemos por Drogas

Para la acción práctica de los padres y educadores, aparte del jovial reconocimiento emocional que debiéramos hacer sobre nuestra propia posición al respecto, resulta imperativo manejar ideas dinámicas alejadas de los estereotipos socialmente instalados, so pena de perder de vista lo que realmente pasa.

No existe consenso social sobre qué son drogas y qué no. Las mejores definiciones son las más simples por lo general, y la definición de “droga” como sustancia que al ingresar al organismo modifica una o varias de sus funciones, aunque tal vez demasiado amplia, da cuenta de la ambivalencia en que se desarrolla el tema. Porque entonces una sal de Andrews y una aspirina resultan ser drogas. Y desde el punto de vista farmacológico lo son. A nadie se le ocurriría igualar el consumo de aspirinas con el de marihuana, pero desde la perspectiva de la definición dada, vienen a ser lo mismo. Ello obliga a pensar que el tema de las drogas debería desplazarse hacia sus efectos. Y separar lo que es dañino de lo que no lo es.

Esta es una distinción clara en lo que respecta a los medicamentos, drogas por derecho, digamos así, e introduce criterios cuantitativos y cualitativos en el tema. Si te enchufas 40 aspirinas las modificaciones que harán en tu organismo producirán un “daño” concreto y a veces irreversible. La pasta básica de cocaína resulta diabólica en sus efectos, dado que en muchas personas basta una probadita para engancharse. Se supone que si se usan drogas es porque de alguna manera se necesitan. Y los efectos de cualquier droga son más o menos conocidos, en especial en lo que se refiere a la creación en el cerebro de ciertos “senderos químicos” relacionados con las sustancias cerebrales productoras del placer, cuya necesidad se hace perentoria, y cuya falta de satisfacción produce el espantoso “síndrome de abstinencia”. No puedo dejar de pensar en la reflexión de Bertrand Russell al respecto de lo fácil que es para las culturas primarias aceptar el alcohol de los hombres blancos, dado que los efectos de su consumo son, y cito de memoria, una de las pocas cosas que hacen que se crea que la vida es digna de vivirse. Ello nos lleva al tema de a qué consideramos “daño causado por las drogas”, el porqué se decide consumirlas, y por qué se cree que la voluntad debiera bastar para dominarlas.

El daño que causan las drogas

Hay un cierto consenso en que las drogas causan “daño” físico. Esto tiene sus absurdos incorporados. Mi santa abuela fumó su proverbial cajetilla de nauseabundos cigarrillos negros hasta los 85 años de edad, cuando dejó este mundo por otras muy distintas razones. Muchos ven el tema no como una cuestión o no de consumo, sino de si el consumo modifica de modo “negativo” las relaciones sociales de estudio y trabajo, en una suerte de “si no se nota, no existe”. Naturalmente están los efectos de largo plazo, acumulables, como lo sabe cualquier fumador. Desde una perspectiva puramente física – pulmones, hígado, etc. – parece que el consumo está guiado por el efecto rana: La rana salta cuando la meten en agua caliente, pero si la metes en agua fría la sancocharás antes que el batracio se percate. Si eres inteligente sabrás que el equilibrio entre el consumo de drogas en general y la vida depende de un nivel de consumo asociado a un estilo de vida saludable que compense tus pequeñas desviaciones hacia el tabaco, el alcohol o la marihuana. La mayoría de los consumidores, sin embargo, no hace este razonamiento y sufre diversos desequilibrios homeostáticos en diversos momentos, como las aseguradoras y los sistemas de Salud privados bien saben al cobrar sus primas y tarifas. Nadie ha hecho ningún esfuerzo serio por instalar una cultura de prevención de Salud.

El daño producido por las drogas en el terreno mental es, en cambio, mucho más oscuro de determinar y más visto como un estereotipo por el que sentir un temor difuso. No todos los consumidores queman cerebro, pero el daño que se percibe en la conducta del consumidor crónico es evidente en especial cuando se presenta el “síndrome de abstinencia”, que muestra la pérdida de control de las propias acciones. Este parece ser el punto crítico donde el daño que las drogas producen es considerado más negativo. Es un lugar común el fumador que sale a las 4 am de su casa a comprar cigarrillos. El “síndrome de abstinencia” evidencia la pérdida del control volitivo, y se asocia además con la evasión del mundo real. No me meteré con el problema de la realidad de la percepción del mundo, aunque bien se lo merecería.

Se registra consumo de drogas entre los soldados en los frentes de batalla, sea en la forma de la administración de alcohol antes de una batalla, o sea en la forma del consumo de marihuana y otras drogas más “duras” entre los jóvenes soldados norteamericanos durante la Guerra de Vietnam. De hecho, parece ser que el consumo puede ser fomentado en ciertas circunstancias, como se ha hecho inveteradamente en nuestra sierra con el consumo de coca para extraer mayor fuerza de trabajo a los indios sin sobrecostos laborales, como darles de comer, por ejemplo. Es evidente que en estos casos el consumo de drogas parece estar bastante “justificado” desde el lado de la realidad, sea para ocultarla o sea para soportarla.

Voluntad y Drogas

Uno de las creencias ético-morales más instaladas socialmente es la idea de que el problema de las drogas es una cuestión de voluntad individual. Las personas somos diferentes en nuestra química cerebral, y es evidente que la voluntad está relativizada por motivos genéticos. Un “deber-ser” señala que el pasarse en el consumo hasta el extremo de la pérdida de la propia voluntad debería generar acciones de recuperación del propio Yo. Alcohólicos Anónimos y las diversas acciones sociales de rehabilitación de consumidores de drogas ilegales muestran resultados poco alentadores al respecto, aunque según parece no hay mejores opciones para todos los que necesitan de estas instituciones. En todos estos casos se entiende como condición el aceptar una especie de “fuerza superior” – a veces con contenido religioso – a la que se debe someter la propia voluntad, y que de alguna manera funciona como una prótesis emocional. Tal vez esto pueda entenderse como que la necesidad de una profunda convicción emocional que marque la química cerebral de tal modo que pueda “sustituir” la necesidad de la droga. Parece una “solución” semejante a la de la extirpación del lóbulo frontal para enfrentar ciertos desórdenes mentales. La conversión religiosa parece funcionar en este sentido, lo que es utilizado seguramente por diversas confesiones. No estamos seguros que este camino sea otra cosa que una solución desesperada.

La necesidad de prevenir

Visto lo anterior, parece que la Prevención es el arma de la victoria en este caso. Se necesitan políticas de Salud Pública al respecto, y políticas de Familia y Juventud. El sector Educación parece que la tiene más clara, aunque los problemas para aplicar políticas de prevención en este caso son más complejos. Pero está claro que la Prevención es mucho más barata y eficiente, y políticas efectivas al respecto deberían reducir el número de los que requieren “rehab”.

En el nivel directo de las familias y las instituciones educativas es posible actuar preventivamente, aunque esto también presenta problemas. Las famosas charlas antidrogas que cualquier centro educativo que se respete organiza para padres de familia y profesores en algunos colegios tienen entre sus espectadores a consumidores de alcohol, tabaco y medicamentos, así como algunos consumidores crónicos o eventuales de marihuana y cocaína, hoy padres y madres de familia y/o docentes. Me pregunto qué pensaran para su coleto cuando escuchan la consabida y siempre repetida condena moral. Tiene que haber una profunda escisión en las mentes de los que aceptan de boca para afuera la condena al consumo de drogas legales o ilegales. Mi generación tiene tan instalada, vista como unidad, el consumo de drogas, que en realidad dudo mucho que esta condena, implícita o explícita, surta algún efecto. Cuando no nos cuentan la cosa moral, aunque esta condena se suponga, y se incide más bien en el daño producido, entra en juego la racionalidad adulta y los efectos de estas charlas suelen ser mejores. De aquí se extrae como lección que no es la apelación moral lo importante, sino informar y enseñar cómo prevenir. Y la prevención tiene que instalarse en los padres de familia desde el nivel inicial, porque si queremos que nuestros hijos manejen la cosa por ellos mismos necesitamos formarlos en determinadas direcciones, y la inmensa mayoría de los padres y madres de familia no tiene ni idea de cómo hacerlo. Y ello implica también tratar con el tema sexual, de las relaciones sociales, de la envidia de los mayores, y de las relaciones intergeneracionales, entre otras cosas.

A los adolescentes no les interesa mucho esto, como no les interesa demasiado la estructura del aparato reproductor cuando lo que quieren es sexo. La información es necesaria, qué duda cabe, pero los adolescentes no necesitan la condena moral, que produce muchas veces inquietantes escisiones emocionales. Los adolescentes, a veces sin saberlo ellos mismos, necesitan herramientas para entender qué diablos les pasa, por qué se sienten como se sienten, y por qué las relaciones sociales son como son. Y ello en un ambiente que les dé autonomía y seguridad propia, así como confianza, guía y consejo constante. Ellos necesitan lo que dijimos antes, autonomía para poder aprender a relacionarse unos con otros, y a lidiar consigo mismos y con las cosas que les ocurren.

