domingo, 31 de julio de 2011

INTOLERANCIA


“Aunque toda sociedad está basada en la intolerancia, todo progreso estriba en la tolerancia.” (George Bernard Shaw)

Intolerancia. Una palabra más, si no fuera porque es indicativa de una actitud que es necesario combatir, con la debida Tolerancia por supuesto. Me viene a la memoria el clásico del cine mudo de David Wark Griffith, del mismo título, que quería ser un llamamiento contra ella. Fue triste que, a pesar de su hondo sentido moral, el elaborado y revolucionario lenguaje cinematográfico al que acudió Griffith no fuera entendido por las audiencias de entonces, lección que hay que aprender cuando se trata de estos temas, pues siempre resulta más fácil ser necio que sensato, vale decir, es más fácil ser intolerante que tolerante. Es, por otra parte, alucinante que el mismo Griffith, capaz de la generosa convocatoria a los mejores sentimientos humanos que mostró en “Intolerancia”, fuera a su vez autor de otro clásico, El Nacimiento de una Nación, donde narraba en tono épico nada más y nada menos que el surgimiento del Ku Klux Klan, organización racista a la que apoyaba. Otra lección más, que nos lleva a reflexionar que se puede ser muy contradictorio en esto de la defensa de las propias creencias. Muy humano, me temo.

Esto es un tema para preocuparse en extremo, porque no hace muchos días un joven noruego, Anders Behring Breivik, llevado probablemente de los mejores sentimientos, dejó 76 muertos y 96 heridos entre jóvenes y adultos, unidos básicamente por una sola cuestión: Defendían una posición diferente a la suya. Este horrible suceso conmocionó a la sociedad noruega y al resto del mundo, porque el único argumento del asesino fue que le daba miedo ver a los musulmanes en Europa, y le parecía que los socialistas eran demasiado tolerantes con ellos. Debería haber sabido que los musulmanes recorren Europa hace unos cuantos siglos. Pero tampoco creemos que de conocer el hecho las cosas hubieran cambiado demasiado. El Fanatismo, de necesidad, tiene que poner en huelga a las neuronas.

El día 28 de Julio del presente año se produjo otro hecho, que aunque no alcanzó el mismo extremo, muestra una intolerancia de la misma calaña. La Congresista Martha Chávez, secundada por algunos miembros de su bancada – aunque parezca mentira no fueron todos, hay alguna cordura aún en algunas gentes – se la pasó gritando durante el discurso de toma de posesión del Presidente Ollanta Humala, porque le pareció que el presidente juraba por la Constitución de 1979, y no por la de 1993. Sobre esta premisa empezó a construir una serie de conclusiones, como la de que Alan García seguía siendo Presidente y que los militares debían intervenir para derrocar al “presidente de facto”. Debería haber sabido que se juró en el marco legal existente en nuestro país, y que desde que hay libertad en la forma del juramento se ha llegado incluso a jurar “Por Dios Y por la Plata”. Tampoco creemos que de tener presente el hecho las cosas hubieran cambiado demasiado. El Fanatismo, de necesidad, tiene que poner en huelga a las neuronas.


Tolerancia y Respeto

Como encontramos varias ideas, procedamos a desmenuzarlas un poco. “Intolerancia” es “no-tolerancia”, veamos que nos dice la Real Academia Española sobre su significado.

tolerancia. (Del lat. tolerantĭa).
1. f. Acción y efecto de tolerar.
2. f. Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.
3. f. Reconocimiento de inmunidad política para quienes profesan religiones distintas de la admitida oficialmente.
4. f. Diferencia consentida entre la ley o peso teórico y el que tienen las monedas.
5. f. Margen o diferencia que se consiente en la calidad o cantidad de las cosas o de las obras contratadas.
6. f. Máxima diferencia que se tolera o admite entre el valor nominal y el valor real o efectivo en las características físicas y químicas de un material, pieza o producto.

Naturalmente las acepciones 1, 3, 4, 5 y 6 o no se refieren al punto, o son secundarias a lo planteado. Es la segunda acepción la que nos llama la atención: Es el “respeto” a las ideas, creencias o prácticas de otras personas, cuando son contrarias o distintas a las de uno. Aquí el centro del tema es el respeto. Veamos qué implica:

respeto. (Del lat. respectus, atención, consideración).
Aquí me quedo con la acepción 2 y paso por alto las demás, que no se refieren al punto:
2. m. Miramiento, consideración, deferencia.

Aplicando la una en la otra, veremos que la tolerancia consistiría básicamente en los miramientos, consideraciones y deferencias que debo tener por las ideas, creencias y prácticas de otros, cuando son distintas de mis ideas, creencias y prácticas. Notemos que los miramientos, consideraciones y deferencias se tienen por las personas, no por las ideas, creencias o prácticas. Tales consideraciones y deferencias son mercancía de ida y vuelta, pues somos personas, sujetos de respeto, ciudadanos libres e iguales, y por ello debo considerar que las ideas y creencias de los otros merecen respeto, es decir, deben ser consideradas, y se debe tener miramientos con ellas por lo mismo que los otros deben respetar las mías. Por ende, no debo burlarme de un militar que saluda a otro, o de un judío o budista que proceden a sus ritos religiosos. También espero que militares, judíos y budistas no se burlen y guarden respeto por mi civilidad, catolicismo o agnosticismo, si fuera el caso. Si estoy en el Estadio en un partido internacional, debo respetar el Himno Nacional del país visitante, y por ello debería ponerme de pie cuando lo toquen. Es obvio que tengo derecho al mismo respeto cuando yo soy el visitante.

Es bastante obvio que dispararle a alguien porque sostiene una idea es una falta horrorosa de respeto, pues que afecta directamente el valor de la vida. Cabe preguntarse por qué Breivik consideraba su verdad no solamente tan importante que justificara el matar por ella, sino tan poderosa que implicara el rechazo total de la posición contraria, la que probablemente no conoce bien tampoco. Igualmente, la actitud de la Congresista Chávez y de algún otro, si bien no llegó al extremo del noruego, sin embargo si justificaba, a su entender, un golpe de estado. Curiosamente, el juramento por la Constitución del 93 se había hecho y respetado, pero se le había añadido este acápite referido a los principios y valores de la Constitución del 79, que la del 93 por desgracia no tiene por una serie de circunstancias que no vienen en este momento al caso. En ambos casos podemos ver la presencia del fanatismo que no escucha sino lo que quiere escuchar y no entiende sino lo que quiere entender.


Tolerancia, Respeto y Polémica

Naturalmente, todo esto no quiere decir que por respeto vamos a dejar que nos ganen el partido. Podemos criticar las ideas, creencias y prácticas de civiles y militares, de católicos, agnósticos, judíos o budistas. Pero hay que hacerlo con respeto por las personas que tienen dichas creencias y realizan dichas prácticas. El respeto no excluye la polémica, porque tolerancia no es necesariamente aceptación, sino miramiento no con la creencia, sino con las personas que las sostienen. Es como el Fútbol, donde respetamos el Himno de Colombia o Venezuela, y luego les rellenamos el arco de goles. En el terreno del respeto por las personas, no nos vamos a dedicar a gritar cuando ellos cantan su Himno, o reírnos en una sinagoga o en donde quiera que los budistas hagan lo suyo, en especial cuando están en plena ceremonia. Si lo hiciéramos seríamos nosotros los que estamos faltando el respeto; y sabemos que si a uno le faltan el respeto, pues debe defenderlo. Ello es fácil cuando somos nosotros los que estamos en mayoría, porque en caso contrario, si nos dedicamos a gritar en medio de una ceremonia religiosa ajena, alguien o alguienes nos callarán la boca de manera ligeramente agresiva. Y no tendríamos nada de qué quejarnos, porque seríamos nosotros los que estamos en falta.

En la lucha política es común sostener diferentes ideas, creencias y prácticas. La política es una actividad que pone muchas cosas en juego y tiende a ser muy seria, motivo por el que es natural que surjan conflictos, desencuentros y desavenencias. Como es natural, si sostenemos los valores de la Tolerancia y el Respeto, tales conflictos y discusiones debieran realizarse idealmente en el plano de los principios. Pero en la política entra la pasión como componente fundamental, y veces he escuchado a mucha gente defender actitudes reprobables apelando a la pasión política. Pero es obvio que las gentes deberían recordar, como el Cristo de Guareschi, que además de carne y corazón también están formados de cerebro. El apasionamiento político no es, como decirlo, disculpa para el asesinato o para la convocatoria a un golpe de estado. No es el se me chispoteó del Chavo del Ocho. Cuando se llega a extremos de asesinato o de convocatoria a un eventual golpe de estado, el tema rebasa los límites de la mera polémica, e incluso de la Intolerancia, y se cruza con los del fanatismo, y su primo hermano el fundamentalismo. Fieles a nuestro objetivo de esclarecer, aquí nos metemos.

Fanatismo y Fundamentalismo

fanático, ca.
(Del lat. fanatĭcus).
1. adj. Que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas. U. t. c. s.
2. adj. Preocupado o entusiasmado ciegamente por algo. Fanático por la música.

El Fanatismo parece asociado al Fundamentalismo:

fundamentalismo

1. m. Actitud que defiende los fundamentos de una determinada doctrina en su integridad o pureza más rigurosa. Ejemplo: todos consideran que el fundamentalismo de sus ideas políticas es un síntoma de intransigencia.

La defensa tenaz y apasionada de una doctrina política en sí misma no parecería tener nada de negativo. Se puede ser, por ejemplo, un fanático de la libertad o de la justicia, y no parecería sino que la acepción 1 de Fanatismo se deslizaría hacia la acepción 2. Parecería entonces que lo que podríamos considerar negativo del fanatismo sería más bien el tipo de “creencias” u “opiniones” que se sostienen. No es así, sin embargo. Es demasiado fácil caer en la desmedida, la desmesura, o la pérdida de la perspectiva aún sobre temas tan políticamente correctos como la Libertad o la Justicia. El fanatismo tiende a ser ciego, como se ve en su acepción 2, y por ende elimina la reflexión sobre el tema objeto de fanatismo, con lo que se cae de modo extremadamente fácil en la intolerancia. El “igualitarismo” produjo históricamente actitudes y hechos históricos tan reprobables éticamente como los Campos de Concentración y las Dictaduras de toda laya y calibre. El fundamentalismo de la Libertad llevó históricamente al Terror y el uso despiadado de la Guillotina, y en lo moderno a un reinado irrestricto del Mercado, y a la sustitución de valores democráticos por valores mercantiles.

