AQUILES Y LA TORTUGA:
ALCANZAR EL DESARROLLO
Una exposición de
Kishore Mahbubani
“No importa si un gato es negro o si un gato
es blanco, si atrapa ratones es un buen gato”
(Deng Xiao Ping)
(Deng Xiao Ping)
Cambiar nuestra perspectiva sobre
el desarrollo es más serio de lo que parece, ojalá fuéramos el Aquiles que
persigue el Desarrollo, parece más bien que somos la Tortuga que pretende
escaparse de éste por nuestros límites de orden ideológico y mental. Para
nuestros amigos que no conocen la aporía de Zenón Aquiles y la Tortuga, digámoslo así: Esta es una suerte de paradoja
que el filósofo Zenón planteaba para negar la realidad del movimiento: El veloz Aquiles persigue a
una Tortuga, y para alcanzarla debe recorrer la mitad de la distancia que lo
separa de ésta, y a su vez la mitad de la distancia que falta, y la mitad de
ésta, y así sucesivamente de resultas que no la alcanza jamás, pues está
atrapado en un regressus in infinitum, que es que debe recorrer infinitos espacios para alcanzar a la bendita
Tortuga, siempre delante de él. La imagen retrata lo que
nos ocurre como país en pos del desarrollo: Creemos que somos Aquiles corriendo tras el crecimiento económico, panacea que producirá en
automático el desarrollo. Pero yo postulo que nuestros límites ideológicos
nos engañan, y erramos la analogía: El desarrollo es Aquiles, que corre más que nosotros, que somos la Tortuga. Y el corredor no se deja alcanzar
nunca, así neguemos el movimiento.
Conferencia Magistral de Kishore Mahbubani
Esta reflexión me vino a raíz de
una conferencia magistral (Asia y Occidente: Balance de poder)
que el filósofo, economista y profesor de práctica de políticas públicas de la
universidad de Singapur, Kishore Mahbubani, le endilgó al IX
Simposio Internacional del Oro realizado en Lima en 2010, y que recibí por
cortesía de mi amigo Z, que suele enviarme cosas de gran interés.
Desde la perspectiva de Mahbubani, nosotros debemos parecer una especie de niños malcriados que aún no captan desde su provincialismo lo que pasa en el mundo, pero que es demasiado asiáticamente cortés para demostrarlo. La presentación dura una hora, que debo decir es una hora muy bien invertida, así que les mando a mis lectores el link, tómense su tiempo y escuchen al que sabe, aunque no siempre estemos de acuerdo con él:o
http://www.yooutube.com/watch?feature=player_embedded&v=_V1xmgPNxOw
Desde la perspectiva de Mahbubani, nosotros debemos parecer una especie de niños malcriados que aún no captan desde su provincialismo lo que pasa en el mundo, pero que es demasiado asiáticamente cortés para demostrarlo. La presentación dura una hora, que debo decir es una hora muy bien invertida, así que les mando a mis lectores el link, tómense su tiempo y escuchen al que sabe, aunque no siempre estemos de acuerdo con él:o
http://www.yooutube.com/watch?feature=player_embedded&v=_V1xmgPNxOw
Fin del dominio occidental y ascenso de Asia
No todos tienen el tiempo o la
paciencia para escuchar una hora, así que les cuento la historia: Kishore Mahbubani caracteriza la nueva
era de la Historia Mundial, la del final del dominio occidental –
que no es el fin de la civilización occidental, por supuesto – y el “retorno
de Asia”. Durante la era cristiana, hubo dieciocho siglos en que las economías
más grandes del mundo fueron China e India. La Revolución Industrial cambió el
centro del poder a Europa primero y a Estados Unidos después. Para 2050,
tres de las cuatro economías más grandes e importantes serán China, India y
Japón, con los Estados Unidos intercalados en el tercer lugar, por lo menos
según Goldman Sachs. Dato esencial es el de la mejora de los niveles de vida,
que la Revolución Industrial occidental elevó en un 50 % en el transcurso de
una vida, mientras que Asia – que parte de más arriba, debido precisamente a
los avances de Occidente en diversos campos – alcanza la espectacularísima
cifra de 10,000 %, que sorprende y es difícilmente creíble.