En términos más generales, nadie, excepto algunas agencias y ONG s se han preocupado realmente del tema preventivo. Se ve más importante la salida – o ingreso - de divisas o el fortalecimiento de grupos de poder más o menos vinculados, directa o indirectamente, al tráfico de drogas. Lo que podríamos llamar “génesis social” del consumo de drogas no parece estar muy visualizado. Las drogas como parte de los happenings que marcan el ingreso de los adolescentes al mundo de los adultos presuponen una elección por parte de cada joven al consumo de éstas. Necesitamos, como sociedad, hablar de este tema más allá de las coyunturas electorales y de los intereses particulares. Por desgracia, la ausencia o inoperatividad de políticas al respecto ha sido la constante. Hay más preocupación por otras cosas.

Conclusión

Pienso que enfrentar el narcotráfico y prevenir el consumo de drogas son dos caras de la misma moneda. Se necesita un fuerte liderazgo para encaminar un esfuerzo nacional realmente efectivo. Esto es política social, y no deberíamos pensar que las políticas sociales son solamente para pobres. En las elecciones políticas de Junio deberemos elegir entre dos opciones, y tengo la sensación de que solamente una de ellas podría plantearse con seriedad el tema. La otra, por desgracia, parece demasiado vinculada al otro bando.

Y punto.

miércoles, 27 de abril de 2011

PARA QUE SIRVE LA EDUCACION – ADDENDA PARA UNA CATARSIS


Hace poco publiqué en este Blog una serie de artículos acerca de los objetivos de la educación con unas notas realistas y algo desesperanzadas, sabiendo que mucho de lo dicho no tendría efecto visible y mensurable. Esto, en la labor educativa, no es raro. Nosotros no “vemos” resultados. Sembramos, regamos, cuidamos el jardín, a veces podamos con energía, a veces tenemos que mirar con tristeza el tronco doblado que tras enormes esfuerzos no pudimos enderezar. Un maestro que se precie de serlo siempre intenta superar la común condición humana. Ningún maestro lo es por el ansia de aumentar sus bienes, sino de enriquecerse enriqueciendo la común herencia humana. Como decía Bertrand Russell, un maestro de verdad tiene un instinto paterno/materno superdesarrollado, que no se puede agotar en los propios hijos, y que lo convierte en el padre y la madre de todos sus alumnos. No hay peor frustración ni peor destino para un maestro que el no poder enseñar. Quizá por eso pretendo, en un momento donde, en el calor de la lucha electoral, aparecen voces que nos culpan de lo mal que anda la educación, hacer una catarsis a través de esta Addenda a esos artículos.

Hoy algunos egregios maestros peruanos recomiendan a sus alumnos, con realismo y paternal firmeza, que no estudien Educación a no ser que la vocación sea tan insoportable que haya que seguirla de todos modos. Hoy la profesión es devalorada y vilipendiada, atacada desde todos lados y, oh ironía, responzabilizada de la debacle y decadencia educativas en nuestro país. Los maestros somos la única barrera que se interpone entre los niños y jóvenes; y las políticas de la sociedad, el mercado y el estado destinadas a embrutecer y mercantilizar. Es una pelea desigual y descorazonadora, porque ellos tienen todos los medios a su disposición, y a nosotros nos quitan hasta lo que no tenemos. Y lo que con tanto esfuerzo tratamos de construir es destruido de un plumazo, y encima nos echan la culpa. La sociedad, el mercado y el estado son en nuestro país entes hipócritas que dicen que la educación es lo más importante, y como consecuencia reducen los presupuestos educativos, desnutren y pauperizan a los niños, hacen de la equidad educativa un sueño, y tienen a los maestros con sueldos de hambre.

Como cualquiera ser humano, a veces me deprimo, y busco mis motivos para seguir adelante y no terminar sentado en la encrucijada lamentándome de mi suerte. Busco, entre los grandes educadores que me inspiraron, los motivos para seguir en la pelea, los objetivos por los que tanta gente común y silvestre como yo pelean una batalla que muchas veces damos por perdida. Nuestro problema existencial como docentes, del que nadie se ocupa porque a nadie le interesa, es por qué deberíamos seguir en una actividad tan maltratada y tan inútil. Los docentes tenemos motivos sobrados para el hartazgo y la depresión. Y la pregunta existencial del docente, que no puede evitar porque la lleva clavada detrás de todas las incomprensiones y desdichas, siempre está dirigida a los objetivos de lo que hace. Por eso a veces tenemos que rebuscar, junto a la vocación primigenia que nos movilizó, lo que aquellos que nos antecedieron en esta tarea tan poco comprendida nos dijeron acerca de los OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN.

Los Objetivos de la Educación según los Educadores

Donde hay buena educación no hay distinción de clases.
(Confucio, China)

La educación iguala a los hombres en lo que se debe igualar a los hombres, en su condición humana. Por sobre la situación económica y las diferencias de toda clase debería estar siempre la comprensión de la común condición humana. Educamos, por lo tanto para que cada ser humano alcance su plena dignidad, es decir, que sea plenamente humano.

Reconocer, mantener y promover en cada ser la dignidad de la persona, ésta es toda la educación de la humanidad
(Enrique Pestalozzi, Suiza)

Por ende, si algo debe hacer la educación es hacernos humanos en un sentido no solamente individual o reactivo a la existencia de desigualdades, sino en el sentido social del término. Es decir no podemos ser plenamente humanos sin el Otro. Porque de nada sirve mi felicidad individual si no está enraizada en la común lucha humana, es que un Objetivo de la Educación es integrarnos a la humanidad en su conjunto.
“La educación debe hacer que cada uno encuentre su propia felicidad, realizada en la medida en que hace que se mejoren las condiciones de los otros” 
(John Dewey, Estados Unidos)

La contradicción entre individuo y sociedad es resuelta por John Dewey en un tema ético: No es un ser humano pleno y feliz aquel que no se preocupa por mejorar las condiciones de los Otros. No recuerdo en qué película escuché esta frase: ¿Qué clase de hombre es aquél que no se preocupa de mejorar el mundo en que vive? Un Objetivo de la Educación es construir una ética de la felicidad alcanzada a través del servicio a los Otros.

Para educar a un niño hace falta la tribu entera. 
(Proverbio africano)

Los maestros solamente somos la punta del iceberg. No podemos enseñar sino en el contexto de la sociedad en que vivimos. Si la sociedad considera la educación solamente cosa de aulas, maestros y alumnos, camina hacia su ruina. Se aprende enseñando y se enseña aprendiendo. Hay una relación dialéctica, un círculo virtuoso entre ambas actividades, como bien lo intuyó el desconocido educador africano que cito. Un Objetivo de la educación es convertir a todos los miembros de la sociedad en Educadores, para mantener nuestra viabilidad y nuestra supervivencia social.

“Luchamos por lograr que los niños sean libres en su interior, libres del miedo, de la hipocresía, del odio, de la intolerancia.” 
(Alexander Neill, Gran Bretaña)

La libertad es uno de los dones más preciados que el ser humano posee. Es condición para todo. Elude una explicación única, porque es uno de esos principios que, como todo maestro sabe, más que instilado debe ser vivido. Se puede ser libre incluso en el fondo de una mazmorra. Pero sabemos bien a donde nos lleva el miedo, como destruye la iniciativa, como pasma la voluntad, como transforma a los seres humanos en medrosos animalitos agazapados esperando que las cosas les pasen en lugar de salir a hacer que las cosas pasen. Instilar el miedo es objetivo político de muchos para manipular y dominar. Pero el maestro es el enemigo público número Uno de la manipulación, precisamente porque tiene el poder de hacerlo. Un verdadero maestro forma y educa, no manipula. Por ello las dictaduras de todo calibre tratan siempre de amaestrar al maestro. Un Objetivo de la Educación es liberar – y liberarnos - del Miedo, y de toda su odiosa parentela: El Odio, la Intolerancia, la Hipocresía, el Racismo. Y esto es lo más difícil.

La gran meta de la educación no es el conocimiento, 
sino la acción. 
(Thomas Henry Huxley, Gran Bretaña)

El ser humano puede definirse, entre otros rasgos, por su capacidad para la acción y el trabajo fecundo. Si bien es esencial saber para qué hacemos las cosas, es igual de importante educar para hacer cosas. Conocer es necesario pero no suficiente. La teoría sin práctica sirve para lo mismo que la práctica sin teoría: Para Nada. Se educa para que nuestros niños y jóvenes salgan al mundo a transformarlo, no a contemplarlo. Un Objetivo de la educación es, a través de nuestros alumnos, transformar el Mundo para hacerlo más humano y vivible.