Aunque soy personalmente “fanático” de la música de George Harrison, la gente con la que convivo no lo es necesariamente, y entonces eso de escuchar la música de George a toda hora, por más fanático que yo sea, molesta y perturba al resto. El fanatismo por principio es intolerante con el Otro. Por supuesto tengo el derecho de exponer a mis hijos a la música de George, pero ellos tomarán sus propias decisiones al respecto, seguramente influidos por la música de George con preferencia a la de McCartney. Desde la ética es mandatorio que yo tolere a mis hijos, es decir que respete sus ideas, creencias y prácticas musicales. Sólo así puedo esperar que respeten mi “fanatismo”, que con ello en cierto modo dejaría de serlo, y así podría tragarme un poco ese reggetón. Pero si yo fuera un Fundamentalista de George Harrison, probablemente estaría tratando todo el tiempo de imponer mis puntos de vista, obligando a mis sufridos vástagos a la constante escucha de las canciones Something, My Sweet Lord o Dark Horse, y pontificando constantemente acerca de los valores morales del empleo del ukelele en los blues. Consideraría, por supuesto, que es lo mejor para mis hijos, y cuando mis creencias fueran rechazadas (con los hijos eso siempre pasa), pensaría que ellos están dolorosamente equivocados, y así reforzaría mi propia certeza, considerándome un mártir incomprendido, o algo por ahí, de la religión georgeharrisonista. Porque la base del Fundamentalismo es la creencia absoluta de que estoy en lo correcto, y que aquellos que no tienen la misma creencia están equivocados en toda la línea. Es que soy el depositario de la sabiduría de Harrison, lo que me hace a mis propios ojos algo parecido al Infalible Papa.

Cuando se llega al extremo del fanatismo fundamentalista, se suele negar inclusive aquello que está el frente de los propios ojos, o lo que han escuchado las propias orejas. No se aceptan los argumentos de la otra parte, porque son falsos por principio, y como es mi creencia la que a mi ver posee los atributos de la Verdad - con mayúscula - aquellos que la niegan son pasibles de toda suerte de desgracias y miserias, al caer en una suerte de estado de pecado. Entonces se les niega la condición de persona y se les deshumaniza, porque para el fanático la mera existencia del Otro que no soy Yo es agresiva y por lo tanto debemos desaparecerlo. Para aquellos que creen que exagero ahí está Breivik, “desapareciendo” de manera muy real a los miembros del otro partido, a punta de balazos. Y en el caso de la Congresista Martha Chávez, pretendiendo “desaparecer” simbólicamente al Otro cuyas ideas no tolera exigiendo un golpe de estado y luego, en actitud más simbólica aún, dando ls espalda a la manera de los avestruces.


Colofón

Hay tanto qué decir sobre este tema. Algo avancé en mi artículo Miedo, en el que intenté deconstruir algunos de los mecanismos precisamente del Miedo, que subyace en el fondo de las motivaciones “racionales” de la Intolerancia, el Irrespeto, el Fanatismo y el Fundamentalismo.

En todas partes y en todas las posiciones hay fanáticos y fundamentalistas. Pero es por lo general de la extrema derecha de donde salen las balas. No disculparé con esto las barbaridades que se puedan cometer desde la izquierdas, son igualmente deplorables y condenables. Pero lo que produce aprensión hoy en día es ver cómo se trata de seguir fomentando el Odio como arma política, y de qué manera aquellos que lo hacen terminan por creerse el propio cuento, y culminan justificando ciegamente de cualquier actitud. Lo hemos visto en la anterior campaña electoral, y estuvimos en un tris de que el Miedo, el Odio, el Racismo y la Intolerancia vencieran. Es que están demasiado adentro del inconsciente colectivo de los peruanos. Ser intolerante y estúpido siempre será más fácil que ser tolerante y sensato, y por ello siempre será más fácil de manipular. El que tenga Oídos, que Oiga.

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miércoles, 27 de julio de 2011

28 DE JULIO: HERÁLDICA CÍVICA

28 DE JULIO: 
HERÁLDICA CÍVICA

“… esta tierra contradictoria y fabulosa, dulce y cruel…” (Jorge Basadre)


La Historia es el proceso de lo que cambia y lo que permanece. En un momento de la historia humana donde lo único permanente parece ser el cambio, siempre vale la pena volver a lo que de alguna manera siempre está con nosotros, como lo estuvo con nuestros padres, abuelos y ancestros, aún los más remotos. Si bien lo que hoy llamamos Perú tiene corta Historia, este 28 de Julio nos acercamos un poco más a nuestro bicentenario como nación independiente y republicana, y nos damos cuenta que nuestro país y sus antecedentes son una de esas realidades a la que estamos adscritos, queramos o no, por el mero hecho existencial de haber nacido aquí. Algunos aman al Perú con locura, otros – terrible es decirlo - lo odian con fanatismo. Hay patriotas, no-patriotas y antipatriotas de todas menas y calibres. Y me he encontrado tratando de escribir esto, con la sensación de que hay demasiado qué decir, o tal vez demasiado poco.

Entonces me acordé de un texto de Don Jorge Basadre Grohman, Historiador de la República, referido a la Heráldica Cívica, y parte de su monumental Historia de la República. Nuestra Fiesta Nacional, adornada de los colores rojo y blanco, se merece bastante más que mi modesta pluma. Por ello, le cedo la palabra al ilustre republicano:


Así quedaron fijadas las armas y la bandera de la República. Ellas simbolizaron una historia cuyo curso ningún desgarramiento, ningún infortunio, ninguna opresión pudieron hasta ahora, torcer o cortar. Acompañaron a la patria en jornadas de triunfo y de aflicción: Socabaya y Yungay, Ingavi y Montoni, Tarqui y Mapasingue, San Juan y Tarapacá, Miraflores y Concepción, Huamachuco y el Callao. Flotaron sobre el fragor y el polvo de las batallas, el parsimonioso ritualismo de las ceremonias, la sabrosa alegría de las fiestas populares, el tremendo oleaje de las muchedumbres.


Cinta en la guitarra criolla, escarapela en el uniforme escolar, faja en el indio de frontera, cadeneta en la vivienda humilde, condecoración en el pecho militar, adorno en el automóvil, el camión o el aeroplano que pasan por los desiertos, ríos, montañas y selvas y bordean precipicios, sello de identificación en la banda presidencial y en las insignias de magistrados y rectores de universidades. Dan sombra permanente, invisible y común a lugares y sitios que debieran ser de peregrinación como Machupicchu, el Coricancha, Sacsayhuamán, Paracas, Chavín, Chanchán, Pachacámac, Cajamarca, el balcón de Huaura, el árbol de Pativilca, la pampa de Junín, el Cóndorcunca, el Real Felipe, el cerro de Acuchimay y la casa en la que se decretó en Ayacucho la abolición del tributo y en Huancayo la abolición de la esclavitud, el istmo de Ftzcarrald, Paucartambo, de donde salió para su última expedición Faustino Maldonado, el Alto de la Alianza, la casa de Bolognesi en Arica, Huamachuco, Zarumilla, los reductos de Miraflores.


Han llegado a ser como el retrato de esta tierra contradictoria y fabulosa, dulce y cruel, donde están desde hace siglos esparcidos innumerables ruinas, chulpas y huacas y yacen todavía grandes riquezas inexplotadas y en cuyos paisajes y en cuya historia y en cuya existencia colectiva hay cumbres y hay abismos.


Enlazan la majestad imperial del Cusco y el señorío de Trujillo, las rebeldías cívicas de Arequipa y el heroísmo incontrastable de Tacna durante cincuenta años de ocupación, las ciudades embozadas en la magia de rica solera como Huancavelica, Huánuco, Ayacucho o Moquegua y las ciudades que se desarrollan rápidamente como hoy Chimbote, Ilo, Tarapoto, Huancayo o Chiclayo, las comarcas abiertas ya a la riqueza como Cerro de Pasco, Talara, Morococha, Toquepala, el Santa, Marcona o Acarí y las otras que el esfuerzo y la técnica van a ungir, las minorías de cultura cosmopolita y las masas urbanas o rurales que necesitan urgentemente elevar su nivel de vida.


Envuelven o deben envolver, por igual, a mestizos, indios, blancos, a los de otras razas y también a todos los que vengan a contribuir honestamente al quehacer nacional. Hacen más vibrantes las notas del Somos Libres y el Ataque de Uchumayo y algo de ellas alienta en la zamacueca y el huayno, el tondero y el yaraví, el festejo y la muliza tarmeña, el vals criollo, las danzas de los diablillos y de las pallas, de las chonguinadas de huancayo y de los Avelinos. Dan un sabor especial al pisco y a la algarrobina, a la coca y al café, al maíz y a la quinua, a la papa amarilla y a la chirimoya, al ají y a la chicha que puede ser de reír, de llorar, de pelear o de amar.


Otorgan un hechizo común al mate huancaíno, al sombrero de Catacaos, a la piedra de Huamanga, al “torito” de Pucará, al caballo de los “morochucos” y al bastón plateado de los alcaldes indígenas.

Podrían estar adornadas permanentemente por ramas, hojas o flores de plantas o árboles como la cantuta y la puya raimondi, que fue la especie vegetal más bella que encontró el naturalista, el algodonal, el algarrobo y el caucho, el amancae, la orquídea y la victoria regia, las lomas, cuya húmeda y abigarrada vegetación aparece en ciertos cerros de la costa fecundados durante algunos meses por las lloviznas o garúas y el ichu que, con la árnica, la tola y otras yerbas pajizas, forman la flora de las jalcas, el magüey en otras partes es llamado el árbol del Perú y el quiñual, árbol de las regiones situadas a más de tres mil metros de altura, el chachacomo de la sierra, de oscura copa en cuyos troncos el corte de hacha deja heridas de un rojo impresionante y la ceiba costeña, de grueso tronco con piel verde y ramas horizontales dirigidas en distintos sentidos como si fueran brazos.


El rojo, blanco y rojo verticales, nítidos como una cifra, pintorescos como un cuadro, emocionantes como un poema, hondos como una oración y más subyugantes aún bajo el frío de extranjeros cielos, son, en suma, sobre lomas y valles, barrancos y quebradas, palacios y chozas, batallones y navíos, muchedumbres y paisajes, cadáveres y niños, la esencia o la emanación del Perú.