Pero si se da por cierta, la pregunta es por qué ellos pueden avanzar a esa velocidad, mientras que nosotros esperamos alcanzar "el desarrollo" – al ritmo actual – en cien años. No miento, miren PISA, al ritmo que avanzamos nuestra población aprenderá a leer y escribir en 100 años; y sin esto todo crecimiento económico solito registra repetir la situación en que los ricos siguen más ricos y los pobres más pobres. Y así reeditamos la aporía de Aquiles y la Tortuga, donde Aquiles es el desarrollo, nosotros la Tortuga, y en el fondo esperamos que el desarrollo no nos alcance y destroce nuestros amados y reducidos parámetros mentales, que no conciben a la Indiada lanzándose al ataque económico y compitiendo en igualdad de condiciones. No dice esto el ponente, pero está claro que no cree en la bondad de nuestros inmateriales parámetros ideológicos.
Pero si se da por cierta, la pregunta es por qué ellos pueden avanzar a esa velocidad, mientras que nosotros esperamos alcanzar "el desarrollo" – al ritmo actual – en cien años. No miento, miren PISA, al ritmo que avanzamos nuestra población aprenderá a leer y escribir en 100 años; y sin esto todo crecimiento económico solito registra repetir la situación en que los ricos siguen más ricos y los pobres más pobres. Y así reeditamos la aporía de Aquiles y la Tortuga, donde Aquiles es el desarrollo, nosotros la Tortuga, y en el fondo esperamos que el desarrollo no nos alcance y destroce nuestros amados y reducidos parámetros mentales, que no conciben a la Indiada lanzándose al ataque económico y compitiendo en igualdad de condiciones. No dice esto el ponente, pero está claro que no cree en la bondad de nuestros inmateriales parámetros ideológicos.
(Para los que no crean en tan
inmateriales parámetros ideológicos: No hace mucho una encuesta arrojó que en
la práctica se elige para los puestos de trabajo a las gentes que cumplan los
mejores requerimientos de “piel y plata”.)
¿Puede América Latina crecer tan
rápido como Asia? Mahbubani está cortésmente de acuerdo, siempre y cuando se implementen
los que llama los Siete Pilares de la Sabiduría Occidental. Claro que en una hora no es posible decirlo todo, en especial cómo se hace para implementar esos Siete Pilares. El
ponente trata de empezar por el principio, porque de lo que se
trata es de sumar nuestra economía a las asiáticas, y para ello debe muestra una ruta que los decisores de acá puedan seguir.
Economía de Libre Mercado
Primero, la economía de Libre
Mercado. Según Mahbubani, y no es difícil creerlo, la economía de
planificación centralizada en China era de baja productividad, pues la gente ganaba igual hiciérase lo que
se hiciese. Sin embargo, esa gente que no trabajaba entonces resulta hoy la gente más
trabajadora del mundo porque a más trabajo, más ganancia. Y curiosamente - esto no lo dice el ponente - de eso se trata el Socialismo clásico: ganar de
acuerdo al trabajo que se hace. ¿Será que la economía de libre mercado liberó
en Asia esas energías que el populismo inequitativo mantuvo dormidas, a la
manera de las manos muertas del gamonalismo peruano y de otras latitudes? Para pensarlo, porque si de algo sirvió la revolución China fue para liberar a este país de ciertos abstractos parámetros mentales como del muy concreto dominio de
occidente. No puede imaginarse la actual China pasando por alto a Mao y a
la República Popular, Roma y Beijing no se hicieron en un día.
El Segundo Pilar es el desarrollo
de la R + D, en castellano I + D: INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO. Esto lo sabemos
de dientes para afuera, porque continuamos en la de la Tortuga. El
dominio de la Ciencia y la Tecnología significó para Europa el dominio del
mundo, y hoy es liderado por Estados Unidos, que sin embargo teme con
fundamento que la combinación del embrutecimiento generalizado de su población
más la aceleradísima actividad asiática en educar a la suya termine por
retirarle el control de los asuntos mundiales en menos de una generación. Eso
ya pasa: Asia en conjunto invierte más en I + D que europeos y
norteamericanos desde 2008, y cabe preguntarnos dónde estamos
nosotros a este respecto, dónde nuestra capacidad en I + D, a qué apostamos
nuestros fondos. Nuestra inversión
en Educación sirve para el desarrollo, sí … pero el de los Otros Países.