Conclusión

Cuando nos formulamos el tema de Objetivos de la Educación deberíamos siempre mirar lo que tenemos, con sus gangas y sus mermas, pero además mirar al cielo, a la utopía, al sueño. Siempre desde nuestra realidad por más dura que sea. Pero la dureza de la realidad no nos arredra, porque, como dice el antiguo y siempre reactualizado refrán de los educadores: “El estado no hace nada, el director no dirige, el coordinador no coordina, pero el profesor siempre dicta su clase”.
Y punto.

lunes, 25 de abril de 2011

CRÓNICAS: PERLAS DE LA EDUCACION PERUANA


“No hay espectáculo más terrible que la ignorancia en acción.” - Goethe

Este articulito lo escribí hace algún tiempo, y lo tenía ahí esperando una buena oportunidad. Ahora la hay. El día de ayer Panorama presentó una nota llamada “Cultura General”, donde a diversos estudiantes de Universidades Privadas se les administraba algunas preguntas sobre temas de cultura general, más o menos conocidos.

Los resultados muestran alguna significación: Según nuestros estudiantes universitarios, San Martín de Porras fue Libertador del Perú y su Presidente, esperamos que posteriormente; Francisco Bolognesi el "Fantasma de los Mares"; Palma es Cervantes; Vallejo es Belaúnde o José Carlos Mariátegui; Juan Velasco el primer presidente del Perú; el BCR una tienda, o su Banco correspondiente; Pachacútec destronó a Atahualpa; la población del Perú es de 6000 personas; los departamentos del Perú son 12 según unos, y entre 32 y 70 según otros; el Perú logró su independencia en 1981 o, aquí hay duda, en 1982 o 1996, y en algún caso en milquinientosnomeacuerdo. Nos tememos que las respuestas se dieron en tiempo real, con gráficos y fotografías, es decir, con reactivos más o menos adecuados. Por cierto, creemos que la entrevistadora debe haberse concentrado en las respuestas más absurdas y jocosas. Pero que todo esto indica algo, lo hace.

En la misma línea, presento unas pequeñas Crónicas que reflejan algunas anécdotas vividas. En ellas intento mostrar en clave más o menos costumbrista algunas perlitas de la Educación Peruana, no producidas en salones o en encuestas de salida de clases, sino en hechos y circunstancias de la vida cotidiana. Los que padecen la Educación peruana deberían tener el sentimiento de la estafa a flor de piel. Si tras años en el sistema educativo no se ha conseguido asimilar contenidos elementales, entonces hay que pensar qué pasa al respecto.

En Pensamiento Concreto y Pensamiento Abstracto muestro la dificultad en la representación de conceptos en una situación de la vida cotidiana. El objeto en Matemáticas Financieras es señalar una fallida situación de cálculo en una circunstancia donde éste es necesario. En Administración Avanzada se observa como la falta de criterio determina una ineficiencia brutal en un lugar en donde ser medianamente eficiente es una necesidad. Segmento publicitario nos enseña que a veces los problemas cognitivos están donde menos los esperamos.

1. Matemáticas Financieras

En Comisión de trabajo para el Ministerio de Educación, caí con un colega docente de Ciencia y Ambiente a una ciudad X del centro del Perú. Considerando que nuestra gastronomía es maravillosa por donde se mire, creo que el nombre de la ciudad no viene a cuento. El caso es que fuimos a un buen restaurante justo antes de despacharnos a nosotros mismos a los pueblos del interior – ahí no hay gastronomía, de hecho apenas hay comida -, y nos empujamos unos potajes excelentes, a cuenta de la Nación, claro, que estábamos de comisión. Y como la Nación es exigente con los viáticos que entrega a sus funcionarios, obligados estábamos a presentar factura con RUC, con toda la legalidad correspondiente. Así que, acabado el yantar, solicitamos las dos facturas. Y seguimos conversando y planeando nuestro viaje al Perú Profundo durante cerca de 45 minutos … y ahí caímos en cuenta que algo raro pasaba con las facturas. Curiosos, fuimos a ver en qué paraba el trámite de emitir dos sencillas facturas. No encontramos a la adicionista. Había salido a buscar a alguien que supiera extraer el 100 % de una cuenta que incluyera el IGV.

Para mis lectores que no conozcan la cuestión, la Factura se diferencia de la Boleta en que cuenta con el RUC correspondiente, y distingue entre el costo de lo adquirido y el Impuesto General a las Ventas que el restaurante le carga al consumidor, esto es, el 19 %. Añadamos que, con buen criterio para el consumidor, hace mucho que los precios en carta incluyen el dicho impuesto. De hecho, muchos restaurantes extraen el 19 % del IGV de las facturas con la ayuda de su caja registradora, lo que no era el caso aquí.

Esperamos con paciencia que la adicionista volviera. Y lo hizo, tras una hora de buscar a alguien que la sacara del terrible problema en que estaba. Para mis lectores resultará evidente que, si para averiguar cuánto es el total de una cifra más el 19 %, debo multiplicar la cifra por 119/100, es decir 1.19 (1 + 0.19); encontrar el 100 % de 119 % se logra operando en contrario, es decir, dividiendo el total entre 1.19. Pero ello no resultaba tan evidente para la encargada de elaborar nuestras facturas. Primero nos rogó que le aceptarámos una boleta. Nosotros no podíamos aceptar eso por razones administrativas. Así que no nos quedó más remedio que ejecutar un curso ultraviolento de matemáticas financieras, tanto para la trabajadora en cuestión como para tres o cuatro hueleguisos – adicionistas de los restaurantes vecinos – que estaban también obviamente curiosos por saber cómo se realizaba tan abstrusa operación. Preguntamos luego qué había estudiado la adicionista, y nos respondió que Turismo en la Universidad local. A partir de aquí, preferimos quedarnos sin palabras.

2. Administración Avanzada

Los males de los pecados que uno comete determinan a veces la necesidad de aterrizar en lugares no planeados. Un exceso de baños de mar culminó en una oclusión del oído medio, lo que me obligó a dirigirme a un Puesto de Salud. No diré donde, solamente que está en el mismísimo cogollo de un distrito de esos de polendas, en esta Ciudad de los Reyes.

Llegué, hice la sacrosanta cola y me percaté tras 30 pacientes minutos que la cola no avanzaba. Es decir, estaba detenida. Me acerqué a ver qué pasaba, y me topé con que uno debía saber el número de su historia clínica para conseguir ser atendido. Naturalmente, nadie recuerda tal número, y, claro, para eso uno tiene nombre y DNI después de todo. Una madre de familia llevaba a un bebé que obviamente requería atención urgente. Y ella había detenido la cola rebuscando en un cuaderno su propio nombre. Mirando por sobre su hombro vi la ortografía y caligrafía infames que adornaban el cuadernito, y pensé en voz alta un par de cosas, dirigidas a una señorita que sonreía mientras admiraba una pantalla de computadora. De hecho, pregunté por qué no buscaba en la base de datos por nombre. La señorita distrajo un momento su mirada del Facebook y me hizo saber que tal base de datos no existía, pues la computadora recién se la habían traído hacía unas semanas. Pregunté entonces por qué los files no estaban ordenados en orden alfabético y por qué no se llevaba un registro numérico aparte. Archivística elemental, que las secretarias aprenden. Y, de paso nomás, le pregunté qué observaba en la pantalla con tanto detenimiento, si no tenía una base de datos qué mirar. La señorita en cuestión se sintió ofendida por mi insistencia – no entiendo por qué – en que la posta atendiera a las personas que estaban haciendo cola, esto es, madres con niños, heridos y enfermos, eso sin contarme a mí, el de la oclusión del oído medio.

Observé la pared repleta de archivos ordenados por numeración, y me ofrecí para hacer la base de datos. Total, vivo cerca y puedo seguir el criterio del bodeguero, que no necesita haber ido a Harvard para aprender cómo manejar multitud de ítemes. Mi ofrecimiento fue rechazado por una enfermera que me miraba con claros sentimientos encontrados, diciéndome que no se había enviado a nadie para hacer ese trabajo, y que cada cual ahí tenía su trabajo de acuerdo al MOF, el ROF, el POA y un par de siglas más.

Me impacienté ligeramente. Pregunté si entre las atribuciones del centro de salud estaba la de atender a los pacientes. O si la cuota de atención era de dos o de tres pacientes a la semana. Cuando quiero soy bastante pesado, y eso estaba empezando a ocurrir cuando la Jefa apareció, y le puso algo de tranquilidad al asunto.

De hecho, yo quería atenderme, y como mi oído estaba más bloqueado que la entrada al despacho de un burócrata, no escuchaba muy bien qué diablos se decía, y alcé la voz, ya de por sí alta. Como consecuencia lógica me la alzaron a mí. El asunto se puso algo complejo. Insistí machaconamente en que la labor del centro de salud era atender enfermos, no hacerlos revisar cuadernos, así que al final tomaron el nombre de los enfermos y heridos presentes, y empezaron a buscar sus historias clínicas. El asunto amenazaba con convertirse en un vodevil, y como yo tenía la desgracia de tener historia clínica allí, ya veía que iba a tener que buscarla por algunas horas que no tenía, así que opté por lo sensato, decir que yo no tenía Historia Clínica. Hartos de mí, me dieron pase inmediatamente. En total la fila tenía ocho personas, y el Puesto contaba con nueve trabajadores.