Desmán condenable del diputado, del gamonal, del poderoso grande o pequeño, del alto o el menudo funcionario; enriquecimiento ilícito del que comete impunemente peculado, oratoria vacía y vana del que, en sus adentros, se ríe de sus frases comunes como sendas por cualquiera transitadas, ocio costoso del diplomático inútil, negligencia o rutina del burócrata mezquino en daño o en desmedro del derecho claro o del interés legítimo, intriga sórdida de las camarillas, egoísmo ciego de las oligarquías, conculcación mendaz de los derechos del pueblo y del ciudadano, calumnia vil en el pasquín y en el corrillo que quienes a sí mismos se llaman caballeros suelen sugerir o amparar, envidia tenaz, decidida a hundir o a manchar a la capacidad y al mérito, arrastrarse en las cadenas o enfurecerse en los tumultos, frenesí destructor de las turbas irresponsables, indiferencias, hostilidad y desprecio ante los que pueden o deben ascender legítimamente desde un nivel demasiado bajo. A nada de esto vino a ayudar o a proteger la patria, de la cual son emblema tangible sus armas y su pabellón que, sin embargo, muchos utilizaron para su propio beneficio. Todo eso, en lo que tenga de anormal o desmesurado, se halla contradicho y negado en principio por la razón de ser de la República, por la justificación del Perú independiente, entendido como morada donde se lleve una vida libre, justa, estable, de acuerdo con la bella esperanza, la amplia promesa, la misión y el destino altísimo entrevistos por quienes crearon y fecundaron nuestra libre existencia en común.


¡¡FELICES FIESTAS PATRIAS!!

martes, 26 de julio de 2011

HABEMUS GABINETE


"No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico." (Aristóteles)


Tras idas y tornas y bastante de especulación, por fin habemus gabinete. Vale la pena que hablemos un poco de Ciencia Política, y de las estructuras y coyunturas que determinan un gabinete.

El Presidente

Nuestro orden constitucional y legislación actuales al respecto provienen de una larga tradición iniciada en la época del Mariscal Ramón Castilla, evolucionada desde allí a través de nuestras sucesivas constituciones. Tras varios intentos fallidos al principio de la República, nos encaminamos hacia un Ejecutivo fuerte. Así, nuestra tradición republicana es común a la de las Repúblicas Presidenciales, como Francia y en Estados Unidos, donde el Presidente de la República es a la vez Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. Si comparamos el cargo con los cargos homólogos de una Monarquía Constitucional – caso España o Inglaterra – o de una República Parlamentaria – como Israel o Alemania –, notaremos en primer lugar que los Reyes Constitucionales o los Presidentes de regímenes parlamentarios son figuras bastante bonitas y decorativas, representantes de su Nación, de poder político bastante limitado, y cuya principal función parece ser sonreír mucho para las cámaras. No es el caso del Perú. El Presidente, como Jefe de Gobierno, es el responsable máximo de todo; y como Jefe de Estado es el representante de la Nación, y por esa razón nuestras leyes le dan harto poder y responsabilidad, y también mecanismos de protección para mantener la gobernabilidad. Sin embargo, y aunque le parezca mentira a muchos, el poder del Presidente del Perú es menor que el de sus homólogos francés o estadounidense. Ello es porque nuestro sistema, temeroso de entregar tanto poder a una sola persona, trató de integrar controles parlamentarios y un conjunto de checks and balances. Uno de los aspectos donde esto es más notable se da precisamente en el Gabinete.

El Primer Ministro

El Primer Ministro es en realidad el que preside el Consejo de Ministros. Se le llamó incorrectamente Premier, por cierta semejanza con la misma figura política de la Tercera República Francesa, aunque es una denominación que va cayendo en desuso. En nuestro orden constitucional surge cuando Ramón Castilla considera conveniente separar a un Ministro entre varios para que le coordine las reuniones. De ahí en adelante el puesto se quedó y terminó por ser consagrado en las diversas constituciones. El Primer Ministro, teóricamente al menos, es convocado por el Presidente para que le proponga a los encargados de las diversas carteras, y coordine los Consejos de Ministros. Con el tiempo se le añadieron ciertas atribuciones y funciones. Pero Siomi Lerner no es un Jefe de Gobierno. Esa atribución la tiene el Presidente de la República, que por ello rubrica los dispositivos legales junto a los Ministros. Vale decir, aunque Siomi tiene poder directo en algunos aspectos, su puesto es exactamente lo que dice: presidente del Gabinete. Casi podríamos decir que su única atribución real será la de hablar primero. Pero el hecho de que Siomi proponga y Ollanta nombre nos da una idea de su real peso político. En la práctica, el Jefe de Estado y de Gobierno – Ollanta Humala - coordina con una persona a quien invita y nombra primer ministro. Toda la representatividad del Primer Ministro proviene de la del Presidente de la República. Vale decir, el Presidente le otorga la confianza para que ejerza las funciones que le son propias.

Los Ministros

En los Estados Unidos no hay Ministros, hay Secretarios, y la diferencia es notable. En un régimen presidencial neto la responsabilidad general de todo recae en el Presidente, no en sus ayudantes, que el Presidente pone y saca a su antojo. Por eso no son Ministros, sino simples Secretarios, aunque de hecho detenten gran poder. No es nuestro caso. El Ministro de Estado en el Perú, propuesto por el Primer Ministro, y al que el Presidente otorga su confianza para que ejecute unas políticas determinadas, posee una autonomía que no tienen los Secretarios. Indudablemente el Presidente nombrará a aquellos que le merezcan más confianza para la ejecución de sus Planes, lo que quiere decir que elegirá a los que vea por conveniente para lograr determinados objetivos políticos. De este acuerdo fundamental surge el Gabinete.

El Gabinete

El término “Gabinete” se refiere en Política al conjunto de personal de confianza encargados de diversas tareas. Muchos funcionarios poseen un gabinete. Conducir la nave del estado no es algo que el Presidente pueda hacer él solo. La Constitución y las Leyes le proveen por ende de estos auxiliares, personal de confianza, pero no Secretarios. Y como no son Secretarios, en realidad co-gobiernan con el Presidente. Aclaremos el punto: Si en un Consejo de Ministros el Presidente manifestara el deseo de emitir una norma o ejecutar una política con la que uno o varios Ministros no estén de acuerdo, éstos pueden y deben manifestar su desacuerdo, y por supuesto tratar de convencer al Presidente, y éste a ellos. Hay dos opciones posibles, y no más: O el Presidente llega a un acuerdo con sus Ministros, o no. Los Ministros en desacuerdo pueden recurrir a la renuncia, si el asunto se considera justificado. Y en ese caso, se dirá que el gabinete entra en “crisis”. No es la única manera en que entra en crisis, por supuesto. Pero de hecho la renuncia, o la amenaza de renuncia, es una presión que un Ministro, algunos de ellos, o el Gabinete en pleno, pueden poner sobre la mesa en caso que el Presidente a su entender se descantille. Es una cuestión de confianza. Se podría llegar al caso que si hay desacuerdo de base con el Presidente, éste “pierda” la confianza en sus Ministros, y por ende, se convoque a otros que sí gozaran de esa confianza.

Ha habido casos. En la historia reciente de nuestro país destacan la digna renuncia de una Ministra cuando se produjo el tema de Bagua, o la renuncia en pleno del Gabinete de los Heros cuando Fujimori dio el autogolpe del 5 de Abril. En el primer caso, se manifestó la imposibilidad de permanecer en el gabinete de un gobierno que actuaba de un modo con el que la Ministra renunciante no estaba de acuerdo. En el segundo, la medida política tomada por Fujimori llevaba a una situación política que el gabinete no consideraba deseable. También puede verse desde el otro lado: El Ministro, o el Gabinete, renuncian para darle libertad al Presidente en la ejecución de sus políticas. No olvidemos que es el Presidente el Jefe del Gobierno, no el Primer Ministro.

Otro caso interesante se produjo a raíz de la renuncia de Fujimori a la Presidencia de la República por Fax. El Gabinete Salas tomó posición repudiando el hecho y permaneciendo en sus puestos hasta que el Congreso proveyó nuevo Presidente, que fue Valentín Paniagua, y ante él renunciaron a sus cargos. Se ve aquí la voluntad del Consejo de Ministros de no dejar al Perú sin gobierno durante aquellos difíciles días.

¿Puede entonces un Ministro, digamos el de Economía, presionar al Presidente en función de una u otra política? Puede, por supuesto. Si al Presidente se le ocurriera, como a Alan en su primer gobierno, estatizar la banca, con seguridad el Ministro renunciaría tras manifestar su absoluto desacuerdo. Y ello traería consecuencias políticas de grandes proporciones. Notemos que llegar a este punto significa el harakiri del Ministro, y que previamente habrá conversa. Esto constituiría al Consejo de Ministros como un interesante espacio de concertación.

Gabinete y Congreso

Como el Presidente es Jefe de Estado, a la vez que Jefe de Gobierno, la Constitución y las Leyes lo protegen. En un régimen presidencial neto, la relación entre los Secretarios y el Congreso es muy limitada. El Congreso de Estados Unidos no puede tumbarse un Secretario, a lo más puede invitarlo a comisiones o al pleno para insultarlo a conciencia, pero tumbarlo, naranjas. Si el Congreso USA quisiera realmente cambiar las políticas tendría que volarse al Presidente, y eso es casi imposible. Nótese cuánto poder le da esta situación al Presidente de los Estados Unidos, que inclusive ha sido llamado en teoría un “Rey por Cuatro Años”. Naturalmente los checks and balances en un país federal son muy distintos a los que se dan en un régimen unitario como el nuestro. En Francia, república unitaria, suele darse que las elecciones complementarias a la Asamblea Nacional Francesa cambie la correlación parlamentaria, y la Oposición domine el Legislativo. En tal caso, los franceses tratan de mantener el equilibrio político imponiendo al Presidente el nombramiento de un Primer Ministro proveniente de la oposición. A esto los franceses le llaman, con romántico gracejo, la “cohabitación” o “concubinato”.