Y eso significa una cosa y solamente una: Deja de comprarte yates, y mete esa
plata en I + D, empezando por tus propios hijos, pues en el mundo que se viene
el Aquiles nos alcanza.
Cultura del Pragmatismo
En tercer lugar la Cultura del Pragmatismo,
que se resume en la cita de Deng Xiao Ping que preside este artículo, y que
significa poco más o menos que la discusión entre Comunismo y Capitalismo
deviene vetusta y absurda en este mundo global. Porque esos conceptos son herramientas, no fines en sí mismos. Se ilustra el asunto con
el caso del Japón de la Era Meiji, que sin perder identidad aprendió de los
errores ajenos y copió la economía norteamericana, el código francés, la marina
británica, el ejército alemán, etcétera. Sin complejos y sin tonterías. El
resto de Asia copió al Japón, miren los resultados. (¡Santos
pragmatismos, Batman!)
El ejemplo que emplea es tan
bueno, que no me resisto a copiarlo: ¿Por qué Brasil es una consistente gran
potencia del Fútbol mundial? Pues porque cuando busca chicos que muevan su
pelota los busca en la clase alta, la media, la baja hasta llegar a las
favelas, y a esos chicos talentosos les dice: Ven, muchacho, juega por Brasil. Misteriosamente, Brasil no es una
potencia económica, y el ponente explica con fina ironía que en Brasil – y en
el Perú también, pero la cortesía no deja al ponente decirlo – cuando se trata
del talento económico, Brasil busca solamente entre sus clases alta y media, y
no en la baja ni en las favelas. Asia
siempre ha tenido el más grande pool
de cerebros en el mundo, pero también Asia siempre ha tenido el más grande pool de cerebros sin usar. Ahora, las
mentes sin usar están siendo usadas. Y remacha con el tema de la India y
sus clases sociales, donde nacimiento era destino. Pero hoy un “intocable” es
el presidente del Banco Central de la India (¡PLOP!).
Cultura de Paz
La Guerra desvía los
recursos del desarrollo, y el ponente entiende por ello algo bien
diferente del crecimiento. Si bien las principales guerras tras 1945 se desarrollaron en Asia, hoy no hay guerras en esta región, ni siquiera internas. Parece que el propelente económico al
interior de las sociedades resulta de inmensa
importancia para instaurar una cultura de paz, y así una visión práctica de la
relación entre la paz y los negocios se centra en la inclusión social para
proporcionar la estabilidad imprescindible para el despegue. Y así cabe que nos
preguntemos por qué existe el MOVADEF, y sobre todo por qué nuestros genios
ideológicos tratan de resolver el problema negando su existencia.
Traduzco así lo que el ponente
dice “rule of law”, a mi parecer mal traducido en el subtitulaje en castellano.
Para que el comercio sea seguro, se necesita seguridad y estabilidad, que
proporcionan la ley y el derecho. Es curioso, y seguro a los despistados los
despistará más aún, que el país que produce más abogados y jueces hoy en día
sea esa China a la que tantos demonizan. Si bien esto despertará obvias y saludables
discusiones, el ponente señala que la tendencia es ascendente y sostenida, y
evidentemente se refiere en esto a China.
La Educación
El ponente tocó este punto
indirectamente al referirse a la méritocracia, lo que se justifica porque de
nada sirve educar sin oportunidades sociales de concretar la educación en
empleos, utilidades e ingresos. Es decir, la Educación no sirve absolutamente
para nada si no la puedes convertir en mejores condiciones de vida. Nuestro
país, neto exportador de talentos, es un ejemplo negativo al respecto. El ponente considera la cosecha de talentos como la fuerza más poderosa del Asia, y lo importante es que se produce a
gran escala. En la China que logró su independencia en 1949, había 200
Universidades, y hoy hay más de 3000. Por supuesto hablamos de Universidades en
serio, no de nuestras tristes parodias. Los chinos planearon un 15 % de la
población con título universitario en 2005. Alcanzaron el 23 %. (A ver si, como
diría Natalia Málaga, aprendemos carajo).