3. Pensamiento Concreto y Pensamiento Abstracto

Heme aquí en la plaza de armas de una ciudad de nuestra sierra norte, donde hay un magnífico restaurante. Una vez terminado mi condumio y una vez requerida y satisfecha la cuenta, recuerdo que debo ir a una calle cuya localización exacta no conozco. Así que me paré de la mesa y le pregunté al mozo que me ha atendido, muchachón de la zona, trabajador y atento, si me puede indicar dónde queda la calle del Marqués de Puntos Suspensivos.

El mozo me mira. Yo lo miro. Él me vuelve a mirar. Yo estoy esperando que me dé las instrucciones del caso. Le pregunto de nuevo si sabe dónde queda la calle Tal. Me responde que sí. Sigo esperando las instrucciones. Lo miro inquisitivamente. Él me devuelve la mirada, pero de instrucciones, naranjas.

La situación se hace incómoda. Pero se incomoda más aún cuando, repentinamente, el mozo me toma del brazo y, literalmente, me arrastra hacia la puerta del restaurante, situada al final de un largo pasadizo. Yo le dejo hacer aunque no entiendo qué demonios está pasando. El mozo abre la puerta, me empuja fuera no sin cierta delicadeza, mientras me aprieta el brazo como si me estuviera arrestando.

“¿Ve esa esquina?” me dice, al borde de la desesperación cognitiva. “Si”, le respondo, casi amedrentado. El muchachón suda frío. Se esfuerza por hablar. No encuentra las palabras para decirme cómo llego a la calle esa.

“Vaya usted a esa esquina” me dice, esta vez con cierta seguridad. “Muy bien” le digo, “¿y de ahí?” Y la angustia vuelve al muchachón, que me dice esta vez “Vaya por ahí” señalándome con su brazo libre la calle a la derecha.
- “¿A la derecha?”
- “Vaya por ahí”
- “¿Cuántas cuadras?”
El joven estaba exhausto tras tantas complicadas abstracciones, y agita el brazo dos veces, formando remolinos en el aire, hacia la derecha. Yo interpreto que deben ser dos cuadras. “Gracias”, le digo.
La calle del Marqués de los Puntos Suspensivos no estaba a dos cuadras a la derecha del punto indicado. Estaba a tres cuadras a la izquierda.

4. Segmento publicitario

Juro que esto es verdad. Lo juro y rejuro ante las Once Mil Vírgenes y todos los Santos del Santoral Católico. Y tengo testigos que pueden corroborarlo con la Biblia, el Corán, el Talmud, el Rig Veda, la Constitución del Perú y el Reglamento de Tránsito al frente. Observé esto en uno de mis viajes a uno de los más bellos departamentos del norte del Perú, en donde se lleva a cabo un encomiable esfuerzo para eliminar el analfabetismo. Resulta difícil deducir si la motivación de esta campaña es mejorar el nivel de vida de las gentes, o si no será más bien no perder la faz delante de Bolivia, país vecino que ha conseguido erradicar el suyo. En fin, como que no me importa tanto por qué se haga, con tal de que se haga.

En un sitio público, bien a la vista, encontramos un enorme letrero, con letras de color sobre fondo azul, que envía un mensaje importante a toda la población. Naturalmente no lo copio tal cual, para mantener el anonimato necesario.

“EL GOBIERNO REGIONAL DE PUNTOS SUSPENSIVOS
LUCHA CONTRA EL ANALFABETISMO
TODOS SOMOS PERÚ
¡ANALFABETO: APRENDE A LEER!”

Colofón

¿Qué podemos constatar de todo esto? Nos gustaría que estas crónicas fueran la excepción. No lo son, son la regla. Si en las habilidades obvias de la vida diaria hallamos jóvenes - que en muchos casos son universitarios - que no pueden hacer operaciones aritméticas elementales propias de su trabajo, que un mozo que ha hecho la secundaria completa no puede indicar correctamente una dirección, que nueve trabajadores del MINSA no pueden poner en acción un archivo, y que un Gobierno Regional gasta dinero para poner un letrero con un mensaje escrito dirigido a su segmento de analfabetos, entonces el problema ya no es “mejorar” la educación, es empezar a impartirla. El que tenga Olfato, que Oiga.

miércoles, 20 de abril de 2011

AUTOEDUCACIÓN - http://www.ted.com/talks/lang/spa/sugata_mitra_the_child_driven_education.html

AUTOEDUCACION


Vale la pena chequear este Video.

Si estamos hasta la corona de reformas caras e inútiles ... ¿por qué no una revolución? Relajémonos y veamos lo que este extraordinario maestro hindú está logrando sin aspavientos y con harta creatividad.

http://www.ted.com/talks/lang/spa/sugata_mitra_the_child_driven_education.html

FALACIAS POLITICAS - Cuatro


Una pequeña cuestión previa, atendiendo a que algunos me han escrito confundiendo mentira y falacia. Como dijimos antes, una cosa es la mentira o la ignorancia, que afectan a las proposiciones en sí mismas, una por una; y otra distinta es la estructura del razonamiento, que afecta a todo el conjunto. En el primer caso, una proposición puede adquirir valor de verdad o valor de falsedad. Ejemplo: “Lucharé contra la corrupción con todas mis fuerzas” (Vladimiro Montesinos). En el segundo hablamos de una forma más elaborada de manipulación, la falacia, que afecta a todo el proceso de razonamiento, donde puede que las proposiciones sean verdaderas, pero el razonamiento es falaz, es decir, inválido.

Por cierto, hay una forma de proposición sutil y medio diabólica, la paradoja, donde la verdad y la mentira se encuentran equilibradas. La ilustra muy bien la conocida paradoja del mentiroso: Todos los cretenses son mentirosos (Un cretense). También la hemos visto en acción últimamente.

Pero sigamos con las Falacias. Todo razonamiento posee premisas y conclusiones. Las primeras son las suposiciones de las que se extraen las segundas, siguiendo ciertas reglas específicas. En las tres primeras partes hemos tratado de las Falacias de las Premisas. En esta cuarta entrega nos concentraremos en las Falacias en las Conclusiones.

4) Falacias de coherencia

Para que el razonamiento sea válido, la conclusión alcanzada debe desprenderse lógicamente de las premisas. Si hay una falla en esta conexión, se cae en un error de coherencia lógica.

a) Primera variante: “No distinguir entre casualidad y causalidad”

Si vemos un fenómeno A (una crisis, una quiebra, un terremoto, una devaluación, lo que sea), y luego otro fenómeno B (desempleo, hambruna, inflación, etc.) podemos pensar que A es la causa de B. Eso no es siempre tan evidente como quisiéramos. En el mundo de las ciencias físicas las causas son mucho más evidentes, pero en las ciencias sociales las relaciones no son tan sencillas, y los “expertos” pueden discutir sobre el “origen” o “causa” de algo durante años. Y no digamos en Política.

Debemos analizar otras explicaciones: por ejemplo, que los acontecimientos simplemente sucedieron a la vez, o uno detrás de otro, pero no están relacionados entre sí. También es una falacia común querer ver relaciones donde no las hay.

• Se dice que los programas de dibujos animados o caricaturas se deberían prohibir por el gran contenido de violencia que tienen, y que series como Los Simpson, Pokémon, etc., representan un gran deterioro para la niñez y la juventud… La falacia consiste en este caso en dar por hecho que las caricaturas causan el “deterioro” de la niñez y la juventud. Si hay un “deterioro”, podría deberse a otras causas, no necesaria ni solamente a las caricaturas. ¿Será por la falta de educación? ¿Tema de Valores o Consumismo? ¿Violencia doméstica? ¿Será por una sola causa, o serán muchas?

.. El día siguiente a las elecciones del 10 de abril bajaron los índices de la Bolsa de Valores de Lima. Se atribuyó este hecho a los resultados electorales, con rapidez y harta ligereza e irresponsabilidad, en una muestra del razonamiento falaz Post hoc, ergo propter hoc (Paso después de esto, entonces lo anterior es la causa). Luego nos enteramos que esta baja había reflejado la baja producida a la vez en los principales mercados mundiales, pero la falacia ya quedaba instalada.

b) Segunda variante: “Selección de casos”. En otras palabras: “Recordar los aciertos, ocultar los fallos”.

• Un ejemplo clásico, de libro de texto: mucha gente cree que algunos acontecimientos (muerte de celebridades, accidentes de aviación, etc.) se dan en rachas de tres en tres… pero como siempre hay acontecimientos de ese tipo – es decir, la gente se seguirá muriendo porque así funciona la naturaleza; los aviones son de fabricación humana, piloteados por humanos, falibles desde cualquier perspectiva, etc. -, es matemáticamente posible que ocurran eventos cercanos entre sí, o “en rachas”, por simple estadística… pero la falacia prevalece, a todos los niveles.