En nuestro país las relaciones entre el Gabinete y el Congreso siempre han sido complicadas. Las diversas Constituciones y Leyes tratan de mantener el equilibrio de modo que no se rompa el orden constitucional y el Ejecutivo pueda hacer gobierno. El Gabinete que goza de la confianza del Presidente, debe ahora solicitar la confianza de la representación nacional, expresada en el Congreso. Vale decir, se presenta a sí mismo y a sus planes; y el Congreso le otorga la confianza, o no. Si aprueba, adelante; y si no, el Presidente Ollanta deberá empezar de nuevo todo el proceso. Esto depende de la composición partidaria en el Congreso. Es obvio que cuando un Partido solo no posee la mayoría, tendrá que aliarse o asociarse con otro u otros. Esto es muy común en los regímenes parlamentarios, pero en nuestro país como que no está tan bien visto. Por desgracia tenemos historia atrás que nos señala lo difícil que puede ser para el Ejecutivo gobernar sin el Congreso. La Constitución de 1933, por ejemplo, establecía la obligatoriedad de la renuncia del Gabinete en el caso de que algún Ministro fuera interpelado y el Congreso le quitara la confianza. Al Presidente Bustamante (1945-1948) lo torpedearon empleando inclusive el quórum parlamentario y dejándolo sin Congreso, es decir, sin leyes, y así le pavimentaron el golpe de estado a Odría. Tras un interregno dictatorial y otro más o menos democrático, la Coalición Apra-Odriístas voló muchos Ministros durante el primer gobierno de Belaúnde (1963-1968), a veces por pretextos bastante tontos. Y hubo otro golpe de estado pavimentado por la incapacidad de gobernar el Ejecutivo, acosado por un Congreso atrabiliario y canibalesco. El golpe del 5 de Abril se justificó en el negativo accionar del Congreso. Un Ejecutivo necesita cancha para gobernar y no puede estar parchando gabinete a cada rato. Las Constituciones de 1979 y 1993 tomaron este aspecto en cuenta, introduciendo algunos mecanismos que hicieran más fácil la convivencia entre Legislativo y Ejecutivo. Hoy en día hay más límites al respecto de lo que el Congreso puede hacer, y más atribuciones presidenciales, incluso la de disolver legalmente el Congreso si éste le volara dos gabinetes, con límites temporales. Y eso el Congreso lo sabe.

De aquí que el acuerdo de gobernabilidad de Gana Perú con Perú Posible sea muy importante, en el caso de que una oposición rastrera y antropófaga quisiera desestabilizar las posibilidades de gobierno del Ejecutivo. Menos mal no es tradicional que se empiece un gobierno con una declaración de guerra, y cuando esto ha pasado en otras latitudes, ha sido preludio de conflictos graves entre Ejecutivo y Parlamento. El canibalismo político por lo general espera un poco antes de desatarse. Sin embargo, resulta difícil en este momento hacer profecía. La composición del gabinete de Lerner y Ollanta resulta una suerte de empate técnico, destinado a tranquilizar al respetable señalando con claridad que no nos vamos a una farra, y que no habrán sorpresas. De hecho respeta el juramento hecho por Ollanta Humala en momentos electorales.

28 de Julio y después

¿Qué le espera a este gabinete a partir del 28 de Julio? Parece claro que se gobernará con cuidado, dejando a cada cual que haga lo que sabe hacer, y en este aspecto debemos decir que nos parece que este Gabinete tiene futuro, en la medida que los previsibles choques entre lo que se quiere hacer con el pago de las facturas que generará tendrán como árbitro al Presidente de la República. Cabe una felicitación al que según parece ha orquestado un Gabinete de Reconciliación Nacional, a Siomi Lerner, porque juntar en la misma mesa a Francisco Eguiguren, Kurt Burneo, Miguel Castilla, y José Luis Silva requiere ciertas dotes.

Algunos sin embargo se quejan, desde diversas posiciones. Que si debió poner a uno o al otro. Que si el hecho que uno esté o no esté determina una mejor política. Puede ser. Lo que es incontrovertible es que el presidente tiene el derecho de poner a quien le parezca llevará a cabo las políticas que pretende. El juicio se hará a partir de su desempeño. Y para eso se necesita tiempo. Y tanto el Parlamento como la Ciudadanía deben darles ese tiempo. Y punto por hoy.

miércoles, 20 de julio de 2011

CONTRA EL ENGAÑO EN PUBLICIDAD


No hace mucho di a luz un pequeño articulito que mencionaba lo que pasa cuando el valor de la Verdad se contrapone y termina dominado por el valor de la Ganancia económica. Creo que, por una vez, todos estaremos de acuerdo en que la publicidad muy fresca aún de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo, que defiende – pobrecitos ellos – la posición contra el pago de impuestos constituye una monumental metida de pata. El pasarla durante el partido de Fútbol Perú-Uruguay de la Copa América constituyó otro señalado desenbarrancamiento. El recurrir al señero jugador y buen entrenador Juan Carlos Oblitas, con el máximo de los respectos que me merece, me pareció otra magnífica metida de pata, aunque para él ha significado sin duda un sustancioso aumento en sus arcas, cosa que no podemos retrechearle. Pero estos son detalles. El tema de fondo es el de la mentira elevada como argumento a favor de la ganancia económica.

Los superdotados publicistas que perpetraron esta Publicidad se basaron en algunos elementos desfasados, otros absurdos y otros bastante obvios. Veamos algunos.

Apelación a la competencia con Chile

Uno, Chile nos ganó por uno a cero, y por lo tanto debería haber algún tipo de resquemor frente a ellos. Y sin embargo esto todo lo que demuestra es que hay que ser bien caído del palto para plantearle eso a gente que ve Fútbol, considerando que Chile fue eliminado por Venezuela, que Uruguay nos ganó el partido en que pasaron el spot – asociando la Publicidad al hecho de Perú perdiendo -, y que a la inmensa mayoría de la gente nos importa tres pepinos que Chile nos ganara en una olvidada guerra hace casi 130 años. Lo de la competencia podría tal vez funcionar, pero según parece tomaron como ejemplo el peor posible.

Preguntas: ¿Por qué no compararon la situación del Perú con la del petróleo de Venezuela o la gran minería en Bolivia, si tan seguros están de su posición? ¿Por qué con Chile?

Comparación como ejercicio racional

Dos, trataron de hacer una comparación como ejercicio racional, es decir que lo buscado era una demostración racional de que en el Perú las Mineras pagan impuestos más que en otros países, y que eso es negativo para la inversión. Pero para cualquiera es patente que no puedes asumir el Fútbol como si fuera la Minería, no hay una sola asociación libre que permita asociar una con otra en la mente de la gente. Con esto la comparación se hacía espectacularmente incoherente, y cómo la apelación es a la racionalidad, pues obligas a la gente al indeseado ejercicio del pensamiento. El efecto, por ende, ha sido exactamente el contrario al deseado.

Preguntas: Si nos querían hacer pensar en la Minería, ¿no hubieran acudido mejor a lo que la Minería le hace ganar al Perú? ¿O al número de puestos de trabajo creados? No hubiera sido óptimo, y la comparación no hubiera funcionado, es decir, la publicidad hubiera sido más tradicional y menos impactante, pero por lo menos no la habrían embarrado. Pero el problema es que según parece lo que les interesa no es lo que la gente quiere, sino lo que ellos quieren, y ESE mensaje sí pasó a la perfección.

Asociaciones libres

Tres, Que a Oblitas le reviente que Chile nos ganara 4 a 0 en una ocasión está tapado por el hecho que con Markarián nos ganó por uno a cero en la última, lo que todo el Perú vio. La asociación es que si antes, con Oblitas, nos ganaba por 4-0; ahora, con Markarián, lo hace por 1-0, y si le sumas que Ollanta ganó las elecciones, entonces eso significa que las cosas con el de antes iban mal y con el de ahora – Ollanta - irán a mejor y no a peor, y por lo tanto Ollanta queda asociado a Markarián y su exitosa campaña en la Copa América.

Preguntas: ¿Es que no vieron que Oblitas, el entrenador de antes, está asociado a perder, y Markarián a trabajar y ganar? ¿Dónde tienen los publicistas el cerebro, por Dios santo? ¿No vieron que la asociación era negativa para la SMPE, y favorable a Ollanta Humala?

Cifras discutibles

Cuatro, la apelación racional queda oscurecida por el simple hecho que, según parece, las cifras presentadas son altamente discutibles. No soy técnico en la materia, pero lo que he visto es que Chile presiona más que el Perú en impuestos a las mineras extranjeras, en tanto que a las Mineras nacionales les da un trato preferencial. Por ahí que de repente a algún caído del palto no se le ocurrió desagregar las cifras y sumó unas con otras, y claro, le iba a salir favorable a Chile. La frase atribuida a José de Echave, experto en el tema, es lapidaria: “Si sumas todo lo que deberías sumar y restas todo lo que deberías restar, en el Perú pagan menos que en Chile”. Y ahí no quedó la cosa, sigue Echave: “Han sumado el Impuesto a la Renta (IR), las regalías, el aporte voluntario… Pero las empresas que pagan regalías no pagan aporte voluntario y viceversa. Además, el IR tiene una serie de beneficios tributarios que son deducibles: la depreciación acelerada, la doble depreciación, la reinversión de utilidades, si la empresa construye un colegio, un hospital, una carretera, todo eso es deducible del IR… Esas restas se han olvidado de hacer”. Por cierto, extraigo las declaraciones de Echave de La Mula.pe.

Preguntas: ¿No sabían que desde que se dan cifras, esas cifras serán cuestionadas? ¿O es que de lo que se trata es de sobarle el ego herido a la SMPE por la pérdida de las elecciones y la consiguiente baja en la autoestima? Ojo, algunas empresas de publicidad son expertas en eso de manipular el ego de sus clientes, en especial aquellos que manejan poder político. Pregúntenles a los candidatos perdedores qué opinan ahora de sus empresas de publicidad.

Contradicciones obvias

Cinco, una cosa es la comparación y otra es la forma como se obtiene. Parece ser que se utilizó un ranking del Instituto Fraser de Canadá, que según se dice emplea ponderaciones cuestionadas. Por ahí, además, me he enterado que el Perú ocupa el 5to lugar en el Mundo en prospecciones mineras, El ranking sería primero Canadá, luego Australia, México, Brasil y Quinto, el Perú empatado con Chile. Que alguien me explique por favor como se come esto.

Preguntas: ¿Las empresas mineras del mundo son tan bobas que van a gastar plata en prospección – esa plata que no retorna – a un país que le va a cobrar más que el resto, en especial el vecino?

Conclusiones

Uno, el fantasma chileno solamente funciona para algunos militares retirados y gente desfasada de lo que piensan y sienten verdaderamente los peruanos. A estas alturas nos interesa más ganarles los partidos de fútbol, que la manera en que manejen su Minería.

Dos, el fútbol no es lo mismo que la Minería. Lo digo porque creo que los de la SMPE creen que sí. El resto, no.

Tres, cuando se apela a la razón, es eso lo que van a obtener. El problema es que ya probaron con el miedo en las elecciones, y no les funcó. Ahora tendrán que convencernos, y les será más difícil tras esta metida de pata. Han levantado, Dios sabe por cuánto tiempo, una unanimidad, pero en contra.

Cuatro, todo el mundo sabe ya que lo que quiere la SMPE es no pagar los impuestos, algo que todos los peruanos sí hacemos, y nos cuesta. Y eso no se ve nada bonito en muchachos que ganan la plata que quieren.

Cinco, los peruanos saben ya que la SMPE les miente con descaro cuando de defender sus intereses se trata. Y no nos gusta eso tampoco.