Combinando Pilares
Para el Ponente lo sorprendente es
como Asia aplica estos Siete Pilares de la Sabiduría Occidental en una suerte
de Logística o Sinergia de la Combinación, es decir, el cómo llegaron a lograr
lo que llama la explosión de
proporciones nucleares de confianza en la propia cultura. Hallamos aquí un
tema de identidad y de autoestima propia, y tal vez esté acá el problema de
esta Tortuga que no se atreve a ser Aquiles. Si quieren encontrar la gente joven más optimista del mundo … vayan a
Asia. Parece que el Siglo XXI será el Siglo de Asia, así como el XIX fue de Europa, y el XX de Estados Unidos. ¿Y, cuándo nos toca a nosotros? Porque
el optimismo artificial que vivimos está obliterado por el hecho concreto de que
la emigración de los peruanos no ha disminuido. Es decir, sí, somos
optimistas, pero de nuestro desarrollo personal trabajando afuera
donde se percibe que sí seremos reconocidos y sí se producirá el sueño añorado
de vivir mejor que nuestros padres. Complementemos las cifras de la emigración
con las cifras de la Generación NINI (Ni estudia Ni Trabaja), y veremos que en
la práctica es muy poco lo que se hace para contrarrestar las fuerzas centrífugas.
El rumbo de la Historia no está
marcado, la vida tiene altas y bajas y nada está escrito. Y aquí el ponente
lanza algo que sorprenderá a muchos: Para que una Sociedad triunfe
y tenga éxito, necesita las Tres G:
Una, el Buen Gobierno, es decir, la calidad del potencial mental (Brain Power). Y esto el ponente lo encuentra – previsible - en su propio país, Singapur, pero también en China: Según Mahbubani, el Partido Comunista Chino ha hecho un extraordinario e increíble trabajo de méritocracia a lo largo de 60 años. Y como otras organizaciones exitosas en el mundo, el secreto es simple: Buscar a las mejores mentes estén donde estén, reunirlas y hacerlas trabajar, así te vuelves el mejor.
Segunda G: La Geopolítica, en que la relación fundamental se da entre la principal potencia mundial (Estados Unidos) y la potencia emergente (China). La lógica de una creciente tensión cede sorprendentemente a la constante distensión entre ambas, que el Ponente atribuye a la competencia geopolítica de China, que emerge sin alarmar a Estados Unidos. Sin embargo, podría surgir una tensión, lo que constituirá un desafío.
La Tercera G es la G de Gobernanza Global (Global Gobernance) concepto que no les gusta a algunos, y muchas veces aburrido, pero que por su inmensa importancia está en el centro de las preocupaciones de los que entienden algo la política.
Una, el Buen Gobierno, es decir, la calidad del potencial mental (Brain Power). Y esto el ponente lo encuentra – previsible - en su propio país, Singapur, pero también en China: Según Mahbubani, el Partido Comunista Chino ha hecho un extraordinario e increíble trabajo de méritocracia a lo largo de 60 años. Y como otras organizaciones exitosas en el mundo, el secreto es simple: Buscar a las mejores mentes estén donde estén, reunirlas y hacerlas trabajar, así te vuelves el mejor.
Segunda G: La Geopolítica, en que la relación fundamental se da entre la principal potencia mundial (Estados Unidos) y la potencia emergente (China). La lógica de una creciente tensión cede sorprendentemente a la constante distensión entre ambas, que el Ponente atribuye a la competencia geopolítica de China, que emerge sin alarmar a Estados Unidos. Sin embargo, podría surgir una tensión, lo que constituirá un desafío.
La Tercera G es la G de Gobernanza Global (Global Gobernance) concepto que no les gusta a algunos, y muchas veces aburrido, pero que por su inmensa importancia está en el centro de las preocupaciones de los que entienden algo la política.
