LA FELICIDAD COMO OBJETIVO DE LA EDUCACIÓN - Un Video TED
LEÑA PARA LA HOGUERA EDUCATIVA VIII
Introducción
En épocas navideñas es normal observar que el consumo programado comercialmente trata de instaurar un engañoso y artificial estado de bienestar, y de alguna manera ello lleva a cuestionar el sentido y la dirección de nuestras actividades para obtener tal bienestar, e incluso el concepto de bienestar mismo. Desde que el financiamiento de dicho "Bienestar" favorece en esencia al sistema financiero, única institución que saldrá mejor de lo que entró a estas "Fiestas", conviene un examen ligero de dicho estado a la luz de algunas ideas científicas sobre la Felicidad. Y como somos educadores, nos conviene aproximarnos a esto desde una perspectiva de la Felicidad como Fin y Objetivo de todo el proceso educativo.
El problema de la Felicidad
El Problema es que, según el Psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi (Apellido impronunciable de aparente origen húngaro), parece que todas las investigaciones corroboran este principio fundamental:
EL DINERO NO HACE LA FELICIDAD,
pero
SU AUSENCIA PROVOCA INFELICIDAD..
Sin embargo, Csikszentmihalyi, a fuer de científico, no se concentra en el tema de la Infelicidad, más bien aborda de modo positivo la definición de ciertos rasgos que definen un estado de Felicidad, encontrando una regularidad empírica importante: Las personas con una sensación global de Felicidad definen la percepción de tal estado de Bienestar como un Flujo.
En este punto visualizamos lo que ocurre si centramos los fines u objetivos del proceso educativo en poner a las personas (los educandos) dentro del proceso del pursuit of happiness, de la búsqueda o persecución de la Felicidad Ello es objeto de la ética y la axiología, pues da cuenta de lo que en verdad nos interesa como sociedad, o más bien da fe de nuestro desconcierto al respecto. Poner la FELICIDAD como Objetivo de la Educación nos suena pretencioso e incluso huachafo y kitsch, pero creemos que esto es porque no nos hemos detenido a examinar el problema y damos por reales ciertas suposiciones no necesariamente correctas.
Pero en esto mejor no me crean a mí, queridos lectores, véanlo por ustedes mismos haciendo click en el enlace TED que les convenga (Abajo a la derecha de la pantalla coloque los subtítulos en castellano o la lengua que prefiera):
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Rasgos de la Felicidad
No pretendo sustituir a nuestro travieso psicólogo húngaro-norteamericano, pero bien podemos permitirnos un cuadrito que relacione lo que hace el sistema educativo con ciertos rasgos del Estar inmerso en el "Flujo" de la Felicidad del que habla. La Traducción es mía y por supuesto cualquier error al respecto también:
Rasgo de la Felicidad
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Habilidades y/o Valores que el sistema educativo
debería proporcionar al efecto
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¿Logra el sistema educativo alcanzar esta Habilidad
o construir este Valor en las personas?
(Califique en una escala de – 5 a + 5)
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Involucramiento total con la actividad
que se realiza (Enfoque, concentración)
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Atención
y Concentración
Enfoque
Sentido
de pertenencia
Experiencia
de la vivencia espiritual
Inteligencia
Intrapersonal
Autoestima
Serenidad
Altruismo
Concentración
Motivación
Capacidad de Retroalimentación (Feedback)
Resiliencia
(Siéntanse libres de añadir las Habilidades y Valores que crean necesarias)
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Sensación de éxtasis
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Gran claridad interior – Conocimiento de
lo que debe ser hecho, y cómo hacerlo bien
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Conocimiento de que la actividad es realizable, que
nuestras habilidades son adecuadas al objetivo
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Sensación de serenidad, sin
preocupaciones acerca de uno mismo, y una sensación de crecimiento más allá
de los límites del Yo.
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Pérdida de la noción del tiempo –
enfoque acucioso en el Presente, sensación de que el tiempo “no pasa”
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Motivación Intrínseca – Lo que sea que
produzca “el flujo” trae consigo su propia recompensa.
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Sin embargo, no nos dejemos llevar por el entusiasmo: El elemento esencial del Poder Ganarse de la Vida como Fin de la Educacióin no puede soslayarse, dado que si bien no colabora con la Felicidad en sentido positivo, sí en cambio su ausencia puede ser y es un elemento de frustración que lleva a la Infelicidad. No extraña así que Ganarse la Vida haya sido desde tiempos inmemoriales un Fin de la Educación.
Asimismo, nuestro amigo húngaro detecta como condición en el acceso al Flujo de la Felicidad un período de Inmersión de más o menos diez años en una actividad o campo determinado.
Tanto el Poder Ganarse la Vida como la inmersión en un Campo o conjunto de actividades NO son elementos de autoayuda, sino de definición de circunstancias vitales, con facetas tanto sociales como personales: Se puede hacer mucho para lograr estas condiciones desde lo individual y es deseable hacerlo. Pero también es perfectamente posible desde la sociedad pasmar, destruir o colapsar los esfuerzos individuales (lo contrario también es cierto), y ello en parte explicaría nuestra alta tasa de migración y nula de retorno, pese al crecimiento económico en nuestro país en los últimos años.
Si no puede uno ganarse la vida y/o meterse en su actividad llegar al Flujo de la Felicidad es cuando menos muy problemático. Podemos razonar que de no lograrlo se cae en estados más o menos permanentes de apatía, aburrimiento, ansiedad y preocupación. Es decir, en lo que en ocasiones llamamos en nuestro país "Vida Normal". Esta percepción se agudiza notablemente en tiempo de Navidad. Y para entenderlo mejor conviene distinguir el problema del aburrimiento en las escuelas, de la apatía en los jóvenes NINI y de la ansiedad y preocupación en los adultos, y según parece el panorama se hace evidente: Educamos a las personas para ser Infelices.
Colofón
Cuando decimos "proceso educativo" y/o "sistema educativo" no es que limitemos estos conceptos a la Escuela. Otras instancias educativas son de igual o mayor importancia tanto para constituir un sistema como para definir un proceso: El Hogar, los medios de comunicación, las interacciones sociales en las comunidades e instituciones, etcétera, son todas corresponsables de los resultados del proceso educativo, e indudablemente forman parte esencial de dicho "sistema".
Es tiempo de "desescolarizar" el problema, pues ello no sirve para determinar lo que ocurre, sino para exculpar a los verdaderos responsables políticos de las taras de un sistema y proceso educativo que parece dirigido a objetivos muy distintos del de hacer felices a las personas. Ya que hoy tratamos de hacer viable un Currículo que resultó un mamotreto inmanejable, quizá resulte mucho más conveniente replantear los contenidos en función de los Objetivos y Fines. Creemos que en esto es hora de incendiar la pradera, porque las hogueras no solamente queman, también iluminan la noche. Hasta otra.
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