Seis, para introyectar posiciones ideológicas no se emplea publicidad, se hace educación o instrucción, y se da buen ejemplo. Mejor emplearían ese dinero en mejorar escuelas, puestos de salud y cosas que la gente realmente necesita. Ahí sí obtendrán apoyo concreto y real, y las ventajas de la Minería quedarán patentes.

COLOFÓN

Para hacer una publicidad de esta clase, vaya hombre, mejor llámenme a mí, que no seré la Price Waterhouse, pero no meto la pata de ese modo, y necesito ganarme la vida. No creo que podamos dudar de nuestra vocación minera, pero lo que no queremos los peruanos es que nos tomen por idiotas. Señores: Hablen con la verdad, paguen sus impuestos, sean buenos muchachos, y en vez de navegar en tres yates, háganlo en solo dos, que lo pequeño es hermoso. Tengan ganancias sensatas en vez de jugar a la avaricia, paguen bien, cuiden el medio ambiente, demuestren que son mejores, y su situación será mucho más sostenible. O búsquense una dictadura africana que coimear.

viernes, 15 de julio de 2011

CONTRA EL RELATIVISMO INGENUO POSTMODERNO


Todo es relativo” 
(Dicho popular)

"Mis proposiciones son esclarecedoras de este modo; que quien me comprende acaba por reconocer que carecen de sentido, siempre que el que comprenda haya salido a través de ellas fuera de ellas. (Debe, pues, por así decirlo, tirar la escalera después de haber subido)” 
(Ludwig Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus).


Introducción, breve y no muy profunda

Algunos amigos, llevados de la errada suposición que soy un especialista en Filosofía, e intrigados por ciertos cabos sueltos que dejé en mi artículo sobre Verdad y Medios de Comunicación, me piden que me manifieste sobre otros aspectos filosóficos referidos a la Verdad. Como no soy Filósofo, cuando menos no en el sentido académico del término, estoy seguro que mi autoformación al respecto registra profundas incoherencias y vacíos. Pero me mencionaron el relativismo postmoderno, tema que sí me parece importante por sus vínculos con la Educación y la sociedad, dado en lo que se ha convertido en este contexto. Así que me embarco en el tema y pido disculpas por meter la cuchara en un tema tan abstruso, en el que seguramente cometeré errores. Es claro que no sigo la famosa regla de Wittgenstein: De lo que no se puede hablar, mejor es callarse, pero creo que sí tengo algo qué decir al respecto. Deséenme suerte.

Había una vez …

Había una vez un soldado. Corría el Siglo XVII y nuevos vientos soplaban en Europa. Atrapado entre las Guerras de Religión y el desarrollo del nuevo pensamiento racional, este soldado se ganaba la vida haciendo la guerra como se estilaba entonces. Cuando el clima no dejaba a los soldados saquear, quemar, asesinar y mutilar, se les instalaba en casas como forzados huéspedes de la familia. Los soldados se aburrían a muerte en sus cuarteles de invierno, y muchos se distraían enamorando a las hijas de la familia, dejando como legado recatafilas de hijos naturales. No sabemos si este soldado en particular ejerció tan loable ocupación, porque lo podemos ver con las botas apoyadas en la estufa caliente, cosquilleándose la barbilla con la pluma de ave empleada para escribir, utilizando su cerebro más que su testosterona. Este soldado sacó al fresco una obrita que dejó marca universal, mitad autobiografía y mitad prescripción y mitad filosofía. Si, ya sé que son tres mitades, algo supuestamente ilógico, pero al margen de mi extraña aritmética, esta obra contribuyó a la construcción de una cosa que, a falta de mejor nombre, llamaré “sentido común”. Como ya habrán adivinado, se trata de René Descartes y el Discurso del Método.

El Buen Sentido

Descartes arranca el Discurso del Método con una paradoja: El buen sentido parece estar igualmente repartido entre todas las personas. Acto seguido señala que todos parecen estar tan contentos con el suyo que no pareciera que desearan tener más del que ya tienen. Sospecho aquí algo de ironía. Todos creen poseer sentido común, que por eso se le dice común, pero aquí se acaba la comunidad, pues que todos creen que el que poseen es el sentido común por antonomasia. De aquí el buen René explica lo poco útil que le es dicho sentido común, atacándolo desde la idea de que creer no es lo mismo que saber, y como él quiere estar plenamente seguro que sabe lo que sabe y lo que no sabe, pues entonces nos dirá cómo la hace. Y el resto del libro es eso, cómo la hace.

Postmodernismo ingenuo

Siempre me ha sorprendido el pensamiento postmoderno cotidiano que me encuentro entre las gentes. No es que no lo tenga yo mismo. En muchas conversaciones y discusiones me encuentro casi siempre atrapado en el anteprimer párrafo del Discurso del Método, es decir, hallo que todo el mundo cree que su buen sentido es el sentido común por antonomasia, y posee una validez universal que en la mayoría de los casos no encuentro. Y veo que se construyen ideas sobre ese problemático sentido común, precisamente a contracorriente del esfuerzo cartesiano de hallar una base sólida para el pensamiento. El buen René hallaba dicha base en lo indubitable del hecho de pensar (Je suis, donc je pensée = Yo pienso, entonces yo existo). Mucho del pensamiento actual postmoderno se basa ingenuamente en el propio sentido común, estableciendo premisas discutibles, sostenidas en convicciones subjetivas. Es curioso cómo en la discusión algunas personas utilizan ciertas reglas sí y ciertas no, a tenor de la necesidad argumentativa, en una reedición lógica de la inmortal cita de Groucho Marx: ¿No le gustan mis principios? No se preocupe, tengo otros. Pero como todo es relativo …

Postmodernismo en serio

Como en nuestras escuelas no enseñamos a pensar sino a repetir, el desarrollo del pensamiento crítico e independiente se ve trabado, pues no se puede razonar eficientemente sobre cualquier cosa sin reglas o meta-reglas que orienten dicho pensamiento. Ludwig Wittgenstein manyaba muy bien este tema, pues hallaba en esos tremendos sistemas de lenguaje de Russell y Moore una eterna jerarquización, es decir, una escalera de infinitos peldaños. Paradójicamente, esos peldaños no nos llevan lejos. Además podemos voltear el argumento: Si ponemos en cuestión el lenguaje, también podemos poner en cuestión el lenguaje sobre el lenguaje, y así sucesivamente hasta que, patatín, antes de darnos cuenta nos caemos de la escalera y nos ahogamos en el océano del “regressus in infinitum”, o retorno hacia el infinito, donde para saber de qué hablamos en una frase, necesitamos, mínimo, todo el lenguaje. Si no la agarramos bien la idea, hagamos el experimento de chequear el sentido de una frase buscando en el diccionario el sentido de cada una de sus palabras. Por supuesto, cada palabra tiene un significado expresado en palabras, que a su vez podemos chequear en el diccionario, pero esos significados estarán en palabras, que podemos chequear en el diccionario …. y paremos antes de caer en la persecución de la propia cola.

Desde otra perspectiva, las formulaciones postmodernas tienen una importancia fundamental en la consecución de verdades, al rescatar de un trasnochado racionalismo exclusivista – el positivismo del Siglo XIX - la actitud, los sentimientos, las emociones y otros aspectos del ser humano que eran escondidos detrás de la racionalidad. La deconstrucción, como operación postmoderna de esclarecimiento, no solamente no niega el razonamiento, sino que lo emplea en sentido amplio, y establece reglas y meta-reglas efectivas. En Educación esto es patente en el planteamiento de Paulo Freire, quien rescataba lo mejor del postmodernismo precisamente al no encerrar su mente en la pura racionalidad, a fin de encontrar el lenguaje del Otro, y acompañarlo hacia el descubrimiento del propio Yo en un proceso educativo opuesto a la razón instrumentada (“bancaria”), que fomenta una deformación de la personalidad.

Más postmodernismo ingenuo

Muchos post-modernos cotidianos parecen pensar que usar la razón es más o menos inhumano, antinatural, o cuando menos no es valorable del mismo modo que otras peculiaridades humanas. Se rechaza la razón en nombre del sentimiento, como los románticos del siglo XIX, o en nombre de relatividades de varios tipos, de las que la intercultural es una de las más interesantes. Se oye repetir nuevas versiones de argumentos gastados siglos ha, construidos sobre premisas como las del relativismo ingenuo, largamente superado por relativismos y escepticismos mucho más profundos y elaborados. Este relativismo popular post-moderno parecería tener alguna relación con la derivación simplista del tema de Einstein de que “todo es relativo”, extraída de la Física y llevada al sentido común arbitrariamente. Se encuentra uno con versiones simplificadas, reducidas y deformadas de argumentos del gnosticismo del siglo II d.C., de los neoplatónicos o del pensamiento mágico, asumidas curiosamente como Verdad Absoluta, básicamente porque satisfacen necesidades afectivas, requerimientos emocionales, o cuando menos producen comodidad intelectual. Se cae sin la más mínima autocrítica en el uso del razonamiento para invalidar el propio razonamiento, con aceptación acomodaticia de ciertas reglas para destruir otras, en una suerte de cambalache intelectual, que se puede seguir por curiosidad, aunque es perfectamente inútil, dado que cae en círculos infinitos explicados a partir de sí mismos. Nosotros preferimos tomar partido por el razonamiento para alcanzar verdades – o quizá Meta-Verdades, no estamos seguros –, como cosa demasiado seria para no tratarla con el debido cuidado. Un razonamiento no fanático – o un meta-razonamiento – puede perfectamente admitir, como el racionalista Pascal, que “el corazón tiene razones que la razón no comprende”. No creo que sea necesario negar la razón, ni el sentimiento, ni las demás potencialidades que nos hacen plenos seres humanos. Me suena a guillotinar nuestras propias posibilidades, eliminando un potente instrumento que nos puede acercar a algunas verdades.

Verdad y Meta-Verdad

Descartes estableció ciertos criterios para obtener la Verdad, entre ellos la del rigor en el método, y también, de modo más subjetivo, el criterio de evidencia, es decir, es verdad lo que se me ilumina como verdad, Intuición filosófica que le llaman. Pero para llegar a dicha intuición, René establecía reglas blindadas. Y ya no hablaríamos aquí de la Verdad con mayúscula, sino de una Meta-Verdad cuyo filo proviene de los métodos usados para encontrarla. Lo que, naturalmente, en el mejor espíritu de la tradición racionalista, puede ser discutido. La deconstrucción de los mecanismos a través de los cuales se llega a verdades sesgadas me parece, por ejemplo, un inmenso aporte del pensamiento postmoderno.