• Otro caso típico: los sueños “premonitorios”. Algunos sueños se convierten en realidad… pero nadie recuerda los muchos sueños que no se cumplen.

• Lo mismo vale para los “adivinos”, que son tan populares al inicio de cada año, así como en época electoral. Vaticinan tantas cosas y con tal vaguedad, que algunas terminan por cumplirse… pero nadie recuerda al año siguiente todas las profecías fallidas. Por cierto, ¿Por qué nadie dice nada de las profecías de Nostradamus… pero las que no se cumplieron?

c) Tercera variante: “Petición de principio”.

La falacia es suponer que algo está demostrado o es cierto cuando no lo es, o considerarlo “probable”, aun cuando hay muchos indicios que apuntan a lo opuesto, y a partir de ahí razonar. Es decir: no se puede, desde un punto de vista lógico, asumir algo como cierto para luego pretender demostrarlo.

En el Perú hay una variante muy conocida, empleada por los periodistas de prensa escrita y hablada: “el beneficio de la duda”: “Concedamos el beneficio de la duda”.

Un concepto como “beneficio de la duda” es aplicable al derecho (“todos se consideran inocentes hasta que se demuestre lo contrario”), pero en otros ámbitos es totalmente ilógico. Por lo general, se usa como escape ante una realidad incómoda, asumiendo una actitud de avestruz, sabiendo de antemano que algo va a fracasar pero sin decirlo abiertamente, conservando la última esperanza, siendo “educado”, otorgando “el beneficio de la duda”.

• Un ejemplo interesante puede ser lo que ocurre con las ofertas electorales. Keiko Fujimori ofrece que no liberará a Alberto y que personalmente liderará la lucha contra la corrupción. Ollanta Humala señala que no tocará los fondos de pensiones para financiar Pensión 65. Si desde los titulares periodísticos se dice se niega directamente la posibilidad y se dice que esto no será así, de sopetón y sin vaselina, entonces estamos ante una falacia de petición de principio. Naturalmente, al margen de los intereses en juego, podemos o no asumir que se dice la verdad en ambos casos o en uno de ellos o en ninguno, con lo que el tema se traslada a la credibilidad de uno y otro, que es el tema real a debatir. A no ser, claro, que o que se desee es minar dicha credibilidad, que parece ser la intención.

d) Cuarta variante: “No hay otra explicación”.

Es una variante de la “falsa disyuntiva”. Si no se puede demostrar que algo es verdadero, se concluye que es falso. O viceversa: si no se puede demostrar la falsedad, se concluye que es verdadero. En ambos casos, se “olvidan” otras explicaciones posibles.

• Un caso típico: mucha gente atribuye a fantasmas cualquier ruido, sombra, etc., que se sale de lo común… simplemente porque no puede encontrar otra explicación. Como decía Tácito: Todo lo desconocido lo reputamos magnífico.

• Un sacerdote mexicano, vía internet, habla del santo mexicano Juan Diego, “…cuya existencia está probada históricamente (debido a que no hay) ninguna prueba fidedigna de su no-existencia. Si se trata de negar existencias sin dar pruebas, yo también puedo negar que existió Colón” Dicho sea de paso, usó esta sintaxis, Dios nos guarde. Pero aparte de la forma, se observa una falta absoluta de coherencia lógica.

e) Quinta variante: “Ver el árbol y olvidarse del bosque”.

Está muy relacionada con el tipo de falacia anterior. Aquí el error es fijar la atención en una muestra del universo y concentrar todas las energías en él, olvidándose de todo lo demás. Es muy común que se use esta falacia para defender intereses específicos.

• Por ejemplo, la manera en que INEI mide el desempleo. No considera desempleados a los sub-empleados o a los que trabajan en la economía informal. Con ello, se fija en un fragmento de la realidad y la presenta como la pintura completa, “mejorándola” o “empeorándola” según la circunstancia o la conveniencia del momento.

• Las estadísticas de los índices delictivos en Lima en algunos casos parece que estuvieran bajando… pero se mide la delincuencia total tomando en cuenta solamente dos tipos de delitos: robos de autos y homicidios. Luego se asume, haciendo trampa, que todos los demás delitos se comportan como esos dos… ¿Es lógico que los robos a casa habitación, a transeúntes, fraudes, lesiones y violaciones se comporten como los robos a autos y homicidios? Evidentemente no. Es un agujero lógico inmenso, que encubre evidentemente la inoperancia policial.

- Los organismos internacionales y nacionales cuando miden la pobreza se fijan en indicadores, lo que siendo correcto metodológicamente puede llegar al ridículo si consideramos que puede haber discrepancias en el número de pobres en el Perú de varios millones de personas, por ejemplo si asumimos que una persona que gasta 50 céntimos por encima de la línea establecida por los expertos, ya no es pobre ...

Si nos tomáramos esto como una tarea, podríamos coleccionar algunas afirmaciones de este tipo de entre los medios de comunicación, para poder ilustrar esto. Les propongo este ejercicio, y hasta la próxima.

martes, 19 de abril de 2011

FALACIAS POLITICAS - Tres

Continuando con nuestro estudio, pasaremos a otro tipo de Falacias Políticas.

Algunas falacias no pretenden atacar ni distraer, sino confundir, mediante la distorsión de una parte del razonamiento. A veces, se recurre a la distorsión por mala fe; a veces, por ignorancia.

3) Falacias de distorsión

Aquí se cae en el error de deformar la tesis o sus consecuencias, para convencernos de una u otra postura, en general la contraria.

a) Primera variante: “Falsa disyuntiva” o “falsa dicotomía”.

Es pariente cercana de un tipo de falacia de distracción, la de consecuencias adversas. Aquí se trata de presentar dos o tres posibles alternativas, como si el universo de opciones se redujera solamente a ellas. Cuando son dos hablamos de “falsa dicotomía”. Es la favorita de los dictadores y populistas.

Con ella hay que tener muchísimo cuidado: A veces se pretende justificar esta falacia con el siguiente argumento, a todas luces fuera de contexto: “O estás embarazada, o no lo estás. No puedes estar medio embarazada”. Pero el estar embarazada es una dicotomía verdadera, como los binomios blanco/no blanco, vivo/muerto o gobierno/oposición (no hay tercera opción). La vida real es mucho más complicada que estos simples esquemas, que aunque existen son mucho menos importantes que lo que parecen.

• La famosa frase o eslogan tan popular en los setentas: “Patria o Muerte”. La realidad es reducida a dos opciones: ser patriota o morir… no hay medias tintas, dando por hecho que todos los críticos de quien sostuviera estas posiciones eran antipatriotas. Dicho sea de paso, una anécdota curiosa con la frase: Un grupo de campesinos bolivianos escuchan la frase en cuestión ¡Patria o Muerte! Tras mirarse entre sí y tomar una rápido decisión contestaron a una sola voz, muy lógicamente: ¡Patria!

• George Bush, cuando anunciaba su guerra contra el terrorismo: "O están con nosotros, o están con los terroristas". Naturalmente, con esto pretendía tener carta blanca con la mal llamada “ley patriota”, que conculcó muchas de esas libertades de los que los estadounidenses se sienten, con justicia, tan orgullosos.

.. Mario Vargas Llosa popularizó la famosa frase “Elegir entre el Cáncer y el SIDA”. No sé si habrá algún asidero en lo dicho, pero que es falacia, es falacia.

b) Segunda variante: “Falsa analogía”

A veces se recurre a analogías para ilustrar una tesis. Y puede ser. Pero a veces la analogía no es válida.

• Un ejemplo que ilustra dos tipos de falacia a la vez: Algunos izquierdistas autoritarios y nostálgicos del pasado llevan años y años diciendo lo siguiente: “O estás a la derecha (capitalismo) o estás a la izquierda (socialismo), en política no hay centros, es como una carretera: no puedes ir por en medio”… En primera, es un ejemplo de “falsa disyuntiva”, porque se olvida (o se ignora) que existen otras alternativas políticas, como la Social Democracia, la Tercera Vía o la Democracia Cristiana. Además, es una “falsa analogía” porque la derecha/izquierda de una carretera no se parece en nada a la derecha/izquierda de la política.

.. Hay ocasiones donde el empleo de esta analogía ilustra la profunda ignorancia de quien la emplea. Un ministro del régimen aprista dijo en una ocasión, muy suelto de huesos: “Renació de sus cenizas, como el Gato Félix”. Naturalmente, si no se sabe, lo mejor es quedarse callado, lo que en este caso, como vemos, no ocurrió.

c) Tercera variante: “Generalización”

Se argumenta falsamente que toda la realidad puede ser explicada a partir de un solo caso, o bien de una muestra no significativa de casos.