Nos detenemos acá un momento: Mahbubani hace una sagaz pregunta:
¿Por qué el comercio del Oro es global? ¿Por qué es libre
y no sometido a cortapisas y proteccionismos?. La respuesta la encuentra en el sistema
de reglas y normas comerciales que se estableció en 1945 y funciona a la fecha, no sin cambios ni borrascas. Es
curioso como sobreviven a los cambios, a veces profundos, de las legislaciones
nacionales, lo que puede atribuirse – idea mía, no del ponente – a que estas
normas no escritas, pero obedecidas a rajatabla, se basan en realidades
comerciales, políticas y económicas que obedecen a un saludable
círculo virtuoso de confianza-desconfianza entre las partes.
El proteccionismo anterior a 1945 derivó en Guerras Mundiales, es decir al uso del instrumento militar para llegar a los objetivos que no se alcanzaban por la económico-comercial. Estados Unidos y Europa sostuvieron desde entonces este sistema de normas de post-guerra porque los beneficiaba. Hoy en día los nuevos beneficiarios (los asiáticos) aún no están listos para custodiar este sistema de normas, lo que es la inequidad y dificultad mayor a que se enfrenta el entero sistema de Comercio Internacional, y por ende, el principal problema de la Gobernanza Global.
El proteccionismo anterior a 1945 derivó en Guerras Mundiales, es decir al uso del instrumento militar para llegar a los objetivos que no se alcanzaban por la económico-comercial. Estados Unidos y Europa sostuvieron desde entonces este sistema de normas de post-guerra porque los beneficiaba. Hoy en día los nuevos beneficiarios (los asiáticos) aún no están listos para custodiar este sistema de normas, lo que es la inequidad y dificultad mayor a que se enfrenta el entero sistema de Comercio Internacional, y por ende, el principal problema de la Gobernanza Global.
De las preguntas y preocupaciones
del público surgieron ideas importantes en la línea de
la exposición. La primera es que la economía de libre mercado debe ser regulada,
lo que choca contra los instintos de muchos. Las crisis que
atraviesa Estados Unidos indican para el ponente que este país se convirtió en
la víctima de la ideología de la desregulación, lo que por estas calles
llamamos neoliberalismo. En afortunado contraste los países asiáticos creían en
la mano invisible de Adam Smith, pero empatada con la mano visible de un
buen gobierno. Y así Occidente fue víctima de su propia receta, así como los países
que, como el Perú, los copiaron sin pensar. Se trata entonces de
implementar el Buen Gobierno. Digo, si les hacemos caso a los exitosos y no a
los fracasados. Ni China ni India liberalizaron sus mercados, así
sobrevivieron a la crisis.
El mundo necesita un nuevo
sistema económico, pero alcanzarlo será difícil porque los
países que controlan institucionalmente la economía mundial tratarán de
mantener su poder a costa de los emergentes. El ponente pone como
ejemplo al FMI y el Banco Mundial, cuyas cabezas siguen siendo
europeas y americanas, y cuyo balance de poder interno no refleja las
realidades económicas, por puro anacronismo y mantenimiento de privilegios.
La dicotomía entre democracia y
autoritarismo es tratada por Mahbubani en la perspectiva económica analogando
los dos cambios más importantes del Siglo XX, los de la extinta URSS, que se
vuelve democracia y lo paga reduciendo su economía a niveles menores que los de
Bélgica; con los de China, que consigue rescatar 400 millones de personas de la
extrema pobreza, lo que es básicamente incorporarlos al mercado.
Jorge Basadre acusaba a nuestras
élites de desertar, de desconectarse de lo nacional y solamente ver hacia
afuera. Es así que no somos un musculoso Aquiles que corre, sino una lenta Tortuga
que carga un inútil caparazón defensivo. Se trata
de ser parte de los procesos globales, no su víctima. Es importante que
nuestros empresarios entiendan de una vez por todas que la Inclusión Social
no es una limosna que el superior le otorga al inferior, sino un imperativo del
Desarrollo, que en la ruta debemos aprender a confiar en nuestra Cultura. Esto implica incluir, no seguir excluyendo. En nuestro país la implementación de
los Siete Pilares pasa por democratizar nuestra sociedad, pues ésta no
será consecuencia del desarrollo, sino condición para lograrlo. Dejo el link otra
vez: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=_V1xmgPNxOw
Y punto.
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