Entre la Verdad como producto de mi capricho emocional, o de la percepción momentánea, que nos conduce al famoso “Cada cual tiene su verdad”; y la Meta-Verdad como producto de unas reglas a seguir que nos aseguran afirmaciones que podrían rigurosamente predicarse como verdaderas, hay una poderosa contradicción. Los procesos de argumentación suelen iniciarse con afirmaciones que asumimos como verdaderas y desde ahí construimos nuevas afirmaciones que derivan su verdad de la verdad de las premisas. Por ejemplo, si los políticos son ladrones, se sigue que un robo o desfalco en las arcas del Estado es realizado con toda probabilidad por un político. Pero el investigador, como el policía, sabe que para determinar que fulano robó necesita pruebas, porque eso le va a pedir el poder judicial, que hace lo posible para no recurrir al criterio de la propia conciencia, siempre relativo. Se hacen grandes esfuerzos para rodear la sospecha de una verdad importante – la hipótesis - con pruebas y métodos rigurosos, para asegurarnos que no metemos las cuatro y probar la verdad de la afirmación. Todo ello por la razón más práctica del universo: Porque un ingeniero al que un puente se le cae, morirá de muerte profesional, por ejemplo.

Meta-Verdad como producto del rigor

El pensamiento filosófico postmoderno serio en realidad es muy riguroso. Si encuentra que las mismas reglas de verificación de la Verdad son discutibles, pues las discute y critica, faltaba más. Para eso es el pensamiento crítico, precisamente. No podemos meter a De Quine, Lakatos, Foucault, Derrida, Rorty o Vattimo en el mismo saco que Sixto Paz y su verdad de que existen extraterrestres que se comunican con él precisamente y con nadie más. Se reconoce la vaciedad de ciertas afirmaciones por el prurito que tienen de hermetismo o subjetividad. Por el contrario, la crítica postmoderna rigurosa posee  solidez debida al empleo de meta-reglas que al final provienen de profunda reflexión científica, lógica o filosófica. Tales reflexiones son acciones en sí mismas y se convierten en acciones ulteriores. Verbos en acción, no sustantivos congelados.

Razonamiento y emocionalidad

El filósofo y educador argentino Jaime Barylko ilustraba este hecho señalando que uno podía ser hoy día aristotélico, mañana hegeliano, y pasado detestar a Hegel con toda el alma. Hacer reflexión no es hacer citas a pie de página del ídolo de moda. No es, como algunos creen, encontrar ideas que apoyen o refuercen creencias a priori, anteriores, asumidas sin crítica ni reflexión, muchas veces surgidas del fondo de la infancia individual o colectiva. No me interesa el comentarista que me explica con pose de profeta una creencia, me interesa la creencia y sus fuentes. Una meta-verdad no se puede construir desde su procedencia emocional, como no se puede asumir la verdad del nazismo de la evidente sinceridad de los jóvenes hitlerianos. Siguiendo al platense, podemos decir que no hay reflexión acabada, sino reflexionar continuo. El anquilosamiento intelectual resulta peligroso, venga de donde venga.

Como ya escucho lo que me van a retrucar, me apresuro a señalar que no es que tampoco no tenga validez el reconocimiento de la existencia del pensamiento mágico en nuestras estructuras mentales. La mente humana es mucho, muchísimo más, que el mero razonamiento, como sabemos desde los Maestros de la Sospecha: Nietzsche, Marx, Freud, Darwin. Pero este tema se puede tratar, y así se hace, desde diversas perspectivas. Después de todo, poseemos bases de reflexión para establecer ciertas aproximaciones a las cosas, y he observado que aún los defensores más acérrimos del pensamiento mágico critican el pensamiento racional empleando las herramientas del pensamiento racional. Y esto tampoco es falaz, siempre que se sepa lo que se está haciendo. Porque cuando no se sabe lo que se hace, se pierde la base misma de la validez, incluso cuando es anti-método. En este contexto, las bases mismas del pensamiento racional se pueden y se deben cuestionar – otro logro del pensamiento post-moderno – con lo que se amplían los horizontes y se entiende mejor la naturaleza humana.

Lugares conceptuales

Creer algo, opinar sobre algo, por supuesto tampoco es que tenga nada de espantoso. Pero tiene un lugar, y ello se debería enseñar en las escuelas. La creencia u opinión (doxa) no es argumento sólido en una discusión, especialmente cuando expresa premisas falaces, es decir con errores de construcción. La creencia se define por la certeza subjetiva que se tiene respecto a algo. Notemos que no es una seguridad, por lo menos hasta que la sometemos a criterios que le den validez. Es verdad que soy profesor, pero además CREO que soy un buen profesor, por ejemplo. Pero para estar seguro, me lo tendrán que decir mis alumnos y colegas, y aún así tal criterio no me dará la completa seguridad del hecho hasta que vea, por lo menos, qué hacen esos alumnos en la vida, es decir, acudiendo al criterio de los resultados.

Nos movemos diariamente alrededor de muchas creencias, pero es obvio que no todas ellas tienen la misma importancia. Cuando salgo a la calle, yo creo que llegaré a mi destino a la hora, pero eso es porque tengo la creencia que las líneas de transporte público están operando. Derivo mi creencia del hecho de que en los muchos años que lo he hecho, ha ocurrido muchísimas veces que ha sido así. También podría pasar que hoy, precisamente hoy, la línea que tomo ha sido retirada del servicio, o desviada por obras públicas. O, como ocurrió poco ha, que estuviera de huelga. Si sostuviera una creencia fundamentalista en la sacrosanta regularidad del transporte público, mi fe se vería fuertemente sacudida por el hecho que mi combi no pasa. Y resquebrajada cuando vea que no pasa en todo el día. Pero como ser pensante, si veo tras un tiempo prudencial que mi carro no pasa, entonces tomo otra línea que haga parecido recorrido, o hago un cambio de ruta.

Pero las creencias no se limitan solo por las huelgas de transportistas. No es lo mismo creer que la combi pasará que la creencia en que el Socialismo superará al Capitalismo, que la Democracia es mejor que la Dictadura, o que el Mundo ha sido creado por Dios. En el caso de las combis, como vimos, se resuelve el tema con la apelación a la realidad, a la que acudimos como criterio: La combi pasa o no pasa. Todo se reduce aquí a un razonamiento de tercio excluido, suficiente por lo general para estos fines. Pero en el caso de la existencia de Dios, la verificación es más problemática, de hecho no hay cómo verificar la verdad de la afirmación “Dios existe”. Nos queda la Fe, claro. Pero no confundamos las verdades de la fe con las verdades de razón. Se diferencian precisamente en la verificación.

En el caso de la dicotomía Democracia-Dictadura, hablar sobre el futuro es complejo, porque como las Democracias y las Dictaduras operan en la actualidad, y registran éxitos o fracasos a gusto del cliente, sobran argumentos guiados por el criterio del éxito en la resolución de problemas políticos, económicos y sociales. No hay a la vista un final en la confrontación Democracia-Dictadura, y mucho de lo que se dice puede decirse sin verificación, porque la realidad se enmarca en el tiempo.

Las creencias no son inamovibles, solamente lo parecen porque casi lo son. Pensemos en lo ocurrido con muchísimos izquierdistas de buena fe cuando el Muro de Berlín fue derribado y la Unión Soviética se vino abajo. O con los compinches de Galileo que se negaban a ver por el telescopio por temor a tener que abandonar creencias seguras, calentitas y emocionalmente agradables. Para afrontar la verdad y abandonar el sueño se necesita más que un recto razonamiento, se requiere coraje moral.

Crisis de Fe

Las crisis de Fe se producen cuando la realidad irrumpe en el cómodo santuario de las creencias, y las revienta. Como en el caso de la combi que mencionamos líneas arriba, la creencia cruje, pero puedo sin remilgos abandonar mi fe en la línea S para pasarla al Covida, es decir recompongo mi pensamiento y recupero mi equilibrio sin demasiados problemas. En el caso del Capitalismo versus el Socialismo sí sucedió que el Socialismo Soviético se vino abajo. Como muchos de los verdaderos creyentes respondían principalmente a sus necesidades emocionales, y no a una holística humana que abarcara todas las potencialidades del ser humano, la crisis fue profunda, hubo desencanto, desilusión y abandono de ideales. Otros verdaderos creyentes negaron los hechos, se encastraron en el pasado, y asumieron una posición ciega, igualmente improductiva. Otros, más sólidos, reformularon su pensamiento de manera profunda, aceptaron los hechos y reconstruyeron las remecidas bases de su personalidad. Pues la fe no es ni puede ser todo en el ser humano. No nos da suficiente musculatura mental.

Proyecto de Colofón

No es posible basar creencias sólidas – anteproyecto de verdades - sobre la estructura de la relatividad postmoderna, con sus pies de barro en método y ética. Las creencias se convierten en una cuestión de Fe, y la Fe, como sabemos bien, es intransferible. Y la banalidad en el pensamiento en que se cae con el relativismo ingenuo postmoderno se ve alimentada con el chorro continuo de información mediática, que da lugar a que se me mueva el piso con cualquier cosa. Hasta en la Edad Media los habilidosos monjes encerrados en las abadías llegaron al “crede und intellige”, es decir, al cree y, también, entiende. El relativismo ingenuo post-moderno proporciona creencias, pero carece de la posibilidad de la construcción de verdades o meta-verdades. Si el valor principal de la vida es, precisamente, estar vivo, se necesita un esfuerzo intelectual para recomponer un deber ser del estar vivo. No se resuelve el tema del racionalismo positivista negando el razonamiento como productor de verdades o meta-verdades. El deber ser nos dirige a la autopista de la Ética. Y, como siempre, estamos abiertos a la polémica.

lunes, 11 de julio de 2011

ALEXIS, o el Tratado del Inútil Combate


“El descuido es un sucedáneo de la mentira.” (Marguerite Yourcenar)

Si algo me molesta en general de los floreteos y sablazos políticos de coyuntura es cuando estos contienen un mucho de paja y una poquita de trigo. Es aquí cuando se me da por aplicar cierto análisis más allá de los juicios apurados, y por lo tanto examinar con atención lo ocurrido y por ocurrir, a la búsqueda de algo consistente y claro, porque esta consistencia y claridad serán muy necesarias a tenor de los acontecimientos políticos presentes y previsibles a futuro.

El título de este artículo salió de mi mente dado que es el de la opera prima de la inmensa novelista francesa Marguerite Yourcenar, por la que tengo camote. La condición de obra primera, a más del entrampamiento moral y emocional que el protagonista exhibe en una larga carta – larga para carta, corta para novela – dan, me parece, un marco interesante como analogía a lo que ocurre en la actualidad con el llamado caso Alexis.