• Un preso por problemas de homonimia, saliendo de la cárcel: “ahora ya podemos confiar en el sistema judicial peruano”… pasando por alto que a diario se comenten muchas injusticias, que no cambian por la liberación de una persona. Pero lo que la persona desea es expresar su agradecimiento al Juez que lo liberó.

.. Una forma común es cuando el Presidente o los Ministros inauguran una obra, indicando que ésta es la prueba de una política dirigida a tal o cual objetivo … pero una golondrina no hace el verano. Los colegios mayores, por ejemplo, se han publicitado como una solución al problema de la calidad educativa, cuando lo cierto es que solamente ayudarían a una fracción mínima de los estudiantes peruanos.

d) Cuarta variante: “Exageración hasta la ridiculización”

El argumento que se quiere combatir es deformado hasta el ridículo, con la idea de quitarle validez.

• En el plan de gobierno de un partido – no digo cual, pero mis lectores pueden fácilmente reconocerlo - no se habla de estatización ni en una sola ocasión. Sin embargo se le busca significados ocultos a la palabra “nacionalización” para hacerle creer a la gente que eso significa estatización.

.. Cuando se dice de determinada persona que es un genuflexo y que se arrodilla frente a los intereses de los Estados Unidos, Venezuela, u otro país, es evidente que esa persona no necesariamente está “arrodillándose”. Naturalmente se emplea el término para ilustrar ridiculizando.

e) Quinta variante: “Lenguaje prejuiciado”

La idea es salpicar el discurso con palabras que conllevan cierta carga emotiva, que dicen una cosa pero sugieren otra. En terminología nacional: “hacer la finta”.

• Cuando se emplea términos para referirse a nuestro vecino del sur como “el Caín de América”.

• Este anuncio de George Bush fue muy ilustrativo: “EE. UU. ha iniciado una cruzada contra los malhechores...”. La palabra “"cruzada" conlleva la idea de guerra religiosa, involucrando sentimientos religiosos muy profundos.

f) Sexta variante: “Maniqueísmo radical”

Se trata de atribuirse a sí mismo todo lo bueno, y de achacar al otro todo lo malo, sin tonalidades intermedias.

• Otra frase de Bush: "Es la lucha del bien contra el mal"... parafraseando: nosotros somos los buenos y merecemos vivir; ustedes son los malos y merecen ser destruidos.

• El discurso actual que separa las opciones “democráticas” de las “no-democráticas”, atribuyéndose el periodista o político la propiedad del concepto democracia, negándoselo a su adversario.

g) Séptima variante: “Deshumanizar”.

La idea es negarle al otro el estatuto humano, denigrarlo de tal forma que cualquier defensa sea insostenible. Abrumarlo con calificativos y epítetos hasta ahogarlo. Esto también se puede hacer contra instituciones. Lo usan también los dictadores y extremistas. Y por desgracia demasiados peruanos al referirse a los miembros de las clases sociales bajas.

• Los discursos políticos en general tienden a ser bastante maniqueos, pero el experto nacional al respecto indudablemente es el APRA con su SEASAP: “Sólo el Apra salvará al Perú” … de entrada, todos los defectos posibles son atribuidos a sus rivales políticos. Esto impide un mínimo razonamiento y dificulta la negociación, porque se cae en el fanatismo.

• Cuando se emplea sistemáticamente contra un pueblo, es presagio de guerra y genocidio: los militares estadounidenses se referían a los vietnamitas como “monos amarillos”, negándoles la condición de seres humanos y justificando así las masacres contra civiles.

..Una variante es denostar a un grupo humano como ignorante, malvado o con malas intenciones per se, como por ejemplo los homosexuales, indígenas o ecuatorianos, para justificar sentimientos de homofobia, racismo, patrioterismo o exclusión.

h) Octava variante: “Pregunta maliciosa”.

En términos comunes: “todo o nada”. Es una variante de la “falsa disyuntiva”. Se pide definir la postura propia ante un argumento (o un bloque de ellos)… pero resulta que es falso o lleva implícita una acusación.

• Durante el gobierno de Alejandro Toledo se le planteó vacarlo como amenaza, o que renunciara. Esta disyuntiva, planteada por sus rivales políticos, lo dejaba sin opciones: Si daba un “paso al costado” es porque él mismo se sentía incapaz de gobernar, y si no ... es porque es altanero, inconsciente y está alejado del pueblo.

.. “¿Está usted a favor o en contra de negociar?” Si se dice que Sí, se le tildará de débil, mequetrefe y falto de carácter, si dice que No, de antidemocrático, dictador y chavista. ¿De quiénes estamos hablando?

.. En estos días en los que GANA PERÚ plantea una reforma de su Plan de Gobierno, algunos lo acusan de débil y sumiso por aceptar el cambio, y son los mismos que lo acusarían de prepotente y autoritario si no lo hace.

Con esta entrega completaríamos – incompletamente, qué paradoja – las Falacias que se refieren a las Premisas. A partir de la próxima entrega hablaremos de las Falacias que se refieren a las Conclusiones.

Si nos tomáramos esto como una tarea, podríamos coleccionar algunas afirmaciones de este tipo de entre nuestra clase política, para poder ilustrar esto. Les propongo este ejercicio, y hasta la próxima.

Viene de FALACIAS POLÍTICAS - doshttp://memoriasdeorfeo.blogspot.com/2011/04/falacias-politicas-dos.html

lunes, 18 de abril de 2011

FALACIAS POLÍTICAS - Dos

Continuando con nuestro pequeño estudio, pasaremos a mirar otros tipos de Falacias Políticas. Ahora nos concentraremos en las falacias que suelen usarse no sólo para lanzar ataques personales contra un adversario, como en el caso de las falacias ad-hóminem que ya vimos, sino también como forma de defensa.

2) Falacias de distracción

El mecanismo de este segundo tipo de falacias es simple: se alega algo que no tiene relación directa con el tema que se discute, para distraer la atención, no tocar los temas importantes, y llevar la discusión a otro campo.

a. Primera variante: “Consecuencias adversas”

Este tipo de falacia es muy simple: se trata de crear miedo o mejor aún, jugar con el pánico, presentando las consecuencias adversas que se podrían presentar, para con ello lograr convencer. Tales consecuencias adversas nunca son demostradas, simplemente se les menciona para asustar, para jugar con los temores ocultos.

Ejemplos:


  • Cuando una opción política es vista como peligrosa para el statu quo de los grupos dominantes. Se le llama a veces satanización, pero ella se dirige más bien hacia las personas. En las presentes elecciones presidenciales se emplea contra un candidato - adivinen ustedes quien - señalándose “lo que podría ser su gobierno”.
  • Cuando el Ministerio de Economía decide acelerar una reforma fiscal que aporte fondos para cubrir los gastos corrientes del Estado … el gobierno amenaza con el desastre si no hay reforma fiscal. No se exploran otras opciones, simplemente se amenaza con el caos, con que no habrá con qué pagar a policías, maestros, médicos, enfermeras, etc.
  • Un buen ejemplo es lo ocurrido con el Impuesto a las Transferencias Financieras. Los grupos de poder financieros aseguraron en su momento que causará el retraimiento de la actividad económica, la corrida de capitales y un “pánico” financiero ... no se analiza ni se discute, simplemente se asusta. El quid de la cuestión estaba en que ese Impuesto permitía controlar las operaciones financieras de las grandes empresas y ver si eran cierto lo que ellos decían en sus estados financieros.


b. Segunda variante: “Victimización”

Aquí se trata de despertar compasión, respeto, misericordia, etc. Cualquier emoción, siempre se considera mejores que el razonamiento, pues una emoción no necesita demostrarse y sirve para impresionar a los demás. Es la inversa exacta de la falacia ad-hóminem: se trata de involucrar a la persona que emite el argumento. Es uno de las falacias favoritas de los políticos tradicionales para manipular a la opinión pública.

Ejemplos:


  • Durante el gobierno de Alejandro Toledo, Eliane Karp fue acusada de aprovechar de su puesto público para pagar planillas de más a sus amigos. Ella alega que sus acusadores son “machistas” y que la atacan “por ser mujer”… pero no habla de los gastos en planillas.
  • Otra de las defensas de Eliane era: “son unos pituquitos de Miraflores que están contra mí porque defiendo a los indígenas y afroperuanos”… pero sigue sin explicar el asunto de las planillas.
  • Cuando el Presidente de Aerocontinente fue apresado como sospechoso de estar involucrado en narcotráfico, lavado de dinero y corrupción, se defendió diciendo que era “un preso político” y un “chivo expiatorio”… pero nada dijo de las pruebas en su contra.
  • Cuando se le preguntó a Kouri - sí, ese del videíto - de dónde salió el dinero que Montesinos le entregó, alegó que “es dinero para comprar un camioncito que servirá para entregar alimentos a los pobres”… pero no explicó el origen del dinero.

c. Tercera variante: “Populismo”

La falacia consiste en desechar un argumento simplemente porque no le gustaría a la mayoría. O decidir algo, no con razones, sino atendiendo a la popularidad.