El contexto de la cuestión

Entender lo que pasa implica ver el contexto que le da paisaje a la cuestión. Esto debería ayudarnos a superar la confusión calculada que se muestra desde los medios de descomunicación, y que aprovecha las falencias de la cultura política nacional. Veamos algunos de estos aspectos. GANA Perú se ha comprometido como cuestión central de campaña a una Lucha contra la Corrupción frontal y sin atenuantes. La lucha contra el nepotismo, mal consuetudinario, es una parte importante y esencial de esta lucha. De hecho, no solamente es un tema de moralidad pública sino de sentido común el cerrar flancos a posibles ataques, sobre todo considerando que, como le ocurre hoy día a Susana Villarán, entrar a gobernar sin trafas bajo la mesa con el anterior ocupante del cargo - sin el famoso “borrón y cuenta nueva” - lo pone a uno en la mira de los grandes intereses económicos vulnerados. La Corrupción Previamente Instalada e Institucionalizada emplea sus armas mediáticas a mansalva para fabricar problemas artificiales, presionar y tratar de influir o atolondrar a los nuevos inquilinos de los diversos Palacios. Esto no dejó de hacerse en ningún momento. Los muchos años de silencio alrededor de estos temas y la súbita cruzada moralista emprendida por los mismos que actuaron en componendas, o acallaron interesadamente todo lo ocurrido antes puede que les quite derecho moral al piteo, pero también es cierto que se ha tocado un punto muy sensible.

La tregua política que se acuerda por tradición a los funcionarios electos duró para Susana Villarán aproximadamente ocho minutos y 20 segundos, lo que se tarda un rayo de luz en llegar del Sol a la Tierra. Para el caso de Ollanta Humala y GANA Perú la tregua se mide en números negativos. La lección que nos dan las presiones de los grupos de poder en su lucha contra el gobierno de Susana Villarán en este momento, debería ser analizada seriamente. La conclusión parece obvia: Sin una estrategia inteligente de comunicación se corren serios riesgos políticos.

La oposición de los grupos de poder – sectores de los cuales están o han estado metidos hasta el hueso en la corrupción del gobierno saliente y los anteriores – a las izquierdas en la Municipalidad de Lima y el Gobierno Nacional es mucho más sólida que la oposición política, y se expresa en los medios de descomunicación. Su objetivo es limitar al máximo la capacidad de maniobra del Gobierno entrante, tanto para diluir la posibilidad de investigación como para obtener mayores márgenes de negociación y componenda. Los métodos son bastante conocidos y no sorprende verlos en acción, pues todo esto ya le pasó a Toledo, y recordemos que su parentela le hizo bien flacos favores. En este contexto, la desaparición del único programa político de TV con ciertos pespuntes de objetividad – Prensa Libre – denota el cierre por ahora de la posibilidad de humanización del ejercicio del poder, es decir, volvemos al concierto de medias verdades, confusión entre hechos y posiciones, y camanchaca informativa que caracterizó los últimos años. Lo que están haciendo los poderes fácticos no es ningún misterio: Están dominando la agenda política lo más posible, con lo que proporcionan magníficas cortinas de humo, con la involuntaria ayuda de la confusión al interior del naciente oficialismo.

Las cuestiones de fondo

Sorprendió la tardía y tibia reacción de GANA Perú, así como los dos o tres discursos paralelos que han surgido a partir del caso Alexis. Desde una perspectiva amplia del ejercicio político, es solamente natural que los miembros de un partido Político que gana las elecciones conversen con diversos actores nacionales e internacionales. Es, de hecho, lo que el Presidente Electo ha estado haciendo desde antes de las Elecciones. El problema parece haber surgido en función de tres cosas: El hecho mismo de las conversaciones entre Alexis y los rusos, donde se cuestiona tanto la oportunidad como la autorización para dichas conversaciones; el hecho que estas conversaciones se hayan publicitado desde fuentes rusas; y el hecho de que GANA Perú no haya tenido reflejos políticos para presentar una sola voz, definitiva y fulminante, que la mayoría entendió debería haber venido desde el mismo Presidente Electo.

Conversar no es pactar

Que Alexis Humala y los rusos, chinos o albaneses conversen no tiene en sí mismo nada de curioso. Eso del “tráfico de influencias” es una gansada, si uno tiene una idea de todo lo que se conversa en esas ocasiones. Nadie es tan tonto de creer que estos temas no pasarán por la criba gubernamental en su momento. Las conversaciones informales son informales precisamente por eso. Son los temas conversados lo que ha levantado polvareda, la pesca, el gas y el turismo después de todo son sectores económicos importantes. Si hubieran hablado de Educación, Cultura o Ciencia y Tecnología nada hubiera pasado, porque en esos asuntos no hay mucha plata. Meter candados en gas, pesca y turismo favorece a ciertos grupos, en especial cuando según parece, las consignas de Alexis al tratar con los rusos no eran suficientemente claras. Es decir, qué puedes hablar, qué no puedes hablar, qué decisiones puedes tomar y cuáles no. Y ese es un serio error político de GANA Perú: Dar ciertas cosas por supuestas.

Lenguaje oficial

Los rusos, o quizá la agencia noticiosa EFE, le metieron candela al asunto, al poner en bandeja los temas económicos y usar un vocabulario que solamente puede emplearse cuando hay conversaciones oficiales. Esto le dio un fuerte componente de componenda al asunto. Ya no se podía decir que eran conversaciones informales, porque se presentaron términos como “acuerdos”, por ejemplo. Y aquí se armó la gorda, pues apareció de un momento a otro el fantasma del nepotismo, y lo que podía aparecer como oficioso se tiñó de una oficialidad extraña, pues GANA Perú aún no es gobierno. Ahora sí hay una camanchaca brava, porque tras estos indicios se puede, como el periodismo sabe perfectamente, construir un caso así no haya nada detrás. Lo que, por otra parte, está por verse.

Respuesta política limitada

Y, por último, el sorprendentemente poco afiatado mecanismo de respuesta política de GANA Perú. Según parece, no se midieron adecuadamente la intensidad y el nivel de la respuesta. Que las instancias partidarias hayan reaccionado con cierta rapidez no quita que la respuesta haya sido inadecuada. Si se hubiera tratado de Perico de los Palotes esto hubiera bastado, pero tratándose del hermano del Presidente Electo la cosa se deriva a un tema político-familiar, que vincula el tema del nepotismo y las intenciones del Presidente Electo al respecto. Como en las empresas donde la familia tiene cargos directivos – viene a la mente, risueñamente, el Directorio de El Comercio -, siempre hay una tensión que surge de los avatares familiares anteriores o presentes. Eso todo el mundo lo sabe y todo el mundo lo mira. Por eso se esperaba que, dada la principal promesa de campaña - Lucha contra la Corrupción -, el Presidente Electo saliera al fresco y pusiera orden en el asunto. A mí personalmente, me parece magnífico que el Presidente Electo se cuide y no pise palitos, así como que se tome todo el tiempo que necesite para tomar decisiones. No va a bailar el huayno que la oposición le toque. Pero en este caso creo que debió obedecer a sus instintos. A estas alturas el asunto se ha escapado de las manos con la intervención del hermano Ulises y la entrevista al mismo Alexis, con un exceso de datos que no explican nada, porque no vienen del que verdaderamente importa, que es el Presidente Electo; ni en lo que verdaderamente importa, que es el tema del Nepotismo. El asunto ha descendido de rango, que si fulano, mengano o perencejo dijo lo que dijo cuando no lo dijo que dijo lo que el otro dice. Y todos meten la cuchara, haciendo hermenéutica barata con líos de comadres incorporados, en el que los medios de descomunicación se solazan. Y el desgaste empieza desde antes de gobernar.

Entrampamiento moral y comunicacional

Lo realmente fastidioso de esta situación es que ha dado pie para dudar de la buena fe del gobierno entrante en el tema de la Lucha contra la Corrupción. La culpa o no culpa de Alexis ha pasado totalmente a segundo plano, desde que ni siquiera está claro de qué se le acusa. Para los grupos de poder el tema no importa, lo que cuenta es la cortina de humo y el desgaste adelantado; en tanto que para GANA Perú y la población del Perú los temas son el Nepotismo y la Credibilidad, el resto es neblina mediática. Los grupos de poder se han anotado un tanto en la Copa de la Limitación del espacio de maniobra política. Han hecho lo lógico, presionar sobre el flanco débil presentado. Lo que sorprende es, uno, que este flanco se haya presentado, y dos, que las respuestas hayan mostrado fisuras y contradicciones, que son obviamente producto de la desinformación interna, es decir, el bloqueo informativo interno alrededor de los decisores políticos en GANA Perú, que en esta ocasión ha jugado en contra.

El tema del nepotismo obliga al presidente Electo a poner a su hermano, que es político por propio derecho, en un destierro siberiano mientras se investiga qué diablos ha pasado realmente. Y ello, que puede funcionar como la acción concreta y coherente que demuestra lo que se predica, no ha sido adecuadamente comunicado ni en oportunidad, ni en intensidad ni en nivel. Peor, ahora es carne para buitres de todo plumaje. Faltan a la fecha diecisiete días para la Toma de Posesión, y ese tiempo, corto para una transferencia, es inmenso en función de las consecuencias políticas del comadreo sobre este tema. Ya el hecho de mostrar flancos no es nada inteligente en un aspecto donde menudearon compromisos serios de campaña. El no ser gobierno hasta 28 de Julio, determina que se carece de los medios para poder hacer ciertas cosas al respecto. El espacio mediático que no se puede llenar queda entonces reservado para la Opinión Pública. La única estrategia mediática visibilizada ha sido la de poner colchones amortiguadores para proteger al Presidente Electo. Pero los escuetos comunicados de GANA Perú no fueron suficientes.

El fondo de la cuestión

GANA Perú tendrá que entender que no es posible gobernar con una estrategia informativa análoga a la empleada durante la campaña. Y menos podrá gobernar sin estrategia de medios, como se puede ver en el caso de Susana Villarán, que paga injustamente pato y es hecha carnaza por los secuaces de Comunicore. Hay que mirarse en ese espejo. Llegó la hora de emplear estrategias adecuadas en comunicación que intermedien eficazmente al Gobierno y al Presidente de la República con la Opinión Pública. A su vez, GANA Perú debería dejar – por un ratito nomás - las paranoias, sean o no saludables, y abrirse un poco para evitar el autobloqueo informativo. Trabarse en combates inútiles con tanto en juego no es positivo ni ayuda en nada, más bien dispersa energías necesarias en la transferencia y la asunción del mando, que son cuestiones muy reales. Aunque ahorita por desgracia este ya no es el tema de agenda, que se resbaló entre los lacónicos dedos de los decisores políticos. Ahora se trata de lograr un efectivo Control de Daños, bajar la temperatura de la papa caliente, y establecer una agenda política propia proactiva, no reactiva. Es decir, retomar la iniciativa, hablar claro frente al tema del Nepotismo y reafirmar la Lucha contra la Corrupción.

viernes, 8 de julio de 2011

MACHUPICCHU, EDUCACIÓN Y POLÍTICA CULTURAL


No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños.” 
(Marco Tulio Cicerón)

La Cultura, la Educación y la Ciencia son algunas de las hijas negadas del sistema político y económico que aún nos rige. Como padres irresponsables e hipócritas, nos llenamos la boca diciendo qué importantes son y cuánto las necesitamos. Pero en la práctica las hemos dejado sin presupuesto, se paga anteproyectos de sueldo a sus trabajadores, y quedan al garete llevadas por los vientos de los intereses oligopólicos. A nuestras Políticas Educativas y Culturales, como a tantas otras, les viene a pelo la frase de Hamlet: “Palabras, palabras, todo palabras”. Y como la Cultura es algo muy amplio, amplísimo, no podríamos en el estrecho espacio de este Blog, tratar de todos los temas que abarca, y por ello, en el contexto de las celebraciones de Machupicchu, nos centraremos en algunos aspectos que salten a la vista.

Centenario … ¿de qué?

Machupicchu cumple cien años … pero ¿de qué? La discusión se inició cuando se declaró este año 2011 como año de “Machupicchu para el Mundo”, lo que, claro está, nadie tuvo claro de qué se trataba. Se dejaron de lado aspectos más relevantes de la Cultura Peruana, como el Centenario de José María Arguedas; y de la Ciencia y Tecnología, como los cien años del submarinismo en el Perú. Ambos hubieran tenido cierto sentido para sectores importantes de la Inteligencia Nacional y para un Estado que hiciera algo más que vivir de sus rentas, en este caso las del Turismo. Para los millones de peruanos que estamos sometidos a la Televisión y lo que nos quiera mostrar, el Canal del Estado hizo un intento de celebrar el Día bastante inconsistente. Muchos creen que se trata de la construcción de Macchupicchu, y otros de su descubrimiento. Puro pantallazo e imagen destinadas a nuestro entender a intereses subalternos. Menos mal la UNESCO metió la cuchara para solicitar celebraciones limitadas que no afectaran en demasía la integridad del lugar.

El Canal del Estado hizo lo que pudo dentro de sus notables limitaciones. Consideremos que la televisión era el medio como más de 30 millones de peruanos se unían a la celebración. La televisada intervención del Señor Presidente en Funciones fue un Himno a la Obsecuencia por parte de la periodista encargada de entrevistar al actual Jefe del Estado. Queda claro que, al margen de lo bonito que podría haber sido el acontecimiento, el Presidente de la República en funciones asume estas ocasiones para su mayor gloria y la pavimentación para el 2016 de un problemático futuro político. No me vengan a contar que esas preguntas de la periodista no fueron digitadas, por favor. Por lo demás, en las mesas organizadas por el Canal del Estado destacaron nítidamente los renombrados especialistas Luis Guillermo Lumbreras, José Canziani, Mariana Mould, Rafael Varón y otros, pero ello chocó con la evidente ignorancia, inoportunidad e impertinencia de los conductores de dichas Mesas, con la excepción de Ernesto Hermoza, que por lo menos sí sabe lo que pregunta. Fue un denominador común de las intervenciones la más o menos abierta crítica a determinados aspectos de la celebración, cuya trascendencia aún no nos queda clara. Excepto por el Turismo, claro.

El Canal del Estado no estuvo a la altura del acontecimiento. Nada tenemos contra la hermosa voz y presencia de Tania Libertad, e incluso nada tenemos contra un buen y correcto espectáculo de luces y sonido que realzara el objeto de la presentación. No nos gustaron ni los escudos de plástico de los remedos de “guerreros incaicos”, ni la estructura de pretensiones poéticas y musicales algo curiosas, ni el limitado lenguaje televisivo del Canal del Estado. Resultó de pésimo gusto el empleo de una versión deformada y mutilada de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonin Dvorak, pretensiosa, supuestamente grandiosa, y bastante más acá de las posibilidades sinfónicas cusqueñas. Y fue de lesa cultura el confundir tres veces consecutivas los nombres y autores de las canciones que Tania Libertad se esforzó por interpretar, nos parece con decoro. El arreglo de la primera canción, “El Cóndor Pasa” fue atribuido a un señor Daniel Alomilla, nombre que creemos es resultado de la confusión de los hábiles redactores del Canal del Estado con la mención verbal de Daniel Alomía Robles, recopilador de la música, no autor de ella como se presentó. La segunda canción fue presentada con errores ortográficos indignos de un alumno de colegio. La autoría de la tercera canción se adjudicó a un Señor Juan Gonzalo Rosé, por evidente “eufonía” escrita del nombre del insigne poeta peruano musicalizado, con un respetabilísimo tipo de vino. Solo faltó que dijeran que el autor de la letra de la tercera canción era Juan Gonzalo Rosé Semiseco. Una nota positiva, que alguna tuvo que haber, fue la interpretación de la muy adecuada Sinfonía Incaica del músico Manuel “El Chino” Miranda, mucho más ajustada a las posibilidades sinfónicas cusqueñas.

Al final de la presentación televisada, la vista de una iglesia ponchada desde la Plaza Mayor del Cusco, fue registrada por el reportero a cargo con algo así como “y aquí tenemos la hermosa vista de … de ... de … una iglesia que nuestro camarógrafo está tomando en este preciso momento”. Precioso final.

Educación, Turismo y Plata

No debiera ser así, pero la verdad de la milanesa es que esta celebración, y la Cultura en general, le interesan a la sociedad, el estado y el mercado por una única y sola razón: Por la plata del Turismo. Hiram Bingham se llevó muchas cosas de Machu Picchu, pero por lo menos tuvo la decencia de mostrarlo al mundo. Un lunar, porque la gran mayoría simplemente se llevó las cosas, ganó plata con ellas, y no dejó nada. Y esto es lo único que podemos decir que celebramos. Hasta el mismo Bingham, en un posible arranque de reflexión, escribió que él había descubierto Machupicchu del mismo modo que Colón descubrió América.

Podríamos decir sin temor a equivocarnos demasiado que la palabra que puede definir mejor lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo con nuestro trato del pasado precolombino es SAQUEO. Históricamente, cuando los de arriba se percataron de que los huaqueros la estaban haciendo, dieron un paso adelante y convirtieron el Saqueo informal en faenones legales. Eso sí, sin abandonar los probados métodos de saqueo anteriores, aún hoy empleados artesanalmente. Y el Saqueo continúa en formas postmodernas de abuso de Machupicchu y otros centros arqueológicos, a pesar de la aún poco comprendida protesta y trabajo de personas e instituciones. Entre tanto, educamos supuestamente a nuestros niños en el aprecio de nuestro Patrimonio Natural y Cultural material e inmaterial, pero al revés de lo que nuestros textos y maestros plantean, la sociedad, el estado y el mercado pregonan una y otra vez otra cosa. Finta, por supuesto.

En este contexto, el manejo de los fondos de Yale en el Cusco, o la demagogia de pretender demandar a los suecos de Gottemburgo por tener unos Mantos Paracas que por acá hubieran sido presa segura de ratas de dos y cuatro pies, raya en el absurdo. Parece que estas artificiales e inútiles confrontaciones de última hora tienen por objeto halagar la vanidad de ciertos grupos, y forman parte de la diversidad de cortinas de humo de última hora de un Gobierno cuyas filas ralean cada vez más, y que trata de recomponer un remedo de alianza opositora que los tome en serio a partir del 28 de Julio.

Pero no nos pongamos fundamentalistas. El Turismo es una actividad económica que, adecuadamente llevada, no solamente aporta importantes ingresos, sino que puede ser una eficacísima palanca educativa para niños, jóvenes y adultos. Y nuestro país no vende playas ni biodiversidad, vende Cultura. Por lo menos hasta ahora. Sin embargo se dinamita la Cultura desde el principio mismo. Cuando Jaimito Bayly, por ejemplo, despotrica ignorantemente de los Incas, debía recordar que ellos, los Moches, los Huaris, los Nascas, y muchos otros hasta el Hombre de Paiján y más allá, no solamente son SUS antepasados, por más que le disguste a él, sino que también son antepasados del resto de los peruanos, aunque a él igualmente no le guste. (Paréntesis: Estoy seguro que los apus están igual o peor de disgustados de tener a Bayly de descendiente)

Por otra parte, y visto desde una perspectiva puramente económica, estos indios serranos constructores de Machupicchu y de los más de 60,000 sitios arqueológicos del Perú, produjeron las inversiones más rentables de toda nuestra Historia, pues tras centenares o miles de años después, siguen proporcionando ingresos por Turismo. Y este simple hecho debería dejarnos claro que si tenemos Turistas y visitantes, y algunas esperanzas económicas centradas en este hecho, ello se debe a la Cultura Peruana, y no al revés. Vale decir, y como es en los países civilizados, la Cultura, su cuidado y preservación, es primero. El Turismo viene después, y se debe a la Cultura.

Colofón

No deberíamos taparnos los ojos frente a lo que todo esto desnuda. Si Cultura es lo que vendemos podríamos hacer un esfuerzo por preservarla, en vez de dedicarnos a Cristos artificiales. Deberíamos saber que no existe un registro de lugares arqueológicos en el Perú, por ejemplo. Que las piezas arqueológicas de Yale no se pueden exhibir porque la Casa Concha del Cusco, que debería tener lista su exposición para realzar la celebración, no la tiene, y sólo Dios y las autoridades cusqueñas de la Cultura sabrán por qué. Que no hay un registro nacional de piezas arqueológicas. Que el Museo de Machupicchu tiene muchas menos visitas que el lugar arqueológico porque las empresas de transporte que suben a Machupicchu – y que cobran la tarifa más cara del mundo por el trayecto más corto – lo pasan de largo. Que Machupicchu está en riesgo por sobreexplotación turística. Que dependemos peligrosa y oligopólicamente de un solo circuito turístico. Que es más caro desplazarse por aire desde Lima a la Reserva Nacional del Manu, que desde Lima a Brasil. Y varias perlitas más que nos reservamos para mejor ocasión. Urge establecer una Política Cultural en serio. El que tenga identidad, que la use.