Ejemplos:


  • Imaginemos que en el tema de Transgénicos se diga - y se dirá, no se preocupen - que los cultivos transgénicos permitirán una mayor producción de alimentos para las grandes mayorías ... pero el problema no es ese sino la conservación de los ecosistemas.
  • Otra variante es subirse al carro emocional en el que se ubica la mayoría de la gente, "exigiendo" la pena de muerte para los violadores de niños ... aunque está claro que no se puede hacer, pero resulta eficaz para distraer a la opinión pública y hacer creer que algo se hace.
  • Hacer "encuestas" en la calle y presentarlas como si fueran la opinión popular. Esto solamente puede ser real cuando la población está bien informada, y sabe de lo que se trata. Decía el teórico Ikram Antaki: no me digas qué opinas, dime qué sabes… por lo tanto, pedir la opinión de gente no informada es un mero truco para sostener una opinión y hacerla pasar por verdadera. El periodismo recurre a esto constantemente a fin de crear un “paisaje de fondo” a favor de una corriente que se desee defender, o atacar a otra. Las encuestas de calle y ciertas encuestas publicadas en medios escritos también cumplen con estas características.

d. Cuarta variante: “Señalar a otras personas”.

El objetivo es hablar de otras personas y demostrar que ellas hacen lo mismo que nosotros, y sin embargo no son señaladas. Hay una expresión nacional al respecto: Todos tenemos rabo de paja. Y en términos bíblicos: Fijarse en la paja en el ojo ajeno, y no en la viga del propio.

Ejemplos:

  • Un ejemplo antiguo y muy burdo, pero efectivo, fue la culpabilización del incendio de Roma hecha por Nerón a los cristianos, que tuvo el efecto de distraer la atención y evitar el levantamiento de los ciudadanos romanos contra el emperador.
  • El Presidente de turno por lo general emplea esta falacia, culpabilizando al anterior gobierno de no hacer lo mismo que él no hace. Toledo lo dijo de Fujimori, Alan de Toledo, y patatín. … pero siguen sin hablar de los problemas que ellos tienen.

e. Quinta variante: “Ocultar información”.

El método es defender una postura, pero sin mencionar todos los elementos, “olvidando” información comprometedora que invalida la postura.

Ejemplos:


  • • Hace unos años, el ex-Presidente de la Región Lima, Jorge Mufarech señaló que sufrió abuso por parte de una policía, pero no mencionó nunca que su vehículo estaba mal estacionado. Ello, que contradice su declaración, es cómodamente olvidado y no mencionado.
  • Los Tratados de Libre Comercio con diversos países son publicitados únicamente en función de sus ventajas, olvidando cómodamente sus desventajas en Salud, Medicamentos, Biodiversidad y Agricultura. No es que se discutan esos temas, es que simplemente no se publicitan.

f. Sexta variante: “Dogma o argumento de fe”.

El argumento favorito de los papás que no saben lo suficiente para responder las preguntas de los niños, o que no quieren hacerlo: “eres muy pequeño para entender” / “cuando crezcas entenderás” / “no lo entenderías”. En el fondo, siempre se trata de lo mismo: considerar al interlocutor como una persona incapaz de razonar. Es propio de ciertas jerarquías no demasiado inteligentes de las diversas Iglesias o Partidos Políticos.

Ejemplos:


  • Alan García decía que es inocente porque el Poder Judicial no lo había condenado … pero el Poder Judicial no lo condenó porque sus delitos - reales o supuestos - prescribieron, así que en realidad no ha sido declarado inocente.
  • Los sucesivos ministros de Economía han recurrido constantemente a las cifras para decir que la economía está así o asá .... pero luego “sinceran las cifras”.
  • Diversos Ministros de Salud dijeron en su momento que la píldora del día siguiente es abortiva ... porque la Iglesia Católica así lo dice.

g. Séptima variante: “Argumento de autoridad”

La idea es argumentar algo desde una posición de experto o autoridad, o de colocarse a la sombra de una. El experto puede serlo o no. Incluso puede que tenga autoridad en otro campo. Lo que se olvida es que el prestigio en un campo no se pasa automáticamente a otro. Y que los expertos son humanos y pueden equivocarse.

Ejemplos:


  • • El laureado escritor y Premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa opina sobre política y democracia y se pronuncia a favor de la Invasión de Irak por Estados unidos y la Gran Bretaña … un escritor de novelas - calificado de “laureado”, para que se note que es intelectual - habla con gran ligereza de política internacional.
  • Se dice que la homosexualidad es malvada y un pecado contra natura porque así lo señala la Iglesia Católica - y otras Iglesias también, hay que decirlo -, a pesar de la evidencia científica en contrario. La única base es lo que dice la Iglesia.
  • Cuando los pueblos amazónicos se levantaron contra las concesiones de tierras que habían poblado desde tiempos inmemoriales, se les negó el derecho aduciendo que eran ignorantes y que estaban contra el interés nacional. Tras las muertes de Bagua, el gobierno señaló que se había equivocado en su estrategia de comunicación, partiendo del supuesto que la autoridad siempre tiene la razón.

h. Octava variante: “Argumento cronológico” o “respeto a la tradición”.

Se alega que algo es muy antiguo y que eso lo hace verdadero automáticamente. Lo cual es falso, desde luego.

Ejemplos:


  • • Cuando se planteó el tema de la Ley 20530, o “cédula viva”, la clase política tradicional y ciertos estamentos se rasgaron las vestiduras señalando que era un tema constitucional (combinado con la variante de argumento de autoridad).
  • El gobierno de Estados Unidos ha admitido públicamente que tuvo indicios, antes de los atentados de septiembre del 2001, de que algo se traían los terroristas de Al-Qaeda. Tomaron muchas precauciones en sus embajadas y consulados en el extranjero, pero hicieron muy poco en suelo estadounidense. ¿Por qué? Porque cayeron en la falacia de “Argumento cronológico”. Razonaron que si nunca antes habían sido atacados en su propio territorio, no lo serían esta vez … pero, como todos sabemos, se equivocaron.

i. Novena variante: “Somos especiales”.

Se presenta a una comunidad (incluso a un país) como “muy especial”, de tal modo que ninguna experiencia previa es válida para ese grupo, a veces ni la ley es aplicable. Es pariente cercano de la falacia tipo “Argumento de fe”.

Ejemplos:

  • Cuando las encuestas preelectorales no los favorecen, los políticos tradicionales argumentan, con ligeras variantes: “En el Perú no son válidas las encuestas preelectorales, porque somos muy especiales y no le decimos la verdad a un entrevistador”… pero nunca explican por qué sí son válidas en otros países, o por qué sí fueron válidas cuando pronosticaron triunfos de ellos. Se entiende que hablamos de encuestas bien hechas.
  • Los habitantes de un pueblo joven atrapan a un presunto ladrón y lo golpean hasta matarlo. El comisario de la policía declara sencillamente: “Con las costumbres del pueblo, más vale no meterse”… pero no dice nada del asesinato, evadiendo su responsabilidad con la idea de que somos tan especiales, que ciertos usos y costumbres del pueblo están por encima de la ley.
  • Desde luego, esto está generalizado en nuestro país con el asunto de los impuestos y tasas en general, por ejemplo el “medio pasaje” para los estudiantes universitarios. Traducción: “Somos una casta aparte”. Esto por cierto funciona también en el caso de la autonomía universitaria, los choferes de combi, los militares, los congresistas, etc.

j. Décima variante: "Critican, pero no aportan soluciones"

Este argumento sería válido si el que cuestiona algo tuviera la obligación de aportar soluciones. Pero no siempre es así, y en ese caso estamos frente a otra falacia de distracción.

Ejemplos:

  • Diversos grupos protestaron pidiendo que no se usen impuestos para pagar el rescate bancario del Banco Latino (O el que sea). Los funcionarios de economía y finanzas los acusan de "criticar, pero no aportar ideas de cómo resolver la crisis bancaria"... pero los “protestantes” no tienen por qué ser expertos en economía y política para sugerir soluciones… para eso están precisamente los funcionarios públicos. Si no pueden, entonces los botamos, revocamos, o cambiamos. El tema es que algunos incautos pisan el palito, usan su tiempo en estudios para encontrar soluciones, y estos sesudos y probablemente útiles estudios terminan usándose para acomodar la pata de la silla rota en alguna dependencia del estado.
  • Es un argumento muy usado en el Perú para efectos de descalificación. Una forma común es “reducir” el problema a una o dos proposiciones con las que se tiene que estar de acuerdo.

Por supuesto, los "buenos" políticos y los expertos en el arte del engaño a las masas, emplean más de una falacia para entrampar el asunto y no llegar a ninguna parte, así que las falacias resultan más efectivas cuando vienen de a pares o tríos. Es fácil encontrar más de una falacia en muchas afirmaciones.

No confundamos la falacia con la mentira. Si bien emplear falacias puede ser indicio de mentira, y seguramente lo es en muchos casos, a veces lo único que muestra es que quien las dice necesita urgentemente volver a la escuela.

Si nos tomáramos esto como una tarea, podríamos coleccionar algunas afirmaciones de este tipo de entre nuestra clase política. Les propongo este ejercicio, y hasta la próxima. Hay más falacias en cartera.



viernes, 15 de abril de 2011

FALACIAS POLÍTICAS - Uno


Un buen amigo mío me acusa, con toda razón, de hacer artículos demasiado largos. Le creo. Y por eso lo que voy a hacer es acortarlos lo mejor que pueda a fin de hacerlos más leíbles. Entiendo que ciertos estilos cansan, y me lo tomo como un reto alegre.


Hace unos años escribí y publiqué en redes un conjunto de articulitos sobre FALACIAS POLÍTICAS, como una contribución para la educación ciudadana y política. A algunos les gustaron y le sparecieron útiles. Procedo a republicarlos, con una que otra enmienda, con la idea siempre presente de ayudar a mejorar el discernimiento político de mis lectores. Y ahí voy:

FALACIAS POLÍTICAS

Iniciamos hoy día un pequeño estudio sobre la verdad política. Como sabemos, se acusa a la política de ser el “reino de las mentiras”, o quizá más bien “el reino de los mentirosos”. Diremos más que ello, la política es, desde la remota época de los sofistas, el “reino de las falacias”.

Voltaire decía que La ignorancia afirma o niega rotundamente: la ciencia duda. También decía festivamente que si los pobres aprenden a pensar, estamos perdidos. Las mañas de los políticos tradicionales deberían ser siempre deconstruidas y combatidas, y el primer paso debería ser poder identificarlas.

Se ha dicho que, en política, pensar mal es pensar bien, y aunque ello puede ser cierto en términos éticos, hace falta desarrollar mejor el tema argumentativo, más aún en una época como la actual, donde el sistema de poder excluye sistemáticamente a las inmensas mayorías por la vía de no enseñarles a pensar, ni siquiera a leer correctamente. Y no digamos la exclusión en términos de formación valorativa política. Si las personas no pensamos políticamente, nos costará diferenciar entre las propuestas serias y la demagogia pura y simple.

Duda y confianza política

Desde una perspectiva de prescripción argumentativa podríamos decir que lo primero que se debe hacer es DUDAR: dudar siempre, dudar de todo, dudar de todos. Pero atención: La actitud de dudar no es una finalidad en sí misma, sino un medio para aproximarse a un conocimiento válido. Si dudamos de modo absoluto caemos en el inmovilismo, y no se podría hacer nada útil. Y de hecho esto nos pasa todo el tiempo. La duda como fin en sí misma no nos es útil políticamente, y el inmovilismo deja hacer a los corruptos y sinvergüenzas. Añado que la duda es importante incluso dirigida a aquellos a quienes apoyamos. No es política seria apoyar únicamente con las ganas o con el hígado, las neuronas tienen su parte.

Esto nos lleva a preguntarnos sobre el tema de la “confianza política”, porque si efectivamente debo dudar, no puedo ni debo dudar a fortiori todo el tiempo, es decir, debo asumir que debo poder confiar racionalmente en que lo que me dicen puede ser verdad, a veces dando el beneficio de la duda, incluso al adversario político. El fanatismo no nos conduce a ninguna parte. Y los políticos pueden construir confianza política a través de la credibilidad, las estrategias de diálogo y las diferentes técnicas para poder trabajar en conjunto y resolver los conflictos. Si no conseguimos una confianza medida y racional, simplemente nos condenamos a no alcanzar nunca un equilibrio, es decir, a ahogarnos en nuestras propias dudas. Y los partidos políticos que aspiran a ser alternativa de gobierno tiene que tener estrategias para trabajar la confianza de los ciudadanos.

Por ello lo segundo que se debe hacer, es INVESTIGAR. Si la duda no sirve para incrementar nuestros conocimientos y hacer valoraciones políticas correctas, entonces no pasa de ser pura huachafería intelectual. Es decir, en última instancia, una máscara sin contenidos adentro.

Quedamos entonces en la importancia del dudar, pero sin dejarnos manejar por la duda como fin, sino como método, como medio para llegar a ciertos niveles de confianza política.

Lógica y argumentos políticos

¿De qué herramientas intelectuales disponemos las personas para dudar? ¿Cómo se puede comprobar que un argumento político es fruto de un razonamiento correcto, y no de un error, o pero aún, de un engaño deliberado?

La lógica es la ciencia de pensar bien y saber extraer conclusiones de enunciados, verdaderos o falsos, llamados premisas. No trata de la verdad o falsedad de dichas premisas, sino del mecanismo de obtención de conclusiones. No todos los razonamientos pasan esta formalidad, y a los razonamientos que no pasan los llamamos "falacias". Algunas “falacias” aparecen como simples errores de razonamiento, otras resultan ser puramente especulaciones, y otras son simplemente engaños y mentiras, y llevan la intención de engañar o confundir, y de éstas nos tememos hay a montones.

La Lógica es, en ese sentido, una ciencia implacable que ha descubierto ciertos patrones y características que comparten las falacias lógicas. Sonará curioso, pero la mayor parte de lo que se sabe sobre las falacias fue investigado y descubierto por los pacientes y estudiosos monjes de las abadías europeas de la Edad Media.

La Falacia ad-hóminem, o Contra la Persona.

Esta es la reina de las falacias. La más empleada, la más presente. Su fundamento es muy simple: atacar a quien sostiene una opinión, evitando argumentar contra ella. Si alguien emite un juicio y yo no estoy de acuerdo, la argumentación debería girar en torno a dicho juicio, no en torno a la persona que la emite. Y por eso se llama "ad-hóminem", "contra el hombre". Yo puedo, y debo, respetar a mi antagonista como persona e incluso como adversario, aunque no esté de acuerdo con sus ideas y argumentos.

a) Primera variante: "Descalificación"

Cuando un personaje usa un argumento "ad-hóminem" contra otro, los periodistas dicen que "lo descalificó". Esto es muy común en América Latina y el Perú.

Algunos ejemplos nos serán útiles, y procuraremos que no sean demasiado actuales, para evitar suspicacias. Por cierto cualquier semejanza con actuales o cercanos candidatos a la Presidencia de la República son, lo prometo, pura coincidencia:

• Un alcalde, sospechoso de hacer realizado gastos excesivos, afirma que su acusador es un alcohólico y drogadicto, con lo cual lo “descalifica” (aunque nunca demuestra la veracidad de sus aseveraciones)... pero no dice nada acerca de los gastos.

• El exPresidente de México, Vicente Fox, señalado por incumplir muchas promesas de su campaña, afirma que sus críticos son perros que ladran porque él avanza... pero no dice nada acerca de las promesas.

• Diversas organizaciones se pronuncian a favor del aborto para proteger la salud de las mujeres que lo practican clandestinamente. El político XXX los ataca diciendo que son "fanáticos de la cultura de la muerte" y "asesinos de inocentes"... pero nada dice de la salud de las mujeres.

b) Segunda variante: "Autoridad moral"

Otra forma de argumentar "ad-hóminem" es poner en duda la "autoridad moral" de la otra persona. Nunca ha quedado claro qué es o debería ser la "autoridad moral" o la "calidad moral", pero de todos modos se le menciona, entre otras cosas porque suena bonito.

En algunos casos tenemos la vaga sensación de que este argumento tiene cierta justificación, pero la lógica es inflexible: se trata de una variante del argumento "ad-hóminem".

• Un grupo de parlamentarios señala las dificultades económicas que atraviesa el pueblo con el actual gobierno. El Primer Ministro los acusa de no tener "calidad moral" para criticarlos... pero no dice nada de las dificultades económicas.

c) Tercera variante: “Intereses ocultos”

Es pariente muy cercano de la variante de “autoridad moral”. El supuesto es que alguien tiene ciertos intereses “inconfensables”, lo cual anularía de alguna manera, nunca especificada, sus argumentaciones.

• Un alcalde habla de una nueva carretera y dice que la mejor opción es hacerla pasar por un lugar determinado. Sus adversarios políticos, sin molestarse en analizar sus argumentos, dicen o sugieren que el alcalde tiene “intereses inconfesables” (presuntamente especulación de terrenos) y por tanto su opinión está sesgada de antemano.

• Un periodista expresa su postura ante los recientes escándalos por abusos sexuales de sacerdotes católicos. De inmediato, otro le responde que “no debe opinar, porque es bien conocida su afiliación católica”.

Podríamos coleccionar algunas afirmaciones de este tipo de entre nuestra clase política. Les propongo este ejercicio, les recuerdo que esto está listo para señalar más falacias en próximas entregas, y hasta la próxima.